Mecanismo de trabajo de parto en presentación de cefalica de vértice
Eje 4. Actividad 3. Clonación Humana: Oportunidades y Riesgos.
1. CLONACION HUMANA: OPORTUNIDADES Y RIESGOS
El tema de la clonación humana es muy polémico y levanta mucha controversia,
hay muchas posturas a favor y otra parte en contra. Los argumentos son válidos
tanto para el sector que está de acuerdo como con la contraparte, ya que todas las
opiniones tienen pesos a la hora de reflexionar al respecto.
El 25 de noviembre de 2001, la compañía Advanced Cell Technology radicadaen
Worcester, Massachusset (U.S.A.), anunció a través de la revista (publicada en Internet)
The Journal of Regenerative Medicine, la obtención del primer embrión humano obtenido
por transferencia nuclear. En otras palabras, el primer embrión clónico humano.
¿En qué consiste la clonación?
El término clon procede del griego “klon” que significa esqueje. De hecho, cuando a partir
de un fragmento de planta, como por ejemplo un geranio, obtenemos una planta nueva
estamos fabricando un clon. Clones son por tanto aquellos de organismos de idéntica
constitución genética procedentes de un único individuo mediante multiplicación asexual,
siendo a su vez iguales a él. La clonación es entonces el proceso de producción de
clones, por el cual sin la unión de dos células sexuales se obtienen seres idénticos
genéticamente.
Tipos y técnicas de clonación
Existen dos modalidades de clonación que se relacionan directamente con el debate que
se ha suscitado: la clonación reproductiva y la terapéutica o celular. La clonación
reproductiva está dirigida al nacimiento de individuos completos genéticamente idénticos.
Implica la implantación del embrión clonado en el útero de una madre, el desarrollo del
mismo y el nacimiento de un individuo. La clonación terapéutica no llega tan lejos. Está
limitada a la fase celular y tiene como principal finalidad la obtención de las denominadas
células madres. Las células madre son células capaces de reproducirse indefinidamente y
que, estimuladas adecuadamente, pueden evolucionar y diferenciarse hacia cualquier tipo
de tejido, ya sea piel, tejido nervioso o muscular. Estos tejidos se podrían utilizar para
tratar a pacientes con una gran variedad de enfermedades sin problemas de rechazo. La
clonación terapéutica es pues desde el primer momento instrumental, como un medio
para generar células madre, mientras que la clonación reproductiva tiene como finalidad la
reproducción humana por medios asexuales.
La técnica de clonación más relevante y prometedora es la de transferencia nuclear (TN).
La TN consiste en la sustitución del núcleo celular de un óvulo por el núcleo de una célula
con una dotación cromosómica completa.
2. Fue con esta técnica con la que Iam Wilmut, del Instituto Roslin de Un rebaño de Clones.
Portada de Nature (Febrero, 1997) en la que se anunció el nacimiento de Dolly.
Edimburgo, consiguió la clonación, en 1997, del primer mamífero superior: la oveja Dolly.
La clonación por TN es conceptualmente simple. Consiste en sustituir el núcleo de un
óvulo, por el núcleo de una célula, provocar el desarrollo del embrión e implantarlo en un
útero, de manera que después del proceso de gestación nazca un individuo que es
genéticamente idéntico al individuo que donó el núcleo.
Clonación humana: estado de la cuestión
En el instante que se hizo público el nacimiento de Dolly se reanimó la carrera por obtener
el primer clon humano. Sólo un año después Michael West, presidente de Advanced Cell
Technology, anunció que su empresa obtuvo un embrión humano clonado por
transferencia del núcleo de células de piel humana al óvulo de una vaca. En este caso el
embrión se desarrolló durante doce días antes de detener el experimento.
En el año 2000 un consorcio científico privado liderado por los doctores Panaiotis Zavos
(Centro Kentucky para la Medicina Reproductiva y la Fertilización in vitro) y Severino
Antinori, experto en fertilidad humana, a los que posteriormente se unió la Dra. Cristine
Boisselier, directora de la firma Clonaid, anunció planes para clonar seres humanos de
parejas estériles sin posibilidad de procrear.
El último hito en esta secuencia de acontecimientos se ha producido este mismo año,
cuando Advanced Cell Technology comunicó la obtención del primer embrión humano
clonado con objeto de obtener del mismo células madres.
Paralelamente al anuncio de estos resultados se ha reanimado un debate sobre los
aspectos éticos de la clonación humana en sus dos variantes, la reproductiva y la
terapéutica, y sus implicaciones económicas, sociales y políticas. En este debate se han
esgrimido razones a favor y en contra de cada una de ellas y desde distintos puntos de
vista.
La clonación terapéutica es la que cuenta con más partidarios, entre ellos la mayor parte
de la comunidad científica. El argumento principal a su favor es que servirá para avanzar
en el tratamiento de numerosas dolencias y enfermedades, así como en los
procedimientos de fertilización in vitro. Los tejidos embrionarios clonados pueden ser
usados para la sustitución de tejidos enfermos; para la producción de proteínas de uso
terapéutico, el diagnóstico de enfermedades, el diseño de tratamientos de prevención de
enfermedades genéticas, ensayos de medicinas y procedimientos médicos, etc.
La clonación reproductiva tiene sin embargo muchos menos defensores. Entre estos se
sitúan aquellos que esgrimen razones de índole personal: la clonación de adultos
representa una salida para aquellos que por diversas razones deseen niños o adultos
genéticamente idénticos a ellos mismos o a alguien a quien quieren o admiran. En este
caso la clonación se justifica como una expresión de la libertad reproductiva individual que
no debe estar limitada por la legislación.
En línea con los argumentos a favor y en contra arriba expuestos, la legislación de la
mayor parte de los países de nuestro entorno cultural ha desarrollado legislaciones que
3. prohíben la clonación reproductiva pero que dejan abierta vías para la clonación
terapéutica.
Así como hay consenso generalizado en la comunidad científica y en la sociedad sobre la
conveniencia y utilidad de la clonación terapéutica, casi la misma unanimidad se da sobre
la inutilidad e inconveniencia de la clonación reproductiva. La primera razón de peso que
la desaconseja desde muchos puntos de vista se refiere al carácter experimental de las
técnicas empleadas y al elevado riesgo de fracasos y de seres humanos defectuosos.
Además esta baja tasa de éxito precisaría emplear un elevado número de embriones, lo
que agudizaría el problema del almacenamiento y uso de los embriones sobrantes. La
clonación reproductiva pasaría a convertirse en un acto más de consumo: algo que se
compra para adquirir un bien material; en este caso un ser humano idéntico a otro.
En este escenario es posible imaginar un mercado de genoma, en el que se valore a los
donantes dispuestos a permitir su clonación a cambio de dinero: estrellas de cine, atletas,
premios Nobel, etc. Se produce también un conflicto de derechos individuales.
Desde una perspectiva religiosa la posición común es de rechazo.
Para la Iglesia Católica y también para la mayoría de las confesiones religiosas la vida
humana es única y especial y sólo puede ser creada, determinada o controlada por sus
deidades correspondientes. Esto les lleva a oponerse a la clonación humana en
cualquiera de sus variantes, incluida la clonación terapéutica.
Por ejemplo, ¿tendría alma un ser humano clonado? ; o dicho de otra manera, ¿sería
posible clonar a la persona pero no al alma? En este aspecto la posición más extrema y
heterodoxa es la que presenta el culto religioso de los raelianos. Para este grupo la vida
en la tierra fue creada en laboratorios por seres extraterrestres. Los grandes profetas y
fundadores de credos religiosos como Buda, Mahoma o Jesús son clones de seres
superiores traídos a la tierra. Para los seguidores de esta doctrina la clonación permitirá a
la humanidad en un futuro próximo alcanzar la vida eterna por la vía de la clonación.
En línea con los argumentos a favor y en contra arriba expuestos, la legislación de la
mayor parte de los países de nuestro entorno cultural ha desarrollado legislaciones que
prohiben la clonación reproductiva pero que dejan abierta vías para la clonación
terapéutica. Así en España la clonación de seres humanos está expresamente prohibida
desde 1995 en el Código Penal (Art. 16: “se castigarán la creación de seres humanos por
clonación u otros procedimientos dirigidos a la selección de la raza”). Una situación similar
se da en Italia, Alemania, Francia, Bélgica o Japón. Por su parte el Consejo de Europa ha
recomendado la prohibición en varias ocasiones. En Europa la excepción se ha dado
hasta ahora en el Reino Unido. En este país la denominada Ley de Fecundación Humana
y Embriología autoriza la clonación y el cultivo de células madre humanas con finalidades
terapéuticas tales como obtención de cultivos celulares personalizados para transplantes.
En los Estados Unidos de América el Presidente Bill Clinton impuso en su momento una
moratoria sobre investigaciones encaminadas a la clonación humana y la Comisión
Nacional Asesora de Bioética recomendó que se impusieran restricciones legales al
respecto. Más recientemente el Presidente George W. Bush, a pesar de su rechazo
inicial, ha permitido la investigación con fondos públicos en células madres clonadas
extraídas de embriones de ciertas líneas ya existentes (clonación terapéutica), aunque el
Congreso aún no ha prohibido con una legislación específica la experimentación en
4. clonación con embriones humanos. Este vacío legal es el que ha permitido a la empresa
Advanced Cell Technology llevar a cabo sus experimentos y lo que sin duda propiciará
que otras empresas lo hagan. Existe no obstante una iniciativa legal, actualmente en el
Senado, la ley Weldon-Stupal que se espera sea considerada a principios del próximo año
en la que se penaliza con hasta 10 años de prisión y 1 millón de dólares a cualquiera que
genere clones humanos.
De hecho el más importante argumento en contra de la clonación reproductiva viene de
las limitaciones de la técnica de cara a su viabilidad. Pero que estas limitaciones se
superen es cuestión de tiempo y llegado ese momento nada podrá impedir que se
practique. Presumiblemente se abrirá un nuevo mercado (legal o ilegal) en el que aquellos
que puedan permitírselo podrán generar clones de sí mismos. Se abre por tanto un
debate que afecta no sólo a la definición de lo que es un ser humano y a la imagen que
este puede tener de sí mismo sino que también tiene dimensiones políticas y económicas.
Este es el debate que se ha abierto, en el que todos tenemos derecho a intervenir. Pero la
participación exige conocimiento, información. Es condición necesaria, pero no suficiente
contar con información rigurosa y accesible sobre los principios en los que se sustentan
esta nueva revolución tecnológica. Sólo así estaremos a salvo de las manipulaciones a
las que, por motivos religiosos, ideológicos, económicos o por prejuicios basados en
ignorancia, vamos a estar expuestos. Nuestra sociedad y nuestra cultura basada en los
principios de democracia y respeto a la libertad individual, han resuelto este antiguo
dilema a través del debate democrático y del análisis ético.
La actividad científica debe estar regulada por la sociedad a través sus instituciones y de
la representación política. Instituciones y representación en los que las únicas fuerzas y
argumentos no deben ser las puras del mercado y del beneficio económico.
La universidad y las sociedades científicas tienen en este sentido un papel, una función
que cumplir: promover la apertura de la sociedad hacia los cambios tecnológicos que ya
estamos experimentando, informando de sus beneficios y peligros potenciales pero sobre
todo estimulando el pensamiento crítico, científico y humanista. El miedo no debe limitar la
libertad y el progreso. Víctor Frankenstein no debe morir, ni su laboratorio destruido por el
miedo.
Conclusion.
Como hemos visto la clonación implica muchos aspectos por considerar antes de ser bien
aceptada o bien rechazada. Por un lado ofrece ventajas como la reproducción asexual
asistida o bien la producción de clones a partir de un individuo. En el ámbito de
producción animal, considero que es una gran ventaja poder reproducir, por ejemplo, una
línea de vacas a partir de un ejemplar que genéticamente es buena productora de leche o
bien que produce buenos becerros. En cuanto a los seres humanos, sería excelente
contar con la opción de una “refaccionaria” de orgános para usarlos de repuesto en caso
de necesitarlos. Hay muchas parejas que no pueden concebir y la clonación les daría la
oportunidad de tener un hijo propio, genéticamente idéntico al progenitor donador.
Cuando hablas de este tema siento como si me transportara a una época futura, sin
embargo la realidad es que es cuestión de un poco de tiempo para que lo que hoy limita la
clonación reproductiva sea superado y entonces no habrá que frene la clonación de seres
humanos. Es muy importante estar consientes de lo que esto representa y sobre todo
5. estar bien informados para evitar caer en manipulaciones de tipo religioso o ideológico.
La clonación debe estar regulada por Instituciones con ética y responsabilidad, que no
lucren o busquen solo el beneficio económico. Las universidades y los investigadores
juegan un papel muy importante en este sentido, sobre todo el de mantener una sociedad
bien informada.
Termino con una frase que me gusto de la lectura: “Víctor Frankenstein no debe morir, ni
su laboratorio destruido por el miedo.”
Fuente: Torres, Darias, N. V. (s/f). Clonación humana: oportunidades y riesgos.
Recuperado con fines educativos de:
http://www.escepticos.es/webanterior/articulos/clonacion.htm