2. NOTICIA
Ciudad de México, 2 de marzo
Una de las razones que muchos de los fumadores sostiene para
probar una bocanada, es que los tranquiliza en situaciones de
estrés, sin embargo, un nuevo estudio realizado por la
Fundación Británica del Corazón (BHF, por sus siglas en inglés),
concluyó que las personas que fuman son 70 por ciento más
propensas a sufrir de depresión o ansiedad en comparación con
aquellas que no. Realizada en conjunto con la Universidad
Colegio de L ondres, la investigación se llevó a cabo con 6 mil
500 personas mayores de 40 años, en donde un 18.3 por ciento
de los fumadores dijeron padecer depresión o ansiedad, en
comparación con 10 por ciento de abstemios y el 11.3 por
ciento de quienes habían deja do el vicio.
3. Estos resultados contrastan con la creencia de
un tercio (36 por ciento) de los fumadores de
Reino Unido que fueron encuestados, quienes
creen que este hábito combate el estrés En
lugar de ello, se trata de un círculo vicioso de
abstinencia y consumo de nicotina
4. El Dr. Mike Knapton, director médico asociado de
la BHF explica: “en lugar de ayudar a la gente a
relajarse, fumar aumenta la ansiedad y la
tensión. Cuando los fumadores prenden un
cigarro, la sensación de reducción de estrés o
relajación es temporal y es pronto sustituida por
el síndrome de abstinencia y antojos. Mientras
que fumar reduce temporalmente estas ansias y
sentimientos de abstinencia que son similares a
sentirse ansioso o estresado no reduce o trata
las causas subyacentes del estrés.
5. • Disipar el mito de que fumar es un calmante
para el estrés debe ser otra razón motivadora
para finalmente dejar el hábito”, continuó el
médico de la institución que celebrará el 11 de
marzo el “Día para dejar de fumar”.
6. Entre los hallazgos del estudio, se encontró que las
personas que llevaban sin fumar más de un año
tenían perfiles de ansiedad y depresión similares a
aquellos que nunca habían probado un cigarrillo,
por lo que sugiere que dejar de fumar puede ser,
de hecho, la manera de mejorar el estado mental.
“Si crees que fumar está manejando tu estrés, no
es verdad. Lo está haciendo peor. Este reporte
termina con se mito”, dijo el experto.
7. En 2010, especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias
(INER) y de la Facultad de Medicina y Psicología de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) publicaron el estudio “Ansiedad y depresión
en fumadores mexicanos y su relación con el grado de adicción” en el que
existe una “asociación significativa” entre fumar y dichos trastornos
mentales. Ahí dan constancia de la cifra que hasta ese tiempo había de
fumadores en México: 16 millones, que en los 10 años posteriores
tendrían 45 por ciento de probabilidad de desarrollar alguna enfermedad
respiratoria. “Hay algunos factores asociados al consumo de tabaco. Por
ejemplo, se sabe que tanto el inicio como el mantenimiento de la
conducta tabáquica están asociados no sólo a los efectos producidos por
la dependencia física a la nicotina, sino también a los efectos sobre el
estado de ánimo de quienes consumen tabaco, en los que alivia las
sensaciones de malestar producidas por la depresión”, escriben en el
estudio
8. • Anotan que tanto en adultos como en adolescentes
con depresión severa y ansiedad, se ha encontrado
historia de tabaquismo y el consumo de cigarros suele
ser mayor en pacientes deprimidos que en los
emocionalmente estables.“Aparentemente, el consumo
de cigarros en este tipo de pacientes funciona a
manera de automedicación en contra de diversos
síntomas depresivos. Se ha observado que durante la
abstinencia al cigarro esta sintomatología se torna más
frecuente y más intensa, razón por la cual los
fumadores tienen dificultades para mantenerse sin
fumar. En estas condiciones, la suspensión del
consumo favorece el aumento de los síntomas
depresivos y eventualmente la recaída en el consumo
de cigarro”