4. El fumar y hacerse adicto al cigarro tiene mucho que ver con la
juventud. ¿O acaso han visto a una persona
mayor empezar? La mayoría de los fumadores lo comienzan a experimentar desde muy
temprano, y una vez
que se han apegado a este hábito, les resulta muy difícil erradicarlo. No debe ser
casualidad.
Seguramente, las
compañías tabacaleras han asociado adrede la imagen sensual de un individuo con un
cigarro
(se ve desde hace años en las películas y en las campañas publicitarias). Porque saben que
los primeros que
caen en las redes son los adolescentes, que están en la e
tapa en que quieren atraer a los demás y pertenecer a un
grupo. Para los jóvenes, tener un cigarro en la mano es sinónimo de madurez y a veces los
ayuda a ocultar sus
miedos e inseguridades. Muchos, incluso, comienzan antes de los 13 años.
Asimismo, es un
momento en el que la muerte aún está demasiado lejana como para identificarse con un
enfermo. En general tomamos en cuenta noción del daño que genera cuando ya está
hecho. O por lo menos
cuando maduramos, es decir que ya se han acumulado varios factores de
riesgo a lo largo de los años. Algunos,
incluso, nunca llegan a tener verdadera conciencia.
Por eso, en esta nota queremos dejarte bien claro por qué no es tan sexy tener un cigarro
encendido en la mano.
Algunas consecuencias pueden no ser tan preocupante
s, pero acá te contamos desde las más leves hasta las
peores
5.
6. Daños de poca gravedad
Mal olor:
tanto la ropa, como la piel, el ambiente, las manos y el aliento terminan con un vaho
desagradable,
aunque el fumador no lo perciba. A ciertas personas el tabaco les produce una
mayor cantidad de saliva y tienen
que arrojarla a cada rato.
Manchas en los d
ientes y en las manos:
el cigarro contiene algunos químicos (nicotina y alquitrán) que
ensucian de amarillo los dedos, las uñas y la dentadura.
Cambio de voz:
se produce porque la laringe es muy vulnerable a la nicotina, que le provoca
ronquera.
Además, se
suma la tos (por los problemas respiratorios que trae) y la garganta se vuelve más
sensible aún.
Mala circulación:
fumar altera la correcta irrigación de la sangre (también relacionada al aumento de
colesterol malo), lo que trae celulitis.
Menos resistenc
ia:
el humo que ingresa al cuerpo es monóxido de carbono. Este provoca una
disminución del
paso del oxígeno, alterando el aparato respiratorio. Muchas veces, sumado al
sedentarismo y la mala
alimentación, hacen que el fumador se agite enseguida cuando sube
escaleras o corre.
Cambia el sentido del gusto y el
7. Daños de mediana gravedad
Adicción:
la nicotina llega al cerebro en 10 segundos, provocando una sensación
placentera que va generando
una necesidad de volver a sentirla. Además, se van creando hábitos alrededor
del cigarro (como encenderlo para
ir al baño, después de comer, en una reunión,
etcétera) que luego son muy difíciles de erradicar cuando se
quiere dejar de fumar.
Bronquitis crónica:
al haber un aumento de las secreciones en los bronquios y la tráquea, estos se
vuelven más
sensibles y hay un mayor riesgo de contraer virus o bacterias
.
Caída de cabello:
el pelo se pone más quebradizo, débil y se avejenta. Por eso es muy frecuente
que se caiga
más rápido en un fumador que en una persona que no fum
8. el cutis se deshidrata porque se altera la producción de vitamina A, agrietándose
más rápido. Además, la piel se ve pálida y tiene una mayor dificultad para cicatrizar.
Deterioro de la dentadura:
el cigarro favorece las caries, las manchas amar
illas en los dientes y la enfermedad
periodontal.
Disminución de estrógenos:
al inhibirse esta hormona se altera el ciclo menstrual, disminuye la fertilidad,
provoca abortos prematuros y la menopausia llega 2 o 3 años antes de lo normal.
Osteoporosis:
los
huesos se vuelven más débiles.
Daños muy graves
Enfermedades cardiovasculares:
aumentan la frecuencia cardiaca y la presión arterial debido a la nicotina, lo
que puede provocar un paro del corazón.
Accidente cerebro vascular:
la falta de irrigación de sang
re transitoria al cerebro puede traer parálisis de un
lado del cuerpo, de la mitad inferior o del cerebro.
Cáncer:
los fumadores son más propensos a padecer esta enfermedad en sus variadas formas, de
pulmón (es la
principal causa de muerte por cáncer), de
colon, de laringe, de la cavidad oral, de vejiga, de riñón, de estómago
y de piel, entre otros.
Nacimiento prematuro:
es muy preocupante que una embarazada fume. Además de abortos puede provocar
que un bebé nazca antes de tiempo y con varios problemas como
por ejemplo, bajo peso o sordera.
No son todas, quedaron algunas enfermedades pendientes pero ya está bien claro lo que
puede provocar este