1. Lucía de la Fuente, Gustavo Gallino, Juan Marra y Anja Torres
Petrobras aún indecisa; Página 14, sección 02; El Observador; Sábado 18 de abril de
2009
El Observador utiliza como fuente testimonial los comentarios del presidente de la
compañía brasilera Petrobras, José Sergio Gabrielli, pero no se sabe dónde hizo esos
comentarios ni a quién. La noticia comienza diciendo que el presidente reafirmó esta
semana el interés en ampliar la presencia de la compañía en diferentes países y nada
más. A lo largo de toda la nota sucede lo mismo, se habla de los comentarios,
afirmaciones, indicaciones de Gabrielli, pero no se dice a quién ni dónde los hace. Casi
al final dice: “según informaron este mes dirigentes de ANCAP…” Probablemente se
sepa quiénes fueron los dirigentes de ANCAP que hicieron esas declaraciones, pero
aquí no los nombra. No hay evidencia de chequeo de información (no quiere decir que
no haya habido, sólo que no está explícito). Al final de la noticia se ve que el Diario usó
como fuente a la agencia de noticias EFE, a partir de esto se supone que el testimonio de
Gabrielli fue dado o recogido por esta.
Un concierto que no tiene paz; Página 15, sección 02; El Observador; Sábado 18 de
Abril de 2009
La nota comienza diciendo que el diario no se pudo contactar con el organizador del
evento sobre el cual trata la nota. Relata las palabras del contestador automático. Cita
varias veces a los "organizadores" del evento, pero no cita nombres (sólo indica que Vip
Entertainment es la organización a cargo del Concierto por la Paz y la Tolerancia).
Tampoco dice cuándo ni a quién se dijeron las cosas que cita. La información que
utiliza para la nota podría ser de la página web del Concierto, ya que aparece la
dirección de esta en un recuadro de la nota. Tampoco hay evidencia explícita de
chequeo de información.
El monstruo de Zimbabue
(http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/04/17/hepatitissida/1239991918.html)
Es un reportaje sobre la epidemia de cólera y sida que hay en Zimbabue. Se utilizan
muy bien las fuentes testimoniales, con nombre, apellido y edad: cuatro jóvenes
africanos que sufren la enfermedad. Sus testimonios son el centro del artículo. Otra
fuente testimonial bien utilizada es el coordinador general de la ONG Médicos Sin
Fronteras en Zimbabue. Hay una fuente documental, un “reciente informe” (no se dice
cuándo se publicó o algún otro dato sobre él) que realizó Médicos Sin Fronteras. La
fuente es muy buena, y es de dónde se suponen salen todos los números que hay en la
nota, que no siempre se dice de dónde salieron. No se utilizan fuentes anónimas. La
verificación no es evidente. Parece que sólo se basaron en los datos de Médicos Sin
Fronteras.
'Señora, no me mande al 'súper', que me detienen'
(http://www.elmundo.es/elmundo/2009/04/19/espana/1240164962.html)
Es un reportaje sobre inmigrantes en España. Comienza con una escena, en la que una
“mujer” inmigrante (así se la cita) casi es arrestada en un supermercado. No se dice
quién proporcionó la información de este hecho. Después hay siete fuentes
2. testimoniales: el ministro del Interior, un portavoz de la Coordinadora de Inmigrantes de
Málaga, el secretario de la Asociación Paraguaya de Marbella, una integrante de la
Asociación Boliviana Intercultural (no queda claro si tiene algún cargo), el responsable
en Alicante de la Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados en
España, la coordinadora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado en la
Comunidad Valenciana, y una integrante de Ferrocarril Clandestino. La fuente
documental que se usa es “una carta abierta del Centro de Acción Social San Rafael”.
No hay indicios de verificación. La fuente gubernamental está desactualizada, es de
hace dos meses. Sólo se muestra lo que dicen los inmigrantes y sus colectivos.
Conclusiones:
En las notas de El Observador se aprecian dificultades para la cita de fuentes, las cuales
ni son del todo claras, ni dan indicios de una verificación correcta de las mismas.
En el caso de El Mundo las fuentes sí están especificadas aunque no se puede establecer
si hubo verificación. Lo más notable es la diferencia en el tratamiento de fuentes
testimoniales, que en el caso de El Mundo es mucho más específica (citan nombre,
apellido y cargo) que en El Observador, que solo se limita a citar dirigentes u
organizadores.