Este documento presenta un resumen de tres oraciones del documento "BIOÉTICA, NEUROÉTICA, LIBERTAD Y JUSTICIA":
1) El documento es una compilación de artículos académicos sobre temas relacionados con la bioética, neuroética, libertad y justicia. 2) Los artículos cubren una variedad de temas como bioética clínica, justicia sanitaria, filosofía moral, libertad y educación, y neuroética. 3) Los autores exploran cuestiones éticas emergentes en estas áreas
3. BIOÉTICA, NEUROÉTICA,
LIBERTAD Y JUSTICIA
Francisco Javier López Frías
Paulina Morales Aguilera
Raúl Francisco Sebastián Solanes
Marta Gil Blasco
Mikel Arteta Arilla
Ana Mª Costa Alcaraz
Xavier Gimeno Monfort
Víctor Páramo Valero
Christian Ruiz Rubio
Vicenta Alborch Bataller
Cristina Nebot Marzal
(Editores)
5. PRÓLOGO ............................................................................................................. 6
Adela Cortina y Juan Carlos Siurana
SECCIÓN I: BIOÉTICA CLÍNICA ....................................................................11
MENTES APARTE: DAÑO CEREBRAL GRAVE, CIUDADANÍA Y DERECHOS
HUMANOS ....................................................................................................19
Joseph J. Fins
NUESTRA SANIDAD PÚBLICA: ¿MÁS EFICIENTE QUE EQUITATIVA?¿MÁS
EQUITATIVA QUE EFICIENTE? ...................................................................... 60
Juan Simó Miñana.
ALGUNAS CUESTIONES SOBRE LA EFICACIA EN EL ÁMBITO SANITARIO:
MACINTYRE, LOS PERSONAJES Y LAS NARRACIONES ................................... 78
José Luis García Martínez
EL CONSENTIMIENTO INFORMADO DEL PACIENTE Y LA RESPONSABILIDAD
CIVIL MÉDICA................................................................................................. 90
Juan Pablo Murga Fernández
CONSULTAS AL COMITÉ DE BIOÉTICA ASISTENCIAL (CBA) ..................... 108
Gema Cecilia Ferrando Llorens, Marta Beltrán Villalonga, Miriam Toledo
Bonifás
DILEMAS ÉTICOS EN TORNO AL PROCESO DE SELECCIÓN DE CANDIDATOS A
IMPLANTES COCLEARES .............................................................................. 114
Betzabeth Cárdenas Aldana
QUÉ SON LA VIDA, LA ENFERMEDAD Y LA MEDICINA PARA UN GRUPO DE
MÉDICOS JÓVENES EN FORMACIÓN............................................................ 126
Antonio Blanco Mercadé y Mª Isabel Fernández Natal
¿SON LOS INFORMES LA MEJOR MANERA DE RESPONDER A LAS CONSULTAS
HECHAS A LOS COMITÉS DE ÉTICA ASISTENCIAL? ¿CÓMO HACERLO BIEN?
..................................................................................................................... 133
Concha Gómez Cadenas (1), Jesús Herrero Vicente, Rubén Benedicto
Rodríguez, Concha Thomson Llisterri, Etel Carod Benedico, Merche Forcano
García, Carmen Pérez Martínez
ÉTICA, BIOÉTICA Y CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS ........................................ 146
David Lorenzo Izquierdo
6. 1292 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
EL PROCESO DE DELIBERACIÓN EN EL SENO DE UN COMITÉ DE BIOÉTICA
ASISTENCIAL. DISCUSIÓN DE UN CASO REAL ............................................. 159
Juan María Martínez Otero, Victoria Espinar, Elena Hortelano, María Dolores
Espuig, Belén Aparicio, Encarna Argandeña, Josefa Cárcel Gómez, Raúl
Martí, María Rosa Roca, María del Carmen Talaero, Francisco Tomás, Javier
Vega, Enrique Villar
LA COMUNICACIÓN CON EL PACIENTE, UNA CUESTIÓN BIOÉTICA........... 166
M. Carmen Montaner Abasolo y Enrique Soler Company
LA NOCIÓN DE CUIDADO A LA LUZ DE LOS PLANTEAMIENTOS DE JÜRGEN
HABERMAS. POSIBILIDADES DE UNA LECTURA.......................................... 179
Paulina Morales Aguilera
APRENDER ÉTICA DE LA RELACIÓN CLÍNICA EN LA CONSULTA DEL DR.
SACHS........................................................................................................... 191
Beatriz Ogando Díaz y Eduardo Tejera Torroja
BIOÉTICA Y ANTROPOLOGÍA: VULNERABILIDAD Y CUIDADO .................... 205
Rubén Benedicto Rodríguez
DECIR LA VERDAD AL ENFERMO, AL MORIBUNDO..................................... 217
Luís G. Soto y Carlos Sánchez Fernández de la Vega
EL “METADISCURSO” EN LA ÉTICA PROFESIONAL EN ENFERMERÍA EN
ESPAÑA EN LOS ÚLTIMOS VEINTICINCO AÑOS........................................... 229
Joaquín Valdivielso Navarro y Cristina Moreno Mulet
SALUD MENTAL Y BIOÉTICA DESDE EL ANÁLISIS MÉTRICO DE LA
LITERATURA CIENTÍFICA ............................................................................ 241
Carlos Vergara-Hernández, Mª Jesús Megía Sanz y Mercedes Escrig Giménez
LA DECLARACIÓN DE VOLUNTAD VITAL ANTICIPADA O TESTAMENTO VITAL:
SUS LÍMITES Y RÉGIMEN JURÍDICO EN ESPAÑA.......................................... 256
Murga Fernández, Juan Pablo
SECCIÓN II: JUSTICIA.................................................................................272
JUSTICIA SANITARIA Y EFICIENCIA ECONÓMICA........................................... 281
Jesús Conill
POSMEDICINA: DECRECER EN ATENCIÓN SANITARIA PARA CRECER EN
SALUD Y EQUIDAD........................................................................................ 303
Abel Jaime Novoa Jurado
RAWLS Y EL PRINCIPIO ARISTOTÉLICO. UNA APROXIMACIÓN AL §65 DE A
THEORY OF JUSTICE ................................................................................... 337
Pablo Aguayo Westwood
7. 1293
HACIA LA CONSTITUCIONALIZACIÓN COSMOPOLITA. LA PROPUESTA DE
JÜRGEN HABERMAS .................................................................................... 351
Mikel Arteta
FRATERNIDAD CÓSMICA Y METAJUSTICIA. COORDENADAS NECESARIAS DE
LA JUSTICIA INTERGENERACIONAL ............................................................ 366
Joshua Beneite Martí
SHUTTER ISLAND, O LA TENSIÓN ENTRE JPH Y JPE................................ 386
Xavier Gimeno Monfort
EL CIUDADANO EN LA GOBERNANZA GLOBAL.......................................... 399
Gina Giraldo Hernández
OBJECIÓN DE CONCIENCIA DEL PERSONAL SANITARIO EN LA LEY
ORGÁNICA 2/2010 DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA Y DE LA
INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO ......................................... 412
Natalia González Cifuentes
ALCANZAR ACUERDOS EN LA PLURALIDAD. UN DESAFÍO PARA LA BIOÉTICA
..................................................................................................................... 424
Alberto Cuauthémoc Mayorga Madrigal
RAWLS Y THOREAU. JUSTICIA Y DESOBEDIENCIA CIVIL ............................ 437
Víctor Páramo Valero
JUSTICIA DISTRIBUTIVA Y TRASPLANTE DE ÓRGANOS................................ 451
IxchelItza Patiño González
LA TRAGEDIA DE LOS ANTICOMUNES:UNA EXPLORACIÓN DESDE LA
PERSPECTIVA BIOÉTICA............................................................................... 461
Álvaro Ramis Olivos
ALEJANDRO DE LA SOTA: ARQUITECTURA Y ARQUITECTURA ................... 473
Jose Antonio Ruiz Suaña
JUSTICE AND DEMOCRACY. SOME PRELIMINARY REFLECTIONS.............. 494
Asger Sørensen
LA SUBJETIVIZACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA............ 509
Fernández Scagliusi, María de los Ángeles
IDEAS DE JUSTICIA. UN DIÁLOGO CON JOHN RAWLS, AMARTYA SEN Y
ADELA CORTINA.......................................................................................... 523
Ana Carina Vilares
8. 1294 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
ALGUNAS NOTAS CONTROVERTIDAS A LA LUZ DE LA SENTENCIA DE 18 DE
OCTUBRE DE 2011 DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UNIÓN EUROPEA EN
EL ASUNTO C-34/10: CONSIDERACIONES EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
ESPAÑOL. EN ESPECIAL SOBRE LAS LEYES 14/2006, DE REPRODUCCIÓN
HUMANA ASISTIDA Y 14/2007, DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA................. 534
Salvador Tomás Tomás
SECCIÓN III: FILOSOFÍA MORAL, LIBERTAD, Y EDUCACIÓN.....................545
LA INSOBORNABLE LIBERTAD .................................................................... 551
Diego Gracia
LA CRISIS DE LA LIBERTAD: REAPRENDER A SER LIBRES............................ 580
Ignacio Sepúlveda del Río
LA APORTACIÓN DE TOCQUEVILLE A LA DISCUSIÓN ACTUAL SOBRE EL
CONCEPTO DE LIBERTAD ............................................................................ 592
Juan Manuel Ros
TRAGEDIA Y DELIBERACIÓN MORAL EN MARTHA NUSSBAUM................. 604
Enrique Herreras
LAS EMOCIONES: TEORÍAS Y PROBLEMAS FILOSÓFICOS ............................ 618
Marta Gil
EL DERECHO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA ............................ 632
Fernández Scagliusi, María de los Ángeles
LIBERTAD Y DETERMINISMO: LIBERTAD Y DETERMINISMO EN SIMONE
WEIL ............................................................................................................ 644
Rafael Amela Rueda
LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA A EXAMEN..........................................................657
Antonio Blanco Mercadé
EL APRENDIZAJE BASADO EN PROBLEMAS:UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA
PARA LA ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DE LA BIOÉTICA CLÍNICA EN LAS
FACULTADES DE MEDICINA EN COLOMBIA............................................... 667
Fabio Garzón Díaz
LA CORRUPCIÓN SISTÉMICA.EL FRACASO DE LA EDUCACIÓN DE LOS
VALORES ÉTICOS Y DE LA EJEMPLARIDAD. ................................................. 690
Javier Garcia-Conde
ESTRUCTURA Y CONTENIDO DE RAZONAMIENTO MORAL Y
PROSOCIALIDAD. FUNDAMENTOS .............................................................. 705
Martí Vilar, Manuel; Lorente Escriche, Sara; Martí Noguera, Juan José; y
Palma Cortés, Javier
9. 1295
SOBRE LA HUELGA DE HAMBRE: CONDICIONES PARA QUE SEA LÍCITA..... 715
JRB Moncho i Pasqual
POSTCONVENCIONALES: ÉTICA, UNIVERSIDAD, DEMOCRACIA.UN ESTUDIO
BIBLIOMÉTRICO........................................................................................... 719
Manuel Martí Vilar, Levy Farías Navarro, Eladio Hernández Muñoz, Juan José
Martí Noguera, Roberto Martín Julián y Simón Hernández
ENSEÑAR “A SER” CON LA PEDAGOGIA DEL AMOR .................................... 734
Leoncio Montolío Rando
METODOLOGÍA DOCENTE INNOVADORA EN “PENSAMIENTO SOCIOMORAL
Y CONDUCTA PROSOCIAL”.......................................................................... 746
Manuel Martí Vilar, Lucía I. Llinares Insa, Pilar González Navarro, y Juan José
Martí Noguera
PERSONA, LIBERTAD, CULTURA EN ISMAEL QUILES ................................. 786
Francisco Roger Garzón
SECCIÓN IV: NEUROÉTICA .....................................................................796
NEUROÉTICA: ¿ÉTICA FUNDAMENTAL O ÉTICA APLICADA?...................... 802
Adela Cortina
¿ES LA LIBERTAD UNA ILUSIÓN?................................................................. 831
Francisco Rubia
LIBERTAD, JUSTICIA Y NEUROCIENCIAS EN EL FINAL DE LA VIDA DESDE LA
ÉTICA DEL HUMOR ...................................................................................... 845
Juan Carlos Siurana Aparisi
FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA NEUROEDUCACIÓN.......................... 867
Mª José Codina Felip
LA NEUROÉTICA FUNDAMENTAL Y NUESTRA COMPRENSIÓN DE LA
REALIDAD. ................................................................................................... 882
Montserrat Escribano Cárcel
EL ESPACIO DE LA LIBERTAD EN EL SENO DEL DETERMINISMO
NEUROLÓGICO............................................................................................. 894
Joaquín Gil Martínez
EL RETO DE LA LIBERTAD PARA LAS NEUROCIENCIAS............................... 907
Javier Gracia Calandín
EL NEURODERECHO Y EL IMPACTO DE LAS NEUROCIENCIAS COMO NUEVO
PARADIGMA PARA LA FILOSOFÍA DEL DERECHO......................................... 919
José Javier García Deltell
10. 1296 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
DE LA NEUROCIENCIA A LA NEURORELIGIÓN. NATURALIZACIÓN DE LA
EXPERIENCIA MÍSTICA O ¿MÍSTICA DE LO NATURAL? ................................ 932
David Lana Tuñón
NEUROBIOLOGY AND SYMBOLIC SPACE. SOME ISSUES ABOUT PHILOSOPHY
AND NEUROSCIENCE................................................................................... 949
Luca Lo Sapio
LA IMPORTANCIA DE LA CONCIENCIA EN LA LIBERTAD DE ACCIÓN Y LA
GENERACIÓN DE EMOCIONES DESDE LA NEUROÉTICA............................. 956
Daniel Vicente Pallarés Domínguez
NEUROFILOSOFÍA: UNA REVISIÓN CRÍTICA SOBRE LOS ALCANCES DE LA
OXITOCINA EN LA CONDUCTA HUMANA..................................................... 969
Dra. Sonia París Albert
NEUROÉTICA Y ¿QUÉ MORAL?.................................................................... 988
Anna Puchades Boluda
NEUROÉTICA COMPARADA. EL PAPEL DE LA PRIMATOLOGÍA, LA ETOLOGÍA Y
LA PREHISTORIA EN LA INVESTIGACIÓN EN NEUROÉTICA ....................... 998
Andrés D. Richart Piqueras; tutelado por Dr. Miquel Llorente Espino y David
Riba Cano
LIBERTAD Y DETERMINISMO. FRANCISCO RUBIA Y LOS ARGUMENTOS DE
LAS NEUROCIENCIAS................................................................................. 1010
Christian Ruiz Rubio (Christófilo)
NEUROÉTICA Y PSIQUIATRÍA. HACIA UN MODELO INTEGRADOR DE LOS
TRASTORNOS MENTALES........................................................................... 1021
María Vázquez Costa y Juan Francisco Vázquez Costa.
¿SOMOS ESCLAVOS DE NUESTRO CEREBRO?............................................. 1039
María Vázquez Costa y Juan Francisco Vázquez Costa
NEUROCIENCIA DE LAS EMOCIONES Y MOTIVACIÓN MORAL: LOS DESAFÍOS
DE LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI........................................................ 1055
Francisco Arenas-Dolz
CONDICIONES DE POSIBILIDAD DE LA AUTONOMÍA DEL PACIENTE:
NEUROCIENCIA Y FENOMENOLOGÍA DE LA ACCIÓN MÉDICA.................. 1066
Gloria Casanova
SECCIÓN V: RETOS DE LAS CIENCIAS PARA LA ÉTICA................................ 1077
MEJORAMIENTO MORAL ........................................................................... 1087
Julian Savulescu e Ingmar Persson
BIORRETÓRICA: HACIA UNA COMPRENSIÓN RETÓRICA DE LA VIDA ..... 1099
Francisco Arenas-Dolz
11. 1297
LAS RAÍCES BIOLÓGICAS DE LA MORALIDAD. UNA VÍA DE ACCESO A LA
FUNDAMENTACIÓN ÉTICA ........................................................................ 1111
Jesús A. Fernández Zamora
¿INCAPACITAN LOS PROCESOS PSICOLÓGICOS NUESTRA JUSTIFICACIÓN
MORAL?...................................................................................................... 1122
Pedro Jesús Pérez Zafrilla
ALTRUISMO Y EMPATÍA: CORRELATOS NEURALES Y DIFERENCIAS DE
GÉNERO ..................................................................................................... 1139
Lucrecia Burges Cruz
LA PARADOJA DEL ALTRUISMO O LA LÓGICA DE LA SOSTENIBILIDAD DE LA
VIDA. FUNDAMENTOS BIOLÓGICOS/NEURONALES DE NUESTRAS
CAPACIDADES PARA HACER LAS PACES...................................................... 1153
Irene Comins Mingol
RESPONSABILIDAD ÉTICA DE LOS CIENTÍFICOS Y BIOETICISTAS ANTE LOS
POSIBLES FRAUDES DE LA TERAPIA CELULAR Y MEDICINA REGENERATIVA.
................................................................................................................... 1167
Jorge Estopà Dueso, Antonio Blanco Mercadé y María Jesús Tuñón González
BENEFICENCE, JUSTICE, AND EUGENICS ................................................ 1180
Luciana Ceri
UN ENFOQUE NEUROÉTICO EN LA TERAPIA DE LA ENFERMEDAD DE
ALZHEIMER (EA) CON CÉLULAS TRONCALES O STEM CELLS (SC).......... 1193
Jorge Estopà Dueso, Antonio Blanco Mercadé y María Jesús Tuñón González
LA TIRANÍA DE LO PERFECTO. IMPLICACIONES BIOÉTICAS..................... 1201
Emilio García Sánchez.
CONFLICTOS ÉTICOS EN LAS PRUEBAS GENÉTICAS DE DIAGNÓSTICO DE
PATERNIDAD.............................................................................................. 1214
Susana Jiménez Moreno, Carme Barrot Feixat, y Manel Gené Badía
CEREBRO Y SISTEMA NERVIOSO COMO ELEMENTOS CONSTITUYENTES DE
SUJETOS CON ESTATUS MORAL.................................................................. 1224
Andrés D. Richart Piqueras
BIOÉTICA EN TIEMPO DE CRISIS............................................................... 1235
Maria Pilar Santos Fuster y Margarita Fuster Macia
EL RETO DE LA LIBERTAD PARA LAS NEUROCIENCIAS............................. 1250
Javier Gracia Calandín
INTERCULTURALIDAD Y DEPORTE: EL DOPAJE GENÉTICO DESDE LA ÓPTICA
DEL INTERCULTURALISMO DE PIERPAOLO DONATI ............................... 1262
Raúl Francisco Sebastián Solanes
12. 1298 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
LA MEJORA GENÉTICA ¿EL DOPAJE DEL SIGLO XXI?................................. 1275
Francisco Javier López Frías
13. Las emociones:
Teorías y problemas filosóficos
Marta Gil1
Universidad de Valencia
Resumen: La pregunta “¿Qué es una emoción?” fue formulada por el célebre
psicólogo William James en 1884, y, en la actualidad, sigue siendo objeto de un
encendido debate. En la filosofía y la psicología contemporáneas se han propuesto
diversos marcos teóricos para dar explicación a las emociones. En el presente
artículo clasificaremos estas teorías en dos grandes grupos (teorías cognitivas y
teorías no cognitivas) y examinaremos dos debates que toman a cada una de las
teorías como protagonista. En primer lugar, consideraremos el problema de la
asimilación de las emociones a juicios. En segundo lugar, analizaremos si las
emociones pueden ser identificadas con reacciones fisiológicas. Palabras clave:
emociones, teorías cognitivas, teorías no cognitivas, Martha Nussbaum.
Abstract: The question "What is an emotion?" was proposed by the famous
psychologist William James in 1884. The question remains today the subject of
heated debate. Contemporary philosophers and psychologists have proposed
various theoretical frameworks in order to explain emotions. This paper will classify
these theories in two groups: cognitive and non-cognitive theories. We will examine
two debates that take each of the theories as a protagonist. First, we will consider
the problem of assimilation of emotions with judgements. Second, we will consider
whether emotions can be identified with psychological reactions. Keywords:
emotions, cognitive theories, non-cognitive theories, Martha Nussbaum.
14. 619
1. Introducción
Como señala el filósofo Jesse Prinz, parece haber dos clases
de teóricos de la emoción en el mundo: aquellos que tratan de
mostrar que las emociones son esencialmente cognitivas, y aquellos
que sostienen que las emociones son no cognitivas (Prinz, 2003: 69).
Éste es un debate que se ha repetido especialmente a lo largo de las
últimas décadas, pero que hunde sus raíces en la historia de la
Filosofía. La razón por la que esto ocurre es clara: las emociones
poseen una naturaleza dual. Por una parte, tienen la apariencia de
meros impulsos, de automatismos que compartimos con otras
especies del reino animal (si pensamos en ellas tal como lo hace
Darwin en la expresión de las emociones); pero también pueden estar
dotadas de perspicacia, sutileza y pueden constituir el núcleo mismo
de nuestra propia humanidad (Si las vemos como Aristóteles, Hume o
Max Scheler).
Las diferentes teorías de la emoción han tratado y siguen
tratando de dar respuesta a la pregunta ¿Qué es una emoción?,
atendiendo a diferentes aspectos y características de las emociones
para explicar cuál es su naturaleza. Así, cada teoría destaca un
elemento de la emoción por encima de todos los demás
(pensamientos, tendencias a la acción, sentimientos, y demás). No
obstante, en los debates actuales es común distinguir simplemente
entre teorías cognitivas y teorías no cognitivas de las emociones.
2. Teorías cognitivas y no cognitivas de las emociones
Las teorías no cognitivas de la emoción toman como
referente a William James. William James estudió medicina y enseñó
15. 620 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
anatomía y fisiología en Harvard, aunque estaba muy interesado por la
filosofía y acabó siendo profesor de filosofía en esta misma
Universidad. James aunó sus conocimientos sobre psicología -
claramente influenciados por su formación médica- y su perspicacia
filosófica para tratar de dar respuesta a la pregunta ¿Qué es una emoción?
En 1884 publicó en la revista Mind un ensayo que llevaba por título
esta misma pregunta, y en 1885 decidió elaborar una propuesta de su
teoría junto a C. G. Lange, The emotions. Por este motivo su teoría se
conoce comúnmente como ‘teoría de James-Lange’.
Según James (1884, 190-191):
Nuestra forma natural de pensar acerca de estas emociones
normales es que nuestra percepción mental de algún hecho excita el
efecto mental llamado emoción y este último estado mental da lugar a
la expresión corporal. Mi tesis, por el contrario, es que los cambios corporales
siguen directamente de la PERCEPCIÓN del hecho existente, y que nuestro
sentimiento de esos cambios a medida que ocurren ES la emoción.
La teoría de James-Lange, por tanto, invierte el orden de la
secuencia del acontecimiento emocional: lo que se presenta en primer
lugar son las manifestaciones corporales, y el estado mental
correspondiente viene después. James insiste en que “sentimos pesar
porque lloramos, sentimos cólera porque golpeamos y miedo porque
temblamos” (James, 1884: 191), y no a la inversa. La percepción de la
reacción fisiológica, por tanto, es aquí el elemento central de la
emoción.
La teoría de James-Lange ha constituido la propuesta de
referencia para los enfoques no cognitivos. Normalmente suelen
comprenderse dentro de este grupo los planteamientos más
fisiologistas (y, con frecuencia, reduccionistas). Las emociones pueden
concebirse, según estos autores, mediante explicaciones del tipo
“estímulo-respuesta”, o por lo menos prestando atención a las
16. 621
respuestas corporales o fisiológicas, “sin conceder importancia a las
propias interpretaciones de la criatura” (Nussbaum, 2008: 120). Estos
autores, por tanto, suelen hacer primar los procesos fisiológicos
automáticos de los procesos emocionales por encima de otros
aspectos (cognitivos, evaluativos, capacidad crítica, etc.), de tal modo
que las emociones son presentadas como afecciones, como algo que
simplemente nos ocurre, como un acontecimiento ante el que somos
pasivos.
Aunque las teorías cognitivas no siempre excluyen las
alusiones a la función que cumplen las emociones en términos
evolutivos, las teorías no cognitivas suelen centrarse particularmente
en este aspecto. Las emociones serían caracterizadas desde esta
perspectiva como mecanismos adaptativos cuyo propósito consiste en
ayudar a resolver los problemas básicos de supervivencia que tienen
que afrontar los organismos. Según De Sousa, lo que les interesa a
estos teóricos no es tanto saber por qué debemos tener unas
emociones particulares en ocasiones específicas (preocupación que sí
suelen compartir los exponentes de los enfoques cognitivos), sino
más bien comprender de un modo más genérico por qué tenemos
emociones (De Sousa, 2010). Podríamos traducir esta idea como
sigue: mientras que la pretensión de los teóricos no cognitivistas es
puramente descriptiva, los partidarios de teorías cognitivas (por lo
menos en el caso de los filósofos) estarían preocupados, además, por
los aspectos normativos de las emociones (Martha Nussbaum, por
ejemplo, reflexiona sobre el papel que emociones tales como la
compasión, la vergüenza o la repugnancia tienen y deben tener en la
sociedad). Los exponentes más destacados de la teoría no cognitiva
han sido Robert Plutchik y Robert Zajonc desde la psicología y
Jenefer Robinson, Paul Griffiths, Craig DeLancey, Peter Goldie o
Jesse Prinz desde la filosofía.
17. 622 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
No existe para las teorías cognitivas el equivalente a la teoría
de James-Lange. Pero, aunque estos enfoques no tengan una teoría
única de referencia, sí que beben de planteamientos postulados
anteriormente. Hay quien ve en Aristóteles un claro exponente de las
teorías cognitivas (Cf. Lyons, Solomon, Nussbaum), puesto que el
Estagirita señaló la importancia de las creencias a la hora de
conformar las emociones (Cf. Aristóteles, 1990). Los estoicos también
son vistos como antecesores de los teóricos cognitivistas, ya que
asimilaron las emociones a juicios.
Las teorías cognitivas de la emoción suelen compartir la idea
de que las emociones tienen como componentes necesarios la
intencionalidad y las cogniciones, entendiéndose estas últimas como
juicios o creencias. Aunque hay que reconocer que la definición de las
“cogniciones” y “juicios” a las que hacen referencia estas teoría
todavía no está clara y sigue siendo motivo de debate, como veremos
en el próximo apartado, William Lyons dice: “En general una teoría
cognitiva de la emoción es aquella que hace algún aspecto del
pensamiento, usualmente una creencia, central para el concepto de
emoción, y, al menos en algunas teorías cognitivas, esencial para
distinguir diferentes emociones las unas de las otras” (Lyons, 1980: 3).
Robert Solomon afirma que una emoción es un juicio básico
sobre nosotros mismos y nuestro lugar en el mundo, y, por ello, es un
juicio que involucra una proyección de valores e ideales, de acuerdo
con los cuales nosotros vivimos y organizamos nuestro pensamiento,
y a través de los cuales experienciamos la realidad (Solomon, 1977:
126). Por ejemplo, la vergüenza “es mi juicio (...) de que me encuentro
en una situación extremadamente embarazosa” (Solomon, 1977: 126).
Martha Nussbaum emplea ejemplos casi análogos para mostrar por
qué las emociones son juicios, aunque, como veremos, ella añadirá el
componente evaluativo-eudaimonista.
18. 623
En las teorías cognitivas un estado emocional también puede
ser visto como una concatenación de juicios o creencias. Si algún
elemento cambia, entonces la emoción se transforma o directamente
desaparece: si descubro que la persona que creía que me había
insultado, en realidad no lo hizo, entonces mi ira contra ella
desaparecerá.
La teoría cognitiva de las emociones, igual que su antagonista,
tiene defensores tanto en el ámbito de la filosofía como en el ámbito
de la psicología. Quizá la diferencia más notoria entre unos y otros es
que, mientras los filósofos suelen hablar de juicios o cogniciones y
tienden a excluir el componente fisiológico o corporal de sus
definiciones, los psicólogos, a pesar de privilegiar el papel de la
cognición en sus explicaciones, no prescinden de las sensaciones
corporales o los cambios fisiológicos que acompañan a las emociones.
Se suele considerar que los exponentes contemporáneos de
estas teorías son Errol Bedford, Anthony Kenny, Irvin Thalberg,
George Pitcher, William Lyons, Robert Solomon, Cheshire Calhoun,
Jerome Neu, Martha Nussbaum y Aaron Ben-Ze’ev, en el ámbito de
la filosofía. Desde la psicología, pero ejerciendo una ineludible
impronta en los filósofos, los defensores del enfoque cognitivo son
Magda Arnold, Richard Lazarus, Keith Oatley, Andrew Ortony.
Filosofía y psicología se han influido de forma mutua en el estudio de
las emociones. Así, Lazarus admira enormemente a Aristóteles, y así
lo manifiesta en sus escritos, y Nussbaum no puede prescindir de
Lazarus, Oatley y Ortony para construir su teoría.
19. 624 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
3. Dos problemas filosóficos en torno a las teorías de la emoción
3.1. La identificación de las emociones con juicios: un problema
para las teorías cognitivas.
El primer problema al que deben hacer frente las teorías
cognitivas es el de la identificación de las emociones con juicios.
Robert Solomon, por ejemplo, reduce las emociones exclusivamente a
juicios, tal y como hemos visto en el apartado anterior. Martha
Nussbaum también identifica las emociones con juicios, pero con
juicios de tipo evaluativo, de tal modo que dichos juicios otorgan a
ciertas personas o cosas del mundo una gran importancia para el
bienestar propio (Nussbaum, 2008: 52-55). Nos afligimos con la
pérdida de un ser querido porque esa persona tenía un papel
importante en nuestra vida.
Los teóricos no cognitivistas de la emoción han
argumentado en contra de las concepciones cognitivas aduciendo que
defender la coincidencia entre emociones y juicios significa
hiperintelectualizarlas, convirtiendo la atribución de las emociones a
animales y niños en un asunto difícil de cuadrar con su propia teoría.
De este modo, los partidarios de concepciones no cognitivas
sostienen que, si las emociones son juicios, entonces es preciso poseer
altas capacidades cognitivas y cierto grado de dominio del lenguaje
para poder tener emociones. Dado que parece obvio que los animales
y los niños, así como las personas con capacidades intelectuales
mermadas, también experimentan emociones, ¿cómo seguir
afirmando que las emociones son juicios? Robert Solomon responde
a esta objeción apuntando que los animales y los niños también
pueden realizar juicios. Solomon niega que sea necesario poseer la
capacidad de articular proposiciones formuladas lingüísticamente para
emitir juicios. Así, un animal que comprende que la ingesta de un
20. 625
alimento determinado es peligrosa para su supervivencia, realiza un
tipo de juicio simple y rudimentario sobre el mundo sin necesidad de
recurrir al lenguaje (Solomon, 2003: 155-156).
Martha Nussbaum sigue una línea argumentativa similar a la
de Solomon, y defiende que los juicios pueden ser definidos
conforme a una concepción neoestoica, caracterizándolos
simplemente como “asentimientos a una apariencia” (Nussbaum,
2008: 60). Para Nussbaum, el acto de juzgar se da en dos etapas: en
primer lugar, me parece que algo es el caso, y, en segundo lugar,
acepto o rechazo dicha apariencia. Por otra parte, la autora mantiene
que las emociones son juicios evaluativos. Esto quiere decir que son
juicios en los que se pondera la importancia de un objeto externo en
tanto elemento en el esquema de objetivos y fines propios
(Nussbaum, 2008: 24). En definitiva, la noción de juicio que emplea
Nussbaum: 1) implica el uso activo de las facultades cognitivas –sean
éstas más complejas como en el caso de los seres humanos adultos, o
menos complejas en el caso de los niños y los animales-; 2) puede
realizarse de forma más o menos automática o de forma deliberada y
consciente; y 3) no refiere necesariamente a un juicio que pueda
descomponerse en proposiciones lingüísticas.
Por tanto, para estos autores no es necesario recurrir al
lenguaje o a la posesión de habilidades cognitivas refinadas para
sostener que las criaturas carentes de inteligencia al nivel de un ser
humano adulto son capaces de experimentar emociones en forma de
juicios cognitivos o de juicios evaluativos.
21. 626 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
3.2. ¿Son los elementos fisiológicos un componente esencial de
las emociones?
William James propuso una suerte de experimento mental,
en el que pidió a sus lectores que imaginaran una emoción intensa,
como por ejemplo el miedo, y que, acto seguido, trataran de ir
eliminando de su conciencia sus síntomas corporales característicos.
James consideró que, al final del ejercicio, nos quedamos sólo con
“un estado frío y neutral de percepción intelectual”. Para James es
imposible concebir qué tipo de emoción de temor quedaría sin la
aceleración de los latidos del corazón, la respiración entrecortada ni la
carne de gallina. Nussbaum copia la estrategia argumentativa de
James, pero la utiliza para defender la una postura diametralmente
opuesta. De este modo, afirma que si descubriéramos que un sujeto
que dice haber tenido miedo no ha subido de determinadas
pulsaciones, ni ha experimentado un aumento de la presión arterial, ni
se ha encontrado en un determinado estado cerebral, ¿podríamos
aseverar que no experimentó la emoción? En opinión de Nussbaum,
desde luego que no (Nussbaum, 2008: 91). Por tanto, la autora no
considera necesario hacer alusión a los estados corporales con los que
pueda estar relacionada una emoción a la hora de dar una definición
de la misma.
Nussbaum sí que reconoce, sin embargo, que hay dos
aspectos relacionados con la fisiología a los que hay que prestar
atención. Por una parte, admite que algunas sensaciones o expresiones
corporales suelen acompañar a las emociones, aunque no sean
necesarias para que éstas se den. Por ejemplo, “la ira se asocia con una
sensación de ebullición, el temor con una de frío y náusea”
(Nussbaum, 2008: 81). Por otra parte, Nussbaum concede que “toda
experiencia humana se encarna y, por tanto, se realiza en algún tipo de
22. 627
proceso material” y que “en este sentido, todas las emociones
humanas son procesos corporales” (Nussbaum, 2008: 82). Pero aún
haciendo alusión a estos dos aspectos relevantes de la fisiología,
Nussbaum se empeña en negar que los elementos fisiológicos deban
formar parte de la definición de las emociones. Bajo mi punto de
vista, Nussbaum está en lo cierto cuando dice que las emociones no
tienen por qué corresponderse con un patrón de sensaciones
corporales determinadas, aunque niega con demasiada dureza la
importancia de los aspectos corporales.
Walter Cannon, un fisiólogo contemporáneo de James, llevó
a cabo unos experimentos para tratar de probar empíricamente las
tesis de James (labor que el propio James no llegó a realizar). Para su
sorpresa, sus hallazgos pusieron de manifiesto todo lo contrario a lo
que él y su equipo querían probar. Cannon hizo seccionar la médula
espinal y el nervio vago de algunos animales con el fin de destruir las
conexiones entre el cerebro y las vísceras (corazón, pulmones, hígado,
etc.). De esta forma aisló el cerebro de todas las estructuras en las que
se suponía que residían los sentimientos o a partir de las cuales
tenemos sentimientos según la teoría James-Lange. Al parecer, dichas
operaciones no provocaron ningún efecto sobre las respuestas
emocionales, puesto que los animales seguían comportándose con
cólera, alegría o temor.
Por otra parte, Cannon constató que “Los mismos cambios
viscerales ocurren en estados emocionales muy diferentes, y en
estados no emocionales” (Cannon, 1996: 163). Fenómenos tan
dispares como la fiebre, el frío, el temor o la rabia provocan cambios
corporales similares (aceleración del ritmo cardíaco, vasoconstricción
y descarga de adrenalina), sin que ningún cambio corresponda a una
emoción particular. Asimismo, Cannon apuntó que “La inducción
artificial de los cambios viscerales típicos de las emociones intensas
23. 628 Bioética, Neuroética, Libertad y Justicia
no produce estas emociones” (Cannon, 1996: 165), haciendo
referencia a unos experimentos llevados a cabo por Gregorio
Marañón en los que se inyectó adrenalina a un grupo de personas,
provocándoles cambios corporales similares a los que acontecen con
algunas emociones intensas. En dichos experimentos, los sujetos no
coincidieron a la hora de definir en qué estado afectivo se
encontraban. No sabían si realmente habían sentido una emoción o
no, y, en caso de haber sentido algo parecido a una emoción, no
sabían identificar cuál era (referían experiencias del tipo: “Siento
como si tuviera miedo”, “como si fuera a llorar sin saber por qué” o
“como si tuviera mucho miedo y al mismo tiempo estuviera
calmado”)2
.
A pesar de que los experimentos de Cannon y su
interpretación han sido muy discutidos a lo largo de los años, lo cierto
es que hicieron una contribución importante al debate sobre la
naturaleza de las emociones poniendo de relieve algunos de los
problemas del planteamiento jamesiano. Aunque quizá excluir la
posibilidad de que los elementos fisiológicos formen parte de las
emociones sea una tesis demasiado extrema.
4. Conclusiones
Como hemos visto, los teóricos cognitivistas niegan que los
aspectos fisiológicos sean relevantes a la hora de comprender la
emoción, a pesar de reconocer que suelen acompañarlas y los teóricos
no cognitivistas no descartan que las cogniciones puedan tener algún
rol causal, pero niegan que las emociones puedan identificarse con
juicios.
Si bien los planteamientos cognitivos han recibido
numerosas críticas, me parece que no es descabellado tomar en
24. 629
consideración las tesis de estos autores. Podamos o no entender las
emociones como juicios, lo cierto es que éstas parecen estar siempre
ligadas a creencias, pensamientos, proyecciones de valores,
percepciones, recuerdos, etc. Por lo tanto, parece difícil negar su cariz
cognitivo y admitir que son permeables a los procesos de
pensamiento.
Por otra parte, creo que los autores cognitivistas no aciertan
al insistir en que los elementos fisiológicos no son un componente
fundamental de las emociones. Creo que uno de los principales
motivos para sostener esto es precisamente el argumento de
Nussbaum al que hemos aludido anteriormente: toda emoción se da
en un cuerpo, el organismo es el soporte material de la emoción.
Entonces, ¿cómo negar que la emoción es, en algún sentido, un
proceso fisiológico? Aceptar este hecho no implica incurrir en un
reduccionismo que identifique las emociones con un mero
sentimiento de cambios corporales, pero sí entraña reconocer que las
emociones también son un proceso fisiológico.
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Notas
1
Este estudio se inserta en el Proyecto de Investigación Científica
y Desarrollo Tecnológico FFI2010-21639-C02-01, financiado por
el Ministerio de Ciencia e Innovación (actualmente Ministerio de
Economía y Competitividad) y con Fondos FEDER de la Unión
Europea.
2
Algunos autores son críticos con el diseño de los experimentos de
Marañón. Así, Schachter y Singer advierten que “aunque Marañón
no es explícito en cuanto a su procedimiento, es evidente que sus
sujetos sabían que estaban recibiendo una inyección, muy
probablemente sabían que era de adrenalina y quizá estaban
familiarizados hasta cierto punto con sus efectos” (Schachter y
Singer, 1962: 381). Schachter y Singer sostienen que, como los
sujetos del experimento sabían que estaban recibiendo una
inyección de adrenalina, entonces podían dar una explicación
apropiada de sus sentimientos corporales, es decir, que los sujetos
no tenían que recurrir al vocabulario emocional para describir su
experiencia.