TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
HABILIDADES PARA LA VIDA
1. HABILIDADES PARA LA VIDA
Las habilidades para la vida hacen referencia a un enfoque
psicoeducativo formado por la organización mundial de la salud con la
finalidad de promover el desarrollo personal, la inclusión socio laboral y la
prevención de riesgos psicosociales. (EDEX, 2015). Esta perspectiva
nace al tomar en consideración la importancia de desarrollar las destrezas
necesarias, principalmente en los jóvenes, para enfrentar los enormes
desafíos y presiones del mundo contemporáneo. Para su desarrollo también
fueron consideradas las conductas de riesgo, así como conductas excesivas.
Es por esto que dentro de la conceptualización de Habilidades para la Vida
es imprescindible tomar en cuenta la adolescencia en sus distintas etapas
(temprana, intermedia, tardía), para de esta forma fortalecer la comunicación
y responder a las preguntas “¿cómo vivir con mi sociedad?”, “¿cómo manejar
mis emociones?”
Basados en esto, podemos establecer que las habilidades para la vida
se encuentran conformadas por un grupo genérico de destrezas
psicosociales que le facilitarán al individuo enfrentarse con éxito a los
desafíos y exigencias del día a día. La organización sin fines de lucro, EDEX,
(Educar para vivir, educar para convivir), establece que HPV asume que el
desarrollo integral de niños, niñas y jóvenes, así como la prevención de
problemas psicosociales, requiere la adquisición de competencias y
habilidades específicas a nivel físico, psicológico, social, cognitivo, moral y
vocacional.
Es por esto que este enfoque se encuentra sustentado por distintas
teorías del desarrollo y del aprendizaje. De la Teoría del desarrollo del niño y
2. del adolescente se toman en cuenta los complejos cambios que ocurren
desde la infancia hasta la adolescencia, englobando los biológicos, los
sociales y los cognitivos. Las habilidades específicas tratadas en los
programas de habilidades para la vida forman parte de los factores internos
que ayudan a los jóvenes a responder ante la adversidad, y son los rasgos
que caracterizan a los jóvenes resistentes, es por esto que la Teoría de
resiliencia y riesgo se encuentra tan relacionada con este enfoque.
Por su parte, la Teoría del Aprendizaje Social tiene mucha influencia,
en este sentido, la enseñanza de las habilidades para la vida requiere
reproducir los procesos naturales por los cuales los niños aprenden
conductas (modelos, observación, interacción social). Entre otras podemos
mencionar la Teoría de la Influencia Social, el enfoque HPV reconoce que
los niños y adolescentes bajo presión, se involucrarán en conductas de
riesgo. La presión social incluye; presión de los pares, modelos de padres y
medios de comunicación. Habilidades para la vida reconoce que la falta de
las mismas para resolver problemas está relacionada con conductas sociales
insuficientes. Enseñar habilidades para la resolución de problemas
interpersonales en las etapas tempranas del desarrollo es sumamente
efectivo (OPS, 2001).
Por su parte, la Teoría de la Psicología Constructivista establece que
el proceso de aprendizaje ocurre a través de la interacción social con el
aprendizaje de los pares o grupos, el desarrollo de habilidades para la vida
en adolescentes, como cualquier otro proceso de aprendizaje, se encuentra
lleno de creencias y valores culturales. El desarrollo de las habilidades por
medio de la interacción socio cultural e individual puede llevar a cambios
tanto en el individuo como en el medio en el que se desenvuelve (Mantilla, L.
2002).
3. La Psicología cognitiva, a su vez, aporta a través de sus teóricos otra
visión que hace crecer más aún este enfoque, pues, Vygotsky, propuso que
los nuevos niveles de conocimiento comienzan a un nivel interpersonal:
originalmente entre el niño y el adulto, y luego a través de una interacción
social continua. Él conceptualizaba que la distancia entre la etapa actual y el
potencial de desarrollo de un niño está determinada por su capacidad para
resolver problemas al trabajar solo, en comparación con su interacción con
adultos u otros pares más capaces (Newman y Newman, 1998; Vygotsky,
1978). Visto desde esta perspectiva, el ambiente social tiene una fuerte
influencia sobre la estructura del pensamiento propio, y las habilidades
cognitivas pueden enriquecerse por interacciones más extensas,
estructuradas y de mayor calidad con otros individuos (OPS, 2001).
Mientras que Piaget creía que ya en la adolescencia, una persona era
capaz de lograr conceptos acerca de muchas variables, permitiendo la
creación de un sistema de leyes o reglas para la solución de problemas
(Piaget, 1972).
Es así como concluimos que cada una de estas teorías aporta una
pieza para el desarrollo de las HPV poniendo algunas mayor énfasis en el
desarrollo de estas habilidades para un mayor desenvolvimiento en el
contexto cultural y las normas sociales y otras centradas en la adquisición
habilidades por sí mismas pero ambas, al mismo tiempo, centradas en una
dirección, lograr que los individuos manejen ciertas competencias para
desarrollar conductas apropiadas que sean de bienestar para sí mismos y
los demás para de esta forma lograr una actitud coherente y consistente
entre valores, destrezas, actitudes y habilidades frente a diversas situaciones
(ONA, 20013).