1. Quinto Misterio de gloria
Reina y Madre
María es coronada por la Santísima Trinidad en la gloria del cielo como
Reina y Madre de toda la creación, de los ángeles y de los hombres, pero en
especial de los necesitados y los pecadores.
La Reina Madre es la persona más importante después del Rey en su Hijo y a toda moción del Espíritu Santo, María es también para
Israel ya desde los comienzos mismos de la monarquía, en especial la Iglesia el modelo de la vida de fe y de caridad. Ella es la «figura»
desde Salomón, el primer heredero del trono de David y figura de o «tipo» mismo de la Iglesia (LG 63): «Entre tanto, la Madre de Jesús,
Jesucristo por su sabiduría, por ser un rey pacífico y porque construyó glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo
una Casa para Dios entre los hombres. En efecto, cuando la madre de de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este
Salomón vino a verlo después de su coronación, el rey ordenó que se mundo, hasta que llegue el día del Señor, ella brilla ante el Pueblo de Dios
pusiera para ella un trono a su derecha. Con razón, pues, concluímos en marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo» (LG 68).
la contemplación de los misterios del Rosario con la visión de la
participación de María en la gloria de su Hijo, coronada y entronizada La Santísima Virgen «es honrada con razón por la Iglesia con un culto
a su derecha en los cielos como Reina y Madre de todos. especial. Y en efecto, desde los tiempos más antiguos, se venera a la
,
Santísima Virgen con el título de “Madre de Dios”, bajo cuya protección
Aunque Jesús es el único Hijo de María según la carne, ella es madre se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades…» (LG
espiritual de todos los hombres, a los cuales Él vino a salvar: «Dio a 66). Se cumplen así las Escrituras: «Todas las generaciones me llamarán
luz al Hijo, al que Dios constituyó el mayor de muchos hermanos» bienaventurada» (Lc 1:48). Este culto es esencialmente diferente del
(Rom 8:29), es decir, de los creyentes, a cuyo nacimiento y educación culto de adoración que se da a Cristo, al Padre y al Espíritu Santo. Es
colabora María con amor de madre (cf. LG 63). «Esta maternidad de María un culto singular que encuentra su expresión en las fiestas litúrgicas
perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el consentimiento que dedicadas a la Madre de Dios (cf. SC 103) y en la oración mariana, como
dio fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la el Santo Rosario, «síntesis de todo el Evangelio» (cf. Pablo VI, MC 42).
cruz, hasta la realización plena y definitiva de todos los escogidos» (LG 62). Compartamos, pues, con todos el «gozoso anuncio» de nuestra fe, y en
especial, de «las glorias de María».
Por su total adhesión a la voluntad del Padre, a la obra redentora de
2. (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 501, 967-975; Juan Pablo II, que descendía del cielo, embellecida como una novia para su esposo.
(Apocalipsis 21:1-2)
Rosarium Virginis Mariæ § 23) Dios te salve, María…
Fruto que pedimos en este misterio:
LA VERDADERA DEVOCIÓN A MARÍA Vi una enorme muchedumbre, imposible de contar,
formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas.
De generación en generación, ella entra en las almas para formar (Apocalipsis 7:9)
amigos de Dios y profetas. No la abandones, y ella te protegerá; Dios te salve, María…
ámala, y ella te cuidará. Apréciala con todo tu ser, y ella te ensalzará;
te glorificará, si tú la abrazas. Pondrá en tu cabeza una diadema ¡Prorrumpe en gritos de alegría,
de gracia, te obsequiará una corona de gloria. ¡Bienaventurado el aclama, tú que no has conocido los dolores del parto!
hombre que reflexiona sobre sus caminos y penetra en sus secretos! Porque tu descendencia poseerá naciones enteras y poblará ciudades desoladas.
(Sabiduría 7:27; Proverbios 4:6, 8-9; Eclesiástico 14:21) (Isaías 54:1, 3)
Padre nuestro… Dios te salve, María…
El Rey se puso de pie, fue a su encuentro y le hizo una reverencia: El Cordero será su Pastor y los conducirá hacia los manantiales de agua viva:
luego se sentó en su trono y mandó poner un trono para la Madre del Rey, y Dios secará toda lágrima de sus ojos.
y ella se sentó a su derecha. (Apocalipsis 7:17)
(1 Reyes 2:19) Dios te salve, María…
Dios te salve, María…
Estaban todos de pie, con túnicas blancas y palmas en la mano, y exclamaban:
Vayamos, pues, con confianza al trono de la gracia, «¡La salvación viene de nuestro Dios y del Cordero!»
a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno. (Apocalipsis 7:9-10)
(Hebreos 4:16) Dios te salve, María…
Dios te salve, María…
El dominio del mundo ha pasado a nuestro Señor y su Mesías:
Bienaventurado el hombre que me escucha: Él reinará eternamente y pronto regresará
porque el que me encuentra trayendo su recompensa a cada uno según sus obras.
ha encontrado la vida y ha obtenido el favor del Señor. (Apocalipsis 11:15; 22:12)
(Proverbios 8:34-35) Dios te salve, María…
Dios te salve, María…
Al que está sentado sobre el trono y al Cordero,
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva: alabanza, honor, gloria y poder, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, (Apocalipsis 5:13b-14)
Dios te salve, María… Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…