3. Los mejores créditos, los mejores préstamos, los mejores
créditos personales o hipotecarios son los que mejor
se adapten a sus necesidades.
4. Las necesidades del consumidor, del
usuario, del prestatario, se han convertido en
el auténtico motivo de los nuevos productos
financieros, especialmente créditos personales
y préstamos al consumo, diseñados por las
diferentes entidades financieras.
5. La finalidad primordial de todos los
créditos que deseen alcanzar unos de los
mejores rangos en la fidelización de
clientela es conseguir adaptarse, casi cómo
una segunda piel, a las necesidades de los
usuarios.
6. Es cierto que antes de formalizar los créditos es conveniente analizar, entre
las diferentes ofertas, una serie de elementos que pueden servir para
diferenciar unos créditos de otros, así tendríamos que tomar en
consideración:
7. •TAE •Cuotas totales de amortización.
•Tipo de Interés nominal. •Gastos de formalización.
•Interés fijo o variable. •Comisiones Bancarias de estudio y otras.
•Interés mixto. •Posibles penalidades por amortización
•Períodos de carencia o gracia anticipada de los créditos.
•Número de cuotas anuales de •Gastos por no disposición.
amortización. •Necesidad de avalistas.
•Período total de amortización •Necesidad de constituir garantías hipotecarias.
•Tipo de cuotas de liquidación: fijas, •Posibles bonificaciones fiscales por los pagos de
progresivas, regresivas. los créditos.
8. Pero una vez conocidas estás, y aún otras, características
de los créditos a formalizar, es frecuente encontrarse con
que las posibilidades de análisis excedan a nuestra
capacidad, de manera que la elección del préstamo nos
lleva a una duda fundada: ¿Cuáles son los mejores
créditos?
9. De ahí que ante la avalancha de
información sea muy importante
atender a la TAE de la operación, y, a
partir de ahí, priorizar lo que interesa
más al usuario (número de cuotas
anuales, plazo de tiempo, para en
función de esas necesidades, llegar a la
conclusión personal de cuál es el mejor
crédito, aplicable a nosotros mismos.
10. Así, por ejemplo, puedo ceder unas
centésimas en el importe de la TAE o del
interés nominal, a cambio de obtener
unas cuotas mensuales más bajas o
mayor número de amortizaciones
anuales, porque ello responde a mis
necesidades financieras, atendidas las
distribuciones temporales de mis
ingresos.
11. Así podemos afirmar que no existen los mejores créditos, ni
los mejores préstamos, sino que cada uno debe
encontrar, en función de sus intereses, necesidades y
disponibilidades, sus mejores préstamos o sus mejores
créditos personales.
12. Esto fue todo
Te esperamos en cybercredito.com
¡Gracias por tu Atención!