2. “¡ Ya cállate mamá/papá!
Me vale con lo que me
castigues.”
Qué
hago!!!
3. Situaciones que se relacionan
con los límites:
Los papás/mamás les tenemos miedo a los
hijos/hijas.
Hoy en día, cuando un papá/mamá pone límites,
es el único raro.
Ya no les puedo contar hasta tres…llegas a tres y
¿qué haces?
No sé que más quitarle, y no le importa.
Si me levanta la mano, en lugar de darle miedo a
él/ella me da miedo a mí.
Me hace salirme de mi, he dicho y hecho cosas de
las que me arrepiento.
4.
5. Tener en casa un adolescente rebelde, enojado y
retador, es como estar en medio de la guerra y
no tener un arma. Las preguntas que nos
hacemos son:
o ¿Sirven los límites?
o ¿Cómo se ponen las reglas?
o ¿Cómo pongo límites y hablo
de las consecuencias?
o ¿Se deben dar premios?
o ¿Los castigos son buenos o malos?
o ¿Qué hago si ya lo intenté todo?
6. Los límites no sólo son
necesarios, sino que son
esenciales para poder educar y
llevar la vida de un adolescente.
¿SIRVEN LOS LÍMITES?
7. Cuando hay límites bien puestos
y claros, los/las adolescentes se
sienten seguros y saben que
están pisando un terreno firme.
8. Cuando tienen límites, tienen
una referencia y eso es lo que
necesitan para crecer y
madurar.
9. ¿CÓMO PONGO REGLAS?
Poco a poco los expertos han mejorado las
formas de poner Límites.
Poner Límites tiene que ver con las
generaciones en particular (Generación Y).
Es importante NO llenarlos de reglas.
Es mejor tener pocas reglas, pero que sean
generales, claras y basadas en valores.
De esta manera están justificadas.
10. ¿CÓMO PONGO REGLAS?
1. Hacerles ver que estás de su lado.- Háblale con
AMOR cuando pongas las reglas y hazle ver que en
realidad los quieres. Evita el :“Lo hago por tu bien”.
2. Imparcialidad.- A los adolescentes les importa,
sobremanera, que las cosas sean JUSTAS. En vez de
poner muchas reglas, háblale de las consecuencias de
sus actos.
3. Aclara al mismo tiempo reglas y consecuencias.-
Si haces esto, la cosas cambian por completo. Es
como si le dijeras “Si haces esto, va a suceder esto
otro”. Así, desarrolla la responsabilidad de sus actos.
11. ¿CÓMO PONGO REGLAS?
4. Deben ser específicas.- No es lo mismo: “No se te
vaya a ocurrir hacer una fiesta ahorita que me voy al
Congreso” que “No quiero a NADIE en la casa”. Mi hijo/a
NO piensa lo mismo que yo. No se vale decirle: “Es que
yo pensé que me habías entendido…”Si dejas la
consecuencia CLARA, no hay necesidad de discutir horas
y horas con él/ella.
5. Dar libertad.- Es importante dejar que tu hijo/a
tome sus decisiones. Deben conocer cada opción
analizarla y decidir. La libertad de elección es
importantísima en la adolescencia. Hay que confiar en
que tomen la mejor decisión y si se equivocan, eso
también es un aprendizaje. Cuando lo que está
decidiendo es peligroso, debes cortar esa libertad.
12. ¿CÓMO PONGO LÍMITES Y
HABLO DE LAS
CONSECUENCIAS?
Las consecuencias no sirven si no las cumples.
Las consecuencias son la herramienta más
importante que hay para modificar la conducta, si
las aprendemos a manejar (y hacer cumplir),
tenemos la mitad del camino ganado.
Utiliza consecuencias NATURALES al problema
porque, de esta manera, la consecuencia es lógica
y no parece un castigo. Por ejemplo: “La ropa que
se lava en esta casa es la que está en el bote de la
ropa sucia. Si la dejas tirada en tu recámara, NO
se va a lavar”. La consecuencia es “No tener ropa
limpia”.
13. ¿FUNCIONAN LOS PREMIOS ?
La respuesta es sí, pero el problema es que funciona a
corto plazo y en realidad, no educa.
Cuando premias a tu hijo/a por hacer algo, después actúa
sólo por el premio. No aprende el verdadero valor de la
acción.
Cuando premias a tu hijo/a lo único que consigues es
disminuir su iniciativa y motivarlos sólo si va a haber un
premio de por medio.
Tampoco se trata de no reconocerlos y no motivarlos, pero
frente a todo esto, logramos un mejor resultado si los
reconocimientos son verbales y afectivos.
Cuando quieras regalarle algo a tu hijo/a, se vale, pero
porque lo quisiste hacer, no por un intercambio de cierta
acción en específico.
14. ¿FUNCIONAN LOS CASTIGOS?
Aunque es mucho más difícil quitar los castigos que los
premios, es necesario porque causan el mismo efecto que
los premios: “Hago esto sólo para que no me castigues,
¡pero la neta, me vale!!!”.
Más que quitarlos, hay que transformarlos en consecuencias.
No puedes castigar a tu hijo/a con algo que no tiene nada
que ver con lo que hizo, porque no tiene relación y no
entiende el castigo. Por ejemplo: Mi hijo se enojó conmigo
y azotó la ventana y rompió el vidrio. Castigo = No puedes
ver a tus amigos VS Consecuencia = Tienes que pagar el
vidrio con tus ahorros o con la mitad de tu domingo durante
un mes.
15. LOS TRES NIVELES DE FALTAS
DE LOS ADOLESCENTES
1 2 3
• No contestar.
• El famoso
“¡Aaaasssh!”.
• Tronar los labios.
• No ver a los ojos
mientras les
hablas.
• Resoplidos.
• Poner “carota”.
• Tener su cuarto
tirado.
• Andar sucio/a.
• Hablar con
groserías.
• Los permisos.
• Las salidas.
• Las horas de
llegada.
• ¿Con quién vas?
• ¿A dónde vas?
• ¿Quién va por ti?
• ¿Cómprame esto?
• Eres la única
mamá/papá que
no me dejó ir.
• No quiero
estudiar!!!
• ¿Me das más
dinero?
• Faltas de respeto
directas.
• Problemas serios
en la escuela.
• Abuso del dinero
y confianza con la
familia.
• Abuso de drogas.
• Robo, vandalismo
y delincuencia.
• Promiscuidad y
prostitución.
16. NIVEL 1
Cuando discutimos por estas
cosas, nos metemos en un
remolino que no tiene salida.
NO te enganches.
Ejemplo:
- Carlos, cuando termines de
comer lava tus trastes.
-Aaassh.
-Gracias hijo.
¡¡Aaassh!!
17. Nivel 2
Este nivel es el más difícil porque
tenemos que aprender a negociar.
Para educar a un adolescente es
necesario ceder, ser flexible y negociar.
Cuando controlas TODO, asfixias y
sofocas a tu hijo/a.
Ejemplo:
-Hija, ¿quién es Alfredo?
-Mi novio.
-Se ve que es buena persona, invítalo a
la casa para conocerlo.
-Sí papá/mamá
-Si vas a tener novio las reglas son las
siguientes…
18. NIVEL 3
Cuando tu hijo/a cae en
este tipo de faltas, hay que
actuar pronto. Hay que
buscar la ayuda de
especialistas.
La mayoría de estos
problemas pueden ser de
vida o muerte.
19. OCHO PUNTOS BÁSICOS
PARA QUE FUNCIONEN LAS
REGLAS Y LAS
CONSECUENCIAS
1. Deben ser creadas previamente y explicadas al
adolescente.
2. Deben ser específicas para cada hijo/a.
3. Deben ser razonables y justas (que se cumplan sin
ser desproporcionadas).
4. Deben ser aplicadas inmediatamente.
20. 5. Si comete la falta, debes aplicar la consecuencia,
cueste lo que cueste. De lo contrario, no educas, lo
acostumbras a no tomarte en serio.
6. Deben ser revisadas periódicamente. Después de
seis meses aproximadamente, el adolescente cambia
sus intereses y le deja de importar tu consecuencia.
7. Que las consecuencias no sean cosas vitales o
importantes para su desarrollo. Por ejemplo el dinero,
deporte, curso, etc.
8. Que no afecte a otros. Por ejemplo, si le quitas el
celular por su adicción a las redes sociales, cómprale
un celular sencillo para tener contacto con él.