Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
República bolivariana de venezuela
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
INSTITUTO UNIVERSITARIO TECNOLÓGICO “ANTONIO JOSÉ DE
SUCRE” EXTENSIÓN MÉRIDA
MERIDA-EDO.MERIDA
MATEMATICA FINANCIERA
Integrantes
Jennifer Rojas Guerrero
C.I 26.376.994 #71
Michelle Godoy Espejo
C.I 26.021.644 #84
SAIA
Matemática Financiera
2. INTRODUCCION
Una acción paga dividendos y también eres parte dueño de la
compañía; un bono es solamente un préstamo a la corporación. El dueño
de un bono no le da derechos en la compañía ni puede beneficiarse de
las ganancias. Una gran diferencia entre las dos es que como las
ganancias no son garantizadas el dueño de una acción puede que no
gane dinero de esa acción que tiene. Sin embargo bonos pagan interés al
dueño del bono ya sea por trimestre, semi-anual, anual, etc. Y a menos
que la compañía se declare en bancarrota, el dueño del bono es
garantizado sus pagos de interés. En caso de una bancarrota, los dueños
de bonos tienen prioridad en cobrar por encima de los dueños de
acciones. Primero se les paga a los dueños de bonos y de lo que sobre a
los accionistas. Bonos se consideran inversiones más seguras que las
acciones en cuanto que tienen prioridad en liquidez. Recuerden que
mientras más grande el riesgo más grande las ganancias. Como los
bonos son más seguros, la ganancia de un bono es menos que una
acción. Pero hay que tener en mente que una acción puede que nunca
gane dinero.
3. Es muy importante conocer las diferencias entre bonos y acciones,
porque realmente son dos activos totalmente diferentes. En finanzas,
tanto el bono como la acción se consideran activos financieros. Cuando
compramos un bono entregamos una cantidad de dinero (el capital de la
operación) a la entidad emisora del bono que se compromete a
devolvérnosla al final del plazo establecido junto a un tanto por ciento de
interés (el beneficio que obtendremos de esta operación). La empresa
emite esa deuda a través de bonos para que pueda comprarla el público
general, por lo que emitir bonos suele ser exclusivo de grandes empresas.
En cambio, una acción, representa una parte alícuota del capital
social de una Sociedad Anónima. Al adquirir acciones estamos
obteniendo la categoría de socio, contrayendo unos derechos y
obligaciones. Nuestra capacidad de decisión irá en función del porcentaje
del capital social que representen nuestras acciones. Si la empresa
obtiene beneficios podremos participar de ellos mediante los dividendos
percibidos.
Comprar un bono es ofrecerle un préstamo a la compañía que lo
emite. Desde el punto de vista del emisor del bono, la cantidad prestada
se sitúa en el pasivo, porque es deuda. Mientras que con las acciones,
estamos adquiriendo parte de la sociedad y nos convertimos en socios,
por lo que para la empresa el capital invertido en acciones se sitúa en su
capital social, dentro del patrimonio neto, al ser el capital desembolsado
por los dueños de la compañía, los socios.
Los bonos, por su parte, son instrumentos financieros que reportan
un derecho de cobro para su tenedor. Su posesión no conlleva ni derecho
a voto ni tampoco poder sentarse en el consejo de administración.
Representan la deuda de la compañía, que utiliza estos instrumentos para
financiarse en los mercados de capitales. Los bonos pueden cotizar en el
4. mercado de renta fija, aunque no siempre. Los particulares, como las
acciones, pueden comprarlos y contratan una rentabilidad a vencimiento,
es decir, invierten en la deuda de la compañía a cambio de un interés
pactado previamente, por lo que el tenedor conoce de antemano el
beneficio que obtendrá, un hecho que no ocurre con las acciones. En un
panorama de tipos bajos, los bonos suelen ofrecer una rentabilidad baja,
ya que a las empresas les cuesta menos encontrar crédito y financiación.
No obstante, si el mercado de crédito pasa por problemas, como se ha
visto durante esta crisis, la rentabilidad de los bonos se dispara. En el
mercado, cuanto menor es el precio del bono mayor es su rentabilidad, y
viceversa. La relación entre precio y rentabilidad es inversa. La empresa
emisora de los bonos está obligada a hacer frente al pago de los mismos
en la fecha convenida. Como ocurre con las acciones y en general con
cualquier tipo de activo para la inversión, es prioritario para el futuro
inversor conocer el terreno en el que va a dejar su capital. Conocer y
comprender las cuentas de la compañía, el sector al que pertenecen y las
perspectivas que deparan son fundamentales. Y es que, rentabilidades
pasadas no son garantía de rentabilidades futuras. Dentro de los bonos y
acciones hay determinadas características. Hay acciones que no tienen
derecho de voto, y bonos que son convertibles en acciones, es decir, que
en vez de recibir un dinero contante y sonante se pueden recibir acciones
de la compañía al vencimiento.
Bonos y acciones ofrecen al inversor distintas formas de obtener
rendimientos. En las acciones está desde la propia subida de la
cotización, lo que se denomina plusvalía, que es la diferencia positiva que
se obtiene al comprar una acción y venderla más cara, hasta los
dividendos, el mecanismo por el que las empresas reparten sus
beneficios entre los accionistas. Hay otras formas de remuneración como
las ampliaciones de capital gratuitas y sin aportaciones dinerarias, una
5. fórmula que utilizan algunas empresas por sus beneficios fiscales.
También existe el pago de la prima de asistencia a Junta, que se utiliza
para garantizar el 'quórum' necesario para poder celebrar una junta de
accionistas y que normalmente las empresas utilizan para lograr el apoyo
del capital social. En los bonos funcionan dos componentes a la inversa.
El precio y la rentabilidad. A mayor precio menor rentabilidad y viceversa.
Los estados o empresas lanzan sus emisiones en el mercado de primario,
el de subasta. Una vez colocada la emisión esta empieza a cotizar en el
mercado secundario. En la subasta se paga el principal, identificado con
el 100 -100% del precio-, y el cupón, la rentabilidad. Cuando empieza a
cotizar si hay mucha demanda sube el precio, por encima de 100, y baja
la rentabilidad. Esto suele ocurrir con las emisiones de mucha calidad que
cotizan con rentabilidades más baratas para beneficio de sus emisores