1. ERNESTO EL APRENDIZ DE MATEMAGO
Datos bibliográficos:
-autor: Jose Muñoz Santoja
-editorial: Nivola. Colección El Rompecabezas
-año de publicación: 2003
-nº de hojas: 160
-ISBN: 84-95599-53-8
Reseña:
Ernesto es un es un alumno de educación secundaria que no se le da muy bien
las matemáticas. Sin embargo un día llega a las manos del mago Minler, el cual a través de juegos,
trucos de magia con dados y cartas etc, le va a llegar el gusto por las matemáticas y se dará cuenta
que debajo de estos trucos se encuentra el álgebra.
Conclusión personal:
El libro es muy útil, ya que te da a conocer una serie de estrategias o formas
de poder encandilar a los alumnos en el maravilloso mundo de las matemáticas, ya que estas son
maravillosas. Por otra lado, te das cuenta de que el álgebra y las matemáticas en general se
encuentran en todo lo que nos rodea y que sin ellas no seríamos capaces de vivir como lo hacemos
hoy en día.
2. GUÍA PARA EL MAESTRO DE LA SESIÓN DE PSICOMOTRICIDAD
La sesión de psicomotricidad consiste en la lectura, por parte del maestro, del cuento
titulado “La maravillosa historia del Mago Culebrín” a la vez que los niños tienen que realizar una
serie de actividades, que a continuación voy a citar:
-Imitación de los sonidos que realizan los diferentes animales del circo.
-Se colocan aros de colores (rojo, amarillo, verde y azul) y cuando el maestro cita alguno de
esos colores los alumnos tienen que ir corriendo y meter un pie dentro de ellos.
-En el momento que el mago pida 2 voluntarios, los alumnos se colocan de dos en dos, es
decir, en parejas.
-Formando un gran círculo, empezamos sentido de las agujas del reloj, al mismo tiempo que
decimos los números.
-Con los aros colocados en el suelo, los niños tienen que pegar tantos saltitos entre aros
como el numero del día en que estamos.
-Para finalizar, todos en coro, cantamos “la canción de los números” realizando la mímica
correspondiente, dependiendo del número que sea.
Objetivos que se pretenden conseguir:
-Asimilación e interiorización del concepto de número e introducción al sistema horario y al
calendario.
-Discriminación auditiva.
-Perfeccionamiento de los diferentes colores.
-Equilibrio estático y dinámico, junto al esquema corporal y la lateralidad.
-El ritmo, la musicalidad, la memoria etc.
3. LA MARAVILLOSA HISTORIA DEL MAGO CULEBRÍN
Un día, llegó un circo a la ciudad, en el había muchos animales de todas las clases:
leones que rugían, burros que rebuznaban sin cesar, elefantes con sus largas trompas que emitían
unos sonidos que se escuchaban a kilómetros de distancia y los mugidos de las vacas lecheras
traídas de unas montañas con un nombre muy raro. Muchos payasos vestidos con trajes llenos de
colores: rojo, amarillo, verde y azul. Unos trapecistas y malabaristas que hacían grandes
espectáculos en el aire. Y por último, una persona que tenía una barba larguísima de color blanco,
un enorme sombreo azul que casi llegaba al cielo, era el MAGO!!!. Pero no era un mago
cualquiera, ¡era un mago que hacía magia con números!
El Mago, que se llamaba Culebrín, cada noche en su actuación les explicaba al
público que los números se encontraban en todas partes. La gente no se lo podía creer, pero el Mago
Culebrín seguía insistiendo. El mago mandó salir a 2 voluntarios del público, 1 niño y 1 niña. Y así
fue, salieron los voluntarios. El mago explicó que había necesitado la ayuda de los números para
poder pedir voluntarios y poca gente empezó a aplaudir. Culebrín les pregunto a los niños que qué
llevaban puesto en la muñeca izquierda, y ellos respondieron: un reloj. “¡¡Un reloj!!-exclamó el
mago. Otro lugar donde hay números. El mago les mando decir en alto los números que aparecían
en sus relojes, al mismo tiempo que les mandaba dar vueltas en círculos. Los voluntarios empezaron
a decir los números: 1-2-3-4-5-6-7-8-9-10-11-12. Muy bien-les dijo Culebrín. Les explicó que
sucedía lo mismo con los calendarios, que los meses se dividían en días. ¡La gente no se lo podía
creer, cada vez estaba más alucinada de los descubrimientos que les mostraba el mago y no dejaban
de aplaudir!
Para finalizar la actuación, Culebrín siempre utilizaba la misma canción, para que los más pequeños
disfrutaran mogollón:
El cero es una rosca que dice “cómeme”
Si tú no te la comes, yo lo voy a coger
El uno es un soldado con una gran nariz
Parece resfriado, amén, Jesús, hachís.
El dos es un patito, nadando en una charca
Persigue a mamá pata porque se le escapa
El tres es un gusano que trabaja en el circo,
Baila sobre su cola, intentando dar un brinco
El cuatro es una silla que han puesto boca abajo
Si tú quieres sentarte, te va a costar trabajo
El cinco un policía un poquito barrigón
Lleva puesta una gorra para que no le dé el sol
El seis es una guinda vestidita de rojo
4. Con un rabito largo por donde yo la cojo
El siete es un camino que no tiene salida
El coche gira y gira y se aburre enseguida
El ocho son las gafas de la abuela Lulú
Se las dejo olvidadas, ¿Se las devuelves tú?
El nueve es un globito que se ha comprado Juan,
Y como lo ha perdido llora y llama mamá