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Resistencia indígena contra minería y extractivismo
1. El único camino es la resistencia
La entrevista. Ximena Pesántez. Redacción Cuenca
Carlos Pérez Guartambel, activista azuayo, es el presidente de la
Ecuarunari. Pérez dice que la resistencia en contra de las actividades
mineras a cielo abierto sigue, pero admite que el movimiento
indígena está débil.
El personaje: Carlos Pérez Guartambel es de la comunidad kichwa
cañari del Azuay. En 2010 fue acusado por el Gobierno de
obstaculizar las vías en la protesta por la Ley de Aguas.
¿Cómo interpreta que un activista que está contra la minería
haya sido elegido presidente de la Ecuarunari?
Considero que las comunidades indígenas me ven como un referente
de que sí puedo sintonizar con sus necesidades y aspiraciones.
También porque la Ecuarunari tiene entre sus demandas históricas el
respeto irrestricto a la Pachamama y la defensa del agua. Al ser un
activista que se opone a la minería (a cielo abierto) hay una
combinación perfecta con los ideales del mundo andino.
¿Cómo continuará con las acciones en contra de la minería?
Con la misma fortaleza. Ahora, no solo hay que organizar acciones de
resistencia en Quimsacocha sino en toda la Serranía y la Amazonía.
Es un reto grande, pero los desafíos son para afrontarlos. Toda la
cordillera andina tiene la misma formación geoecológica y eso hace
que ninguno de los pueblos de la serranía ecuatoriana esté libre de
un proyecto minero o extractivista.
El gobernador del Azuay lo calificó como la cabeza visible de la
oposición a las acciones que presenta el Gobierno, ¿continuará en la
oposición?
2. Más que oposición nosotros hemos tenido una actitud de resistencia a
todo maltrato, a toda forma perversa de extinguir nuestros páramos,
nuestra naturaleza. Nos resistimos, no solamente a este Gobierno
sino a todos los gobiernos que se hayan entregado en cuerpo y alma
a las multinacionales. El problema no es el presidente Rafael Correa,
él terminará después de cuatro años sus funciones y se irá a la casa o
a donde quiera irse, pero quedan los tentáculos del extractivismo.
Queda un sistema mercantilista, un capitalismo despiadado y salvaje.
Contra eso es que luchamos y resistimos.
¿Piensa seguir la misma línea crítica que mantenía Delfín
Tenesaca hacia el Gobierno?
No solamente crítica, tenemos que ser autocríticos y radicales en la
resistencia. Radicales en todos los actos humanos. La radicalidad nos
permite descubrir la verdad para solucionar los conflictos.
¿Cómo se radicalizará la resistencia?
Con debates, con información, con reuniones en los pueblos, con
visitas a las comunidades, llegar a los sitios en los que existen
conflictos. Hay que trabajar sin divorciarse de las bases, sin
desenchufarnos de sus necesidades. Desde abajo se ven mejor las
alturas. Desde las alturas a veces el poder obnubila y se pierde.
¿Qué harán con respecto a la Ley de Aguas que está pendiente
de ser aprobada en la Asamblea Nacional?
Pediremos que sean recogidas e incluidas todas las demandas
históricas y las aspiraciones expresadas en las sentencias dictadas
por las comunidades al momento en que fueron consultadas para la
Ley de Aguas. Si esas demandas no son incluidas, sencillamente
vendrá la resistencia.
Las consultas previas no son vinculantes, ¿qué opina?
Si eso es así sencillamente están burlándose de las comunidades,
sería una tamaña tomadura de pelo, esperemos que eso no suceda.
Si eso sucede la resistencia se activa, nada más.
¿De qué manera resistirán?
De varias formas. Para resistir hay que hablar, escuchar, hacer una
minga con los pueblos para diseñar las estrategias de supervivencia.
Tenemos que ver con las comunidades cuál es la mejor mecánica
para contrarrestar a todas las agresiones foráneas de las
multinacionales y la complicidad del Gobierno. Resistiremos también
con acciones judiciales dentro y fuera del país y activando la
3. movilización. Si hay que cerrar carreteras para abrir las avenidas del
diálogo lo haremos. Nosotros defenderemos el agua y si por eso
tenemos que regresar a la cárcel ahí estaremos.
Por cerrar carreteras usted fue sentenciado a 8 días de cárcel,
¿volverán a usar esa estrategia?
Nosotros no queremos irnos la cárcel. No le deseo a nadie que vaya a
la cárcel, pero si toca regresar a ese lugar por defender el agua pues
no nos queda otra alternativa.
¿Con la mayoría de Alianza País en la Asamblea Nacional creé
que se aprobará la Ley de Aguas?
Sí, pero ninguna Ley puede cambiar la historia del movimiento
indígena. Pueda ser que no incluyéndonos consigan su propósito,
pero los grandes cambios no vendrán del Ejecutivo ni de la Asamblea.
Los grandes cambios se germinan desde los páramos, por eso
creemos que el único camino que nos quedan a los pueblos es la
resistencia, no en los diálogos en los que el Gobierno pretende que
nosotros vayamos de rodillas a aceptar todo. Eso no está en nuestras
conciencias.
¿A más de Ley de Aguas qué otras leyes serán prioridad para
la Ecurunari?
La Ley de Tierras, la reforma a la Ley de Minería, la Ley de Consulta
Prelegislativa, la Ley de Comunas, la Ley de Biodiversidad. Todas las
leyes que tengan que ver con los derechos de la naturaleza y los
derechos humanos.
¿Con una minoría en la Asamblea cómo cree que se manejarán
tratamiento de esas leyes?
Nosotros podríamos aparecer como una minoría, pero todos los
ecuatorianos toman agua. Nosotros, apenas, pedimos que se
preserve el agua. Entonces no somos minoría. Aplicaremos la
denuncia. Esto no es una batalla de un día, de un mes o de un año,
son batallas que duran lustros y décadas, siglos, a veces. El hecho de
estar al frente de la Ecuarunari, a pesar de la condena y la cárcel,
significa un triunfo. El hecho de que no han destruido nuestras
lenguas y culturas ya es una victoria.
¿Es un desafío asumir esta presidencia en estos momentos?
Es un desafío inmenso. No es una responsabilidad fácil. Fácil hubiese
sido para nosotros no asumir el reto y esperar que algún rato se vaya
este régimen y allí sí apostar. Los retos se asumen, precisamente, en
4. esos momentos tenebrosos, en que las aguas están agitadas para
algún rato volver a la calma.
¿Por qué se han disminuido las movilizaciones indígenas?
No podríamos desconocer que el movimiento indígena esta débil,
pero así es. Nosotros siempre comparamos con lo que pasa en los
campos. A veces estamos abajo, en la quebrada. Luego subimos,
estamos en la lomita, pero cuando estamos yendo a llegar en la cima
nos caemos en la quebrada. La capacidad de resistencia, de
volvernos levantar y caminar eso nos ha hecho que aún nos
mantengamos en la lucha.
¿Por qué el movimiento indígena está débil?
Por muchos factores. Creo que, en parte, la responsabilidad es de
nosotros como dirigentes que no hemos podido sintonizar y sentir con
sus bases. También porque hay una confusión causada por parte del
Gobierno. En el 2 000 habían 300 000 personas que recibían el bono,
hoy reciben dos millones de personas. En el 2000 recibían $15, hoy
$50. Esas caridades no van a ser ni sostenibles ni sustentables,
cualquier rato se caen y eso es solo cuestión de tiempo. Ese pueblo
cualquier rato estará en las calles resistiendo, contra esas políticas
clientelares
¿Los bonos que entrega el gobierno debilitan al movimiento
indígena?
Es el bono, son los programas clientelares como Socio páramo, Socio
bosque, Socio vivienda, Socio crédito. Son las formas como han
llegado a comprar a los dirigentes los del Gobierno. Algunas
organizaciones y dirigentes históricos, que han estado al otro lado del
poder, hoy están ejerciendo funciones. Todo eso ha confundido. Creo
que las bases tienen claridad de esa realidad y empezarán de nuevo a
demostrar su poder
¿Pero cómo entender que es negativo, si los bonos y los
programas de Gobierno benefician a las personas que acceden
a ellos?
Por supuesto que beneficia pero eso es insostenible, así como un niño
cuando llora por hambre y se le da un caramelo, claro que le calma
esa necesidad, pero es momentáneo. A ver si estos bonos son
sostenibles en el tiempo. Vamos a ver si de aquí a 10 años ellos han
dejado el bono y están con un trabajo digno, con una casa habitable,
con ingresos fijos, si eso ocurre, allí sí se podría vanagloriar un
Gobierno, cualquiera que sea.
5. ¿Cuál es la realidad del movimiento indígena?
No estamos fortalecidos como en los años 90. El gobierno ha
intentado romper la organización. La realidad es que hay gente que
ha sido captada por el gobierno con embajadas, con cargos públicos,
eso no podemos negar, pero eso no significa tampoco que tenemos
que bajar la cabeza y cruzarnos de brazos y esperar que nos llegue la
hora definitiva
¿Qué hará para evitar el debilitamiento del movimiento
indígena?
Hay que buscar todas las estrategias para descolonizar las mentes.
Una persona estará suficientemente libre y emancipada cuando se
saque las cadenas mentales del colonialismo que tanto daño nos ha
hecho. Recibir caridad es parte del colonialismo. Ofrecer bonos es
parte de la cultura colonial clientelar. Eso hay que cambiar.
¿Cómo descolonizar las mentes?
Con la concienciación. Con la educación. Con la rebeldía, los pueblos
aspiramos que nos quitemos las vendas de los ojos, que realmente
seamos libres, física y mentalmente.
http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/el-unico-camino-es-la-
resistencia-579527.html