1. HEIDY CRIOLLO
DIANA GERENA
MARLON LOTTA
ESCUELA COLOMBIANA DE CARRERAS INDUSTRIALES
COMERCIO INTERNACIONAL
ETICA
BOGOTA, MAYO DE 2014
2. Los valores éticos se sustentan en el campo de lo moral; en la vida de
alteridad y en el encuentro con los demás, con sigo mismo y con lo
que nos rodea. Los valores éticos realzan la libertad del ser humano;
nos ayudan a guiar nuestras acciones y elecciones individuales.
Los valores se nos presentan permanentemente y no se aprenden al
contrario nace del corazón como “principios” con el que cada ser
humano se guía y toma sus elecciones y decisiones cotidianas, acerca
de lo correcto o incorrecto, es decir, sobre el bien y el mal.
Al analizar el manual formulado, los empleados estarán aptos de
comprender la importancia de los valores y la ética profesional ya
que esto va a mejorar el crecimiento de la empresa dentro de la
sociedad.
Este manual fue elaborado como una herramienta de ayuda dentro
de la empresa para los empleados del lugar.
Esperando que lo sepan utilizar de la mejor manera.
3. VOCACION DE SERVICIO
Servir implica ayudar a alguien de una forma espontánea, es decir adoptar
una actitud permanente de colaboración hacia los demás.
Una persona servicial supone que traslada esta actitud a todos los ámbitos de
su vida: en su trabajo, con su familia, ayudando a otras personas en la calle,
cosas que aparecen como insignificantes, pero que van haciendo la vida más
ligera y reconfortante. Es posible que recordemos la experiencia de algún
desconocido que apareció justo cuando necesitábamos ayuda, que luego
después de ayudarnos, se perdió y no supimos nada más.
Un profesional servicial está continuamente atento, observando y buscando la
oportunidad para ayudar a alguien. Siempre aparecen de repente con una
sonrisa y las manos por delante dispuestos a ayudar, en todo caso, recibir un
favor hace nacer en nuestro interior un profundo agradecimiento.
4. HONESTIDAD
Un profesional responsable elige actuar siempre en base a la verdad y en la auténtica justicia
(dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma).
El ser honesto es ser real, debe ser genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa
respeto por uno mismo y por los demás. Esta actitud siembra confianza a todos los
involucrados del área de trabajo y así dar un buen ambiente laboral.
El profesional honesto debe comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, y de
acuerdo con los valores de verdad y justicia. En su sentido más evidente, la honestidad
puede entenderse como el respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las
personas; en otros sentidos, la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los
demás, y del sujeto consigo mismo.
El ser honestos es cuando no nos engañamos ni engañamos a nuestros semejantes.
Si queremos ser honestos, debemos empezar por enfrentar con valor nuestros defectos y
buscar la manera de superarlos, corrigiendo cada vez que nos equivocamos y cumpliendo
con nuestro deber en las labores grandes y pequeñas sin hacer distinción.
Recuerda siempre que:
La persona honesta vive lo que predica y habla lo que piensa, es coherente con lo que dice,
hace y piensa.
La honestidad consiste en decir toda la verdad a quien corresponde, de modo oportuno y
en el lugar correspondiente.
5. PUNTUALIDAD
El valor de la puntualidad en el Profesional es necesario para dotar a nuestra
personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud
estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro
trabajo, ser merecedores de confianza.
La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad la escasa
o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades, y
por supuesto de una agenda, pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
Muchas veces la impuntualidad nace del interés que despierta en nosotros una
actividad, por ejemplo, es más atractivo para un joven charlar con los amigos que
llegar a tiempo a las clases; para otros es preferible hacer una larga sobremesa y
retrasar la llegada a la oficina.
El resultado de vivir de acuerdo a nuestros gustos, es la pérdida de formalidad en
nuestro actuar y poco a poco se reafirma el vicio de llegar tarde.
6. RESPONSABILIDAD
Ser responsable significa dirigir la empresa midiendo el impacto de su actuación
en estos grupos, respetando sus derechos e intereses legítimos. Se requiere evitar
el engaño y la desinformación. La honestidad requiere de la rectitud y sinceridad
con la información demandada por la comunidad. Las señales que entrega una
empresa afectan muchas personas, que confiando en la información, toman
decisiones que a su vez afectan a otros.
La responsabilidad del Profesional tiene un efecto directo en el área de su trabajo,
es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es
generalmente algo agradable, pues implica esfuerzo.
Gracias a la responsabilidad el Profesional puede convivir pacíficamente en
sociedad, ya sea en el plano familiar, amistoso, profesional o personal.
7. PRUDENCIA
El valor de la prudencia en el profesional es tan discreto que pasa inadvertida
ante nuestros ojos. Nos admiramos de las personas que normalmente toman
decisiones acertadas, dando la impresión de jamás equivocarse; sacan adelante y
con éxito todo lo que se proponen; conservan la calma aún en las situaciones
más difíciles; percibimos su comprensión hacia todas las personas y jamás
ofenden o pierden la compostura. Así es la prudencia, decidida, activa,
emprendedora y comprensiva. ¿Quién puede rehusarse a vivirla y hacerla parte
de su personalidad?
La prudencia ayuda a considerar los efectos que pueden producir nuestras
palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier
circunstancia.
8. AUTODOMINIO
Un profesional con autodominio se impulsa a cambiar positivamente la personalidad. Cuando
no existe esa fuerza interior, se realizan acciones poco adecuadas, generalmente como
resultado de un estado de ánimo; la armonía que debe existir en toda convivencia se rompe;
quedamos expuestos a caer en excesos de toda índole y entramos en un estado de
comodidad que nos impide concretar propósitos.
Cada día que buscamos ejercer ese señorío sobre nosotros mismos, automáticamente nuestro
carácter comienza a madurar por la serenidad y paciencia que imprime este valor, la voluntad
nos libera del desánimo, controlamos nuestros gustos y vivimos mejor la sobriedad, en pocas
palabras, entramos en un proceso de superación constante.
El autodominio ayuda al profesional a reconocer los distintos aspectos de nuestra personalidad
y nuestra forma de reaccionar ante determinadas circunstancias. Debemos cambiar nuestras
disposiciones en sentido positivo: “en lugar de molestarme por la lentitud de “x” empleado
cuyo ritmo de trabajo es así-, ahora no sólo evitaré el disgusto y llamada de atención,
procuraré darle un buen consejo que le ayude a mejorar”.
Lo mismo aplica para los hijos, el cónyuge y hasta con algunos amigos. Este cambio no es
sencillo, requiere atención y esfuerzo para anticipar nuestras reacciones, lo cual significa remar
contracorriente para corregir este mal hábito.
9. SUPERACION
La superación es el valor que prevalece en el profesional el cual motiva a
perfeccionarse a sí misma, en lo humano, espiritual, profesional y económico,
venciendo los obstáculos y dificultades que se presenten, desarrollando la capacidad
de hacer mayores esfuerzos para lograr cada objetivo que se proponga.
Si la superación es un deseo innato de los seres humanos ¿por qué en ocasiones nos
detenemos? El principal obstáculo es nuestra persona, con temores encubiertos de
excusas, con la vana esperanza de una oportunidad "de oro" o el momento adecuado
para cambiar de vida; en el peor de los casos, la pereza y el pesimismo propios del
conformista.
Podemos observar a personas que constantemente hablan de sus planes y el noble
afán que tienen por darle un nuevo y mejor rumbo a su vida, sin embargo, todo se
queda en las palabras y en el deseo, argumentando dificultades y contratiempos no
previstos, los cuales han impedido concretar los objetivos planeados.
Basta pensar en el negocio que desde hace tiempo queremos iniciar por nuestra
cuenta, del curso de perfeccionamiento profesional que nos abriría las puertas a una
mejor posición laboral y que a la fecha no hemos iniciado, o el estudiante que espera
el próximo semestre para "ahora sí" prepararse a conciencia y obtener mejores
notas.
La superación no llega con el tiempo, el simple deseo o con la automatización,
requiere acciones inmediatas, planeación, esfuerzo y trabajo continuo.