Infecciones de la piel y partes blandas(Impétigo, celulitis, erisipela, absce...
Qué es la Ozonoterapia
1. ¿Qué es la Ozonoterapia?
Es una terapia netamente natural; que consiste en la aplicación de una mezcla de
ozono y oxígeno, con técnicas especiales y con fines terapéuticos con probados
efectos beneficiosos en el organismo humano
Historia del Ozono
El Ozono conocido como “gas de la vida” por el papel fundamental
que juega en la existencia de los organismos vivos, es una variedad
triatómica del oxígeno que se forma naturalmente en las altas capas de la
atmósfera. Fue descubierto a finales del siglo XIX.
El origen etimológico del ozono, bautizado así por Scobein en 1840, deriva del
griego OZEIN verbo que significa "oler", ya que este gas presenta un olor muy
característico, único y punzante, que no puede ser olido cuando su concentración
supera las 0,1 ppm (parte por millón) pues comienza a ser un gas irritante.
La historia de la ozonoterapia comienza en la Alemania correspondiente al
segundo período de la Primera Guerra Mundial, cuando el Doctor R. Wolff lo
comenzó a aplicar en la limpieza y desinfección de heridas sépticas observando
un efecto bactericida y una rápida cicatrización sobre las mismas.
Actualmente la ozonoterapia se utiliza en España, Francia, Gran Bretaña, Bélgica,
Holanda, Alemania, Italia, Suiza, Austria, Polonia, Rumania, Bulgaria, Hungría,
República Checa, Eslovaquia, Grecia, Mónaco, Canadá, catorce estados de
Estados Unidos, México, Cuba, Argentina, Chile, Brasil, Rusia, Israel, Egipto, Irán,
Pakistán, India, China, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda y Australia. Se están
llevando a cabo innumerables ensayos clínicos, estudios experimentales y tesis
doctorales en todo el mundo.
Así, la ozonoterapia, está destacándose como una alternativa válida para tratar
gran número de patologías. El enfoque científico del trabajo desarrollado, al igual
2. que los aportes realizados en la esfera de la Medicina, han dado a Cuba un
reconocido prestigio de carácter mundial dentro del campo de la Ozonoterapia.
Siendo el país de referencia para otros, en la aplicación del ozono.
El oxígeno:
Es un elemento químico de número atómico 8 y símbolo O.
En su forma molecular más frecuente, O2, es un gas a temperatura
ambiente.
Representa aproximadamente el 20,9% en volumen de la composición de la
atmósfera terrestre. Es uno de los elementos más importantes de la
química orgánica.
Participa de forma muy importante en el ciclo energético de los seres vivos.
Esencial en la respiración celular de los organismos aeróbicos.
Es un gas incoloro, inodoro (sin olor) e insípido.
Existe una forma molecular formada por tres átomos de oxígeno, O3,
denominada ozono.
El Ozono:
Es un gas que se encuentra de forma natural en la atmósfera.
Es una forma alotrópica del oxígeno.
Cuya molécula está compuesta por tres átomos de oxígeno, formada al
disociarse los 2 átomos que componen el gas de oxígeno.
Cada átomo de oxígeno liberado se une a otra molécula de oxígeno (O2),
formando moléculas de Ozono (O3).
Desarrolla un importante papel en el equilibrio ecológico de la tierra.
Absorbe la mayor parte de las radiaciones ultravioletas provenientes del sol.
Impide que las radiaciones ultravioletas alcancen directamente la superficie
terrestre.
Es un gas inestable que se descompone fácilmente a una velocidad que
depende de la temperatura.
3. A temperatura y presión ambientales el ozono es un gas de olor acre y
generalmente incoloro.
En grandes concentraciones puede volverse ligeramente azulado.
No deja residuos tóxicos ya que dentro del organismo se transforma en
oxígeno.
Si se respira en grandes cantidades, puede provocar una irritación en los
ojos y/o garganta, la cual suele pasar luego de respirar aire fresco por
algunos minutos.
Propiedades del Ozono
Físico-Químicas:
Es un gas cuya molécula está formada por tres átomos de oxígeno.
Es un gas azul pálido y fuertemente magnético.
Tiene un peso molecular de 48 g/mol.
Tiene una densidad una vez y media superior al oxígeno (02).
Es energéticamente inestable, liberando oxígeno y un radical libre.
Tiene un olor característico.
En altas concentraciones es irritante.
La vida media del ozono es de 30 a 45 minutos, con una temperatura de
20ºC (68ºF).
A una temperatura de 25 ºC se degrada el 60 % en una hora.
Su concentración desciende al 16% de su valor inicial en dos horas.
Tiene un alto poder de oxidación.
Farmacológicas:
Es irritante para el ser humano cuando supera niveles de 0.1 ppm (partes
por millón).
En contacto con el organismo produce cambios químicos terapéuticos.
Tiene potente acción regeneradora, antiinflamatoria, antimicrobiana y
analgésica.
4. Su acción germicida se basa en la formación de moléculas tóxicas como el
Peróxido de Hidrógeno, y de radicales libres muy tóxicos, (como el
Superóxido.
Actúa en el metabolismo de las proteínas como inmunomodulador y
restaurador. Produce citoquinas (receptor celular) que disminuyen la
inflamación y el dolor.
Una vez administrado el ozono, vuelve a su estado primitivo (oxígeno),
alrededor de 40 minutos.
La FDA (Food and DrugAdministration) ha establecido un nivel máximo
tolerable de 0.05 ppm (partes por millón) de ozono emitido por cualquier
aparato fabricado para uso médico.
Debe ser generado para uso inmediato en el lugar de tratamiento.
Sus efectos beneficiosos perduran más allá de 40 minutos.
A la temperatura corporal no deja residuos químicos, de ahí su gran
inocuidad. prácticamente ausencia de efectos adversos y
contraindicaciones.
Estimula la capacidad orgánica de traslado del oxígeno vital a los tejidos
corporales por parte de los hematíes.
Actúa como antitóxico, sin destruir los tejidos.
No puede ser inactivado por sistemas enzimáticos y por eso actúa sobre
cualquier tipo de agresor.
Tiene alto poder desinfectante.
Para uso medicinal es una mezcla de oxígeno-ozono, que se logra por el
paso de oxígeno puro por una descarga eléctrica de alto voltaje y alta
frecuencia.
Papel que desempeña el ozono ante el "estrés oxidativo".
Oxidación.
Se produce una oxidación cuando una especie química (átomo, molécula o ión)
cede o pierde electrones ( agente oxidante).
5. Reducción.
Se produce una reducción cuando una especie química (átomo, molécula o ión),
capta o gana electrones (agente reductor).
Los procesos de oxidación y reducción son procesos inversos y simultáneos, no
pueden ocurrir uno sin el transcurso del otro. (REDOX).
En las células normales existe un delicado equilibrio entre los oxidantes y los
antioxidantes, de manera que el resultado de un desequilibrio entre la formación
de sustancias oxigenadas reactivas o pro-oxidantes y su eliminación por parte de
los mecanismos celulares antioxidantes (enzimáticos y no enzimáticos), en favor
de los primeros, es lo que dará lugar al concepto de "estrés oxidativo".
Enfermedades y procesos fisiológicos y fisiopatológicos asociadas con el
concepto de "estrés oxidativo":
La inflamación.
El envejecimiento.
Las infecciones microbianas (bacterianas y virales).
La carcinogénesis.
La acción de drogas.
La toxicidad de los medicamentos.
Los mecanismos de defensa contra los protozoos.
La ozonoterapia
Es la técnica que utiliza el ozono como agente terapéutico, por su alta
capacidad oxidante y de cicatrización, o bien como medio de activación de
ciertas proteínas (IFN-β, TGF-β) y células del sistema inmune sanguíneo.
Es una terapia oxidativa que favorece la formación de sustancias pro-
oxidantes (H2O2 y O2-).
Modula el "estrés oxidativo" mediante la activación de los mecanismos
antioxidantes endógenos como el superóxidodismutasa y el glutatión.
6. Establecer un sistema de control terapéutico adecuado para su
administración.
La concentración y modo de aplicación variaría en función de la patología a
tratar.
La concentración de ozono determina el tipo de efecto biológico que
produce y el modo de aplicación marca su ámbito de acción en el
organismo.
En el diagnóstico de "estrés oxidativo" es conveniente conocer el estatus
pro-oxidante y antioxidante del paciente antes y durante la aplicación de la
Ozonoterapia, así como también el estado de la actividad metabólica del
organismo antes y durante su aplicación.
La ozonoterapia es compatible con cualquier otro tratamiento médico
convencional, ya que no produce secuelas ni efectos secundarios, siempre
y cuando su utilización sea a través de profesionales médicos capacitados
para su aplicación.
Mecanismos de acción de la Ozonoterapia.
Interviene directamente en el metabolismo celular por la vía del sistema del
glutatión.
El ozono se añade a las cadenas dobles de ácidos grasos insaturados de la
pared fosfolípidica de la membrana eritrocítica, lo cual conduce a la
formación de peroxidasa, que tiene un importante papel en el metabolismo
a través de los sistemas redox, NADH/NAD y GSH/GSSG.
La reacción de la peroxidasa con el glutatión incrementa la producción de
2,3DPG (difosfoglicéridos) e hidrogeniones facilitando la liberación de
oxígeno a partir de la oxihemoglobina, principalmente en territorios
isquémicos.
Aumento del 2,3-DPG (difosfoglicéridos) en los eritrocitos.
Liberación de ATP (adenosina trifosfato) factor energético en el trabajo
muscular.
7. La acción bactericida, fungicida y viricida se da por la capacidad
aseptizante del ozono.
La acción viricida, además se establece a nivel del ciclo reproductivo del
virus interfiriendo su paso a nivel intracelular debido al poder oxidante del
ozono.
A nivel extracelular por oxidación bloquea los virus y los receptores
celulares evitando que infecte la célula.
A nivel intracelular el aumento de peróxido en la célula tiene una acción
sinérgica con los mecanismos de defensa (producción de H2O2), activa la
fagocitosis y produce una intolerancia celular al peróxido provocando la
destrucción de las células infectadas.
Las dos sustancias más simples disponibles para equilibrar el balance de
oxígeno orgánico son el ozono (O3) y el agua oxigenada (H202). Ambas
moléculas son altamente tóxicas cuando se presentan concentradas, lo que
ha facilitado oscurecer su valor como germicida, excepto como antiséptico
dermatológico; pero cuando son diluidas, a niveles terapéuticos, resultan
sumamente beneficiosas.
Mejoría de los mecanismos de transporte del O2, y su utilización mediante
la influencia en la cadena respiratoria de la mitocondria.
Desplazamiento del equilibrio HbO2, favorece la disociación de la
hemoglobina oxigenada y mejora el oxígeno liberado en los tejidos
hipóxicos.
Modificación de la flexibilidad de los eritrocitos y mejora del flujo sanguíneo.
La negativización de la carga de eritrocitos en la superficie de la membrana
por procesos oxidantes, produce un efecto recíproco que evita la formación
de «apilamientos», obteniéndose por ello una mayor superficie total de
eritrocitos.
Inducción enzimática: activa las enzimas que participan en el metabolismo
de oxígeno, libera hemopoyetina (responsable de estimulación de la médula
ósea para aumentar la producción de sangre) y libera factores tróficos
vasculares.
8. Activación del sistema inmunitario.
Además de su efecto bactericida local, estimula los mecanismos de defensa
del organismo a través de la inducción de leucocitos, mejora de la
fagocitosis y aumenta la actividad bactericida por incremento de la
producción de inmunoglobulinas.
Efectos de la Ozonoterapia:
Oxigenante:
Aumenta la capacidad de la sangre para absorber y transportar mayor
cantidad de oxígeno a todo el organismo.
Mejora la circulación sanguínea.
Disminuye la agregación plaquetaria y las funciones en general.
Estimulante del sistema retículoendotelial.
Energizante:
Entrega directamente energía.
Estimula el aprovechamiento de los azúcares.
Fuente fundamental de energía para el funcionamiento de todas las células
del organismo.
Revitalizante:
Promueve la recuperación funcional de numerosos pacientes afectados por
enfermedades degenerativas.
Retarda los procesos de envejecimiento celular.
Antiradicalar: (eliminador de radicales libres). Es el único medio capaz de
estimular todas las enzimas antiradicalares que se encargan de eliminar los
radicales libres y otros oxidantes peligrosos del organismo.
Inmuno-modulador:
9. Estimula las defensas inmunológicas en pacientes inmunodeprimidos.
Modula las reacciones inmunológicas exacerbadas que producen las
llamadas enfermedades autoinmunes.
tiene un efecto vacuna, por cuanto fragmentos de virus, parcialmente
destruidos, pueden funcionar como estímulo en la producción de
anticuerpos.
el ozono induce a una mayor agresividad de los leucocitos, hace que los
virus sean atacados más rápidamente y con mayor fuerza.
También actúa como antitóxico, sin destruir los tejidos.
El ozono no puede ser inactivado por sistemas enzimáticos y por eso actúa
sobre cualquier tipo de agresor.
Regenerador y cicatrizante:
Promueve la regeneración de diferentes tipos de tejidos del organismo.
Es de gran utilidad en la estimulación de la cicatrización de heridas de
difícil curación y en ulceraciones de todo tipo.
Existe una acción trófica regeneradora de los tejidos, en particular muy
activa sobre la pared capilar que estaba destruida.
Analgésico y antiinflamatorio: disminuye la producción de prostaglandinas
neutralizando los radicales neuroquímicos de la sensación dolorosa.
Germicida: inactiva o elimina todo tipo de microorganismos patógenos, tales
como bacterias, hongos y virus.
Revitalizador:
Aumenta el intercambio de K y Na, este intercambio en niveles normales
está relacionado con la disponibilidad de energía por su influencia en la
glucólisis. Disminuye el cansancio y mejora la fatiga crónica.
Constituye un buen tratamiento de apoyo para la regeneración funcional de
enfermedades degenerativas.
10. Efectos beneficiosos sobre los glóbulos rojos:
Aumenta su elasticidad.
Permite una mayor penetración a través de los capilares sanguíneos (micro
circulación).
Mejora el intercambio de sustancias entre la sangre circulante y los tejidos
corporales.
Un aumento en la producción de 2,3-difosfoglicerato (2,3 DFG), el cual
actúa como un intermediario de la glucólisis.
Esto permitirá un aumento de la tasa energética, en forma de ATP del
glóbulo rojo, que mantendrá y mejorará el aporte de oxígeno a los tejidos
afectados.
Estimula los mecanismos antioxidantes del organismo: mediante la
producción de sustancias antioxidantes endógenas como el superóxidodismutasa
y el glutatión.
Es una terapia oxidativa: favorece la formación de sustancias pro-oxidantes
(H2O2 y O2-) y a la vez, modula el "estrés oxidativo" mediante la activación de los
mecanismos antioxidantes endógenos, como el superóxidodismutasa y el
glutatión.
Efectos bioquímicos: son los efectos más importantes llevados a cabo en el
organismo. El ozono va a actuar de catalizador de distintos procesos, como
consecuencia se van a producir ROPS y LOPS.
Los ROPS son las especies reactivas del oxígeno.
Anión superóxido (O2-).
Monóxido de Nitrógeno (NO).
Peroxinitrito (NOO).
Ácido Hipocloroso (HC10).
Agotan rápidamente los factores antioxidantes del plasma.
11. Actúan sobre los eritrocitos, mejorando la liberación de oxígeno, dando
lugar a los llamados supereritrocitos.
Actúan sobre los leucocitos, provocando una activación inmunológica.
Actúan sobre las plaquetas, liberándose autacoides y factores de
crecimiento.
Los LOPS, son los productos resultantes de la oxidación lipídica.
Radical peroxil (ROO).
Hidroxiperioxido (R-OOH).
malonil di aldehído (MDA).
4-hidroxil-2,3-transnomenal (4-HNE).
El efecto es más duradero que el de los ROPS.
Actúan sobre endotelios, provocando una mayor liberación de NO.
Actúan sobre la médula ósea, liberándose células madres y
supereritrocitos.
Actúan sobre otros órganos, regulando el alza de las enzimas
antioxidantes, las proteínas especiales anti estrés OSP (proteína del shock
oxidativo).
Ambos, ROPS y LOPS, y los productos que los
acompañan son los responsables de los efectos
biológicos y terapéuticos del ozono.
Otro gran mensajero químico estimulado por el ozono es el H202.
Ya que el ozono alcanza todo el sistema vascular y los órganos.
(Sistema nervioso central, huesos, músculos, estómago, intestino, hígado, piel,
riñón, bazo, tejido linfoide, pulmón y corazón), se va a generar el H2O2 y otros
oxidantes.
El H2O2, va a actuar como mensajero químico intracelular, siendo capaz de activar
las vías metabólicas antioxidantes.
12. La tolerancia adquirida al estrés mayor, es la consecuencia de situaciones de
estrés menores y crecientes repetidas. Éstas van a producir un estado de defensa
antioxidante máximo y duradero en el tiempo.
Efectos biofísicos:
Se producen por las inyecciones intramusculares de ozono, actuando por la
acción física expansiva del gas.
Su presencia estimula los sensores nerviosos propioceptivos tisulares.
Se van a originar impulsos cenestésicos que trasmiten la información de
“nueva situación” a través del Sistema Nervioso Central.
Desencadenan una respuesta de plasticidad neuronal en las redes
neuronales encaminadas a restablecer la homeostasis físico química y
funcional.
Efecto benefactor del ozono.
Esta asociado con la preservación de los mecanismos antioxidantes
endógenos (superóxidodismutasa y glutatión peroxidasa), responsables de
un menor estrés oxidativo.
El ozono actúa en la disminución de los radicales libres de oxígeno que son
los responsables de la lesión del tejido durante la reperfusión.
Sus efectos bioquímicos se relacionan con el bloqueo del sistema
enzimático xantina/xantina oxidasa, responsable de la regeneración de los
radicales libres de oxígeno.
Campos de aplicación de la Ozonoterapia:
En la medicina.
Indispensable en la desinfección de las aguas.
13. Potabilización y el tratamiento de las aguas residuales por sus propiedades
antisépticas.
Neutraliza los gases de escapes industriales que contengan sulfato.
Puede esterilizar el aire.
Puede blanquear telas, ceras y harina.
Es empleado como conservador de alimentos, refrigerantes, propelente en
los aerosoles y en la elaboración de plásticos duros.
Es usado en la fabricación de cervezas ya que elimina cualquier mal sabor
u olor residual del agua.
Oxida las impurezas por lo que es utilizado en la fabricación de
componentes químicos.
Como desinfectante en la industria farmacéutica.
Oxida desechos de la minería, de la industria fotográfica, metales pesados,
etanol y ácido acético.
Descompone los desechos industriales como el fenol y el cianuro y los hace
biodegradables.
Indicaciones:
Dermatología
Acné.
Psoriasis.
Dermatitis atópica.
Eczema.
Celulitis.
Herpes.
Hongos.
Quemaduras.
Úlceras cutáneas.
Alopecia.
14. Eccemas anales.
Onicomicosis.
Gastroenterología.
Colon irritable.
Enfermedad de Crohn.
Parasitismo intestinal.
Hepatitis crónica B y C.
Cirrosis hepática.
Geriatría.
Ateroesclerosis.
Aumentar la calidad de vida y para una mejor oxigenación cerebral en
síntomas como pérdida de memoria.
Demencia senil.
Esclerosis cerebral.
Proctología.
Hemorroides.
Fisura anal.
Fístulas anales.
Proctitis.
Ginecología.
Vulvovaginitis crónica de origen micótico o bacteriano.
Herpes genital.
17. Insuficiencia venosa crónica.
Insuficiencia arterial periférica.
Várices.
Ulceras varicosas, diabéticas y postflebíticas.
Gangrenas.
Linfedema.
Arañas vasculares.
Artropatías.
Linfangitis.
Patologías flebíticas.
Tromboflebitis recientes.
Pie diabético.
Oncología.
Como coadyuvante en tratamientos oncológicos, en particular en
personas de avanzada edad.
Urología.
Enfermedad de Peyronie.
Cistitis.
Prostatitis.
Nefrología.
Insuficiencia renal.
Endocrinología.
18. Obesidad.
Diabetes mellitus.
Hipercolesterolemia.
Climaterio.
Úlceras diabéticas.
Estomatología.
Gingivitis.
Caries.
Estomatitis.
Cardiología.
Cardiopatía isquémica.
En pacientes en proceso de recuperación de un infarto.
Estenosis cardíaca.
Angina cardíaca.
Otorrinolaringología.
Acufenos.
Síndrome vertiginoso.
Otitis medias agudas y crónicas.
Hipoacusia perceptiva.
Sinusitis.
Amigdalitis crónica.
Faringitis infecciosa.
Inmunología.
19. Activador general del sistema inmunitario.
OTRAS.
Celulitis.
Estrés.
Úlceras infectadas de evolución tórpida.
En patologías de origen vírico: herpes.
Antienvejecimiento.
Fungicida.
Bactericida.
Inactivación viral.
Analgésico.
Antiinflamatorio.
SIDA.
Úlceras de decúbito.
Alergias.
Impotencia sexual.
Contraindicaciones:
Alergias al ozono.
Hipertiroidismo.
Embarazo.
Déficit de la enzima glucosa 6-fosfato deshidrogenasa.
Trasplantados.
Niños menores de un año.
Epilepsia.
Tratamientos con anticoagulantes orales, cuando se utilizan técnicas de
infiltraciones, además hay que tener en cuenta que se alteran las pruebas
de coagulación.
20. Menstruación.
Siempre que exista un sangrado activo.
No debe ser inhalado.
Efectos secundarios:
Puede producir en ciertos casos, ligera cefalea, tos, migraña, mareo temporal y
diarreas. Estos efectos revierten rápidamente, sin necesidad de tratamiento
alguno.
Ventajas:
No produce efectos colaterales dañinos.
A dosis médicas y a concentraciones menores de 40 ugr/ml, el ozono
estimula el metabolismo celular sin alterar su estructura.
No afecta el funcionamiento normal de las células y los tejidos.
En casos de no respuesta a la ozonoterapia, no cierra las puertas a
posteriores tratamientos.
El índice general de mejoría de los pacientes y/o curación se sitúa cerca del
80%.
Desventajas:
1. No es efectivo en casos de espondilolistesis grado 2 o mayor, y en la hernia
calcificada.
2. Existe cierto riesgo de inhalación crónica del gas por parte de los
manipuladores pero se requieren elevadas concentraciones de ozono y una
exposición mantenida superior a 90 minutos.
21. Vías de administración.
Inyección intramuscular
Inyección intra-articular
Inyección intradérmica
Inyección peri-articular
Mesoterapia
Inyección Intradiscal
Infiltraciones de triggerpoints
Vía hemática o endovenosa
Vía vaginal
Intratoncilar
Externa
Balneoterapia ozonizada
Vía subconjuntival
Vía Rectal
Vía tópica
Inyección intramuscular: se inyecta lentamente en el músculo 20 cc de ozono,
con aguja intramuscular de 3 a 4 cm. Puede hacerse, inclusive, en los músculos
paravertebrales.
Paravertebral: se inyecta 10cc de ozono en puntos localizados en el
músculo paravertebral correspondiente al segmento del disco herniado y a
2 cm calculados bilateralmente del proceso espinoso.
Inyección intra-articular: se inyecta muy lentamente en la cápsula articular de 5
a 10 cc de ozono con aguja de 4 cm.
Inyección peri-articular: se inyecta intradérmicamente con una aguja de
mesoterapia, de10 a 20cc de ozono, distribuyéndolo en la zona periarticular.
Inyección intradérmica se inyecta intradérmicamente ozono con una aguja de
mesoterapia, hasta de 50 cc, distribuyéndolo en la zona deseada, en porciones de
1 a 2 cc por punto.
22. Mesoterapia: se utiliza en el tratamiento de la celulitis, con microinyecciones,
sobre todo en zonas adiposas.
Inyección Intradiscal: debe realizarse en quirófano y con amplificador de
imágenes. Se emplea una aguja especial que permite penetrar el disco desde un
abordaje percutáneo, y se inyecta parte del ozono (30 a 40 cc.), después de lo
cual se retira hasta nivel del forámen, donde se inyecta el resto del ozono (10 a 20
cc).
Infiltraciones de triggerpoints: sobre todo en puntos dolorosos de fibromialgia.
Vía hemática o endovenosa:
1. Autohemoterapia mayor: con total asepsia se extraen, en un sistema
cerrado estéril, y se tratan con ozono médico, unos 50 a 200 ml. de la
sangre venosa del paciente, que se retransfunde inmediatamente, en forma
de infusión gota a gota. Usualmente dura de 10 a 15 minutos.
2. Autohemoterapia menor: Se extraen 10 ml de sangre venosa del
paciente, se mezclan con 10 ml de ozono y se inyectan por vía
intramuscular.
Vía vaginal: se aplica mediante la introducción de una sonda fina a través de la
vagina, 100cc de ozono, de 5 a 7 sesiones.
Embrocaciones vaginales con aceite ozonizado: se aplica a nivel del cuello del
útero.
Intratoncilar: inyección mediante una aguja de insulina en 2 puntos de la
amígdala, 5 cc de ozono, 1 vez por semana 4 sesiones.
Externa: se aplica mediante campanas o bolsa estéril en el que se extrae el aire y
se inyecta ozono hasta llenarla.
Balneoterapia ozonizada: utiliza aparatos que hacen burbujear ozono en el agua,
penetrando en nuestra piel hasta las capas más profundas.
23. Vía subconjuntival: con una aguja 26 de insulina, se inyecta 1 cc de ozono de
forma subconjuntival.
Vía Rectal: se aplica mediante la introducción de una sonda fina a través del ano.
Aplicación rectal de agua ozonizada: se introducen unos dos litros de agua que
ha sido ozonizada durante unos minutos tras realizar una hidroterapia del colon,
se retiene el agua durante al menos cinco minutos y luego se procede a su
expulsión.
El ozono actuará como un agente germicida local, creando un medio aerobio para
virus y bacterias que son incapaces de sobrevivir en atmósferas con una elevada
concentración de oxígeno. Este método es utilizado principalmente en patología
vascular (gangrena instaurada, ulceraciones, cicatrización y desinfección de
heridas, infecciones polimicrobianas de pacientes diabéticos).
Vía tópica: el ozono actúa en la piel como un poderoso activador celular, en el
campo de la estética existen cremas, geles y emulsiones para el tratamiento del
cutis o la piel en general.
24. Tenemos que tener en cuenta la concentración y flujo del equipo que se
graduará en dependencia de la edad.
Equipo de ozono.
En los niños es de la siguiente forma:
De 1 a 3 años 50ml.
De 4 a 9 años 75ml.
De 10 a 12 años 100ml.
Más de 12 años 150ml (se puede tratar como un adulto si el niño tiene un buen
desarrollo físico).
I semana:
La mitad de la dosis, concentración 20, flujo (O2)2 y voltaje L2.
II semana:
Tercera parte de la dosis, concentración 25, flujo (O2)2 y voltaje L1.
III semana:
25. Dosis completa, concentración 35, flujo (O2)1 y voltaje L2.
En el adulto:
I semana:
100 ml, concentración 20, flujo (O2)2 y voltaje L2.
II semana:
150 ml, concentración 25, flujo (O2)2 y voltaje L1.
III semana:
200 ml, concentración 30, flujo (O2)3 y voltaje L1 y L2.
IV semana:
200 ml, concentración 35, flujo (O2)1 y voltaje L2.
Nota:
La concentración esta dada por la suma del flujo y el voltaje (L1 y L2).
La dosis máxima en el niño es de 100 ml y en el adulto es 200 ml.
Técnicas de aplicación.
. Generalidades
El paciente debe estar en una posición cómoda para que seda su tono
muscular y le permita estar relajado.
Esto hace posible que el ozono inyectado fluya con menor presión y
además permita un fácil acceso a la región que se va a tratar.
26. Cumplir con los principios básicos de asepsia, desinfección de la región con
alcohol o iodopovidona, utilizando agujas y jeringuillas estériles para la
infiltración.
Evitar las lesiones tisulares introduciendo la aguja de forma lenta, suave y
sin gestos bruscos.
Evitar los movimientos multidireccionales de la aguja, sin forzar
resistencias.
Se aspira para comprobar que no estamos en el interior de una vía
vascular.
En el caso de los tejidos blandos, se empieza a infiltrar de forma suave sin
necesidad de vencer resistencias.
La infiltración de los tejidos fibrosos más densos de las uniones
tenoperiósticas, como en la epicondilitis, se necesita vencer una mayor
resistencia a la inyección.
Se debe comprobar que la aguja esté bien acoplada a la jeringuilla.
Hay que tener en cuenta el volumen que admite cada articulación( 0.5 ml en
las articulaciones pequeñas, 3 ml en las medianas y de 5 a 10 ml en las de
gran tamaño).
Una vez aplicada la infiltración se procede a retirar la aguja con el mismo
cuidado con que se introdujo.
Se debe tapar los puntos donde se administró el gas después de mover
toda la zona para que el mismo se esparza por todo el tejido.
Aplicar compresas frías durante 15 a 20 minutos 3 veces al día durante las
primeras 24 horas.
En cuanto a la frecuencia de la infiltración no se ha establecido una norma
única, se basa en el criterio del profesional, la intensidad de los síntomas y
evolución del paciente.
27. Tórax.
Articulaciones condroesternales.
Nos colocamos delante del paciente que se encuentra sentado y con los
antebrazos apoyados sobre los muslos.
Se localiza la articulación condroesternal que debe infiltrarse y marcamos
la interlínea.
Se introduce una aguja intramuscular perpendicular al plano cutáneo con
una jeringuilla de 2 ml.
La dosis empleada será como máximo de 0,5 ml de ozono.
Articulación esternoclavicular.
Nos colocamos delante del paciente que se encuentra sentado y con los
antebrazos apoyados sobre los muslos.
Se localiza la articulación y marcamos la interlínea.
se introduce una aguja intramuscular con una jeringuilla de 2 ml
perpendicular al plano cutáneo.
La dosis empleada será como máximo de 0,5 ml de ozono.
28. Extremidad superior. Hombro.
Espacio Subacromial.
El médico se situará lateralmente al paciente, que se encuentra con el
brazo relajado paralelo al cuerpo.
Se palpa el reborde acromial, debajo de este a 1,5 cm palparemos el surco
acromiohumeral.
Se puede localizar realizando movimientos de abducción suaves y
marcaremos el punto de entrada.
La introducción de la aguja será perpendicular al plano cutáneo con una
ligera inclinación a craneal; unos 3 cm.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml y una aguja intramuscular.
Se administran 5 ml de ozono.
29. Canal bicipital.
El médico se sitúa delante del paciente que se encuentra sentado con el
brazo relajado en ligera abducción y rotación externa.
Palpamos la corredera bicipital realizando movimientos suaves de rotación
interna y externa del brazo.
La infiltración será en el punto de salida del tendón de la corredera,
inclinando
La aguja 20°de distal a proximal.
Usaremos una jeringuilla de 5ml con aguja intramuscular.
Se administra 1ml de ozono, que ha de penetrar entre el tendón y la vaina
sinovial.
Si al realizar la infiltración se observa demasiada resistencia a la entrada
del gas (es intratendinosa), sin dejar de apretar el émbolo retirar la aguja
hasta notar que ha cedido la resistencia.
30. Articulación glenohumeral. Vía anterior.
El médico se sitúa delante del paciente, que se encuentra sentado con el
brazo relajado al lado del cuerpo en discreta rotación externa reposando
sobre su muslo.
Al ser localizada la apófisis coracoides, el dedo se desplaza 1cm por debajo
de esta.
De nuevo se desplaza 1cm discretamente, hacia la posición externa para
localizar la interlínea articular.
Deben realizarse suaves movimientos de abducción y aducción del brazo
para asegurar la correcta localización.
La dirección de la aguja será discretamente inclinada hacia arriba.
Se emplea una jeringuilla de 5 ml con una aguja intramuscular.
Se administran 5ml de ozono.
Articulación glenohumeral. Vía lateral (externa).
El médico se sitúa lateralmente al paciente que se encuentra con el brazo
relajado paralelo al cuerpo.
Se palpa el reborde acromial, por debajo de este a 1.5 cm el surco acromio
humeral.
Se localiza el punto realizando movimientos de abducción suaves.
31. La introducción de la aguja será perpendicular al plano cutáneo 6 cm para
poder llegar al tendón del supraespinoso.
Usaremos una jeringuilla de 5 ml con una aguja intramuscular.
Se administran 5 ml de ozono.
Articulación glenohumeral. Vía posterior.
El médico se sitúa detrás del paciente sentado con el brazo relajado al lado
del cuerpo.
Se palpa el borde posterior del acromion con el pulgar.
Se coloca el dedo índice de la misma mano sobre la apófisis coracoides.
El punto de entrada estará a 2 cm por debajo del acromion desplazándolo
luego 1cm medial, la dirección será hacia la apófisis coracoides.
Usaremos una jeringuilla de 5ml con una aguja intramuscular.
Se administran 5ml de ozono.
32. Articulación acromioclavicular.
El médico se sitúa delante del paciente sentado con los brazos relajados
apoyados sobre sus piernas.
Se localiza la interlínea articular en la parte superior del hombro.
El punto de entrada será superior, pero si la presencia de algún osteofito
impide la entrada por esta vía, se realizará por vía anterior.
Usaremos una jeringuilla de 5 ml con una aguja intramuscular.
Se administra 0,5 ml de ozono.
La dirección de la aguja debe ser perpendicular a la superficie cutánea.
33. Extremidad superior. Codo.
Entesitis epicondíleas.
El médico se sitúa frente al paciente sentado o tumbado.
Apoyando el codo que mantendrá flexionado a 90° con pronación completa
del antebrazo y rotación interna del brazo.
Localizar con exactitud, con el dedo pulgar el epicóndilo.
El epicóndilo se sitúa a nivel lateral en relación al olécranon.
Se hace incidencia sobre el punto de máximo dolor.
El paciente ayuda realizando maniobras de extensión dorsal de la mano en
contrarresistencia.
Se marcará este punto que normalmente se sitúa un poco distal al
epicóndilo.
Se procede a la infiltración de ozono.
Usaremos una jeringuilla de 5ml con una aguja.
Se administran 2 ml de ozono.
La infiltración se iniciará en el punto de máximo dolor en dirección oblícua,
proximal.
La infiltración se continúa lenta y progresivamente en forma de abanico en
rotación como las agujas del reloj.
34. Extremidad superior. Codo.
Entesitis epitrocleares.
El paciente se sitúa acostado.
Se mantendrá el codo flexionado a 90°y la mano por encima de la cabeza.
Se localiza la epitróclea a nivel medial de la epífisis distal del húmero.
Una vez localizada se hace incidencia sobre el punto de máximo dolor.
El paciente puede ayudar realizando maniobras de flexión de la mano en
contrarresistencia.
Se marcará este punto que normalmente se sitúa un poco distal a la
epitróclea.
Usaremos una jeringuilla de 5ml con una aguja intramuscular.
Se administran 2 ml de ozono.
La infiltración se iniciará en el punto de máximo dolor en dirección oblicua,
proximal.
La infiltración se irá distribuyendo lenta y progresivamente en forma de
abanico en rotación como las agujas del reloj.
35. Extremidad superior. Codo.
Bursitis olecraniana.
El paciente debe colocarse sentado con el codo en extensión.
Debe palparse la bolsa, delimitar sus bordes y buscar un punto de entrada
en donde la aguja no coincida con ninguna zona de apoyo.
La aguja debe entrar paralela al codo en extensión.
Usaremos una jeringuilla de 5ml con una aguja intramuscular.
Se administran 1 ml de ozono.
Articulación húmero radial.
El médico se coloca al lado del paciente con el codo en flexión de 90º.
Se palpa el epicóndilo con el dedo pulgar y una vez localizado, el dedo se
desplaza en dirección distal unos 2 cm.
Simultáneamente se solicita al paciente que realice movimientos de
pronación y supinación con lo que notaremos la cabeza radial debajo de
nuestro dedo.
Marcamos la interlínea húmero radial y realizamos la entrada de la aguja
perpendicular a la articulación.
Otra vía de entrada sería de localización más posterior.
El médico se coloca por detrás del paciente, con el codo en flexión de 900.
Se palpa la fosa del olécranon en la tróclea de la articulación.
36. Si el olécranon estuviera en extensión, no sería posible palpar la fosa, por
encontrarse en ella.
En extensión, el epicóndilo, la epitróclea y el olécranon se encuentran en
línea recta.
En flexión, el epicóndilo, la epitróclea y el olécranon forman un triángulo
isósceles.
En el centro de este triángulo, en la línea media y atravesando el tendón
tricipital es por donde se aborda la articulación.
La entrada de la aguja será perpendicular a la entrada del brazo.
Se emplea una aguja de 5 ml con una aguja intramuscular.
Se administran 1 ml de ozono.
Entesitis bicipital distal.
El médico se sitúa delante del paciente sentado con el codo en extensión.
Se palpará la inserción del tendón bicipital y se marcará el punto de
infiltración.
El punto de infiltración ha de ser un poco medial a su inserción.
La aguja entrará perpendicular al plano cutáneo.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se administra 2 ml de ozono.
37. Entesitis tricipital.
Con el paciente sentado y el codo en semiflexión.
Palparemos la inserción del tríceps.
Se solicita al paciente que realice extensión del codo contrarresitencia.
Se marcarán los puntos de máximo dolor.
Se procederá a realizar la infiltración.
La aguja se introduce en dirección oblícua de distal a proximal.
Se emplea una jeringuilla de 5 ml una aguja intramuscular.
Se administra 2 ml de ozono.
38. Muñeca.
Síndrome del Túnel carpiano.
El médico se sitúa delante del paciente sentado con la mano en supinación
y ligera extensión.
El paciente flexionará la muñeca contrarresistencia y juntará sus dedos
pulgar y meñique en oposición.
De este modo se localiza el tendón del palmar menor y se realiza una señal
a nivel radial del mismo, justo en el pliegue distal transversal de la muñeca.
Debajo de la señal se encuentra el nervio mediano.
La aguja se inserta de dirección proximal a distal con una incidencia oblícua
de unos 45º, para situarla por debajo del retináculo flexor.
Si al pinchar el paciente refiere hipoestesias en el territorio del nervio
mediano, se retira ligeramente la aguja y se administra entonces al flexionar
los dedos y comprobar si la aguja se mueve, si estuviera clavada es preciso
retirar ligeramente esta.
El 10% de los pacientes tienen una variedad anatómica en la cual falta el
palmar menor.
En estos casos es preciso buscar el punto de infiltración, localizando los
tendones flexores superficiales de los dedos, e inyectar justo en su borde
radial.
Una variante de esta infiltración consiste en insertar la aguja de distal a
proximal, con una incidencia de 45º, a nivel medio justo donde termina la
línea de la vida.
Usaremos una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se administra 3 ml de ozono.
39. Síndrome del canal de Guyon.
El médico se sitúa en frente del paciente sentado con la mano en
supinación y ligera extensión.
Palparemos a la altura cubital de la muñeca el hueso pisiforme.
Un pequeño hueso sesamoideo incluido en el tendón del músculo flexor
cubital anterior, además el tendón del músculo flexor cubital anterior del
carpo.
El paciente realizará una maniobra de flexión y desviación cubital de la
muñeca a nivel distal, localizando su inserción a la altura del hueso
pisiforme.
Se realizará una señal en el borde lateral del hueso que indicará el punto de
entrada.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se inserta la aguja de proximal a distal con una incidencia de unos 45°.
Si el paciente a la hora de infiltrar refiere hipoestesias en el territorio de
distribución del nervio cubital indica que se lo hemos pinchado.
Se procede a continuación a retirar levemente la aguja, y luego a infiltrar
administrando 1 ml de ozono.
40. Tenosinovitis de DeQuervain.
El médico se sitúa delante del paciente y mantenemos su mano en
semipronación.
El punto de entrada es de distal a proximal, localizado a la altura de la
tabaquera anatómica, junto a la estiloides radial.
El enfermo efectuará extensión del pulgar contrarresistencia.
La entrada de la aguja se realizará con una inclinación de 45°, y
penetraremos en la vaina tendinosa, entre el tendón y la corredera.
Si se nota resistencia a la entrada del gas es que hemos alcanzado el
tendón; es preciso entonces retirar lentamente la aguja sin dejar de
presionar con el émbolo hasta que la resistencia ceda y entre el gas.
Se usa una jeringuilla de 2ml con aguja intramuscular.
Se administra 2 ml de ozono.
41. Extremidad superior. Muñeca.
Extremidad distal del antebrazo.
Articulación radio cubital distal.
El médico se sitúa delante del paciente con la mano en pronación y ligera
flexión palmar.
El paciente realizará maniobras de flexo extensión suaves para localizar la
interlínea articular radio carpiana, y seguidamente maniobras de
pronosupinación suaves, para localizar la articulación radio cubital distal.
Infiltraremos con una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se administra 1 ml de ozono.
La dirección de la aguja será perpendicular al plano cutáneo.
42. Articulación radio carpiana.
El médico se situará frente al paciente con la mano en pronación y ligera
flexión palmar.
El paciente realizará maniobras de flexo extensión suaves para localizar la
interlínea articular radio carpiana.
Marcaremos el punto de entrada e infiltraremos con una jeringuilla de 5 ml
con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 1 ml de ozono.
Articulación medio carpiana.
EL médico se sitúa delante del paciente sentado con la mano en pronación
y ligera flexión palmar.
Se seleccionará el punto doloroso mediante palpación, infiltrando justo en
la zona dolorosa.
Se infiltrará con una jeringuilla de 5 ml con una aguja intramuscular.
La dirección de la aguja será perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 1 ml de ozono.
43. Apófisis estiloides radial.
El médico se coloca delante del paciente sentado con la mano en
pronación.
Se localiza la punta de la estiloides radial.
Se infiltra con una jeringuilla de 5 ml con una aguja intramuscular.
Se administra 1 ml de ozono.
La aguja entrará perpendicular al plano cutáneo.
Apófisis estiloides cubital.
El médico se sitúa delante del paciente sentado con la mano en pronación.
Se localiza la punta de la estiloides cubital.
Se infiltra con una jeringuilla de 5 ml con una aguja intramuscular.
44. La aguja entrará perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 1 ml de ozono.
Articulación trapecio metacarpiana.
El paciente se sienta con la mano en semipronación, realizando oposición y
aducción de su dedo pulgar.
Con nuestra mano derecha se palpará el metacarpiano de distal a proximal
hasta notar la interlínea articular, a la altura de la tabaquera anatómica.
Se utilizará una jeringuilla de 5 ml con una aguja intramuscular.
La dirección de la aguja será perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 1 ml de ozono.
Mano. Dedo en resorte.
45. El médico se sitúa delante del paciente sentado con la mano en supinación
y los dedos en extensión.
Marcado el punto de entrada, se incidirá en dirección oblícua, de distal a
proximal.
Se infiltra dentro de la vaina tendinosa con precaución de no infiltrar el
tendón.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se administra 1 ml de ozono.
Articulación metacarpo falángica.
Con el paciente sentado, la mano en pronación, los dedos ligeramente
flexionados unos 45º.
Se localiza la interlínea articular realizando movimientos de flexo extensión
y manteniendo una tracción sobre el dedo para poder abrir un poco la
interlínea articular.
Se infiltra colocando la aguja de forma tangencial a la articulación en
dirección de proximal a distal en la cara latero dorsal de la articulación.
Utilizamos una jeringuilla de 2 ml con aguja intramuscular.
Se administra 0.5 ml de ozono.
46. Articulaciones interfalángicas.
Paciente sentado, la mano en pronación y los dedos ligeramente
flexionados a unos 45º se localiza la interlínea articular.
Se realizan movimientos de flexo extensión y manteniendo una tracción
sobre el dedo para poder abrir un poco la interlínea articular.
Se infiltra colocando la aguja de forma tangencial a la articulación en
dirección de proximal a distal en la cara latero dorsal de la articulación.
Los paquetes neuromusculares de los dedos están muy próximos y una
mala técnica de infiltración podría dañarlos.
Se utiliza una jeringuilla de 2 ml con aguja intramuscular.
Se administra 0.5 ml de ozono.
47. Extremidad inferior. Cadera.
Articulación coxofemoral.
Paciente en decúbito supino, el punto de entrada se localiza en el
cuadrante inferointerno, que se forma al trazar 2 líneas imaginarias
perpendiculares entre sí.
La línea vertical pasa por la espina ilíaca anterosuperior y la horizontal por
el trocánter mayor.
En el centro de la línea de unión entre ambos puntos se comprueban los
latidos de la arteria femoral situada ligeramente hacia el lado caudal, a 2
traveces de dedos en posición caudolateral de la arteria, se alcanza la
articulación.
La dirección de la aguja es casi perpendicular al plano cutáneo ligeramente
inclinado en sentido craneal, notando una resistencia elástica al atravesar la
cápsula.
Se emplea una jeringuilla de 5 ml con aguja epidural.
Se administra 5 ml de ozono.
Paciente en decúbito lateral, se aplica una dosis periarticular adicional
(inserciones musculares trocantéreas y retrotrocantéreas contraídas y
dolorosas).
A 3 traveces de dedos sobre el extremo del trocánter mayor, se sitúa el
punto de inserción.
La aguja transcurre transversalmente tocando la articulación, se punciona
de forma intraarticular.
El ozono se infiltra en forma de abanico periarticularmente.
48. Sínfisis púbica.
Paciente en decúbito supino.
Se palpa en busca del punto de máximo dolor.
Se infiltra con una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular, ligeramente
oblícua.
Se administra 5 ml de ozono.
Coxis.
Paciente en decúbito prono con los talones en rotación externa ( separa los
glúteos por encima de la apófisis).
Se inserta la aguja en posición transversal hasta contactar con el hueso,
infiltrando primero el periostio, las partes laterales del coxis con sus
inserciones.
Se dirige la aguja en forma de abanico hacia el extremo, de un lado a otro.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se administra 5 ml de ozono.
49. Rodilla.
Paciente en decúbito supino con la rodilla en extensión o con una ligera
flexión (facilita la relajación de los cuádriceps y el tendón rotuliano).
Se palpan los bordes laterales desde la rótula y se desplaza lateralmente.
Se introduce una aguja intramuscular, con una jeringuilla de10 ml.
La aguja debe presentar una dirección horizontal y ligeramente
descendente entre la cara posterior de la rótula y la anterior de los cóndilos
femorales.
Se administra 5 ml de ozono.
Articulaciones femorotibial y femoropatelar.
Paciente en decúbito supino con las rodillas en extensión.
Se palpa el espacio que queda entre la rótula y los cóndilos femorales.
Se desplaza lateralmente la rótula hacia afuera (aumenta el espacio).
La aguja se introduce perpendicular a la piel con una ligera inclinación
proximal en la unión del tercio medio y tercio superior de la rótula.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml, con aguja intramuscular.
50. Se administra 5 ml de ozono.
Pata de ganso.
Paciente en decúbito supino y las rodillas en extensión, se palpa la pata de
ganso en su inserción tibial.
Buscamos su trayecto doloroso.
Se utiliza una jeringuilla de 2 ml, con aguja intramuscular.
Se administra 1 ml de ozono.
Bursitis subcuadricipital o subcrural.
Paciente en decúbito supino con las rodillas en extensión.
Localizamos el punto de inyección en la cara externa de la rodilla, por
encima del borde superior de la rótula a unos 3 cm por debajo de la piel
anterior (debajo del tendón cuadricipital).
Se introduce la aguja perpendicular al plano de la piel lateral de la rodilla.
51. Se utiliza una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se administra 5 ml de ozono.
Bursitis prerotuliana.
Se coloca al paciente en decúbito supino y las rodillas en extensión.
Se delimita la bolsa prerotuliana marcando el punto de entrada en la cara
antero externa de la misma.
Se introduce la aguja casi paralela al plano cutáneo superior, ligeramente
oblícuo hacia abajo.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se administra 5 ml de ozono.
52. Quiste de Baker.
Paciente en decúbito prono con las rodillas extendidas.
Se localizan los tendones de los músculos semimembranosos y
semitendinosos, con el punto de entrada por dentro de los mismos, en la
región postero interna.
Se emplea una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja es perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 2ml de ozono.
Entesitis del tendón rotuliano.
Paciente en decúbito supino con la rodilla flexionada 60º.
Se emplea una jeringuilla de 2 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja es perpendicular al plano cutáneo.
Al notar un cambio de resistencia al pasar del tejido subcutáneo al tendón,
se retira un poco la aguja para no infiltrar el tendón.
Se administra 1 ml de ozono.
53. Tobillo y pie.
Síndrome del túnel tarciano.
Paciente en decúbito supino, las rodillas extendidas y el pie en rotación
externa.
Se localiza el punto de entrada (región superior del canal retromaleolar, por
detrás del maléolo interno, entre este y el calcáneo).
La aguja tendrá una dirección distal, entre el calcáneo y el maléolo tibial.
Se emplea una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Se administra 2 ml de ozono.
54. Fascitis plantar. Espolón calcáneo.
Paciente en decúbito supino con las rodillas en extensión y el pie en
rotación externa.
Se localiza el punto a nivel del borde anterointerno del calcáneo.
Se emplea una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja es perpendicular al plano cutáneo, se introduce
hasta el punto medio del talón.
Se administra 2 ml de ozono.
Articulaciones del retropié y mediopié.
Articulación subastragalina.
Paciente en decúbito supino con la rodilla flexionada y el pie apoyado
ligeramente en abducción, sobre su borde externo.
El punto de inyección, 1 cm por debajo del maléolo tibial.
Se emplea una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 2 ml de ozono.
55. Articulación astragaloescafoidea.
Paciente en decúbito supino, con las rodillas en flexión y el pie en apoyo
plantar.
Punto de inyección en la interlínea astragaloescafoidea (región interna y
dorsal del tarso).
Se utiliza una jeringuilla de 2 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja es perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 1 ml de ozono.
56. Articulación escafocuneana.
Paciente en decúbito supino, con las rodillas flexionadas y el pie en apoyo
plantar completo.
El punto de entrada es en la interlínea escafocuneana (región dorsal media
del tarso).
Se utiliza una jeringuilla de 2 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja es perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 1 ml de ozono.
Tendinitis del músculo tibial posterior.
Paciente en decúbito supino con la pierna en rotación externa.
Se localiza el tendón por debajo y por detrás del maléolo tibial
Se empleauna jeringuilla de 2 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja es tangencial a la vaina tendinosa.
Se administra 2 ml de ozono.
57. Entesitis del tendón de Aquiles.
Paciente en decúbito prono con los pies sobresaliendo por el borde de la
camilla.
Punto de entrada 2 cm por encima y por dentro de la inserción tendinosa en
el calcáneo.
Para que la infiltración se realice en el paratendón.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja casi paralela a la del tendón en sentido distal.
Se administra 2 ml de ozono.
58. Neuroma de Morton.
Paciente en decúbito supino con la rodilla en flexión y apoyo plantar del pie.
Punto de entrada en el espacio afectado, a la altura del cuello de los
metatarsianos (vía dorsal).
Se emplea una jeringuilla de 2 ml con aguja intramuscular.
La dirección de la aguja es perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 1 ml de ozono.
Síndrome del seno del tarso.
Paciente en decúbito supino, con las rodillas extendidas, produciendo con
una mano la inversión del pie.
Se utiliza una jeringuilla de 5 ml con aguja intramuscular.
Punto de entrada en el orificio externo del seno (1 cm por debajo y por
delante de la punta del maléolo peroneal).
Se introduce la aguja perpendicular al plano cutáneo.
Se administra 2 ml de ozono.
59. Columna vertebral.
Además del tratamiento con ozono directamente, podemos combinarlo con 2 ml
de agua destilada o de anestésico indistintamente, agregándole 5 ml de ozono,
movemos la jeringuilla y se administra en los puntos paravertebrales.
Lumbalgia y cervicalgia debidas a hernia discal, con o sin irradiación a los
miembros superiores o inferiores, artrosis de las articulaciones posteriores, discos,
inflamación de la articulación sacroilíaca.
Se puede utilizar por vía intradérmica, mediante puntos de acupuntura a una
concentración de 15 ugr/ml, cuando se quiere intervenir directamente en el disco,
la inyección se realiza por vía intramuscular en la zona para vertebral con aguja 21
G, a una concentración de 20 a 25 ug 03/ml02.
El ozono pasa por el conducto intervertebral por fusión provocando
simultáneamente una mejoría de la circulación local alejando las sustancias
tóxicas.
Columna lumbar.
Infiltraciones articulares posteriores.
Síndrome facetario.
60. El paciente se coloca en decúbito prono con una almohada en el abdomen
(corregir la lordosis y lograr que se abran las articulares posteriores).
Con una imagen antero posterior de columna se identifica el nivel que hay
que infiltrar
Se infiltra la piel con anestésico local.
Se introduce la aguja hasta la capsula articular guiándonos con el control
radiográfico.
Se realiza un control radiológico lateral para asegurarnos de no haber
entrado en el foramen intervertebral.
Se inyecta una mínima cantidad de contraste (0.3 ml) para asegurar que
estamos en la articulación.
En esta articulación el volumen de gas que puede administrarse es de 1 ml.
Una vez terminada la infiltración del ozono se procede a retirar la aguja con
el mismo cuidado con que se introdujo, se debe tapar los puntos donde se
administró el gas después de mover toda la zona para que el mismo se
esparza por todo el tejido, aplicar compresas frías durante 15 a 20 minutos
3 veces al día durante las primeras 24 horas.
Infiltración peridural.
Infiltración epidural alta.
El paciente se coloca sentado en un camilla, con las piernas colgando,
flexionando el tronco hacia delante corrigiendo la lordosis, y abriendo el
61. espacio interlaminar. Se busca la línea media de la columna palpando las
espinosas, y a un punto centrado entre la espinosa de L4 y la de L5, se
procede a realizar la punción.
El punto de entrada se localiza a la altura del borde superior de la lámina
inferior. Incidimos la aguja, y cuando esta pierde resistencia es que se ha
atravesado el ligamento amarillo y se ha entrado en el espacio epidural.
Usaremos una aguja de 22G.
Se administran un total de 10 ml de ozono.
Es preciso que el paciente se tumbe inmediatamente en decúbito supino o
lateral mínimo unos 15 min.
Una vez terminada la infiltración del ozono se procede a retirar la aguja con
el mismo cuidado con que se introdujo, se debe tapar los puntos donde se
administró el gas después de mover toda la zona para que el mismo se
esparza por todo el tejido, aplicar compresas frías durante 15 a 20 minutos
3 veces al día durante las primeras 24 horas.
Para hernia discal en L5- S1, punto asociado V25.
Proceder:
Se localiza el punto y perpendicularmente se introduce la aguja 2 o 3 cm
hasta tocar el proceso transverso de la vertebra.
Se levanta un centímetro, se inclina en 45o, buscando la línea media.
Se aspira y se procede lentamente a depositar el gas.
62. Se debe tapar los puntos donde se administró el gas después de mover
toda la zona para que el mismo se esparza por todo el tejido, aplicar
compresas frías durante 15 a 20 minutos 3 veces al día durante las
primeras 24 horas.
Localización del punto acupuntural V25: 1.5 cun por fuera de la apófisis
espinosa de la cuarta vértebra lumbar.
Lumbalgia mecánica o degenerativa:
Se toma un punto debajo de los procesos espinosos de L5-S1 y L4-L5.
Que corresponde con los puntos acupunturales VG 3 y 4.
VG3: por debajo de la apófisis espinosa de la cuarta vértebra lumbar.
VG4: por debajo de la apófisis espinosa de la segunda vértebra lumbar.
Se localiza el punto y con una inclinación de 15o se penetra de 1 a 2 cm.
Luego a 30o hacia la región cefálica, se penetra hasta 2 cm y más y se
deposita lentamente el ozono.
Para hernia discal en L4- L5, se toma el punto V23 con igual proceder de V25.
Si se acompañan los dos de una ciatalgia, se puede tomar el punto V26. En
este la inclinación es de 30o.
Todos al llegar a la profundidad establecida se aspira y el gas se introduce
lentamente.
Si la ciatalgia es rebelde a tratamiento, se puede punzar el punto VB30 y se
introduce 5cc del gas y en VB34 1 cc.
Localización de los puntos acupunturales:
63. V23: 1.5 cun por fuera de la apófisis espinosa de la segunda vértebra
lumbar.
V25: 1.5 cun por fuera de la apófisis espinosa de la cuarta vértebra lumbar.
V26: 1.5 cun por fuera de la apófisis espinosa de la quinta vértebra
lumbar.
VB30: en la depresión situada por detrás del trocánter mayor a 1 tercio de
distancia entre el mismo y la abertura inferior del canal sacro.
VB34: por debajo y delante de la cabeza del peroné a 2 cun por debajo de
Dubi (E35).
E35: en la depresión situada en el lado externo del ligamento rotuliano
cuando se dobla la rodilla.