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Coronilla de los dolores con giros
1. CORONILLA DE LOS DOLORES DE MARIA
CON GIROS EN LA DIVINA VOLUNTAD
Inicio:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen. (Haga una pausa para colocarse a si mismo ante la
Presencia de Dios: somos nada, Dios es Todo). Me sumerjo en la Divina Voluntad, y mientras rezo la Coronilla de los
Dolores de María, la rezo en nombre de todos para dar a nuestra Señora la debida apreciación y agradecimiento
que Ella merece de todos Sus hijos por todos los dolores que Ella sufrió por nosotros. Llamo a todas las almas a
honrar Sus Dolores todos esos actos en la Divina Voluntad. Por la venida del Reino, ofrezco esta Coronilla por
(colocar intenciones), y por todas las intenciones del Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
PRIMER DOLOR – LA PROFECIA DE SIMEON.
“Todos pueden participar en los meritos y en los bienes que fructificaron de los dolores de Mi Madre. Quien
anticipadamente se pone en las manos de la Providencia, ofreciéndose a sufrir cualquier tipo de penas, miserias,
enfermedades, calumnias y todo lo que el Señor disponga sobre ella, viene a participar del primer dolor de la profecía
de Simeón.” (Meditaciones de los Dolores de María tomado del Volumen 6, Sept. 17, 1905.)
Ave María…
1.- Imprimo mi “te amo y te agradezco” o Dolorosa Madre, en cada uno de Tus pasos en los que cargabas al Niño
Jesús hacia el Templo para ofrecerlo a Dios por nosotros.
2.- Te amo y te agradezco en ofrecer a Tu Jesús en sacrificio a la Divina Voluntad del Padre diciendo de parte de
Jesús: “Aquí estoy, tal como esta escrito de Mi en el libro, para hacer Tu Voluntad, oh Dios” (Heb. 10, 7).
3.- Me coloco al lado del Niño Jesús en Tus brazos para ser ofrecido con El en sacrificio a la Divina Voluntad del
Padre.
4.- Imprimo mi amor y compasión en las palabras de la profecía de Simeón sobre Tus dolores futuros: “Este niño
será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te
atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos”. (Lc. 2, 34-35).
5.- También imprimo mi amor y compasión en las palabras de la profetisa Ana quien “Se presentó en ese mismo
momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de
Jerusalén.” (Lc. 2, 38).
6.- Imprimo mi te amo y te consuelo en Tu dolor siempre en aumento, ya que, Tu amor por El crecía mas
fuertemente cada día.
7.- Te agradezco en nombre de todos por vivir heroicamente con el conocimiento de esta dolorosa profecía por 33
años hasta que fue cumplido.
Oración: Majestad Suprema, como tu pequeño niño vengo sobre Tus rodillas Paternas para ofrecerte todo lo que
nuestra Santísima Madre sufrió en este primer dolor, junto con mis actos de amor reciproco, de agradecimiento y
de consuelo hechos en nombre de todos. Con este ofrecimiento y unido a nuestra Madre Dolorosa, imploro
misericordia, salvación y santificación para cada criatura, el rápido y completo triunfo de la Divina Voluntad en la
tierra, y su rápido y completo triunfo en mí. Amen.
SEGUNDO DOLOR – LA HUIDA A EGIPTO.
“Quien actualmente se encuentra en los sufrimientos y esta resignado y esta mas estrechado Conmigo, no me ofende, y
como si me salvara de las manos de Herodes, y sano y salvo me custodia en el Egipto de su corazón, participa del
segundo dolor.” (Meditaciones de los Dolores de María tomado del Volumen 6, Sept. 17, 1905.)
Ave María…
1.- Te amo y te consuelo, oh Madre Dolorosa, en el dolor que sufriste cuando San José te explicaba que debían huir
a Egipto.
2.- Te amo y te alabo en la heroica virtud que practicaste en aceptar la Voluntad de Dios en tener que huir a un país
lleno de idolatrías.
3.- Mi te amo lo imprimo a lo largo de todo su arduo viaje para que los reconforte.
4.- Imprimo mi te amo en cada una de Tus lagrimas el conocer la muerte de los niños inocentes.
5.- Te amo y te consuelo en la pobreza y durezas que sufriste durante esos años de exilio.
2. 6.- Imprimo nuevamente mi te amo a lo largo de todo su arduo camino de regreso a su país para que les acompañe.
7.- Te agradezco en nombre de todos por todo lo que sufriste en este dolor para proteger al Salvador del mundo.
Oración: Majestad Suprema, como tu pequeño niño vengo sobre Tus rodillas Paternas para ofrecerte todo lo que
nuestra Santísima Madre sufrió en este segundo dolor, junto con mis actos de amor reciproco, de agradecimiento y
de consuelo hechos en nombre de todos. Con este ofrecimiento y unido a nuestra Madre Dolorosa, imploro
misericordia, salvación y santificación para cada criatura, el rápido y completo triunfo de la Divina Voluntad en la
tierra, y su rápido y completo triunfo en mí. Amen.
TERCER DOLOR – LA PERDIDA DEL NIÑO JESUS EN EL TEMPLO.
“Quien se encuentra abatido de animo, árido y privado de Mi presencia, y esta firme y fiel a sus acostumbrados
ejercicios, es mas, busca la ocasión de amarme y buscarme mas, sin cansarse, viene a participar de los meritos y bienes
que adquirió mi Madre en mi extravió.” (Meditaciones de los Dolores de María tomado del Volumen 6, Sept. 17, 1905.)
Ave María…
1.- Imprimo mi amor y consuelo en las profundidades de Tu Inmaculado Corazón, Oh Madre Dolorosa, para aliviar
el repentino e inmenso dolor que sentiste cuando te diste cuenta que Jesús estaba ausente.
2.- Imprimo mi te amo y te consuelo en cada latido de Tu Corazón durante los tres días de amarga búsqueda para
así aliviar las penas de Tu Corazón.
3.- También imprimo mi te amo y te consuelo en cada una de las muchas lagrimas que derramaste durante esos
tres días.
4.- Ya en Jerusalén, imprimo mi te amo y te consuelo en cada negativa que recibías en la búsqueda de Tu Hijo.
5.- Imprimo mi te amo en cada una de Sus Palabras: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de
los asuntos de mi Padre?” (Lc. 2, 49).
6.- Te amo y te agradezco por guardar todas estas cosas en Tu Corazón y meditar sobre ellas.
7.- Te amo y te agradezco porque a través de este Dolor, obtuviste para nosotros la gracia para soportar con
fidelidad durante la pérdida de gracias sensibles.
Oración: Majestad Suprema, como tu pequeño niño vengo sobre Tus rodillas Paternas para ofrecerte todo lo que
nuestra Santísima Madre sufrió en este tercer dolor, junto con mis actos de amor reciproco, de agradecimiento y de
consuelo hechos en nombre de todos. Con este ofrecimiento y unido a nuestra Madre Dolorosa, imploro
misericordia, salvación y santificación para cada criatura, el rápido y completo triunfo de la Divina Voluntad en la
tierra, y su rápido y completo triunfo en mí. Amen.
CUARTO DOLOR – EL ENCUENTRO DE JESUS Y MARIA EN EL CAMINO AL CALVARIO.
“Quien en cualquier ocasión que se encuentre, especialmente de verme ofendido gravemente, despreciado, pisoteado y
busca repararme, compadecerme y rogar por aquellos mismos que me ofenden, es como si encontrara en aquella alma
a Mi misma Madre, que si hubiera podido me hubiera liberado de Mis propios enemigos, y participa en el cuarto
dolor.” (Meditaciones de los Dolores de María tomado del Volumen 6, Sept. 17, 1905.)
Ave María…
1.- Te amo y te agradezco Oh Madre Dolorosa, por valientemente ir al encuentro de Jesús en Su camino de la Cruz.
2.- Te amo y te consuelo en el inmenso dolor que sufriste cuando contemplaste a Tu Hijo con la Cruz.
3.- Imprimo mis besos de amor y consuelo sobre Tus purísimos ojos para confortarte en el dolor que sentiste
cuando intercambiaste mirada con Tu Jesús.
4.- Imprimo mis besos de amor en cada desgarro que sentiste en Tu Corazón por cada caída de Jesús para sanarlos.
5.- Te amo y te agradezco por darle a Jesús el mayor de todos los consuelos al fundirte en El y continuar lo mismo
que El obraba en Su interior (extracto Tomo 6. 17 Dic. de 1903) a lo largo del Camino al Calvario.
6.- Te amo y te agradezco por Tus súplicas para obtener del Padre el consuelo de Simón de Cirene y de Verónica.
7.- Te amo y te agradezco porque a imitación de Tu Hijo, cargaste en perfección Tu inmensa Cruz a lo largo de toda
Tu vida por nosotros.
3. Oración: Majestad Suprema, como tu pequeño niño vengo sobre Tus rodillas Paternas para ofrecerte todo lo que
nuestra Santísima Madre sufrió en este cuarto dolor, junto con mis actos de amor reciproco, de agradecimiento y
de consuelo hechos en nombre de todos. Con este ofrecimiento y unido a nuestra Madre Dolorosa, imploro
misericordia, salvación y santificación para cada criatura, el rápido y completo triunfo de la Divina Voluntad en la
tierra, y su rápido y completo triunfo en mí. Amen.
QUINTO DOLOR – LA CRUCIFIXION Y MUERTE DE JESUS.
“Quien crucifica sus sentidos por amor de Mi Crucifixión, y trata de copiar en si las virtudes de Mi Crucifixión, participa
del quinto.” (Meditaciones de los Dolores de María tomado del Volumen 6, Sept. 17, 1905.)
Ave María…
1.- Te amo y te consuelo, oh Madre Dolorosa, en el horror que sentiste al ver a Tu Purísimo e Inocentísimo Hijo
despojado de Sus vestiduras frente a la multitud.
2.- Te amo y te agradezco por ofrecer Tu velo para cubrir Su desnudez.
3.- Imprimo mis besos de amor y de consuelo sobre Tus oídos para consolarte mientras oías el sonido de los clavos.
4.- Te amo y te agradezco por Tu fidelidad a la Voluntad de Dios, que si así lo hubiera requerido la Divina Voluntad,
Tu misma lo hubieras clavado a la Cruz.
5.- Te amo y te agradezco por unirte a la oración de Jesús: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
6.- Te amo y te agradezco por ofrecerte como víctima con Jesús por nosotros.
7.- Te amo y te agradezco por aceptarnos – los que crucificamos a Tu Hijo – como hijos tuyos según las palabras de
Jesús: «Mujer, aquí tienes a tu hijo».
Oración: Majestad Suprema, como tu pequeño niño vengo sobre Tus rodillas Paternas para ofrecerte todo lo que
nuestra Santísima Madre sufrió en este quinto dolor, junto con mis actos de amor reciproco, de agradecimiento y
de consuelo hechos en nombre de todos. Con este ofrecimiento y unido a nuestra Madre Dolorosa, imploro
misericordia, salvación y santificación para cada criatura, el rápido y completo triunfo de la Divina Voluntad en la
tierra, y su rápido y completo triunfo en mí. Amen.
SEXTO DOLOR – EL DESCENSO DE LA CRUZ DEL CUERPO DE JESUS.
“Quien esta en continua actitud de adorar, de besar Mis Llagas, de reparaciones, de agradecimientos y mas, a nombre
de todo el genero humano, es como si me tuviera en sus brazos, como me tuvo Mi Madre cuando fui depuesto de la
cruz, y participa del sexto dolor.” (Meditaciones de los Dolores de María tomado del Volumen 6, Sept. 17, 1905.)
Ave María…
1.- Imprimo mis besos de amor y consuelo, oh Madre Dolorosa, en la perforación que sufrió Tu Corazón cuando el
Corazón de Jesús fue traspasado por la lanza.
2.- Imprimo mi te amo y te consuelo en cada una de las nuevas heridas de Tu Corazón cuando recibiste el Cuerpo
destrozado de Tu Hijo en Tus brazos y contemplaste cada una de Sus Llagas.
3.- Imprimo mi te amo en Tus dedos para ayudarte a remover la cruel corona de espinas.
4.- Imprimo mi te amo en Tus lagrimas para ayudarte a lavar con ellas cada una de Sus Llagas.
5.- Imprimo mi te amo en cada uno de Tus íntimos recuerdos entre Tu y Jesús que ahora te pasan por Tu mente,
para aminorar el dolor.
6.- Te amo y te agradezco por tomar las almas completamente heridas por sus pecados en Tus brazos, y sanarlas
con las Llagas de Jesús y Su Preciosísima Sangre.
7.- Imprimo mi te amo y te consuelo en las voces de los discípulos que te expresaron la necesidad de trasladarse al
sepulcro.
Oración: Majestad Suprema, como tu pequeño niño vengo sobre Tus rodillas Paternas para ofrecerte todo lo que
nuestra Santísima Madre sufrió en este sexto dolor, junto con mis actos de amor reciproco, de agradecimiento y de
consuelo hechos en nombre de todos. Con este ofrecimiento y unido a nuestra Madre Dolorosa, imploro
misericordia, salvación y santificación para cada criatura, el rápido y completo triunfo de la Divina Voluntad en la
tierra, y su rápido y completo triunfo en mí. Amen.
4. SEPTIMO DOLOR – LA SEPULTURA DE JESUS.
“Quien se mantiene en Mi gracia y me corresponde, y no da a ninguno otro albergue en el propio corazón sino a Mi
solo, es como si me sepultara en el centro del corazón, y participa del séptimo.” (Meditaciones de los Dolores de María
tomado del Volumen 6, Sept. 17, 1905.)
Ave María…
1.- Te amo y te alabo, oh Madre Dolorosa, en tener la fuerza de dejar a Jesús en el Sepulcro por haber dejado todo
Tu ser sepultado en El y tomado para Ti Su Vida, Sus dolores. (Extractos de la Hora Vigésima Tercera de Las Horas
de la Pasión: de 4pm a 5pm).
2.- Te amo y te agradezco por besar Su Sagrada Cabeza y tomar sobre Ti Sus espinas, Sus afligidos y ofendidos
pensamientos.
3.- Te amo y te agradezco por besar Sus ojos ya apagados y tomar sobre Ti Sus lágrimas y la amargura de las
miradas de las ofensas de las criaturas.
4.- Te amo y te agradezco por besar Su Santo Rostro, y tomar sobre Ti las bofetadas, los salivazos, los desprecios y
todo lo que El sufrió sobre Su Santo Rostro.
5.- Te amo y te agradezco por besar sus labios y tomar sobre Ti la amargura de la hiel, Su sed ardiente, Sus
reparaciones y oraciones.
6.- Te amo y te agradezco por besar las Llagas de Sus manos y pies y tomar sobre Ti todo lo que El sufrió en ellos
para correr en busca de todos los pecadores y arrancarlos del infierno.
7.- Te amo y te agradezco por besar Su Corazón traspasado y tomar sobre Ti Su amor rechazado por tantas
criaturas, Sus tantísimos deseos ardientísimos no realizados por la ingratitud de ellas, y los dolores y heridas que
traspasan ese Corazón y que te tendrán toda Tu vida crucificada.
Oración: Majestad Suprema, como tu pequeño niño vengo sobre Tus rodillas Paternas para ofrecerte todo lo que
nuestra Santísima Madre sufrió en este séptimo dolor, junto con mis actos de amor reciproco, de agradecimiento y
de consuelo hechos en nombre de todos. Con este ofrecimiento y unido a nuestra Madre Dolorosa, imploro
misericordia, salvación y santificación para cada criatura, el rápido y completo triunfo de la Divina Voluntad en la
tierra, y su rápido y completo triunfo en mí. Amen.
ORACION FINAL: Con estas Tres Aves María, te agradezco, querida Mama, en nombre de todos Tus hijos, por los
océanos de lagrimas que has derramado por nuestra causa, y te pido que derrames una de Tus Lagrimas sobre los
Obispos, Sacerdotes y religiosos y todo el clero, para que los ayudes en:
1.- Abrazar la pobreza a la que han sido llamados. Ave María…
2.- Abrazar la castidad a la que han sido llamados. Ave María…
3.- Abrazar la obediencia a la que han sido llamados. Ave María…
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La Santísima Virgen María manifestó a Sta. Brígida que concedía siete gracias a quienes diariamente le honrasen
considerando sus lágrimas y dolores y rezando siete Avemarías:
• Pondré paz en sus familias.
• Serán iluminados en los Divinos Misterios.
• Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
• Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la
santificación de sus almas.
• Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su
vida.
• Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte; verán el rostro de su Madre.
• He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean
trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados,
y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.
"...la Llama de Mi Corazón con gusto rodea al alma que medita sobre Mi Pasión y Muerte. Y quienes
meditan sobre los Dolores de Mi Madre, encuentran Mi favor." Jesús