1. Los fariseos le envían a Jesús unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, a decirle: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no te fijas en las apariencias.
2. Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿Por qué me tentáis? Mostradme la moneda del impuesto» (Mat 22, 15-21) «Dinos, pues, qué opinas. ¿Es lícito pagar el impuesto al César o no?» .
3. LOS TENTADORES TENTADOS Hemos de reconocer que todo bien viene de Dios. Nos sentimos sorprendidos cuando alguien nos invita a reconocer una cualidad propia. Nos avergüenza dar razón de lo que somos. Es una actitud de falsa humildad.
4. Sin embargo, ¡Cuánto agradecemos una alabanza de los otros, sobre todo si no son de los nuestros! ¡Hay que ver cómo nos cuesta admitir la valía de nuestros adversarios!
5. ¡ Hasta los mismos enemigos de Jesús advirtieron dos grandes valores en él: la sinceridad y la libertad ! A los cristianos nos gusta este gesto que, por venir de los de fuera es más estimable.
6. Pero como ocurre en la vida real, a veces las alabanzas no son del todo limpias. Los fariseos se acercan a Jesús con intención de tentarle y ellos mismos caen en la trampa que tienden al maestro. Alabaron su sinceridad y su libertad, pero no advirtieron que el maestro conocía el corazón del hombre. VERDAD Y COHERENCIA
7. Los fariseos que pretenden cumplir la ley con toda exactitud y escrupulosidad, son sorprendidos por Jesús. ¡Hete aquí que llevan encima una de las monedas prohibidas por la ley de Moisés! Ellos hacen una pregunta y Jesús desenmascara su incongruencia práctica.
8. DIOS Y EL CÉSAR. A la consulta de los fariseos «¿Es lícito pagar impuesto al César o no?» sigue el imperativo de Jesús «Pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios» .
9. «Al César lo que es del César» Es un compromiso de responsabilidad ante los hermanos. Si nos desprecian, nos matan y nos persiguen que no sea por ser infieles a la causa de la solidaridad humana.
10. «A Dios lo que es de Dios» Este mundo secularizado, necesita oír la voz de los creyentes proclamando la bondad, la grandeza y la soberanía de Dios.
11. Señor Jesús, que nuestra vida sea alabanza de tu nombre y nuestros actos manifiestan a los hombres que tú estás en medio de nosotros. Amén.
12. Texto: José Román Flecha Andrés PALABRA DEL SEÑOR –Salamanca Presentación: Antonia Castro Panero Música: Relajación con violines y Arpa