La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
PENTECOSTÉS
1. Tercer Misterio de gloria
Pentecostés
Cincuenta días después de la Resurrección, el Espíritu Santo desciende a
las nueve de la mañana en forma de lenguas de fuego sobre María y los
Apóstoles que estaban reunidos en oración en el lugar de la Última Cena.
Cristo fue constituído Señor y Ungido de Yahvé en la Gloria por medio la muerte, y la división que el pecado produjo en la humanidad
de la Resurrección y la Ascensión, porque aceptó morir en la cruz para confundiendo las lenguas en la torre de Babel. El poder transformador
salvarnos, obedeciendo a su Padre hasta el final: «Cristo murió y volvió del Espíritu, bajo el signo de lenguas de fuego, desciende sobre María
a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos» (Rom 14:9). Diez y los Apóstoles, uniendo a la humanidad y superando la diversidad de
días después de la Ascensión, en Pentecostés, el Señor del cosmos y de lenguas en la familia de Dios, la Iglesia «católica», que en griego quiere
la historia (cf. Efe 4:10; 1 Cor 15:24, 27-28) derrama el Espíritu Santo sobre la decir «universal».
Iglesia, continuando la obra de renovación de la humanidad y de toda
la creación (Efe 1:10). Del mismo modo que cincuenta días después del La venida del Espíritu Santo hace que el mundo entre en «los últimos
Éxodo de Israel de Egipto Dios había sellado la Antigua Alianza en tiempos», los tiempos de la Iglesia, del Reino ya heredado pero todavía
el monte Sinaí, dándole a la nueva nación santa las Tablas de la Ley no consumado, porque aunque el Reino del Señor Jesucristo se ha
escritas por el dedo de Dios en la piedra, así, cincuenta días después del inaugurado y la derrota fundamental del enemigo ha sido alcanzada
éxodo liberador del pecado que Cristo había consumado en Jerusalén, en el misterio pascual, todavía no le están sometidas todas las cosas
Dios selló la Nueva Alianza, aunando a los creyentes en la Iglesia del mundo. Para llevar a cabo esa tarea, la Iglesia es preparada para la
santa, haciendo descender sobre ellos al Espírtu Santo, el Dedo de misión evangelizadora universal. Sin embargo, sabemos que el triunfo
Dios, para que escribiera la nueva Ley del amor no en tablas de piedra, del Reino de Cristo no tendrá lugar sin un último asalto de las fuerzas
sino en los corazones. del mal.
A partir de Pentecostés hay una nueva creación que comienza en la (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 732; 668-677; 746-747; Juan Pablo
Iglesia, que es la primicia de los cielos nuevos y la tierra nueva, y el II, Rosarium Virginis Mariæ § 23)
signo eficaz de la comunión de la Santísima Trinidad con los creyentes
de todos los pueblos. Atrás queda lo viejo, sometido al pecado y a
2. Fruto quepedimos en este misterio: En el principio en que Dios creó el cielo y la tierra
LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO el soplo de Dios sobrevolaba las aguas.
(Génesis 1:1-2)
Infunde tu Espíritu en nosotros, Señor, espíritu de sabiduría y de Dios te salve, María…
inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de
temor del Señor. Crea en nosotros un corazón puro, porque Tú amas la Dios modeló a Adán con arcilla del suelo
sinceridad del corazón y en lo secreto nos haces comprender lo que es sabio. y sopló en su nariz un espíritu de vida:
No nos arrojes lejos de tu presencia, ni retires de nosotros tu santo Espíritu. pero en cambio Cristo procede del cielo y es un ser espiritual que da la Vida.
(Isaías 11:2; Salmo 51:8, 12-13) (Génesis 2:7; 1 Corintios 15:47, 45)
Padre nuestro… Dios te salve, María…
El día de Pentecostés, todos estaban reunidos en el lugar de la Última Cena, El primer hombre procede de la tierra y es terrenal:
permaneciendo juntos en oración, en compañía de María, la madre de Jesús. pero el que vive en Cristo es una nueva creatura, lo antiguo ha desaparecido.
(Hechos 2:1; 1:14) (1 Corintios 15:47; 2 Corintios 5:17)
Dios te salve, María… Dios te salve, María…
En aquellos días derramaré mi Espíritu sobre todo hombre Todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo:
y estableceré una nueva Alianza: y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
no será como la antigua, cuando los tomé de la mano (1 Corintios 12:13; Juan 10:16)
para hacerlos salir del país de Egipto. Dios te salve, María…
(Joel 2:28; Jeremías 31:31-32)
Dios te salve, María… La prueba de que sois hijos
es que Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo,
Mi Espíritu viviente pondrá la Ley en corazones de carne que clama a Dios, llamándolo: «¡Abba!», es decir, «¡Padre!»
y no en tablas de piedra: (Gálatas 4:6)
Yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. Dios te salve, María…
(Jeremías 31:33; 2 Corintios 2:3)
Dios te salve, María…
En aquellos días el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruído:
De pronto, vino del cielo un ruido, su imperio no pasará a otro pueblo y reemplazará a todos los reinos.
semejante a una fuerte ráfaga de viento: (Daniel 2:44)
entonces vieron descender sobre ellos unas lenguas de fuego, Dios te salve, María… Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
y comenzaron a hablar en distintas lenguas.
(Hechos 2:2-4)
Dios te salve, María…