El documento describe las conexiones entre el estrés, el sistema inmune y la piel. Explica que el estrés agudo aumenta la inmunidad mientras que el estrés crónico la inhibe. También describe el eje hipotálamo-pituitario-adrenal y cómo el cortisol y otras hormonas afectan la piel a través de la degranulación de mastocitos y la permeabilidad vascular. Finalmente, enumera varios trastornos psiquiátricos y dermatológicos que están vinculados con las emociones y el estrés.