El uso de plantas medicinales se remonta a la prehistoria y fue una de las formas más extendidas de medicina en todas las culturas. Originalmente estaba ligado a creencias mágicas, aunque hoy en día la ciencia ha explicado los principios activos responsables de los efectos biológicos. La industria farmacéutica moderna se ha basado en estos conocimientos científicos para sintetizar moléculas análogas a las presentes en plantas, muchas de las cuales forman parte de medicamentos como la aspirina.