Sin embargo, monseñor aclara que ese espacio tiene un fin académico y que no era exclusivo para las víctimas de las FARC. También advierte que fue un error tratar de reunir a todas las víctimas en un mismo escenario y señaló que en Colombia no se puede tratar en un mismo capítulo a todos los afectados, porque la guerra dejó diversas clases de víctimas que hace muy difícil tratarlas a todas por igual.
LO QUE NUNCA DEBARIA HABER PASADO PACTO CiU PSC (Roque).pptx
Álvaro Uribe podría ser víctima según arzobispo de Cali
1. “Álvaro Uribe podría decir que es víctima”
Padre Darío Monsalve
Foto: Luis Ángel Murcia / SEMANA. 04 agosto 2014
ENTREVISTA Darío Monsalve, arzobispo de Cali, habló de la confusión
que se armó por cuenta del Foro Nacional de Víctimas.
Darío Monsalve, arzobispo de Cali y uno de los garantes que abrió la
instalación del primer día del Foro Nacional de Víctimas, que empezó
este domingo en la capital del Valle y que va hasta el martes 5 de
agosto, le puso el pecho a las críticas que surgieron desde diversos
frentes y que reclaman ser escuchados como víctimas de las FARC.
La polémica surgió debido a que varios grupos representativos
considerados víctimas del conflicto armado en Colombia, exigieron
vocería en las mesas de discusión.
Sin embargo, monseñor aclara que ese espacio tiene un fin
académico y que no era exclusivo para las víctimas de las FARC.
También advierte que fue un error tratar de reunir a todas las
víctimas en un mismo escenario y señaló que en Colombia no se
puede tratar en un mismo capítulo a todos los afectados, porque la
guerra dejó diversas clases de víctimas que hace muy difícil tratarlas
a todas por igual.
Semana.com: ¿Un foro sobre víctimas, donde abunda la
agresividad?
2. Darío Monsalve: Es bastante confuso el asunto, por lo menos para
quienes se auto consideran víctimas. Puede generar conflictos y
divisiones. De otro lado, es muy temático y una metodología muy
magistral y pues la gente espera que no sea un foro sobre víctimas,
sino de víctimas donde puedan ser más escuchados y tener una
pedagogía mucho más participativa.
Semana.com: ¿Esos foros son o no una antesala de La
Habana?
D. M.: Esa es una de esas confusiones y ambigüedades que pesan
sobre el foro. El foro no es un mecanismo de selección de voceros,
sino de participación de las víctimas y en ese sentido no discrimina
ninguna. Sin embargo, yo creo que la identificación de las víctimas
sigue siendo un asunto todavía por determinar. Si bien se aclaró
desde un principio que estos foros no son una antesala de La Habana,
es una dinámica de víctimas donde el gobierno incluso le pone una
cifra: 6.7 millones de víctimas del conflicto armado.
Semana.com: ¿Fue un error meter a todas las víctimas en un
mismo escenario?
D. M.: No se deben meter en una misma red a todos los que
reclaman ser identificados como víctimas. Por ejemplo hay víctimas
muy sui géneris como son las que están vinculadas al actor armado,
dígase al Estado, fuerzas armadas, subversión y los habitantes de los
lugares donde ellos han actuado. En ese orden de ideas, hasta el
mismo Alfonso Cano, dadas las circunstancias de su muerte, los
mismos familiares pueden reclamar su condición de víctima. Mire
todas las condiciones que se crean cuando se meten todos en una
misma red.
Semana.com: Entonces, ¿quiénes son víctimas?
D. M.: Las que están relacionadas con los actores armados deben
tener un tratamiento específico y las víctimas en general, es decir
aquellos que siendo población civil desarmados, fueron atropellados
por los actores del conflicto armado.
3. Semana.com: ¿Qué opina la carta de las FARC donde se opone
a que miembros del Ejército y Policía sean considerados
víctimas?
D. M.: Por lo mismo digo que también son víctimas. Por ejemplo,
algunos familiares de los subversivos fueron muy atropellados. Un
papá o una mamá no tienen la responsabilidad de que un hijo esté en
la guerrilla. El tema es que si hablamos de un universo de víctimas
toca a mucha gente desde distintos ángulos. Para efectos de unos
diálogos y unos acuerdos, nos circunscribimos a los afectados por el
conflicto armado y en el caso de los policías y militares deben ser
ubicados en un capítulo aparte.
Semana.com: Otra de las polémicas gira en torno a que el
senador Iván Cepeda y la ex congresista Piedad Córdoba
funjan como representantes de víctimas de las FARC...
D. M.: No entro en esa discusión. Me parece que pueden acompañar
o hacer parte. No sé en el caso de Piedad Córdoba hasta qué punto,
pero lo de Cepeda es evidente. Mire que también Álvaro Uribe podría
decir que es víctima de la violencia en Colombia. Con eso no se puede
abogar.
Semana.com: ¿A qué hora se tergiversó que ese foro sería
escenario único para las víctimas de las FARC?
D. M.: Yo creo que ese es un error externo, los organizadores no lo
tienen. El foro es más académico y es sobre las víctimas y no con las
víctimas. Entonces ahí hay una ambigüedad y están trasladando toda
esa confusión al espacio de los foros. Pero yo creo que es mejor tener
esa confusión y esta babel, que no tener espacios de encuentros.
Semana.com: ¿Por qué no hubo un representante de las
víctimas de las FARC en la mesa principal?
D. M.: Yo pienso que ahí no debían estar ni los representantes de las
víctimas de las FARC, ni de los paramilitares, ni de la Policía ni del
Ejército. Como tampoco debían estar representantes de organismos
del Estado como congresistas. Todo eso requiere un manejo más
cuidadoso para que no hallan manipulaciones políticas.
4. Semana.com: Si no es un foro para escuchar a las víctimas,
¿por qué invitaron a 1600 representantes de esas
asociaciones?
D. M.: Porque este foro es conclusivo de otros foros regionales que se
hicieron con las víctimas del conflicto armado. Ahí está la gente que
vino participando de esos foros. Si usted habla con los representantes
de la Universidad Nacional, ellos tienen una claridad sobre lo que es
el foro y para dónde va. Lo que sí existe es un consenso entre lo que
se está manejando en los foros y los parámetros que se trazaron en
la mesa de La Habana.
Semana.com: ¿Cómo recibe el escalonamiento de los
atentados guerrilleros?
D. M.: Como decía monseñor Luis Augusto Castro, el accionar de la
guerrilla ha sido ese siempre. Por el contrario estuvo más calmado los
últimos cuatro años. El accionar contra la población civil y la
infraestructura eléctrica siempre será inaceptable; el tema es la
desproporción tan grande que hay en esa lucha entre subversión y
Estado que se pueden catalogar como excesos inadmisibles. Como los
bombardeos de parte del Estado y los atentados de la guerrilla que
afectan a la población civil como la tumbar torres.
Semana.com: ¿Qué hacer entonces?
D. M.: Llegó el momento de hacer un preámbulo para pedir
limitaciones en las hostilidades, donde se aplique alguna norma del
DIH sobre proporcionalidad en el uso de la fuerza y se acepte.
Semana.com: ¿Qué proporcionalidad se puede pedir cuando la
víctima es una bebé de dos años, como el caso de Miranda?
D. M.: Son dos cosas muy complicadas. No creo que esté dirigida una
acción de la guerrilla a matar a una niña, sino que es un efecto.
Como tampoco creo que una decisión de bombardeo del Ejército esté
dirigida a matar un civil. Todo ello son consecuencias previsibles y
manejables dentro de unas limitaciones establecidas.
Semana.com: ¿Esos atentados deben repercutir en La Habana?
5. D. M.: Yo creo que sí, y es necesario ese preludio de limitación a las
hostilidades inspiradas en el DIH.
Semana.com: ¿Y qué piensa de la advertencia que el
presidente Santos le hizo a las FARC?
D. M.: Creo que toda esas clases de manifestaciones hay que
recibirlas con beneficio de inventario. Tenemos que atenernos a lo
que se concrete en la mesa de negociaciones y lo que se reglamente
para garantizar su cumplimiento.
Semana.com: Negociar en medio del conflicto también supone
la baja de jefes guerrilleros...
D. M.: Ya está demostrado que descabezar y creer ciegamente en
que la guerra acabará con la subversión, eso es no saber qué es la
guerrilla y no saber qué sucede en Colombia después de 50 años de
guerra. Ese mito del exterminio del adversario solo cabe en mentes
calenturientas y enfermizas.
Semana.com: ¿Cómo evitar nuevas crisis en La Habana?
D. M.: Hay que aprender, Tengo mucha pretensión a hablar de las
crisis, pero mire usted cuánto hemos avanzado en estos últimos
cuatro años. Yo no soy santista ni uribista, pero no se puede
retroceder ni clausurar.