1. UNIVERSIDAD DEL BÍO BÍO
INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL
FRANCISCO CISTERNA CABRERA
FCISTERNA@YAHOO.COM
“KARL POPPER Y LA FALSACIÓN COMO CRITERIO DE
DEMARCACIÓN ENTRE CIENCIA Y PSEUDO-CIENCIA
2. KARL POPPER (1902-1994)
El pensamiento epistemolÛgico de Karl Popper est· expuesto, de manera
principal, en su obra La lÛgica de la investigaciÛn fica, publicada en
alem·n en l934 y de la cual hay varias ediciones en ol. Otros libros
importantes del autor son Conjeturas y refutaciones, de l962, y El
conocimiento objetivo, de l972.
3. Popper expuso su visión sobre la filosofía de la ciencia en su obra,
ahora clásica, La lógica de la investigación científica, cuya primera
edición se publicó en alemán (Logik der Forschung) en 1934. En ella el
filósofo austríaco aborda el problema de los límites entre la ciencia y la
metafísica, y se propone la búsqueda de un llamado criterio de
demarcación entre las mismas que permita, de forma tan objetiva como
sea posible, distinguir las proposiciones científicas de aquellas que no
lo son.
Para Popper una proposición es científica si puede ser refutable, es
decir, susceptible de que en algún momento se puedan plantear
ensayos o pruebas para refutarla independientemente de que salgan
airosas o no de dichos ensayos.
4. Popper da varios argumentos a favor del realismo, uno de los cuales puede
expresarse asI: Toda persona puede constatar que su vida est· dirigida
a actuar sobre la realidad exterior, ya sea en el contexto de la vida
cotidiana o en la actividad fica; siempre se dirige a algo que se
considera externo al individuo. Por otro lado el problema de la verdad y
de la falsedad de nuestras opiniones y as no a ning ̇n sentido
si no hubiese una realidad externa.
5. Para Popper, las ciencias ricas son sistemas de as; las
as, a su vez, son enunciados universales (que comprenden todos
los casos a los cuales hacen referencia. G.B.). Pero estos enunciados
son solo conjeturas que hace el fico sobre la reali- dad. Nunca
podemos tener la certeza que nuestra a sea verdadera. Siempre
cabe la posibilidad de que tal a sea falsa. Al respecto, dice el autor:
Nuestras as son invenciones y pueden ser suposiciones
defectuosamente funda- das, conjeturas audaces, hipÛtesis. Con ellas
creamos un mundo: no el mundo real, sino nuestras propias redes con
las cuales intentamos atrapar el mundo real. Esas redes pretenden
racionalizar el mundo, explicarlo y dominarlo. Y tratamos que la malla
sea cada vez m·s finaî
6. Para Popper todas las as son meras hipÛtesis; todas pueden ser rechazadas
en un cierto momento, al ser contrastadas con la realidad
“las as no son nunca verificables ricamente.
Si queremos evitar el error positivista de que nuestro criterio de n
elimine los sistemas ricos de la ciencia natural, debemos elegir un criterio
que nos permita admitir en el dominio de la ciencia empírica incluso
enunciados que no puedan verificarse
7. Estas consideraciones nos sugieren que el criterio de demarcación que hemos de
adoptar no es el de la verificabilidad, sino el de la falsabilidad de los sistemas.
Dicho de otro modo: no exigire que un sistema fico pueda ser seleccionado,
de una vez para siempre, en un que sea susceptible
de n en un sentido negativo por medio de contrastes y pruehas
ricas: ha de de ser posible refutar por la experiencia un sistema científico
empírico
8. Propongo la falsabilidad como criterio de demarcación, pero no de sentido.
La falsabilidad separa dos tipos de enunciados perfectamente dotados de
sentido:
los falsables y los no falsables
Hay que trazar una nea dentro del lenguaje con sentido, no alrededor de l
9. “Mi basada en una a entre la verificabilidad y la
falsabilidad: a que se deriva de la forma gica de los enunciados
universales…
Pues stos no son s deductibles pueden
estar en n con estos ltimos...
En consecuencia, por medio de inferencias puramente deductivas es posible
argüir de la verdad de enunciados singulares la falsedad de enunciados
universales”
10. “…lo que caracteriza al todo rico es su manera de exponer a n el
sistema que ha de contrastarse: justamente de todos los modos imaginables”.
La meta no es salvarles la vida a los sistemas insostenibles, sino, por el contrario,
elegir el que comparativamente sea s apto, sometiendo a todos a la s
spera lucha por la supervivencia”.
11. El criterio de n propuesto nos conduce a una n del problema de
Hume de la n, o sea, el problema de la validez de las leyes naturales.
el todo de n no presupone la inferencia inductiva, sino nicamente las
transformaciones gicas de la gica deductiva, cuya validez no se pone
en tela de juicio .
12. El todo de contrastar ticamente las as y de escogerlas, teniendo en
cuenta los resultados obtenidos en su contraste, procede siempre del modo
que indicamos a n.
A. Una vez presentada a tulo provisional una nueva idea, n no justificada en
absoluto —sea una n, una tesis, un sistema rico o lo que se
quiera—, se extraen conclusiones de ella por medio de una n gica;
B- estas y con otros enunciados pertinentes,
con objeto de hallar las relaciones gicas (tales como equivalencia,
deductibilidad, compatibilidad o incompatibilidad, etc.) que existan entre ellas.
13. Podemos distinguir cuatro procedimientos de llevar a cabo la n de una a:
1º la n gica de las conclusiones unas con otras: con lo cual se somete a
contraste la coherencia interna del sistema.
2º el estudio de la forma gica de la a, con objeto de determinar su cter: si es una
a rica — fica— o si, por ejemplo, es gica.
3º la n con otras as, que tiene por principal mira la de averiguar si la a
examinada a un adelanto fico en caso de que sobreviviera a las diferentes
contrastaciones a que la sometemos.
4º el contrastarla por medio de la n rica de las conclusiones que pueden
deducirse de ella.
14.
15. a social la a el ingeniero social fragmentario, cuya
principal funciÛn a la de proyectar instituciones sociales y
reconstituir y manejar las ya existentes. Toda la acciÛn de tal ingeniero
a estar basada en el todo del ensayo mediante la
proposiciÛn de una hipÛtesisn y del error, sometida a la prueba de la
contrastaciÛn rica, es decir, en el todo fico que es el ̇nico
para estudiar fenÛmenos naturales o sociales, sin perjuicio de
reconocer diferencias en su aplicaciÛn. Pero, en el fondo, tal todo
permite ofrecer explicaciones deductivas de la estructura y cambio de
la sociedad.