2. Contexto histórico
• El siglo XVII en Murcia está marcado, al igual
que el resto de España, por una crisis
económica profunda, lo que afectará al campo
artístico.
• En el arte, la influencia del Escorial seguirá
siendo predominante, con la austeridad
decorativa como principio estético
fundamental.
3. La nueva cultura del Barroco trajo un sentido
del urbanismo que ordenaba los espacios con
unos fines específicos tales como, realzar la
simbología del poder, ya fuera político o
religioso. El arte, en sus tres manifestaciones,
arquitectura, escultura y pintura, fue un
elemento propagandístico de primer orden.
La ciudad de Murcia es un claro exponente de
estas transformaciones.
4. ARQUITECTURA
Destacan 3 obras
fundamentales:
1. El santuario de la
Vera Cruz en
Caravaca.
2. La fachada de la
colegiata de S.
Patricio en Lorca.
3. La fachada del
palacio de
Guevara también
en Lorca (en los
últimos años del
1600).
5. ESCULTURA
2 escultores extranjeros destacaron:
1. El francés Nicolás de Bussy, natural de Estrasburgo,
trabajó en la región en los años finales del siglo.
2. El napolitano Nicolás Salzillo estableció su taller en
Murcia hasta su muerte en 1727, cuando su hijo Francisco se
hizo cargo de éste.
6. PINTURA
Hay que mencionar la figura del murciano de
origen Pedro de Orrente, aunque vivió y
trabajó entre Toledo y Valencia.
En su obra se aprecia la influencia italiana
(concretamente veneciana, de los hermanos
Bassano) y la del estilo del Greco.
También es reseñable el pintor Nicolás de
Villacis, considerado discípulo de Velázquez,
aunque se conservan muy pocas obras de su
mano.
7. Otros pintores murcianos menores que
destacaron en el siglo XVII fueron Mateo
Gilarte y Lorenzo Suárez.
8. EL SIGLO XVIII
Si el siglo XVII está marcado por la crisis, el siglo
XVIII lo es de recuperación y prosperidad,
motivadas por el auge de la industria de la
seda en la región y por la confluencia de varias
personalidades extraordinarias que
contribuirán a la transformación y al progreso
de Murcia: el cardenal Belluga y el conde de
Floridablanca.
9.
10. Belluga fue nombrado obispo de la diócesis de
Cartagena al inicio del siglo. Su lealtad al
bando borbónico durante la guerra de
sucesión española (1701-14) va a deparar el
favor real para la región.
Éste se verá incrementado con la obra del conde
de Floridablanca, ministro del rey Carlos III, lo
que se dejará notar en el terreno de las obras
públicas y de la cultura.
11. ARQUITECTURA
Es ahora en este siglo cuando se construyen la
mayoría de las iglesias murcianas y algunos de
sus edificios más destacados, caso de la
fachada de Catedral de Murcia, el palacio
episcopal, el monasterio de los Jerónimos de
la Ñora, la iglesia de San Juan de Dios, la
fachada del santuario de la Vera Cruz de
Caravaca…
12.
13. El aspecto más relevante del engrandecimiento del
perímetro urbano de Murcia lo constituyó el
antiguo barrio de San Benito o del Carmen, que
había surgido en época anterior al otro lado del
río, articulado con el centro de la ciudad gracias a
la construcción del llamado “puente viejo”.
El arquitecto Jaime Bort concibió una plaza ovalada
a la luz de los modelos urbanísticos del Barroco,
pero este hermoso proyecto nunca llegó a
construirse y finalmente hoy contamos con un
espacio que sigue el esquema tradicional de la
plaza cuadrada tan habitual en España.
14.
15. Otro de los aspectos más relevantes fue la
transformación del área religiosa más próxima a
la Catedral, ya que la construcción del imafronte
catedralicio, proyectado también por Jaime Bort,
supuso una reorganización total de los espacios,
así la plaza surge con el sentido barroco de
realzar, envolver, dirigir las miradas a su
protagonista, esa gran fachada, marco escénico
donde se proclama la gloria de la Iglesia y de su
mensaje, de ahí esa mirada cómplice en perpetuo
diálogo con el palacio del Obispo.
16.
17. El imafronte de la Catedral
En 1738, a causa de unas riadas del río Segura, la primitiva fachada de
la catedral había quedado en estado de ruina. El cabildo catedralicio
encarga a Sebastián Feringán, director de obras del Arsenal de
Cartagena, el proyecto de demolición de la arruinada fachada y la
construcción de una nueva.
En abril de ese mismo año comienzan las obras de la nueva fachada
bajo la dirección de Jaime Bort sobre los planos enviados por
Feringán.
Bort llevó a cabo esta obra entre 1738 y 1753 planteándola como un
gran retablo con planos. Es un buen ejemplo de la estética barroca
en su apogeo, que juega deliberadamente salientes y entrantes que
intensifiquen el contrate entre claros y sombras.
Jaime Bort hizo una exaltación de la Virgen y la glorificación de la
diócesis de Cartagena y de la Iglesia Universal.
18. La fachada está formada por tres cuerpos y ático. En
el inferior la puerta adintelada se inscribe entre seis
columnas acanaladas, de origen corintio que apoyan
en altos zócalos con relieves de los apóstoles.
Sobre la puerta en el interior de una hornacina un
grupo escultórico con la Coronación de la Virgen por
parte de Dios Padre. A ambos lados esculturas de los
arcángeles San Rafael y San Gabriel. A los pies de la
Virgen dos ángeles-niños, alegorías que representan
a la Virgen como “Puerta del Cielo” y “Espejo de la
Justicia”. Bajo el conjunto escultórico un jarrón con
azucenas símbolo de la Catedral.
Por encima de los arcángeles, sobre la cornisa del
segundo cuerpo las esculturas de San Patricio
(patrón de la ciudad de Murcia) y San Lorenzo
Justiniano portando la cruz. San Patricio lleva en la
mano el libro de “Las Confesiones” y con la otra
lleva una corona, símbolo de la ciudad de Murcia.
San Patricio es apóstol y patrono de Irlanda.
Ambas esculturas se encuentran en el interior de
hornacinas cubiertas con conchas aveneradas.
19. Entre los intercolumnios del primer cuerpo a razón de dos por lado, los cuatro
santos de Cartagena: San Leandro y San Fulgencio a la izquierda y Santa Florentina y
san Isidoro a la derecha y también en el interior de hornacinas con conchas aveneradas.
Entre los intercolumnios del segundo cuerpo encontramos las esculturas de San
Fernando (Fernando III el Santo) que porta en sus manos la ciudad de Murcia, como
símbolo de la incorporación de la ciudad al reino de Castilla y San Hermenegildo del
que se dice originario de Cartagena.
En los extremos de este segundo cuerpo sobre la balaustrada imágenes de San Ginés de
la Jara, San Poncio Bracarense, San Pallucio y San Liciano, obispo de la diócesis en el siglo
VI y con un cáliz en la mano.
En el segundo cuerpo por encima de una gran ventana con frontón curvo partido
un relieve de la Cruz de Caravaca.
En el tercer cuerpo un altorrelieve con la Asunción de la Virgen en el interior de una
bóveda de horno.
En el ático encontramos nuevamente el emblema del Cabildo, un jarrón de azucenas.
20.
21. Y para aumentar esa puesta en valor de la
arquitectura religiosa, se construyeron nuevas
parroquias y se remodelan los viejos templos
parroquiales y conventuales.
Iglesias como San Nicolás, cuyo retablo muestra
la influencia del imafronte de la Catedral,
Santa Eulalia, San Miguel son ejemplos de
esta “fiebre” constructiva.
22. IGLESIA DE SAN NICOLÁS (arriba)
IGLESIA DE SANTA EULALIA
(abajo)