Presentación para la jornada formativa destinada a presbíteros centrada en el tema del acompañamiento a enfermos terminales y a sus familias, a cargo de Julio Gómez (médico y director del equipo psicosocial de enfermedades avanzadas del hospital San Juan de Dios de Santurtzi) organizada por el Secretariado Diocesano de Pastoral de la Salud, junto con el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral (IDTP), en Barria el 14 de marzo de 2013
4. “Los que sufren, no son
los cuerpos, son las
personas”
E. Cassell
“El sufrimiento y los objetivos de la
medicina” NEJM, 1982.
5. Presupuestos antropológicos
1. No podemos vivir sin sufrir y pasar sin
ver el sufrimiento.
2. No podemos sufrir sin esperar: qué
podemos hacer aquí y ahora.
3. No podemos esperar sin abrir la propia
existencia al otro, a la comunicación.
6. El sufrimiento es una experiencia universal
Pero es distinto de
SABER MANEJARLA EN NOSOTROS…
… O EN EL OTRO
7. Anteel sufrimiento la tendencia es
OBJETIVAR
¿Cómo?
Proyectando la propia experiencia
8. Sinembargo la experiencia de sufrimiento
es SUBJETIVA
Y varía de sujeto a sujeto
¿Qué implicaciones tiene esto?
Nos
obliga en el marco de la relación a
EXPLORAR “ESA” EXPERIENCIA
9. ¿Cómo?
Latentación es pensar que eso es cosa
de psicólogos…
… porque normalmente conlleva mucha
angustia.
(Como si solventado la angustia se arreglase
todo)
Pero, la realidad, es que al final, después de
todo… … HAY PERSONAS QUE SIGUEN
SUFRIENDO
10. ¿Qué hago con ese sufrimiento?
Me genera “disconfort”…
Intento huir, evadirme…
Los médicos, llegados a este punto…
“sedamos”
11. Entonces, ¿por qué no se alivia?
Porque esta experiencia tiene que ver con
las PREGUNTAS RADICALES
Preguntas que no hayan respuesta…
… son el indicador de que estamos ante
una persona que SUFRE
12. ¿Qué hacemos?
Intentamos OBJETIVAR
Buscamos la causa de su sufrimiento…
… pero la respuesta no está en la etiología
Sino en el “sentido de la justicia y la
injusticia”
¿Por qué a mi? ¿Qué he hecho?
13. Intentamos que deje de pensar en ello
… no te preocupes, piensa en positivo, …
Empleamos técnicas de reestructuración del
pensamiento…
¿Porqué nos empeñamos en que la
persona evite esa experiencia?
14. Porque cuando estás ante un hombre desnudo
en su condición humana, éste TOCA TU
PROPIA DESNUDEZ
15. Unos quieren curar
Otros nos empeñamos en aliviar todos los
síntomas (físicos o psicológicos)
No damos la oportunidad para hacer
experiencia…
… para transitar en ella y
redimensionarla
16. Y es que esto supone…
… una INMERSION en esa experiencia
que posibilita TRANSCENDER
Esto tiene un nombre (que tiene no muy
buena prensa)
Se llama: COMPASION
17. ¿Qué es la COMPASION?
Es una estrategia comunicativa optima.
Es meterse a fondo en la experiencia
humana fundamental
Es hacer un viaje en el que afrontar los
MIEDOS
Dolor
Soledad
Miedo
18. Dos visones del sufrimiento
Como PROBLEMA: amenaza importante para la
existencia y ante la cual cree que carece de
recursos para afrontarla.
Como MISTERIO, como condición existencial
del ser humano (Homo patiens)
Conecta con la experiencia de LIMITE, con la
sensación de “estar al límite”
LIMITE como CARENCIA, que recuerda nuestra
condición limitada.
19. CLAVES PARA ACOMPAÑAR
NO PODEMOS SI PODEMOS
Resolver problemas Acompañar personas
Generar procesos de
Tener respuestas
búsqueda para no huir
contundentes
de las preguntas
Provocar la apuesta por
Describir en qué
de-construir el
consiste el sentido
sinsentido
20. CLAVES PARA ACOMPAÑAR
Respetar el derecho a no seguir luchando
Ayudamos al otro a poner palabra.
Le devolvemos la energía que recibimos.
¡Ojo con los “si peros”!
Sino acogemos esa experiencia cuando
nos la comparte no estamos legitimados
para “sostener en el dolor”
21. CLAVES PARA ACOMPAÑAR
Mientras hay ESPERANZA hay VIDA
(Hope work)
Ante sus miedos, atentos a la LETRA,
Pero también a la MUSICA
(aquelloque conecta con lo simbólico y que
es la puerta a lo trascendente)
22. Las necesidades relacionales.
Seguridad Autodefinción
Validación De hacer impacto
Aceptación De que el otro tome la
Confirmación de la iniciativa
De expresar amor
experiencia
23. Necesidad de ser creído y
escuchado
No interrumpimos
Utilizamos animadores
Curiosidad
Desde el no saber
No focalizamos
No tenemos prisa
Quizás nunca nadie le ha dejado hablar 15
minutos, nunca ha podido acabar de contar su
historia
24. Necesidad de ser protegidos en la
expresión emocional
Ofrecer una figura estable y protectora.
No interrumpir las expresiones
emocionales
Subrayarlas, facilitar su expresión
Ofrecer contención mediante la presencia.
25. Necesidad de ser validados en la
forma de afrontar la experiencia.
Encontrar un valor en las distintas
maneras de afrontar la experiencia de
sufrimiento.
Facilitar el nombrarlo.
Validar su función en el contexto de la
vivencia subjetiva de esa experiencia.
No juzgar por más extravagante que sea
la respuesta.
26. Tanto da si el afrontamiento es de conexión
o evitación, o es somático o
comportamental o cognitivo o emocional.
Si la persona lo está utilizando es porque
tiene un sentido: señalar un asunto
pendiente.
27. Necesidad de definir la forma única
de vivir esta experiencia
Poner voz a la defensa de autonomía de
la persona sufriente:
“¡Cómo es posible que nadie te dejara llorar!
Respetar su marco de referencia: no
proyectar las propias necesidades.
Explorar y nombrar decisiones que no se
pudieron tomar.
Validar la frustración experimentada por la
invalidación de los deseos del doliente.
28. Necesidad de reciprocidad
Autorevelación personal de algún aspecto… …
de la historia, del impacto emocional, de los
detalles del acontecimiento, de las
consecuencias
La necesidad de reciprocidad de las personas que
han sufrido traumas o pérdidas importantes en
su vida es proporcionalmente inversa al nivel de
apoyo percibido
29. Necesidad de sentir que tu dolor
tiene un impacto en el otro
Escuchar atentamente
Mostrar resonancia a la historia
Dejarse sentir el impacto y expresarlo
Estar atentos a aspectos desautorizados.
30. Necesidad de que el otro tome la
iniciativa
Dirigir el proceso cuando la persona está
perdida
Poner voz a lo que debería haber sucedido.
Dar voz a la falta de protección.
Identificar la necesidad y facilitarla (anticiparse)
Interesarse cuando abandonan
Recordar fechas.
Iniciar el contacto
31. Necesidad de poder expresar el
amor y la vulnerabilidad
Ofrecer espacio de seguridad, respeto,
donde las expresiones de amor y
vulnerabilidad sean acogidas y la persona
pueda no sentirse avergonzada.
Respetar su necesidad de mostrar afecto
y agradecimiento.
Permitirnos nuestra necesidad de mostrar
afecto y agradecimiento.
32. Las necesidades relacionales
Estas8 necesidades están presentes a lo
largo de todo el proceso y la persona las
vive con su familia, amigos,
compañeros… son fruto del intento de
manejar el dolor dentro de la relación con
los demás.
33. Hay 2 maneras de CALLAR
Desde el “no saber que decir”.
INSEGURIDAD
Desde el poder del acompañante que
permite al acompañado el contacto
interno. SEGURIDAD
35. Premisas
Acoger las propias heridas
(vulnerabilidad)
Integrar las propias heridas (son un
recurso)
Potenciar sus recursos sin negar sus
heridas.
36. El itinerario del acompañante
Identificar las propias heridas
Lograr la paz y la síntesis en nosotros mismos.
Aumentar la capacidad de pedir y recibir ayuda
Interiorizar esa zona oscura
No es eliminar el sufrimiento sino verlo como
oportunidad
Posibilita no ser insensible
Coloca en simetría moral
38. El perfil del acompañante …
Una persona que ha cultivado su vida espiritual,
tanto desde el conocimiento, como desde la
experiencia vivida.
Tolerante con la diversidad, percibiéndola como
una riqueza y no como una amenaza.
Buen conocedor de la tradición espiritual de su
cultura, tanto desde el punto de vista religioso
como desde el filosófico-ideológico.
39. El perfil del acompañante …
Con capacidad para no huir y afrontar la
angustia existencial y el desierto espiritual que
en ocasiones inunda la situación de
enfermedad.
Con capacidad para establecer una alianza
terapéutica con el paciente que pueda motivar la
reunión de lo disperso, la reconciliación de lo
dividido y la liberación de lo alienado.
Dispuesto a trabajar en equipo, conociendo el
lenguaje y metodología de los cuidados
paliativos y participando como uno más en la
dinámica asistencial (reuniones, proyectos...).
40. El perfil del acompañante …
Testigo de la impotencia cuando a la pregunta
que no tiene respuesta se le ofrece, al menos,
una presencia significativa.
Con energía para convivir la espiritualidad del
“equilibrio tenso”, sabiendo conjugar los tiempos
de la vida, armonizando necesidades y deseos,
implicándose desde la empatía pero sin perder
perspectiva.
Dispuesto a formarse a fondo en estrategias de
relación de ayuda – counselling.
41. El perfil del acompañante …
Una persona sencilla capaz de desvelar la
pequeñez de las cosas grandes y la grandeza
de las cosas pequeñas, en un momento como el
de la enfermedad terminal en el que se puede
recuperar lo esencial.
Testigo de comunión, pues la salud espiritual
remite siempre a la experiencia de comunidad.
Testigo de la esperanza, desde una dimensión
trascendente de la vida.
Capaz de celebrar la vida en medio de tanto
sufrimiento y muerte.
51. FRASES HECHAS QUE DESHACEN
“La idea de poder «ofrecer» las pequeñas
dificultades cotidianas, que nos aquejan una
y otra vez como punzadas más o menos
molestas, dándoles así un sentido, era parte
de una forma de devoción todavía muy
difundida hasta no hace mucho tiempo,
aunque hoy tal vez menos practicada. En
esta devoción había sin duda cosas
exageradas y quizás hasta malsanas…”.
(Benedicto XVI, Spe Salvi, 40)
58. FRASES HECHAS QUE DESHACEN
“Pídeseloa Dios, que puede hacer
un milagro”.
59. Factores sociales: la negación del
duelo o los mitos falsos (James,
Friedman, 2001)
Ya verás como el tiempo lo cura todo
Se valiente; hazlo por los demás
No llores más. ¿no ves que te estás torturando?
Distráete un poco, te irá bien.
El primer año es el peor, ya lo verás.
Es la vida, todos hemos de morir …
Mejor ahora que no dentro de …
Piensa que es peor para otros …
Tu tienes suerte que tienes otros hijos …
Resígnate, ha sido voluntad de Dios
Ahora está con los Angeles y no sufre
60. FRASES HECHAS QUE DESHACEN
EL LENGUAJE
Cuando basta una palabra, evitemos el discurso;
Cuando basta un gesto, evitemos las palabras;
Cuando basta una mirada, evitemos el gesto y
Cuando basta un silencio, evitemos incluso la
mirada.
62. VIVIR SANAMENTE EL
SUFRIMIENTO
Luchar contra el sufrimiento injusto.
Eliminar el sufrimiento innecesario.
Mitigar, en lo posible, el sufrimiento
inevitable.
Integrar el sufrimiento que no se puede
superar.
63. Integrar el sufrimiento
que no se puede superar.
Relación sana consigo mismo.
Relación sana con los demás.
Relación sana con Dios.
65. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
María está ingresada a causa de unos
dolores abdominales y en período de
observación. Tiene 84 años. Desde muy
joven ha vivido con una señora de su
misma edad como criada. Siempre la
llamaba: "Señora". Le dedicaba toda su
atención, todo su interés de manera
espontánea y libre. Una dependencia de
la que ella misma dependía.
66. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
Al pasar cerca de su habitación. Ya había
tenido otros encuentros con María porque
había pedido la comunión y me había
hablado de la muerte de "su señora" hace
unas semanas. Tienen la luz encendida y
parece que hablan de ella. Llamo a la
puerta antes de entrar.
67. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
A.1 Buenas noches, ¿se puede pasar? (María
y su compañera ya están acostadas).
¿Qué, cómo habéis pasado el día?
(María mira a su compañera y los ojos se
le humedecen. Al ver esto me siento en su
cama, le cojo la mano y observo fijamente
sin decir nada. Sus ojos me lo decían todo:
hoy está triste, apagada).
María, cuéntame, ¿qué te pasa?
(Baja la mirada, ladea la cabeza y aprieta
los labios. Las lágrimas corren por su
cara).
68. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.1 Mi señora... llevaba con ella 60 años.
Estaba siempre conmigo. La quería
como a una madre (su voz cada vez
es más ahogada por el sollozo y yo le
seco las lágrimas), y Dios se la ha
llevado. (Llora)
A.2 Es ley de vida, unos se van más
pronto que otros.
69. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.2 ¡Ya me podía haber ido yo antes!
(Solloza). La quería mucho. Era tan
buena...
A.3 Quizás Dios la necesitara a ella y no
a ti.
(Se va calmando de llorar y me mira a
los ojos)
70. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.3 Dios no la necesita. Tiene a mucha
gente a su lado y yo estoy sola. Yo
no tengo a nadie. Solamente la tenía
a ella y Dios me la quita. ¡No es
justo!
A.4 No hay que juzgar a Dios, María.
Quizás esté probando tu fe.
71. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.4 Sí, quizás, pero es una prueba muy
dura. (Está más tranquila. Es ella
quien me sujeta ahora la mano a mí).
A.5 Además, María, no estás sola.
Tienes una buena compañera de
habitación. He visto que el personal
de la planta te trata con afecto. Y me
tienes a mí para lo que me
necesites...
72. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.5 Sí, ya... (Baja la mirada y me suelta la
mano), pero todos se van. Todas las
personas buenas se marchan. (Se
entristece)
A.6 No, María, siempre que nos
necesites nos tendrás. Esta noche le
podrías ofrecer tus sufrimientos al
Señor. Verás cómo te tranquilizas.
(Le doy un apretón de manos y me retiro
poco a poco saludándoles a las dos).
75. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
A.1 Buenas noches, ¿se puede pasar? (María
y su compañera ya están acostadas).
¿Qué, cómo habéis pasado el día?
(María mira a su compañera y los ojos se
le humedecen. Al ver esto me siento en su
cama, le cojo la mano y observo fijamente
sin decir nada. Sus ojos me lo decían todo:
hoy está triste, apagada).
María, cuéntame, ¿qué te pasa?
(Baja la mirada, ladea la cabeza y aprieta
los labios. Las lágrimas corren por su
cara).
76. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.1 Mi señora... llevaba con ella 60 años.
Estaba siempre conmigo. La quería
como a una madre (su voz cada vez
es más ahogada por el sollozo y yo le
seco las lágrimas), y Dios se la ha
llevado. (Llora)
A.2 Es ley de vida, unos se van más
pronto que otros.
77. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.2 ¡Ya me podía haber ido yo antes!
(Solloza). La quería mucho. Era tan
buena...
A.3 Quizás Dios la necesitara a ella y no
a ti.
(Se va calmando de llorar y me mira a
los ojos)
78. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.3 Dios no la necesita. Tiene a mucha
gente a su lado y yo estoy sola. Yo
no tengo a nadie. Solamente la tenía
a ella y Dios me la quita. ¡No es
justo!
A.4 No hay que juzgar a Dios, María.
Quizás esté probando tu fe.
79. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.4 Sí, quizás, pero es una prueba muy
dura. (Está más tranquila. Es ella
quien me sujeta ahora la mano a mí).
A.5 Además, María, no estás sola.
Tienes una buena compañera de
habitación. He visto que el personal
de la planta te trata con afecto. Y me
tienes a mí para lo que me
necesites...
80. Purificar el lenguaje sobre el
sufrimiento
M.5 Sí, ya... (Baja la mirada y me suelta la
mano), pero todos se van. Todas las
personas buenas se marchan. (Se
entristece)
A.6 No, María, siempre que nos
necesites nos tendrás. Esta noche le
podrías ofrecer tus sufrimientos al
Señor. Verás cómo te tranquilizas. (Le
doy un apretón de manos y me retiro poco
a poco saludándoles a las dos).
82. Fases del duelo
1. Choque
2. Evitación / negación
3. Entrega al dolor
4. Transformación / integración
83. Fase de aturdimiento o de choque
“Me siento como una zombi, todo me
parece tan irreal”
C. M. Parkes (1972) Numbness
Bowlby (1980) Numbing
M. Horowitz (1985) Outcry
C. M. Sanders (1999) Shock
84. Objetivo (tarea de duelo)
Salirdel estado de choque
Recuperar funcionamiento general mínimo
Aceptar respuestas fisiológicas
Evaluación médica y de medicación
No es aconsejable intervención grupal en
esta fase, ni hacer exploraciones. (no pueden
escuchar)
85. Intervención:
Tiene poca disponibilidad para una relación
terapéutica (no entienden preguntas, no hay energía,
…)
Apoyo general de protección y seguridad:
acompañar, sostener, permitir cualquier expresión.
Poca directividad: facilitar la descarga emocional
Dar tiempo, dejar, no medicar.
Permitir y acompañar ver el cuerpo, el escenario o los
lugares relacionados con el suceso
Acompañar las reexperiencias del trauma: identificar
los sentimientos de impotencia, horror, desvalidez,
reestablecer la conexión.
Intervención en crisis
86. Fase de rechazo y negación
¿Qué te puede ayudar en este momento de tu
proceso?
Sólo una cosa: ¡Que me devuelvan a mi hijo!
C. M. Parkes (1972) Searching and Pinning
Bowlby (1980) Yearning and Searching
M. Horowitz (1985) Denial and Numbing
W. Worden (1991) Accept the reality of loss
T. Rando (1993) Avoidance
C. M. Sanders (1999) Awareness of loss –
Conservation withdrawal
87. Modelo dual de afrontamiento del duelo
(modif. Stroebe & Shut, 1999)
Mecanismos orientados a Mecanismos orientados a
expresar el dolor evitar el dolor
(Loss oriented) (Restoration –Oriented)
Estar conectado con la pérdida Desconectar de la pérdida
Concentrarse en el propio dolor Negación
Llorar Distraerse
Hablar de ello Minimización
Pasividad, abatimiento Racionalizar
Aislamiento Esforzarse en no llorar
Descarga emocional Evitar hablar de ello
Ir a los lugares, promover el Centrarse en la vida
recuerdo Hacer cosas nuevas
Negación de la posibilidad de Actividad
recuperación Invertir relaciones
88. Objetivo (tarea de duelo)
Disolver las defensas de negación de forma
gradual…
Identificar, expresar, y elaborar los sentimientos
alrededor de las circunstancias de la muerte.
Integrar recuerdos, pensamientos…
Aceptar la responsabilidad real de lo sucedido y
liberarse de la rabia inapropiada
Elaborar mecanismos de conductas destructivas o de
riesgo
Recuperar responsabilidad familiar, social y laboral
Establecer mínimos de autocuidado
89. Intervención:
Facilitar la re – experimentación
Explorar en fantasía o regresión las distintas
opciones sobre lo sucedido
Explorar emociones ausentes o distorsionadas
Facilitar la actuación de la rabia y / o venganza en
espacio seguro
Elaborar sentimientos de culpa
Identificar qué les ayuda y qué no les ayuda.
Trabajar los mitos o negación social del duelo
90. Duelos desautorizados (Doka
1989)
Pérdidaque no puede ser abiertamente
reconocida, públicamente expresada ni
socialmente apoyada.
La relación no es reconocida: exparejas, amantes,
relaciones homosexuales, amistad, pacientes.
La pérdida no es reconocida: aborto, muerte
perinatal, esterilidad, paro, enfermedad mental,
cuidadores, abusos.
La persona en duelo no es reconocida: niños,
personas mayores, enfermos mentales o disminuidos
El tipo de muerte es censurado: sida, suicidio,
homicidio, sobredosis.
91. Duelos desautorizados (Doka
1989)
Problemas del duelo desautorizado
Emociones difíciles: inadecuación y
vergüenza
Falta de apoyo social
Falta de rituales apropiados
Aspectos éticos y legales
Intervención terapéutica:
Legitimación,
validación, rituales alternativos
con apoyo comunitario
92. Duelo y género (Marin, T & Doka
K.J. 1996)
Duelo masculino:
Sentimientos limitados o bajos de volumen
Mecanismos racionales – cognitivos preceden a los
afectivos.
La orientación del proceso se dirige más en resolver
problemas que en expresar sentimientos
La expresión de sentimientos suele incluir enfado y/o
culpa.
Los ajustes internos se suelen manifestarse a través de
la actividad
Los sentimientos intensos suelen vivirse privadamente.
El dolor más intenso suele expresarse inmediatamente
después de la pérdida (durante o después de los
rituales)
Notas del editor
Satisfacer las necesidades relacionales: Seguridad: Ante la experiencia de vulnerabilidad la provisión de seguridad física y afectiva y respeto, (no verbalmente “tus necesidades son normales y aceptables para mi “)- total aceptación y protección ; estima incondicional. 2. Validación e importancia : afirmación y normalización de la experiencia subjetiva (afectos, fantasía, creencias...) 3. Aceptación por parte de una figura de referencia : Búsqueda de alguien que sea referencia y que me acepte. 4. Confirmación de la experiencia . Estar con alguien que ha tenido experiencias similares autorevelación experiencias personales cuidadosamente seleccionadas ; y compartirlas estando presente. 5. Autodefinición : Necesita de expresar las propias preferencias , intereses , ideas sin ser humillado. Acoger la diferencia aún sin compartirla. 6. Necesidad de tener impacto : Captar la atención del otro y sentir que le afecta el tema de la “compasión”… 7. Necesidad de que el otro tome la iniciativa . Que el otro reconozca y valide la importancia de uno (tener a alguien disponible fuera):comenzar el diálogo , sentarse cerca, hacer una llamada telefónica . 8. Necesidad de expresar amo r: como gratitud , agradecimiento, afecto o hacer algo por el otro.
Me voy a servir aquí de unas palabras de Javier Barbero, maestro de muchos en este difícil arte de hacer camino al lado de los que sufren, fundadas en el modelo del “Sanador herido” (H. Nowen) A partir de esta premisa, la tesis sería: 1.- No es posible acoger la fragilidad y ayudar a curar o cuidar las heridas de los demás sin haber acogido antes y cuidado nuestras propias heridas , nuestra propia vulnerabilidad. 2.- A partir del reconocimiento y la integración de las propias heridas , seremos más capaces de conocer, comprender y acompañar el proceso de curación de las heridas del otro. Nuestra propia fragilidad se convierte así en un magnífico recurso. 3.- Si somos capaces de ayudar a la persona a descubrir y potenciar sus propios recursos, sin por ello negar sus heridas , estaremos consiguiendo que él sea el auténtico protagonista del cambio, apoyando así su autonomía, disminuyendo la dependencia y reconociéndole la profunda dignidad que posee como ser humano. Indudablemente, también ello será de una enorme riqueza para nosotros.
Todo este proceso llevaría un itinerario personal del profesional , con estas características: El primer paso será identificar las propias heridas . Las que podemos tener como cualquier persona (la inmadurez, la soledad no querida, los conflictos no resueltos, las sutiles dependencias, las pérdidas y separaciones, la inseguridad...) y las que son propias de nuestra profesión o actividad específica (el miedo ante el contacto cotidiano con la muerte y el sufrimiento ajeno, la impotencia ante problemas que nos desbordan, etc.) No sirve la sola toma de conciencia de las heridas. Se trata de lograr la paz y la síntesis en nosotros mismos con la dimensión nocturna de la vida, en un proceso difícil pero liberador. Para curar las heridas es necesario previamente aceptarlas como parte integrante de ti mismo, única manera de descubrir su potencial sanador. Alimentar la capacidad de pedir y recibir ayuda . Como hizo el mismo Jesús de Nazaret en un momento de enorme sufrimiento en el Huerto de los Olivos: "Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo" (Mt 26,32). Es un reconocimiento público de tu propia fragilidad que, indudablemente, será un factor de cercanía. El proceso de interiorización sobre esa zona oscura de ti mismo te ayudará a redescubrir y valorar el fruto de lo positivo que también existe en ti. Asumir y reconciliarse con las heridas no significa eliminar necesariamente el sufrimiento , pero sí cambiar de signo esta realidad, iluminándose con un significado que lo transforma. De amenaza, a oportunidad de cambio . Se trata de transformar la soledad alienante en lugar de encuentro con uno mismo, la desesperación en una estación de la esperanza, la enfermedad en oportunidad de crecimiento. La conciencia de la propia vulnerabilidad, insuperable e inseparable de la condición humana es la que posibilita que el profesional no sea insensible a los sufrimientos ajenos y se comprometa en un acompañamiento al enfermo terminal, para que pueda realizar el mismo camino. Es interesante observar el planteamiento de relación que, aunque con responsabilidades y aprendizajes distintos, coloca a las dos personas en condiciones de simetría , por lo menos en lo más esencial (la capacidad de ser los dos sanadores heridos). Quizás no sea evidente , probablemente porque, como decía Saint Exupery en "El Principito", lo esencial es invisible a los ojos.