Jesús responde sabiamente a una pregunta tramposa sobre el pago de impuestos al César. Les pide que le muestren una moneda y cuando ven que tiene la imagen del César, les dice "Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Con esto enseña que debemos cumplir con nuestras obligaciones civiles pero que nuestra lealtad principal es a Dios.