El documento resume el libro "La globalización. Consecuencias humanas" de Zygmunt Bauman. Bauman analiza las consecuencias de la globalización para la condición humana, incluyendo la compresión del espacio-tiempo, la pérdida de poder de los estados nacionales, y la polarización creciente entre las élites globales móviles y las personas atadas a territorios específicos. Mientras que la globalización une algunos, también divide a otros y aumenta las desigualdades.
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Reseña de La globalización. Consecuencias humanas, de Zygmunt Bauman
Article in Acta Sociologica · January 2002
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Jorge Cadena-Roa
Universidad Nacional Autónoma de México
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2. La globatizacián.
Consecuencias humanas
Zygmunt Bauman
r::n este libro Baurnan se propone
clari ficar las consecuencias de la
globalización para la condición
humana. El primer capítulo,
"Tiempo y clase", analiza los
erectos de la actual compresión
espacio / tiempo sobre la
estructuración de las sociedades.
comunidades territoriales y
planetarias. De particular interés
resulta su análisis sobre las
características de la "propiedad
absentista:' es decir, sobre la
independencia de las élites
globales con respecto él unidades
territoriales determinadas y a la
consiguiente "pérdida de poder"
de los Estados nacionales. Las
actuales élites globales no
enfrentan las limitaciones y
responsabi Iidadcs que los terra-
tenientes absentistas de antaño
tenían con la localidad donde se
asentaban sus posesiones y con la
comunidad que trabajaba para
ellos, pues los fondos actuales son
líquidos y fácilmente transferibles
de esta ocupación a aquélla e
incluso de un país a otro. En la
medida en que los Estados han
evitado regular la libertad de
movimientos del capital, éste va y
viene mirando sólo el interés de
sus dueños, no el de las
comunidades a donde llega o el de
las que abandona.
El segundo capítulo, "Guerras
por el espacio: informe de una
carrera", analiza las guerras por
definir el espacio cornpart ido. Para
ello analiza la literatura acerca de
la p lani ficación urbana en el
pasado y apunta cómo las
tendencias recientes se orientan a
la fragmentación del espacio y a
la construcción destinada a excluir.
El tercer capítulo, "Después del
Estado nacional. .. ¿qué?", aborda
el tema del futuro de la soberanía
política, en particular "la cons-
titución propia y el autogobierno
de las comunidades nacionales, y
en general territoriales, bajo la
globalización de la economía, las
finanzas y la información" (pp. 10-
11). En este capítulo son
particularmente sugerentes las
ret1cxiones del autor acerca de los
efectos de la globalización sobre
la capacidad decisoria de los
gobiernos.
En capítulo cuarto, "Turistas y
vagabundos", se refiere a las
consecuencias culturales de la
globalización. caracterizada por la
bifurcación y polarización de las
vivencias humanas. El quinto y
último capítulo, "Ley global,
órdenes locales", analiza las
expresiones radicales de la
polarización: la tendencia a
criminal izar y el papel de la
criminalización en la vida errante.
En lo que sigue destaco
algunos puntos de La gloha-
lizocion que me parecieron
pa rtic u Iarmente interesantes.
Seguramente otros lectores
encontrarán distintos puntos que
les llamarán más la atención pues
AC1:4 SO('IIJ/.I}(;¡C'¡I 35, ~IAYO-AGOHO I)EI. 2002
3. 274 zvcstuvr n,llIM/I/I' 1.11GLOIJAUZACtÓN. CONSECUENCIAS /lU¡/,IN.~S 275
la lectura de Bauman es muy rica
y provoca un gran número de
resonancias con numerosos temas
y vivencias,
De entrada, para Bauman, el
término globalización ha llegado
a expresar "el carácter inde-
terminado, ingobernable y auto-
propulsado de los asuntos
mundiales" (p. 80), aludiendo así
a un proceso global que pareciera
imponerse sobre el mundo como
una fatalidad, Por ello, el término
ha llegado a referirse princi-
palmente "a los efectos globales,
claramente indeseados e impre-
vistos, más que a iniciativas y
emprendimientos" (p. 81),
La globalización es uno de los
temas recurrentes del debate
contemporáneo, tanto en el ámbito
académico C01110 en el de la
opinión pública, pero a la vez es
lino sobre el que no existen
consensos, De manera aún más
llamativa. el disenso no queda sólo
a nivel de opiniones (después de
todo cada quien puede tener sus
propias opiniones sin estar
obligado a probar que su opinión
tiene algún sustento); la inves-
tigación en ciencias sociales
también presenta resultados
mixtos (para una reseña sobre el
particular véase Guillén 2001),
De acuerdo con Bauman, la
globalización es un fenómeno
nuevo cuya característica más
notable es la compresión del
espacio-tiempo gracias al avance
tecnológico, El fenómeno no
implica en modo alguno el fin de
la historia, pero sí "el fin de la
geografía" (p. 20), en la medida en
que las distancias ya no importan
pues los centros de decisión y los
cálculos sobre los que basan sus
decisiones se han liberado de
criterios territoriales.' El mundo
está cada vez más íntimamente
relacionado y las decisiones tienen
efectos que rebasan las fronteras
políticas.
Si bien esta es la tendencia
dominante, no es de ninguna
manera unilineal.' Su contraparte
es que otros grupos sociales no se
benefician de la "compresión
espacio-tiempo" pues están atados
a la localidad donde nacieron o
donde habitan. Las elites pueden
mover sus recursos a donde los
rendimientos esperados sean mas
altos sin considerar criterios de
distancia o cercanía. Las inver-
siones llegan cuando las cosas
parecen prometedoras; se van
cuando se ponen difíciles, dejando
a los demás "las tareas de lamer
las heridas, reparar los daños y
ocuparse de los desechos. La
empresa tiene libertad para
trasladarse; las consecuencias 110
pueden sino permanecer en su
lugar. Quien tenga libertad para
escapar de la localidad, la tiene
para huir de las consecuencias"
(p.ó, 16).
La mo vi li dad del capital
"significa que el poder se
desconecta en un grado altísimo,
inédito en su drástica incondi-
cionalidad, de las obligaciones: los
deberes para con los empleados y
los seres más jóvenes y débiles, las
generaciones por nacer, así como
la autorreproducción de las
condiciones de vida para todos; en
pocas palabras, se libera del deber
de contribuir a la vida cotidiana y
la perpetuación de la comunidad"
(p. 17).
De ahí que la anulación de la
importancia de la distancia y el
tiempo, lejos de homogeneizar la
condición humana tiende a
polarizarla. En síntesis, la gleba-
lización significa una redistri-
bución mundial de la soberanía, el
poder y la libertad para actuar (p.
94). La globalización "emancipa a
ciertos humanos de las res-
tricciones territoriales a la vez que
despoja al territorio, donde otros
permanecen confinados, de su
valor y su capacidad para otorgar
identidad" (p. 28). Las élites son
extraterritoriales, no conocen
restricciones espaciales; el resto
queda atado al territorio. Basta ver
la crisis Argentina, anunciada
desde finales de 200 1: los capitales
em igraron a nuevos paraísos, sin
embargo, la miseria y el crujir de
dientes se quedó.
Contrariando muchas voces, la
mayoría de ellas sin base en
resultados de investigación sino
más bien en la extrapolación no
controlada empíricamente de
I Bauman toma la expresión dc l'uul
Virilio y de Richard O'Bricn.
! Aunque esta es la tcndcnc ia
dominante, la globulizución no es un
fenómeno mundial. Amplísimas regiones
del mundo han quedado marginadas del
proceso, la mayor parte de Á frica. por
ejemplo.
algunas tendencias o en plantea-
mientos ideológicos (tanto de
neoliberales como de estatistas que
sin mayor calificación se declaran
a favor o en contra de la
global ización-como quiera que la
entiendan), Bauman sostiene que
la globalización no produce
convergencia a las mismas
condiciones sociales, económicas,
políticas o culturales. Ocurre, en
cambio, que sus consecuencias son
diferenciadas: " ... Ios procesos
globalizadores, escribe Bauman,
carecen de esa unidad de efectos
que generalmente se da por
sentada. Los usos del tiempo y el
espacio son tan diferenciados
COIllO diterenciadores. La globa-
lización divide en la misma medida
en que une: las causas de la
división son las mismas que
promueven la uniformidad en el
globo" (p. 8).
Bauman plantea que "lo que
para algunos aparece COIllO globa-
lización, para otros es localización;
lo que para algunos es la señal de'
una nueva libertad cae sobre
muchos más como un hado cruel
e inesperado" (p. 8), En este
sentido, Bauman recoge el
concepto de glocalizacion acu-
ñado por Robertson (1995) con el
fin de enfatizar la idea de que las
presiones "global izadoras" y
"localizadoras" constituyen una
unidad indisoluble (pp. 94-95). En
este sentido, la glocalización es un
"proceso de concentración no sólo
del capital, las finanzas y demás
recursos de la elección y la acción
efectiva, sino también -y quizá
4. 2% ZI'GMUNT II..1UMAN lA G/.OII.·fI.I7.t1C1ÓN, CO,v,'I:"CUI: 'C/.1.' III '.1/.·1,'.-1.' 277
principalmente- de libertad para
moverse y actuar" (p. 95). Otro
aspecto de la divergencia provo-
cada por la global ización es el
aumento en las disparidadcs en el
ingreso entre países y dentro de los
países que conduce a una segre-
gación, separación y marginación
social progresiva (p. 8). En este
sentido. las tendencias neotribales
y fundamentalistas son la contra-
cara de la hibridación de la cultura
superior.
La relación entre globalización
y los Estados nacionales ha sido
objeto de sinnúmero de opiniones
pero de insuficiente investigación.
Se ha dicho que la globalización
tiende a la disolución de los
Estados nacionales. Sin embargo.
lo que hemos observado es que
éstos han renunciado a la búsqueda
del equilibrio rnacroeconómico del
que ahora se ocupan los orga-
nismos financieros interna-
cionales. Sin embargo. esto no
si gn ifica necesariamente el
debilitamiento de los Estados
nacionales; signi fica en todo caso
la separación de las tareas de
regulación macroeconórnica de las
de política interna. Así. por
ejemplo, encontramos que no hay
menos Estados en los tiempos de
la globalización que antes. sino
que, por el contrario, su número
es mayor.
Este proceso ha sido
claramente inducido por los
organismos financieros interna-
cionales. los cuales condicionan su
ayuda a que los Estados renuncien
a aplicar políticas económicas
autónomas. A I aceptar tales
condicionamientos, los Estados se
han convertido "cada vez más en
ejecutorcs y plenipotenciarios de
fuerzas sobre las cuales no tienen
la menor esperanza de ejercer
ningún control" (p. 89), quedando
así reducidos "a la función (útil)
de una estación de policía local,
capaz de asegurar el mínimo de
orden necesario para los negocios,
pero sin despertar temores de que
pueda limitar la libertad de las
compañías globales" (p. 92).
Si hien estas tendencias
ominosas son innegables, también
lo es que hemos presenciado el
surgimiento de redes trasna-
cionales de solidaridad que son un
signo alentador de formación de
una sociedad civil mundial, de una
esfera pública también globalizada
que además de cuestionar los
efectos negativos de la globa-
lización están proponiendo alter-
nativas con un sentido humanista
(Guidry, Kennedy, and Zald. 1999;
Keck and Sikkink, 1998a; Kcck
and Sikkink, 1998b).
La condición humana en
nuestro tiempo queda retratada de
la siguiente manera. La gleba-
lización crea condiciones de
inseguridad existencial prove-
niente de tres fuentes: falta de
seguridad, certeza y protección.
Así, por ejemplo, la flexibilización
laboral produce inseguridad en el
empleo; la movilidad irrestricta del
capital y su falta de respon-
sabilidad con la localidad
producen incertidumbre; el
aumento de la delincuencia crea la
sensación de de spr o tecció n
personal. Tomadas en conjunto,
estas fuentes provocan senti-
mientos de miedo y ansiedad.
Como no hay intención de
controlar los movimientos de
capital, éstos sentimientos son
reducidos a la búsqueda de
protección, entendida como
imposición de la ley y el orden por
los gobiernos. Si bien de esta
manera se atienden las preocu-
paciones por la seguridad del
cuerpo y las posesiones
personales, quedan incólumes las
otras fuentes de la ansiedad y el
miedo, al tiempo que se da salida
a la tensión sin modificar las bases
de la economía global izada. Los
verdaderos problemas de inse-
guridad e incertidumbre se
condensan en la búsqueda de
protección. "El afán de protección
genera muchas tensiones. Y donde
hay tensión hay capital político ...
Las apelaciones a los miedos
relacionados COI1 las seguridad son
tan suprac lasistas y transpar-
tidarios como los miedos mismos"
(p. 153).
La globalizacion es un libro
extraordinariamente sugerente
escrito para UI1 ávido y agudo
lector a quien "formular las
preguntas correctas constituye la
diferencia entre someterse al
destino y construirlo, entre andar
a la deriva y viajar." Al formular
estas preguntas Bauman se
propone "cuestionar las prcmisas
ostensiblemente incuestionables
de nuestro modo de vida." En eso
consiste precisamente, a su
parecer, "el servicio más apre-
miante que nos debemos a nuestros
congéneres y nosotros mismos" (p.
12). Subyace a este planteam icnto
la idea de que la globalización es
un proceso sobre el que se puede
actuar, no es una fatalidad
impersonal ante la cual sólo queda
encogerse de hombros o maldecir.
Hay que comprendería y actuar
sobre ella para reencauzarla de
modo que sus consecuencias sobre
la condición humana sean
positivas.
Este es un texto de lectura
obligada para quien quiera
comprender la vinculación íntima
entre los macroprocesos gleba-
lizadores y la condición humana
en la vida cotidiana, tanto de
individuos como de grupos.
Quisiera terminar esta reseña con
mi agradecimiento a Maya Aguilu>
por llamar mi atención sobre este
autor tan sugerente y rico. Al
hacerla, me sumo a su invitación
a leer a Bauman y la valoración de
su obra que justi Iica este número
especial de Acta Sociologica: hay
que lccrlo, Zygmunt Bauman es UI1
pensador de primera importancia
para comprender la condición
humana de nuestro tiempo e
intentar mejoraría.
.Jorge Cadena Roa
5. 27L- Z~-)~'G~M~U~N~T~8~,t~U~AI~AN
Zygmunt Bauman, La globo-
lizacion, Consecuencias huma-
nas, FCE, México, 1999 [1998],
171 pp.
Referencias
Guidry, J. A., M. D. Kennedy,
and Mayer N. Zald, "Globali-
zations and Social Movements" in
Globalizations and Social
Movements: Culture, Powet; and
the Transnational Public Sphere,
edited by J. A. Guidry, M. D.
Kennedy, and M. N. Zald. Ann
Arbor: University of Michigan
Press, 1999, pp. 1-32.
Guillén, Mauro F., "Is
Globalization Civilizing, Destruc-
tive or Feeble? Á Critique of Five
Key Debates in the Social Science
Literature." Annual Review of
Sociology 2001, 27:235-260.
Keck, Margaret E. and Kathryn
Sikkink, Activists beyond Borders.
Advocacy Networks in Interna-
tional Politics, Cornell University
Press, Ithaca and London, 1998a.
-, "Transnational Advocacy
Networks in the Movement
Society." in The Social Movement
Society. Contentious Politicsfor a
New Century ; edited by D. S.
Meyer and S. Tarrow. Lanham:
Rowman & Littlefield, 1998b, pp.
217-238.
Robertson, Ronald, "Globali-
zation." in Global Modernities,
edited by M. Featherstone el al.
Polity Press, London, 1995.
La cultura como praxis
Zygmunt Bauman
En el lenguaje de las ciencias
sociales -aunque no únicamente
en él-, el término cultura parece
estar en todas partes y en ninguna.
Muchas veces se utiliza como un
concepto que refiere una zona
vaga, lejana y borrosa de la vida
social que no se puede explicar y
que tampoco sirve para explicar
nada; otras veces es una suerte de
comodín del que se echa mano
cuando se acaban las ideas, por
ejemplo, cuando no se puede dar
cuenta de algún comportamiento
político o económico se dice que
se debe a factores culturales (sin
que se aclaren o definan dichos
factores); algunos más han querido
ver en la cultura la llave maestra
de las relaciones humanas y
sostienen que en ella se oculta la
respuesta a cualquier misterio de
la vida social. La cultura ha sido
un enigma y una certeza en las
ciencias sociales.
En 1999 se publ icó la segunda
edición de un libro de 1973 de
Zygmunt Bauman: La cultura
como praxis, que recientemente se
publicó en español. En él, Bauman
despliega un prolongado análisis
sobre los usos que se han hecho
del concepto cultura y expone su
propuesta sobre cómo concebirJa
y estudiarIa.
Esta nueva edición de [u
cultura coma praxis se compone
no de uno sino de dos libros. El
primero, conformado por los tres
capítulos que componían la
versión original y el segundo por
la introducción de casi cien
páginas que Bauman escribió ex
profeso para la edición de 1999.
Esta introducción, que por sí
misma podría constituir un
pequeño vo lurncn. merece
atención especial, pues en ella
Bauman intenta por un lado
revalorar su postura sobre algunas
de las afirmaciones que sostuvo
décadas atrás y, por el otro lado,
retomar una serie de temas que
estaban presentes en la primera
edición pero que con el paso del
tiempo han perdido su impacto y
filo iniciales ante el público, mas
no han visto disminuida su
importancia.
Así, Bauman pasa revista a
diversos asuntos relacionados con
la cultura. Entre otras cosas,
describe cultura como un término
ambivalcnte, en el cual se han
mezclado temas y perspectivas que
no se pueden encajar en una
narrativa sin contradicciones.
Dicha ambivalcncia no le resulta
mala a Baurnan; tampoco piensa
que sea producto de una falla
rnetodológica. Más bien, considera
"que refleja fielmente la ambi-
güedad de la condición histórica
que debía captar y narrar" (p. 21),
y es por eso que ha resultado ser
AC7i1 SOCIOLÓGICA 35, MAYO-AGOSTO DE!. 2002
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