2. Al iniciar la convocatoria solo cuatro alumnos
del sexto grado se apuntaron a participar,
teniendo como propuesta de cambio en
ambiente recreativo en la escuela.
3. Era común escuchar quejas sobre, que no
había nada que hacer a la hora del recreo,
que sus porterías están rotas, y no se les
permita correr por que pueden accidentar
o atropellar a los niños de grados inferiores.
4. Los resultados de tal descontento son
evidentes en la escuela; ya que sin tener
alguna actividad para distraerse, decidían
molestarse entre ellos, con palabras.
En ocasiones preferían quedarse en el salón
de clase, lo cual tampoco es la mejor opción,
ya que estos sufrieron daños por estar sin
supervisión.
5. Imaginamos, que si todos los alumnos donamos
artículos recreativos, el tamaño del patio no
seria un conflicto ya todo podríamos hacer
equipos y divertirnos sin tener que correr algún
riesgo.
6. Los compañeros de sexto dispuesto, estuvieron
pensando la forma de sus horas de recreación
fueron diferentes sin tener que romper el
reglamento de la escuela, por el contrario, que
todos los maestros apoyaran su colecta de
juguetes de patio para la bodega recreativa
7. Durante una semana invitamos a los alumnos
de todos los grupos a traer sus implementos
deportivos para ver cuales de los artículos eran
más funcionales para la bodega recreativa.
8. Evidentemente el recreo recobro el sentido los balones
fueron los favoritos, debido a sus innumerables
actividades, tamaños y texturas. Lo mejor es que los
incidentes y conflictos disminuyeron de manera
significativa, todos comparten, se cuidan, se ejercitan y
divierten mientras inventan nuevas actividades, tanto
lúdicas como de reciclaje.