1. Diario de un romano Guillermo López Juan -Alumno de 6ºEP-
2. Hola, me llamo Julius, y voy a escribir sobre un día de mi vida.
3. Ah! ¡Sí! Os lo tengo que decir antes de empezar… Vivo en una ciudad llamada Caesaraugusta, mis padres son unos patricios que viven en una casa impresionante, llamada domus. Está situada en la ciudad.
4. Tienen esta casa porque son muy ricos, pero no me prestan mucha atención, porque mi padre trabaja en el Senado, donde debate y asesora al emperador sobre la política, y mi madre siempre está en su habitación.
5. Hoy ha sido el día más interesante de mi vida. Nada más levantarme, he rezado a los dioses lares unas oraciones para que protejan mi casa.Siempre rezo en latín, mi idioma, y hoy le he rezado una oración a los dioses lares para que protejan toda Hispania, mi país.
6. He salido solo, con mi excelente traje, y andando por la calzada, hecha de piedra, he oído gritos de dolor, que pensando lo que me enseñan en mis clases, he afirmado que eran de esclavos maltratados, que son personas sin derechos.
7. Se lo he informado a una patrulla de legionarios del ejército romano que vigilaban nuestro barrio. Cuando lo han oído, se han reído y me han contado que daba igual, que ellos tenían dueños y eran de su propiedad y no importaban.
8. Me he ido de mi barrio, en el que los esclavos eran maltratados, y me he marchado al barrio de al lado, donde están las ínsulas, que son casas normales. He visto a varios plebeyos que paseaban y me respetaban mucho, debería de ser por mis trajes. Ellos iban menos elegantes, con sandalias y trajes finos, y eran personas mucho más normales que yo.
9. He visto una construcción impresionante, llamada circo, y he ido corriendo a casa de mi tío, un artesano que vive de construir vasijas.
10. Hemos ido juntos al circo y las cuádrigas competían por quedar las primeras. En el circo corren cuatro cuádrigas: la verde, la roja, la azul y la blanca. Hemos apostado 50 denarios a que ganaba la azul. Ha sido muy interesante, ¡y al final ha ganado la azul!
11. Nos hemos llevado 200 denarios y le he pedido si quería ir a las termas, pero me ha dicho que no tenía muchas ganas de bañarse. Pero le he convencido diciéndole que él se podía quedar en la biblioteca leyendo un interesante libro de Grecia, y ha aceptado.
12. Después del baño hemos visitado los acueductos de nuestra ciudad. Hemos observado cómo corría el agua que iría a las casas de los patricios y a las fuentes para los plebeyos. Ha sido muy bonito, y encima después he entrado en la casa de mi tío, donde juego con mi caballo de madera.
13. Aquí se acaba mi diario, y la tinta de la pluma. ¡Hasta el siguiente día que haga el diario! Guillermo López