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5.emuna y bitajon
1. EMUNA Y BITAJON.
FE.
Existen dos conceptos en la Tradición que debemos comprender claramente. Existen dos
palabras en el hebreo que se ha traducido como FE.
Estas dos palabras Son EMUNÁ y BITAJÓN en Dios, que se puede traducir como
creencia/convicción/fe y confianza/seguridad.
Emuná es la forma femenina de Emet, que significa verdad.
Es decir, alguien con Emuná es una persona que no se aparta de la senda de la verdad. Por
esto, se le denomina al fiel, al creyente: mahamin, alguien con emuná, pues anda con
verdad hacia el Eterno.
Además, se asocia directamente con el verbo “entrenar”, lo que lleva a considerar que la
creencia no se basa en sentimientos, en pensamientos vagos, en absurdos irracionales, sino
en un ejercicio intenso en los cinco planos de existencia, que conlleva una certeza clara de
que Dios existe y cumple Su palabra.
Es decir, la verdadera “fe” (mejor llamada convicción o certeza) no requiere de ceguera,
sino por el contario de una claridad intensa de los sentidos, de una búsqueda poderosa de
explicaciones, de una profundización esforzada para develar la existencia de Dios.
Por supuesto que habrá aspectos que nuestra limitada capacidad no logrará descifrar, pues
no alcanzamos la comprensión cabal de Dios. Admitir nuestra pequeñez nos habilita para
ser realmente leales al Eterno, sin por ello menoscabar nuestras capacidades.
Sin embargo, el abandonarse a la “fe” sin encontrar respuestas racionales es el último
peldaño de la emuná y no el primero como exigen las religiones y las ideologías
manipuladoras.
No sigas a Dios por fe ciega, sino porque luego de buscar te has encontrado con que Él es.
Bitajón se asocia directamente con seguridad, con garantías, con la confianza ya no sólo en
la existencia de Dios, sino en Su Presencia y Su atención permanente en Su creación.
Quien confía en el Eterno, no solamente concibe que existe, sino que además está
interesado en todo lo que acontece y nada queda por fuera de Su control y Juicio.
De los muchos versículos que te podría citar, te traigo el siguiente:
"En Elokim he confiado. No temeré lo que me pueda hacer el hombre." (Tehilím / Salmos
56:12)
El salmista lo dice con claridad, su Bitajón está puesta en el Eterno.
2. El salmista sabe que el hombre puede hacerle daño y que quizás esa maldad se llegue a
concretar. Sin embargo, no teme, no se angustia, no se deja vencer por las emociones
negativas.
Aunque padezca, su corazón está en armonía con Dios, pues sabe que no queda nada
impune, sabe que el dolor de este mundo no es nada comparado con el gozo del mundo
venidero. Confía en que aunque fracase, a ojos de los hombres, por su integridad ha
triunfado y es exitoso. Por supuesto, es un nivel muy alto de confianza en el Eterno, pero
ahí está, para que lo alcancemos.
Quien cuenta con emuná pero es débil en Bitajón, por ahí no duda en la existencia de Dios,
pero tiene sus períodos en los cuales le inquieta que no haya un Amo activo y consciente
de las circunstancias de Su mundo.
Quien tiene Bitajón, necesariamente debe tener emuná, pues difícilmente pueda una
persona considerar que Dios actúa en la naturaleza si desconfía de la existencia del Amo.