la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
PREDICACIÓN DEL MAESTRO
1. Tercer Misterio de Luz
El Anuncio del Reino
Jesucristo predica la Buena Nueva del Reino de Dios con grandes signos y
curaciones mientras que va formando a los Apóstoles y primeros discípulos
para que continúen su ministerio hasta el fin de los tiempos.
Después de «que Juan fue preso, Jesús marchó a Galilea; y proclamaba Dios entre los hombres, y por el envío de sus discípulos a predicarnos
la Buena Nueva de Dios» (Mc 1:15). La Buena Nueva que Jesús predicaba la «Buena Nueva». Pero Él mismo realizará la venida de su Reino
es la noticia de que el Padre va a «elevar a los hombres a la participación por medio del gran Misterio de su Pascua, es decir, su Muerte en la
de la vida divina» (LG 2), aunándonos alrededor de su Hijo, Jesucristo, Cruz, la Resurrección y la Ascensión: «Cuando Yo sea levantado sobre
en «la familia de Dios». Esta familia es la Iglesia, «el germen y el la tierra, atraeré a todos hacia Mí» (Jn 12:32). Aunque este Reino es
comienzo de este Reino» sobre la tierra (LG 5), que Jesús fundó sobre sus anunciado primero a los hijos de Israel (cf. Mt 10:5-7), está destinado a
doce Apóstoles. Pedro, con sus sucesores, ocupa el primer lugar (cf. Mc acoger a los hombres de todas las naciones (cf. Mt 8:11; 28:19).
3:16, 9:2; Lc 24:34; 1 Cor 15:5) entre aquellos que Jesús eligió para enviarlos a
«proclamar el Reino de Dios y a curar» (Lc 9:2; cf. Mc 3:13): «Tú eres Pedro, El Reino es para los de corazón humilde, que son los pobres de espíritu
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no a quienes el Padre ha revelado estos misterios, que permanecen, sin
prevalecerán contra ella» (Mt 16:18). Pedro tiene la misión de custodiar embargo, ocultos a los sabios y prudentes según el mundo (cf. Mt 11:25).
la fe y de confirmar en ella a sus hermanos (cf. Lc 22:32). El poder de A nosotros, pecadores, nos muestra la misericorida sin límites del Padre
las llaves (cf. Mt 16:19) designa la autoridad que Jesús da a Pedro para (cf. Lc 15:11-32), cuya prueba suprema es su mismo sacrificio «para la
gobernar la Casa de Dios, mientras que el poder de «atar y desatar» remisión de los pecados» (Mt 26:28). A todos los que se le acercan con
significa la autoridad para absolver pecados, pronunciar sentencias fe y humildad, les perdona los pecados: «no he venido a llamar a
doctrinales y tomar decisiones disciplinares. Cristo, «el Buen Pastor» justos, sino a pecadores» (Mc 2:17; cf. 1 Tim 1:15), especialmente a través de
(Jn 10:11), confirmó este encargo a Pedro después de su resurrección, los sacramentos del Bautismo y de la Reconciliación, que confió a su
cuando le dijo, tres veces: «Apacienta mis ovejas» (Jn 21:15-17). Iglesia para que continúe su ministerio hasta el fin del mundo.
Jesús nos llama a formar parte del Reino por medio de su palabra, (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 541-553; Juan Pablo II, Rosarium
de sus «signos» o milagros, que manifiestan el poder del Reino de Virginis Mariæ § 21)
2. Fruto que pedimos en este misterio:
LA CONVERSIÓN
El sembrador salió a sembrar su semilla: «¡El que tenga oídos para oír, que El que me ama será fiel a mi palabra, y la verdad lo hará libre:
oiga! El Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva. oirá mis palabras y las pondrá en práctica, edificando su casa sobre roca.
No te tardes en volver al Señor, no lo difieras de un día para otro». (Juan 14:23; 8:32; Mateo 7:24)
(Lucas 8:5, 8; Marcos 1:15; Eclesiástico 5:7) Dios te salve, María…
Padre nuestro…
Mi Padre lo amará; vendremos a Él y habitaremos en Él:
Yo suscitaré entre ellos un profeta como Moisés: y el Espíritu Santo le enseñará y le recordará todo lo que os he dicho.
pondré mis palabras en su boca, y Él dirá todo lo que le ordene. (Juan 14:23, 26)
(Deuteronomio 18:18) Dios te salve, María…
Dios te salve, María…
Amad al Señor, vuestro Dios, y cumplid sus mandamientos:
Como un pastor, Él apacienta su rebaño: servirdle fielmente, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
lo reúne con su brazo y lleva sobre su pecho a los corderitos. (Josué 22:5)
(Isaías 40:11) Dios te salve, María…
Dios te salve, María…
Tus pecados te son perdonados:
¡Qué hermosos son sobre las montañas los pies del mensajero de la paz!: tu fe te ha salvado, vete en paz.
del que trae la Buena Nueva y anuncia la felicidad. (Lucas 7:48, 50)
(Isaías 52:7; 2 Corintios 11:2) Dios te salve, María…
Dios te salve, María…
Id por todo el mundo y anunciad la Buena Nueva a toda la creación:
Venid, subamos al monte del Señor, a la Casa del Dios de Jacob: * el que crea y se bautice, se salvará.
Él nos enseñará sus caminos y caminaremos por sus sendas. (Marcos 16:15-16)
(Isaías 2:3) Dios te salve, María… Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
Dios te salve, María…
Yo soy el Camino: la Verdad y la Vida; *
nadie va al Padre, sino por Mí.
(Juan 14:6)
Dios te salve, María…