1. LENGUA ESPAÑOLA. Llegaba después lo que aquella voz decía: todo
oportuno, discreto, ingenioso, persuasivo.
EJERCICIOS DE FORMAS LITERARIAS:
(Pedro Antonio de Alarcón.
(NARRACIÓN Y DESCRIPCIÓN). El sombrero de tres picos).
Etopeya, cualidades morales.
Todas las noches antes de dormir se daba un
atracón de honra a la antigua, como él decía;
honra habladora, así con la espada como con la
discreta lengua. Quintanar manejaba el florete,
la espada española, la daga. Esta afición le
había venido de su pasión por el teatro.
1. En un mínimo de tres párrafos, narra
(cuenta) la historia de las imágenes como si Cuando trabajaba como aficionado,
fueras uno de los protagonistas. Acuérdate había comprendido en los numerosos duelos
de ponerle un título. que tuvo en escena la necesidad de la esgrima,
2. Describe, en cuatro párrafos, lo que ves en y con tal calor lo tomó, y tal disposición
las imágenes siguiendo un orden --de más natural tenía, que llegó a ser poco menos que un
cercano a más lejano, y de izquierda a maestro. Por supuesto, no entraba en sus planes
derecha. matar a nadie; era un espadachín lírico. Pero su
mayor habilidad estaba en el manejo de la
3. Lee el siguiente retrato y separa la
pistola; encendía un fósforo con una bala a
prosopografía (la descripción física) y la
veinticinco pasos, mataba un mosquito a treinta
etopeya. (la descripción de la forma de ser).
y se lucía con otros ejercicios por el estilo. Pero
no era jactancioso.
El tío Lucas. Estimaba en poco su destreza; casi nadie
sabía de ella. Lo principal era tener aquella
El tío Lucas era más feo que Picio. Lo sublime idea del honor, tan propia para
había sido toda su vida, y ya tenía cerca de redondillas y hasta sonetos. Él era pacífico;
cuarenta años. Sin embargo, pocos hombres tan nunca había pegado a nadie. Las muertes que
simpáticos y agradables habrá echado Dios al había firmado como juez, le habían causado
mundo. Lucas era en aquel entonces de pequeña siempre inapetencias, dolores de cabeza, a pesar
estatura, un poco cargado de espaldas, muy de que se creía irresponsable.
moreno, barbilampiño, narigón, orejudo y
picado de viruelas. En cambio, su boca era (Leopoldo Alas "Clarín":
regular y su dentadura inmejorable. Dijérase La Regenta.)
que sólo la corteza de aquel hombre era tosca y
Prosopografía, cualidades físicas.
fea; que tan pronto como empezaba a penetrarse
(Descripción física de un sacerdote).
dentro de él aparecían sus perfecciones, y estas
perfecciones principiaban por los dientes. Era don Cayetano un viejecillo de setenta y seis
Luego venía la voz, vibrante, elástica, atractiva. años, vivaracho, alegre, flaco, seco, de color de
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2. cuero viejo, arrugado como un pergamino al instinto de prudencia y armonía que modificaba
fuego, y el conjunto de su personilla recordaba, las vulgares exageraciones de esta arquitectura.
sin que se supiera a punto fijo por qué, la
silueta de un buitre de tamaño natural; aunque, La vista no se fatigaba contemplando
según otros, más se parecía a una urraca, o a un horas y horas aquel índice de piedra que
tordo encogido y despeluznado. señalaba al cielo; no era una de esas torres cuya
aguja se quiebra de sutil, más flacas que
Tenía sin duda mucho de pájaro en esbeltas, amaneradas, como señoritas cursis que
figura y gestos, y más, visto en su sombra. Era aprietan demasiado el corsé; era maciza sin
anguloso y puntiagudo, usaba sombrero de teja perder nada de su espiritual grandeza, y hasta
de los antiguos, largo y estrecho, de alas muy sus segundos corredores, elegante balaustrada,
recogidas, a lo don Basilio, y como lo echaba subía como fuerte castillo, lanzándose desde allí
hacia el cogote, parecía que llevaba en la en pirámide de ángulo gracioso, inimitable en
cabeza un telescopio; era miope y corregía el sus medidas y proporciones.
defecto con gafas de oro montadas en nariz
larga y corva. Como haz de músculos y nervios la
piedra enroscándose en la piedra trepaba a la
Detrás de los cristales brillaban unos
altura, haciendo equilibrios de acróbata en el
ojuelos inquietos, muy negros y muy redondos.
aire; y como prodigio de juegos malabares, en
Terciaba el manteo a lo estudiante, solía poner
una punta de caliza se mantenía, cual imantada,
los brazos en jarras, y si la conversación era de
una bola grande de bronce dorado, y encima
asunto teológico o canónico, extendía la mano
otra más pequeña, y sobre esta una cruz de
derecha y formaba un anteojo con el dedo
hierro que acababa en pararrayos.
pulgar y el índice.
(Leopoldo Alas "Clarín": (Leopoldo Alas "Clarín":
La Regenta.) La Regenta.)
Descripción literaria de un lugar 4. Visita un lugar recreativo (parque,
(topografía). deportivo…) y redacta, en dos párrafos, su
topografía.
Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en 5. Realiza los retratos de tus familiares más
lejano siglo, hacía la digestión del cocido y de cercanos. Incluye el tuyo.
la olla podrida, y descansaba oyendo entre 6. Haz la etopeya de una enfermera.
sueños el monótono y familiar zumbido de la 7. Elabora la prosopografía de uno de tus
campana de coro, que retumbaba allá en lo alto amigos.
de la esbelta torre en la Santa Basílica.
La torre de la catedral, poema romántico
de piedra, delicado himno, de dulces líneas de
belleza muda y perenne, era obra del siglo diez
y seis, aunque antes comenzada, de estilo
gótico, pero, cabe decir, moderado por un
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