1. La crisis del Antiguo Régimen
Historia de España
2º de Bachillerato
2. Introducción
• Los años finales del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX constituyen
una de las etapas más complejas y difíciles de toda nuestra Historia. España
se ve envuelta en numerosas guerras: primero las que nos enfrentan a los
revolucionarios franceses, después a los ingleses y portugueses, más tarde a
los ejércitos imperiales de Napoleón (Guerra de Independencia 1808-1814),
y por último a los independentistas de Hispanoamérica.
• Además, esa época es enormemente conflictiva en el interior del país, pues
diversos grupos políticos, enfrentados entre sí, tratan de imponer sus ideas
y hacerse con el poder aprovechando la situación de inestabilidad: los
absolutistas puros, los partidarios de un absolutismo moderado
(despotismo ilustrado), los afrancesados, los liberales moderados y los
liberales radicales o exaltados.
• Por otro lado, el relativo crecimiento económico conseguido durante gran
parte del siglo XVIII se interrumpe bruscamente como consecuencia de las
guerras y del caos político.
3. • En plena Guerra de Independencia las Cortes de Cádiz (1810-1814)
intentaron llevar a cabo un programa revolucionario, siendo su obra
principal la redacción y aprobación de la primera constitución española.
Pero además las Cortes, dominadas por la burguesía liberal, implantaron
por decreto algunas reformas básicas para acabar con el Antiguo Régimen.
• Sin embargo, la vuelta de Fernando VII al trono (1814-1833), tras acabar la
Guerra, significó un paso atrás, pues el nuevo rey reimplantó el
absolutismo monárquico, desmantelando toda la obra reformista de las
Cortes de Cádiz.
• Los últimos años del reinado fernandino están marcados por la cuestión
sucesoria, problema que quedó sin resolver a la muerte del rey en 1833.
Por esta causa la siguiente etapa (reinado de Isabel II) se iniciará con una
guerra civil: la primera guerra carlista.
4. Las abdicaciones de Bayona
• El reinado de Carlos IV (1788-1808) estuvo marcado por la Revolución que
comenzó en Francia un año después de su llegada al trono. Tras la ejecución en la
guillotina del rey Luis XVI en 1793, España, junto con otros países europeos,
declaró la guerra a la Francia revolucionaria. Las tropas enviadas por Godoy
fueron derrotadas, por lo que España se vio obligada a firmar la Paz de Basilea
(1795), por medio de la cual nuestro país se convierte paradójicamente -pues
sigue siendo absolutista- en aliado de los revolucionarios franceses. Este cambio
radical en la política exterior forzó al rey español a entrar en guerra con los rivales
de Francia, de los cuales el más temible era Inglaterra. La batalla naval de
Trafalgar (1805), en la que la escuadra franco-española fue derrotada por los
ingleses, significó un serio revés al perderse una buena parte de nuestra Armada,
lo que traería gravísimas consecuencias en el futuro.
5. • En 1807 España y Francia -ya entonces gobernada por el emperador Napoleón- firman un
nuevo acuerdo, el Tratado de Fontainebleau, según el cual los dos estados se repartirían
Portugal y su Imperio colonial. El gobierno español dirigido por Godoy dio su autorización
para que las tropas francesas atravesaran el territorio español en dirección a Portugal. Sin
embargo , en las semanas siguientes, los franceses ocuparon gran parte de la península,
entre el desconcierto y la creciente indignación popular.
• En marzo de 1808 se produjeron unos graves incidentes conocidos como el motín de
Aranjuez, que obligaron al rey Carlos IV a destituir al odiado Godoy y a abdicar él mismo a
favor de su hijo Fernando VII. Pocos días después Carlos IV reclamó para sí el trono,
argumentando que su decisión había sido forzada por las circunstancias.
• En las siguientes semanas Napoleón consigue con engaños que tanto Carlos como
Fernando se trasladen a Bayona, donde convence a ambos para que le cedan la corona, la
cual a su vez otorga el emperador a su hermano José I Bonaparte, que se convierte así en
el nuevo rey de España. Carlos IV y Fernando VII permanecerían en el sur de Francia
durante toda la Guerra en calidad de “invitados” de Napoleón.
6. La Guerra de Independencia (1808-1814)
• Cuando se tienen noticias de lo ocurrido en Francia,
se produjo una sublevación popular en Madrid
contra las tropas francesas (2 de mayo de 1808) y a
favor de la vuelta de Fernando VII, a quien el
pueblo apodó “el Deseado”.
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8. • La revuelta antifrancesa fracasó y en los días siguientes los
madrileños sufrieron una dura represión con ejecuciones masivas,
lo que no evitó que la rebelión se extendiera por prácticamente
todo el país. Entretanto el rey José I, ya instalado en Madrid,
pretendía inútilmente congraciarse con sus nuevos súbditos
nombrando un gobierno de reformistas.
• La de Independencia fue una guerra popular y nacional, pero no
revolucionaria pues la mayoría del pueblo se alzó en defensa de la
religión y la monarquía tradicional borbónica. También tuvo un
carácter internacional por la participación de Inglaterra y Portugal
en la lucha antinapoleónica.
9. • Los que peleaban contra las tropas napoleónicas se organizaron en las
denominadas Juntas Provinciales de Defensa, de manera que en los
primeros meses cada provincia organizaba por su cuenta a un ejército
propio. Más tarde, la necesidad de coordinar las acciones de guerra hizo
que se nombrara una Junta Suprema Central formada por representantes
de las diversas juntas provinciales (septiembre de 1808).
• Los ejércitos organizados por esta Junta Suprema Central sufrieron pronto
severas derrotas a manos de los franceses, con alguna excepción, como la
batalla de Bailén (1808), que fue la primera vez que las hasta entonces
invencibles tropas napoleónicas eran derrotadas en campo abierto.
También significó un traspiés para el emperador la heroica resistencia a ser
ocupadas realizada por ciudades como Gerona y Zaragoza.
10. • No obstante, superada la sorpresa inicial y tras recibir refuerzos militares,
el ejército francés (encabezado por el mismísimo emperador) se convirtió
en imparable, consiguiendo derrotar una y otra vez a sus adversarios
españoles e ingleses y ocupando prácticamente todo el territorio durante
tres años (1809-12). En consecuencia, la Junta tuvo que refugiarse en
Cádiz, la única ciudad que en ningún momento llegó a ser ocupada por el
enemigo. Su resistencia se debió a su estratégica posición geográfica y a la
ayuda de la marina británica, que impidió el desabastecimiento, lo que
hubiera obligado a la rendición.
11. • Los patriotas derrotados se organizaron en guerrillas. La táctica de la “guerra de
guerrillas” nació precisamente aquí, en la España de la Guerra de Independencia.
Los guerrilleros no eran soldados profesionales, sino gente del pueblo que actuaba
con la complicidad del resto de la población. Ante su manifiesta inferioridad
respecto al ejército oponente (en cuanto a número, armamento, experiencia
militar, organización), los guerrilleros nunca ofrecían batalla en campo abierto, sino
que se dedicaban a realizar asaltos por sorpresa, emboscadas y sabotajes. Esta
táctica, en la que “todo vale” resultó ser muy eficaz.
• Un ejército inglés, dirigido por el Duque de Wellington, estuvo combatiendo contra
las tropas francesas en la Península, unas veces de forma coordinada con lo que
quedaba del ejército español y otras por su cuenta. La participación inglesa en la
Guerra de Independencia fue decisiva en el resultado final.
12. • Después de tres años de dominación francesa (1809-12), las
tropas hispano-británicas pasaron a la ofensiva. Napoleón, en su
deseo de crear un Imperio continental, ya no podía enviar a
España más soldados de refresco porque había abierto un nuevo
frente en el otro extremo de Europa (Rusia). Las batallas de los
Arapiles (1812), Vitoria (1813) y San Marcial (1813) fueron otras
tantas derrotas francesas. José I abandona España junto con sus
cortesanos perseguido por las tropas hispano-británicas, que
llegan a ocupar la ciudad francesa de Toulouse.
13. Los afrancesados
• Los españoles afrancesados (fueron los que colaboraron con
el rey José I). Los “afrancesados” pretendían llevar a cabo
algunas reformas en la política, la enseñanza, el derecho o la
religión, aceptando la monarquía de José I, el hermano de
Napoleón. En gran medida coincidían con las posiciones
políticas de los liberales, pero les diferenciaba el que éstos no
aceptaban la imposición de un rey extranjero, sino que
reconocían a Fernando VII. Esto era lo que les unía a la gran
mayoría del pueblo.
14. • Durante la Guerra de Independencia, una minoría de intelectuales liberales quiso
aprovechar la situación de inestabilidad y de vacío de poder (el rey al que
reconocían casi todos como legítimo, Fernando VII, se encontraba exiliado en
Francia) para llevar a cabo el desmantelamiento del Antiguo Régimen, para lo cual
hubo de enfrentarse con los estamentos privilegiados, contrarios a esos cambios.
La gran masa de españoles, ignorantes y fanáticos, estuvo totalmente al margen de
este debate político, inclinándose más bien hacia las posiciones de los absolutistas
debido a la influencia que sobre ellos ejercía el clero.
• Por las circunstancias de la guerra, la Junta Suprema Central tuvo que instalarse en
la ciudad de Cádiz. Cuando las operaciones militares organizadas por dicha Junta
concluyeron en sucesivos fracasos, la Junta se disolvió y en su lugar fue nombrado
un Consejo de Regencia colectivo, que en teoría iba a gobernar en nombre de
Fernando VII en tanto durase su permanencia en Francia. Cuando la Regencia tuvo
conocimiento de que en las colonias americanas se estaban produciendo
movimientos separatistas, se decidió a convocar una reunión de las Cortes
(setiembre de 1810).
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16. Las Cortes de Cádiz
• Las Cortes de Cádiz, cuya actividad duró hasta la primavera de 1814, estuvieron
integradas por representantes de todas las provincias (no sólo las peninsulares sino
también americanas), pero, debido a la situación de guerra, en la práctica fueron
muchos los diputados “sustitutos” gaditanos, entre los que predominaban los
miembros de clases medias y burguesas, la mayoría de ellos partidarios de las
reformas liberales. Los miembros del clero y la nobleza, casi todos contrarios a
éstas, quedaron en minoría.
• Las Cortes se constituyeron en Asamblea Constituyente y asumieron en su primer
decreto la soberanía nacional (habida cuenta la ausencia del rey legítimo y la
disolución del Consejo de Regencia), al tiempo que proclamaba la igualdad jurídica
de todos los ciudadanos (incluidos los americanos, a quienes se pretendía quitar
argumentos secesionistas). Ambas medidas significaban un ataque frontal contra la
estructura política del Antiguo Régimen.
• Desde el principio las Cortes quedaron divididas en dos grandes grupos: 1) los
liberales y 2) los absolutistas o serviles (la mayoría del clero y la nobleza). También
hubo un tercer sector, el de los jovellanistas, que pretendía conciliar el respeto a
los estamentos superiores con la consecución de las reformas (por tanto, sus
posiciones eran intermedias entre los dos grupos principales).
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18. Los liberales, apoyados por la prensa, constituyeron el grupo más numeroso,
por lo que mediante decretos pudieron imponer medidas que pretendían
acabar con las viejas estructuras del Antiguo Régimen, tales como:
• La libertad de imprenta, suprimiendo la censura, salvo para los escritos
religiosos.
• El fin de los señoríos jurisdiccionales, sistema que durante siglos había
supuesto la dependencia de muchos pueblos y ciudades respecto a la
nobleza y clero.
• Derogación de los gremios, una estructura de origen medieval que suponía
un obstáculo para la industrialización.
• Supresión de la Mesta, institución también medieval que perjudicaba el
desarrollo de una agricultura moderna.
• Abolición de la Inquisición, asunto que provocó los debates más tensos, por
la fuerte oposición que ofrecieron la mayoría de los diputados de la nobleza
y el clero.
• Desamortización de las tierras municipales, lo que no llegaría a
materializarse debido a la situación de guerra y el posterior regreso de
Fernando VII en 1814.
19. Pero la obra más trascendente de las Cortes de Cádiz fue la
aprobación de la Constitución el 19 de marzo de 1812
(bautizada por el pueblo como “La Pepa”). Su extensísimo
texto (384 artículos) constituye un resumen de las ideas del
liberalismo español en su primera época.
Paradójicamente esta Constitución de 1812, hecha por gente
que estaba luchando contra los franceses, se inspira en
muchos principios que proceden de Francia (por ejemplo, la
definición de la ley como expresión de la voluntad popular
parte de la idea del “contrato social” de Rousseau; o
también el principio de separación de poderes se atribuye a
otro filósofo francés: Montesquieu).
20. La Constitución de 1812
Las ideas principales de la Constitución son:
• El principio de la soberanía nacional, cuestión polémica como pocas (art. 3).
Corresponde a la nación (es decir a los españoles, y no al rey, como hasta
entonces) el derecho a establecer las leyes por las que regirse.
• El principio de la división de poderes.
– El poder legislativo corresponde “a las Cortes con el Rey” (art. 15). Las Cortes estarán
formadas por los representantes de los ciudadanos, elegidos por éstos, y se reunirán
en una sola cámara (unicameralismo). Las elecciones se celebrarán por sufragio
universal masculino, pero sólo podrán presentarse como candidatos aquéllos que
posean una cierta renta, con lo que las Cortes serán casi monopolizadas por la
burguesía propietaria, además del clero y la nobleza. Ningún campesino o persona
procedente de las clases bajas consiguió ser diputado.
– El poder ejecutivo pertenece al Rey, quien nombra a su gobierno formado por siete
secretarios de despacho (más tarde llamados ministros). La figura del Rey cambia por
completo respecto al sistema de monarquía absoluta, pues ahora está sometido a la
Constitución y sólo tiene los poderes que ésta le otorga (monarquía constitucional).
– El poder judicial corresponde a los tribunales de justicia, con lo cual la nobleza y el
clero pierden definitivamente sus competencias tradicionales al respecto.
21. • Nace la institución del Tribunal Supremo. La Justicia ha de actuar con total
independencia del Rey (poder ejecutivo) y de las Cortes (poder legislativo).
• Se regulan las funciones de las Diputaciones Provinciales y de los
Ayuntamientos.
• El art. 12 proclama la catolicidad del estado y no establece la libertad
religiosa. Se pretendía así contentar a los sectores más tradicionales.
• Igualdad jurídica de los ciudadanos (art.248). Iguales derechos y deberes
para todos los españoles.
• Sistema fiscal unificado para todo el territorio, sin privilegios para ningún
grupo o estamento (art.339).
• Supresión de las aduanas interiores, basándose en el principio de la
unicidad del estado.
• Creación del Presupuesto Nacional como forma de control de los ingresos y
gastos del estado.
22. Vigencia de la Constitución
• La situación de guerra y la posterior vuelta
de Fernando VII (quien se apresuró a
suprimirla nada más llegar a España)
hicieron que la Constitución de Cádiz no
llegara a tener vigencia real desde que se
aprobó en 1812 hasta 1814.
• No obstante es una constitución casi mítica
para la doctrina liberal, con un enorme
prestigio no sólo en nuestro país sino
también en otros, tanto de Europa como en
América (las colonias americanas, una vez
convertidas en estados independientes, la
tomarían como modelo para elaborar sus
respectivas constituciones).
• En los periodos 1820-23 y 1836-37 los
liberales españoles conseguirán reponerla.