Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #3.pptx
Catequesis introductoria a los Sacramentos
1. CONFERENCIAS DEL XXXI CONGRESO DE MÚSICA SACRA.
Conferencista: Pbro. Alberto Aranda MSpS.
Lugar: Templo de San Francisco. Celaya Gto.
CATEQUESIS INTRODUCTORIA A LOS SACRAMENTOS.
Al modo de las discusiones teológicas antiguas que se llamaban “explicatio terminorum”,
tenemos que ponernos de acuerdo en qué significa “misterio”. Podemos decir que hay una
explicación o una definición de “misterio dogmático” y, otra, podríamos llamarle
“salvífico”.
El “misterio dogmático” fue el que nosotros estudiamos en el Catecismo Superior, en las
clases de Teología; y siguen siendo verdaderos, pero tienen su explicación, su aplicación
especiales. El misterio Dogmático es una verdad de orden sobrenatural, es decir esta muy
arriba de nuestro entendimiento, no lo contraría pero lo excede totalmente. De tal manera
que no lo podríamos conocer si no nos hubiese sido revelado, y aún revelado no lo
podemos comprender porque nos sobrepasa absolutamente. Pero hay otro concepto de
“misterio” bastante más antiguo, es el que nos lo presentan los primero grandes teólogos,
los padres de la Iglesia, junto con San Pablo.
Primero comencemos por el origen de la palabra “misterio”. Viene de un término griego
que significa ocultar, concretamente tapar los ojos; es por eso que de aquí sale el concepto
popular de misterio, algo escondido, oculto, desconocido y por lo mismo da un poco de
miedo. Recuerden las novelas de misterio, las películas del mismo género.
Brotando de esta misma raíz de “misterio teológico”, “salvífico”, viene del plan salvífico de
Dios, oculto, que esta en la eternidad, pero que en un momento dado la misericordia divina
lo explicita, lo presenta, lo hace visible, audible, tangible en Cristo Señor.
Entonces contrastan las dos ideologías; una que no es sobrenatural, no es natural; no lo
podemos conocer, no lo podemos agotar, aunque siga siendo verdad aunque el enfoque es
diferente. Acá es lo contrario, lo que estaba oculto ahora se hace manifiesto, porque
nosotros no podemos entender las cosas sino a través, primariamente, de nuestros sentidos,
y estos se basan en cosas tangibles, visibles, materiales. Entonces Dios, el Infinito, el
Espíritu Puro, el Supremo; nosotros no lo podríamos conocer. Una similitud es cuando
tenemos muy cerca un libro, vemos su textura, los colores de su portada pero esta lejos de
nuestra comprensión y de nuestro entendimiento porque esta escrito en chino. Entonces, lo
mismo, cómo podríamos nosotros conocer a Dios, captar a Dios de alguna manera si no
tiene materialidad, pero la misericordia de Dios sobrepasa esos obstáculos.
La Oración Eucarística IV, que es una de las manos usadas; ahí hay una frase, que a mí me
encanta, “Tú extiendes la mano, para que pueda encontrarte quien te busca”. Es como
cuando una asiste a unas conferencias internacionales que se dictan en una lengua que
nosotros no conocemos. Entonces nos ponen nuestros audífonos y un traductor nos dice lo
que se esta diciendo y nosotros entendemos. Dios, se nos traduce, se nos hace captable.
Esa realidad sobre natural, absolutamente Perfecto, inmaterial; a través de realidades
2. materiales, signos, eso es lo que Pablo y los grandes Padres de la Iglesia antiguas llaman
“misterio”; la realidad oculta pero que se manifiesta. Se manifiesta de muchos modos, le
llamamos cadena mistérico-sacramental, de ahí se genera la pregunta, ¿de donde entró lo
sacramental? Los padres antiguos de la categoría de San Agustín, San León, San
Ambrosio, les sonaba la concepción “misterio” demasiado griego; ellos querían encontrar
una palabra latina que expresara lo mismo y encontraron la palabra “sacramento” que en
realidad era un juramento religioso y en el principio de la palabra “sacra” , nos esta
indicando que es una realidad sagrada, de Dios. Entonces valiéndose de esa palabra, por así
decirlo, le inyectaron el nuevo sentido y así tenemos, como ellos lo usaron, dos palabras
sinónimas, los cuales se manifiestan en los textos que escribieron estos santos antes
mencionados.
Poco tiempo después se le fue llamando “sacramento” a la parte significativa, material,
sensible y “misterio” la parte interna, la significada, la espiritual, lo trascendente; y así
comenzó un poquito la ruptura entre ambos significados hasta llegar a nosotros: “misterio”
como se manifestó al principio y “sacramento” como los siete sacramentos de la Iglesia.
Documento de Puebla No.920
El hombre es un ser sacramental, expresa sus relaciones con Dios en un conjuntos de
símbolos y signos. Dios igualmente los utiliza cuando se comunica con los hombres. Dios
nos creo y sabe de que materia estamos hechos, por eso se nos traduce. Por eso San agustín
nos dice: “Todo lo que tú digas verdadero de Dios es verdadero, pero El es distinto”. Toda
la creación es en cierto modo sacramento de Dios porque nos lo revela.
Así como conocemos el interior de un artista a través de su obra, así también, a través de la
naturaleza nosotros podemos conocer al autor en su poder, en su sabiduría, en su grandeza,
etc.; etc. Entonces tenemos a Dios que se nos manifiesta supremamente en Cristo. El mismo
Señor como hablaba tanto del Padre; venía del Padre; nos comunicaba de lo que es el Padre,
nos quería llevar al Padre. Es por eso que uno de sus apóstoles, con mucha razón, le dice
“muéstranos al Padre”. “Felipe hace tanto tiempo que estoy con ustedes y ¿no me
conoces?”. “El que me niega a mí, niega al Padre”. De ahí que hacemos no solo una mirada
ocular, sino genérica, cognoscitiva. Pablo tiene una palabra estupenda “Cristo, imagen de
Dios invisible”. A lo mejor no nos impacta tanto esta imagen porque tenemos imágenes
intelectuales, poéticas; pero Pablo utiliza una palabra griega icón que significa un cuadrado
de madera que tiene pigmentos, que tiene barniz, es decir una palabra súper material “icono
de Dios invisible”, que a su vez parece una contradicción, Dios que no se puede imaginar,
que no se puede poner en imágenes, una de las razones porque existía una prohibición de
hacer estatuas, pinturas de Dios; pue, sin embargo, en Cristo se hace visible.
En todos los sacramentos tenemos lo significado y lo significante, la realidad material
visible, audible, tocable; y la realidad profunda interna a la que nos quiere llevar el signo.
Entonces en Cristo tenemos al hombre que toma todas nuestras realidades humanas menos
el pecado, por tanto es un hombre concreto con su nombre y apellido, el cual aparece en el
evangelio de San Juan y que nos revela, este signo, al Hijo de Dios, la palabra perfecta del
Padre. Pero a Cristo material, visible, ya no lo tenemos, pero sin embargo, El nos deja sus
3. sacramentos; un signo visible que lo hace presente y este es la Iglesia. Iglesia que proviene
de una palabra griega “ecclesia”, la cual significa llamara, invitar. Dios llama, invita, y los
que escuchan esa invitación se congregan y de ahí viene la asamblea eso quiere decir
Iglesia, una asamblea reunida por haber escuchado una invitación. Por eso hay que
reconocer el origen de nuestra comunidad, no lo somos por una convención de casualidad,
por estar bajo el mismo techo. El originador de la comunidad es Dios, Cristo con su
invitación. El nos congregó para ser sacramento de Cristo, la Iglesia, por tanto es algo que
debemos cuidar y no debemos degradar en su significado.
En Puebla en el mismo número 920 nos dice: “en esto consiste el misterio de la iglesia”. Es
una realidad humana formada por hombres limitados, este es el significante, pero
conformada por la fuerza de Dios Trino, que en ella se establece, convoca, reúne. Los
primeros padres de la iglesia la llamaban “pecadora y santa” por ello siempre debe estar en
un plan de mejoramiento, de penitencia, de cambio de direccionalidad.
La realidad significativa y la realidad significante, el sacramento, como misterio eso es la
Iglesia.
La Liturgia se presenta, por tanto, como la manifestación principal de la Iglesia, ella se
manifiesta y se construye a través de la Liturgia. Entonces toda la realidad litúrgica es de
donde brota toda la acción de la Iglesia. Ahí nosotros encontramos, genéricamente, las
realidades significantes y las significativas.
A través de los siete sacramentos, en esta modalidad septiforme, tenemos los signos
visibles y el don salvífico, santificante de Cristo en el Espíritu, que en los distintos aspectos
de cada sacramento se va a manifestar. Los siete sacramentos tiene una estructura orgánica
y por tanto no se les puede cambiar el orden según las propias necesidades que tengamos.
Organización de los sacramentos.
SHAPE * MERGEFORMAT
De la eucaristía reciben su gracia especial y hacia él confluyen los demás. Si se dice de la
Liturgia que es Manantial y Cumbre, pues su centro es la Eucaristía. Entre los sacramentos
existe una interrelación eficaz, por tanto no pueden ser considerados como departamentos
independientes.
La iniciación cristiana se da cuando se dan los primeros pasos concretos, intelectuales y
afectivos en una manera de vivir. La forma más visible son las iniciaciones que muchos
pueblos africanos realizan para integrar a un miembro de su comunidad, en las cuales deben
pasar una serie de grados antes de ser considerados hombre o mujeres en el sentido pleno
de la palabra en su comunidad.
Para entrar a la Eucaristía, máxima expresión de nuestra vida cristiana, se necesita una
iniciación, cosa que se ha olvidado en la práctica.
A fines del siglo III d.C. se hacia crecer, en la comunidad, a los que querían convertirse en
tres líneas:
-La fe ----- Xto Profeta
-La Liturgia ----- Xto Sacerdote
4. -La Caridad ---- Xto Rey.
Ya que corresponden a los ministerios realizados por Cristo. De esta manera va creciendo
orgánicamente en su conversión, ¿durante cuanto tiempo?; solo sabemos lo que nos
menciona la tradición apostólica de Hipólito del año 213 aprox. Y nos dice que este periodo
consta más o menos de tres años, pero el mismo clarifica, que nos es tanto el tiempo sino
más bien a la transformación. A lo mejor, dice, existe gente que necesita menos tiempo;
pero también hay gente que necesita mucho más. Va avanzando en esta triple realidad hasta
que es considerado “maduro”. Se le prepara mediata e inmediatamente para que en la noche
Pascual reciba el Bautismo, lo que hoy conocemos como Confirmación y la Eucaristía, todo
consecutivamente. Su Bautismo lo identifica con la Pascua de Cristo, muerte y resurrección.
Su Confirmación con el don Pascual del Espíritu Santo, ya identificado como cristiano
ahora sí puede tomar la Eucaristía como centro y culmen de su vida cristiana.
El otro grupo de sacramentos se conforman para construir la comunidad. El matrimonio que
santifica la unión conyugal y hace de la familia la célula fundamental de una comunidad
cristiana. El orden Sacerdotal en su triple grado de Obispo, presbítero y diácono, que hace
presente el servicio ministerial contractivo de Cristo para su comunidad.
Por otro lado están los llamados sacramentos de curación o de sanación que son la
Reconciliación y la Unción. Reconciliación, volver a unir lo que el pecado había dañado.
Unción de los Enfermos, antiguamente llamada extra Unción, es una realidad para la gente
enferma. Es la figura de Cristo sanador, reconciliador que viene a confortarnos a reunirnos.
Los sacramentos tienen una connotación interna, espiritual, no una biológica orgánica. Por
eso podemos decir que un anciano nace a la vida de fe con el Bautismo y un infante puede
estar maduro psicológicamente, conceptualmente para ser considerados maduros en la fe,
por ello existen santos y beatos niños dentro de la historia de la Iglesia.
Ejercicio del Sacerdocio común en los sacramentos.
La condición sagrada y orgánica constituida en la comunidad sacerdotal se actualiza tanto
por los sacramentos como por las virtudes. Los fieles, incorporados a la Iglesia por el
Bautismo, quedan por el carácter destinados al culto de la religión cristiana y, regenerada
como hijos de Dios, tienen el deber de confesarlo delante de los hombres la fe que
recibieron de Dios por medio de la Iglesia. Por el sacramento de la Confirmación se
vinculan más estrechamente a la Iglesia, se enriquecen con una fuerza especial del Espíritu
Santo, y de esta manera se obligan con mayor compromiso a difundir y defender la fe, con
sus palabras y obras, como verdaderos testigos de Cristo. Participando del sacrificio
Eucarístico, fuente y cima de toda la vida cristiana, ofrecen a Dios la Víctima divina y así
mismos juntamente con Ella; y así, tanto por la oblación como por la sagrada comunión,
5. todos toman parte activa en la acción litúrgica, no confusamente, sino cada uno según su
condición. Pero una vez saciados con el cuerpo de Cristo en la asamblea sagrada,
manifiestan concretamente la unidad del pueblo de Dios aptamente significada y
maravillosamente producida por este augustísimo sacramento.
Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen el perdón de la ofensa hecha a
Dios por la misericordia de Este, y al mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia, a la que,
pecando, ofendieron, la cual, con caridad, con ejemplos y oraciones, les ayuda en su
conversión. La iglesia encomienda al Señor, paciente y glorificado, a los que sufren, con la
sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros a que los alivie y los
salve; más aún, los exhorta a que uniéndose libremente a la pasión y ala muerte de Cristo
contribuyan al bien del pueblo de Dios. Además, aquellos que entre los fieles se distinguen
por el orden sagrado, quedan destinados en nombre de Cristo para apacentar a la Iglesia con
la palabra y con las gracias de Dios. Por fin los cónyuges cristianos, en virtud del
sacramento del matrimonio, por el que manifiestan y participan del misterio de la unidad y
del fecundo amor entre Cristo y la Iglesia. En esta Iglesia doméstica, los padres han de ser
para con sus hijos los primeros predicadores de la fe, tanto con su palabra como por su
ejemplo, y han de fomentar la vocación propia de cada uno, y con especial cuidado la
vocación sagrada. Los fieles todos, de cualquier condición y estado que sean, fortalecidos
por tantos y poderosos medios, son llamados por Dios cada uno en su camino a la
perfección de la santidad por la que el mismo Padre es perfecto.
EUCARISTÍA
FUENTE
Y
CULMEN
Confirmación
Espíritu
Santo
Dios---Se comunica y se nos traduce
Xto--- Línea directa de la acción de Dios al Hombre
Iglesia--- Asamblea Reunida a un llamado
Liturgia—Celebración de una realidad
Liturgia---Celebración de una realidad invisible en signos visibles
Eucaristía--- Centro de la Liturgia Manifestación real de Xto en la Iglesia.