1. INDIVIDUO Y COLECTIVIDAD
El individuo es producto de su entorno social y a su vez es factor y
generador de cambios en ese mismo entorno, esta interacción tanto
en aspectos sociales (familia, amistades, relaciones laborales, etc.),
como en aspectos físicos (cuidado o destrucción del entorno natural,
edificación de inmuebles, etc.), es constante e inevitable y en ambas
direcciones, es decir, dentro de la sociedad se forja al individuo y el
individuo modifica con su actuar el entorno. Si bien, es probable que
un individuo sea capaz de acarrearse los bienes que satisfagan sus
necesidades físicas básicas (alimentación, vivienda, vestido, etc.),
necesitará del cumulo social para la satisfacción de su necesidades
psíquicas: afectivas, educativas, comunicativas, etc., así como para el
desarrollo adecuado de sus potencialidades intelectuales y
emocionales (uso del lenguaje, formación de una personalidad propia,
etc.)
Dentro de toda sociedad¹, se forman grupos o colectividades
que se asocian con objetivos más concretos y para ello han de
considerarse las necesidades de cada componente, de cada individuo,
saber cuál es la finalidad o la razón por la cual se organizan, por qué
se adhieren a un grupo. Es difícil pensar en que algún componente del
colectivo participe de buena gana si este atenta contra sus
necesidades o contradice su ser, por lo tanto cada individuo ha de
adherirse de manera consciente y voluntaria, en busca de cumplir con
el desarrollo de su potencial, mismo que aportara al grupo social
enriqueciéndolo.
El bien común sobre el interés particular, por ello, ese bien
común debe permitir que el individuo sea libre, que pueda satisfacer
sus necesidades básicas, que en el entorno colectivo pueda
desarrollar su potencial en cualquier aspecto de su humanidad
(artístico, intelectual, emocional, etc.). Para ello es indispensable que
el sujeto se apropie de las decisiones, que se responsabilice (hacer en
tiempo y forma) del desarrollo y la consecución de los objetivos
comunes, que la participación sea horizontal para todos los
2. integrantes, que el agruparse signifique una mejora, que signifique la
posibilidad de que mediante el trabajo grupal se realicen todas esas
cosas que individualmente sería imposible o requeriría mucho mayor
esfuerzo.
Ningún interés o necesidad es más importante que otra, las
prioridades se definen con la participación del conjunto pensante y
crítico, en ese sentido es importante se definan intereses y objetivos
básicos del grupo desde el principio, así cada participante puede
decidir si se une o no, si los intereses del grupo coinciden con los
propios o no, si su individualidad enriquece al grupo o los objetivos
colectivos le llevan a la realización de los propios, si el unirse al
conjunto no significa sacrificar su individualidad, lo que sería
perjudicial tanto para él como para el conjunto, que la reunión sea para
acumular potencias y no para suplir carencias.
La realización de proyectos colectivos implica la
participación de todos por igual, por esto es necesario que dichos
proyectos no sean expresiones de individualidad, sino en todo caso la
generación de estructuras que luego permitan a cada uno realizar
esos proyectos personales que finalmente enriquecerán al conjunto.