Este documento habla sobre algunos de los trastornos mentales más peligrosos como la esquizofrenia, prosopagnosia, síndrome de la mano ajena y apotemnofilia. También menciona la importancia de buscar ayuda y tratamiento para estas condiciones.
¿Qué son los trastornos mentales ? = Se conoce como trastorno mental al síndrome o a un patrón de carácter psicológico sujeto a interpretación clínica que, por lo general, se asocia a un malestar o a una discapacidad. En este marco, resulta interesante destacar que una enfermedad de tipo mental es aquella que se produce a raíz de una alteración que repercute sobre los procedimientos afectivos y cognitivos del desarrollo, la cual se traduce en dificultades para razonar, alteraciones del comportamiento, impedimentos para comprender la realidad y para adaptarse a diversas situaciones. Un trastorno mental o del comportamiento se caracteriza por una perturbación de la actividad intelectual, el estado de ánimo o el comportamiento que no se ajusta a las creencias y las normas culturales. En la mayoría de los casos, los síntomas van acompañados de angustia e interferencia con las funciones personales.
Ambientales: Ciertos factores de estrés pueden desencadenar una enfermedad en una persona que es susceptible a la enfermedad mental. Estos factores incluyen:
·La muerte o el divorcio
·Una vida de familia disfuncional
·Los sentimientos de insuficiencia, baja autoestima, ansiedad , ira, o la soledad
·El cambio de empleo o escuelas
·Las expectativas sociales o culturales (por ejemplo, una sociedad que la belleza se asocia con la delgadez puede ser un factor en el desarrollo de trastornos de la alimentación.)
Abuso de sustancias por la persona o los padres de la persona
Biológicos : algunas enfermedades mentales se han relacionado con un balance anormal de productos químicos especiales en el cerebro llamadas neurotransmisores. Los neurotransmisores ayudan a las células nerviosas en el cerebro se comunican entre sí. Si estos productos químicos están fuera de balance o no funcionan adecuadamente, los mensajes no pueden hacerlo a través del cerebro correctamente, dando lugar a los síntomas de la enfermedad mental. Además, los defectos o lesiones en ciertas áreas del cerebro también se han relacionado con algunos trastornos mentales. Otros factores pueden ser la genética (herencia), Infecciones por virus o bacterias, Defectos cerebrales, Abuso de sustancias, Daño prenatal.
Psicológicos : Los factores psicológicos que pueden contribuir a la enfermedad mental son:
·Trauma psicológico severo que sufrió cuando era niño, tales como el abuso emocional, físico o sexual
·Una pérdida importante temprana, tales como la pérdida de un padre
·Negligencia
·Poca capacidad para relacionarse con los demás
Trastornos Neuróticos: Los mencionados en primer lugar alteran la percepción que el individuo tiene en torno a sí mismo y el grado de aprobación del Yo. Más allá de esto, no representan una distorsión del plano real ni provocan aislamientos importantes de la vida social.
Trastornos Psicóticos :pueden incluir delirios, fuertes dificultades de carácter afectivo y relacional o alucinaciones. Por lo general, estos están determinados por razones orgánicas relevantes. Bradley Hand ITC
Esquizofrenia
Es un trastorno mental que dificulta:
Establecer la diferencia entre lo que es real e irreal.
Pensar de manera clara.
Tener respuestas emocionales normales.
Actuar normalmente en situaciones sociales.
Es una enfermedad donde todas las caras que se ven son las mismas porque se hace imposible asociarlas a cada persona. Incluso si el afectado se ve en un espejo, tampoco se reconoce a sí mismo. Para poder identificar a los seres queridos, los enfermos de prosopagnosia se concentran en otras claves visuales, como el cabello, la voz, la forma del cuerpo, el olor u otros detalles distintivos
Es una patología en la que el sujeto tiene la sensación que una de sus manos opera por sí sola, como si obedeciera a una fuerza desconocida. Muchas veces la mano trata de incomodarle, se enfrenta a su otra mano, o realiza maniobras complejas. Lo que sucede en realidad es que está alterada la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales debido a alguna cirugía, golpes o infecciones en la cabeza. Uno de los casos más curiosos de ésta patología afectó a un hombre de 73 años cuya mano cobraba vida y empezaba a masturbarlo sin poderla reprimir.
Se trata de una enfermedad psiquiátrica en la que el individuo siente un deseo irreprimible de amputarse una o varias extremidades porque no las considera parte de su cuerpo. Los afectados narran que sienten envidia cuando ven una persona amputada, incluso se han documentado casos de individuos que se han dejado atropellar por un tren o se han autolesionado provocándose heridas tan graves en sus extremidades que los médicos han tenido que amputarlas. Al tratarse de un trastorno de identidad de la integridad corporal, también puede existir el deseo de querer ser sordo, invidente, paralítico y, en algunos casos, utilizan muletas o sillas de ruedas para fingir que son discapacitados
En general, los tratamientos psiquiátricos se dividen en dos categorías: somáticas o psicoterapéuticas. Los tratamientos somáticos incluyen las terapias farmacológicas y electroconvulsivas. Los tratamientos psicoterapéuticos incluyen la psicoterapia (individual, de grupo o familiar), las técnicas de terapia del comportamiento (como los métodos de relajación y la hipnosis) y la hipnoterapia. Muchos trastornos psiquiátricos requieren, para su tratamiento, una combinación de fármacos y de psicoterapia. En el caso de los trastornos psiquiátricos mayores, gran parte de los estudios sugieren tratamientos que comprendan tanto fármacos como psicoterapia, lo que resulta más eficaz que cualquiera de ellos utilizados aisladamente.
Tratamiento farmacológico
Durante los últimos 40 años se han desarrollado un número de fármacos psiquiátricos altamente eficaces y ampliamente usados por los psiquiatras y por otros médicos. Estos fármacos son a menudo clasificados de acuerdo con el trastorno para el cual se prescriben principalmente.
Por ejemplo, los antidepresivos como la imipramina, la fluoxetina y el bupropión, se usan para tratar la depresión. Los fármacos antipsicóticos, como la clorpromacina, el haloperidol y el tiotixeno, son útiles para trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia. Los nuevos antipsicóticos, como la clozapina y la risperidona, pueden ser útiles para algunos pacientes que no han respondido a otros fármacos más tradicionales. Los fármacos ansiolíticos como el clonazepam y el diazepam se pueden utilizar para tratar los trastornos por ansiedad, como el trastorno por pánico y las fobias. Los estabilizantes del humor, como el litio y la carbamacepina, han sido usados con cierto éxito en pacientes con enfermedades maniacodepresivas.
Terapia electroconvulsionante
En la terapia electroconvulsionante, se colocan unos electrodos en la cabeza con el fin de provocar una serie de descargas eléctricas en el cerebro para inducir convulsiones. Se ha demostrado claramente que este tratamiento es el más eficaz para la depresión grave. Contrariamente a cómo lo han reflejado algunos medios de comunicación, la terapia electroconvulsionante es segura y raramente provoca complicaciones graves. El uso actual de anestésicos y relajantes musculares ha reducido en gran medida cualquier riesgo para el paciente.
Psicoterapia
Durante los últimos años se han realizado grandes avances en el campo de la psicoterapia. La psicoterapia es el tratamiento que el terapeuta aplica al paciente mediante técnicas psicológicas y haciendo un uso sistemático de la relación paciente-terapeuta. Los psiquiatras no son los únicos profesionales de la salud preparados para practicar la psicoterapia. También puede incluirse a psicólogos clínicos, trabajadores sociales, enfermeras, algunos consejeros pastorales y muchos otros que no son profesionales de la salud. Sin embargo, los psiquiatras son los únicos profesionales de la salud mental autorizados para recetar fármacos.
Aunque la psicoterapia individual se practica de muchas formas diferentes, en general los profesionales de la salud mental están especializados en una de las cuatro siguientes escuelas de psicoterapia: la dinámica, la cognitiva-conductual, la humanista o la conductual. La psicoterapia dinámica se deriva del psicoanálisis y se basa en ayudar al paciente a comprender sus estructuras y conflictos internos que pueden estar creando síntomas y dificultades en sus relaciones. La terapia cognitiva-conductual se centra primariamente en las distorsiones del pensamiento del paciente. La terapia interpersonal se centra en cómo una pérdida o un cambio en una relación afecta al paciente. La terapia conductual está dirigida a ayudar a los pacientes a modificar su forma de reaccionar ante los sucesos que ocurren a su alrededor. En la práctica, muchos psicoterapeutas combinan varias técnicas según las necesidades del paciente.
La psicoterapia es apropiada para una amplia variedad de situaciones. Incluso la gente que no padece trastornos psiquiátricos puede encontrar en ella ayuda para enfrentarse a problemas como dificultades en el trabajo, pérdida de un ser querido o una enfermedad crónica en la familia. También se utilizan ampliamente la psicoterapia de grupo y la terapia familiar.
Hipnosis e hipnoterapia
De modo creciente se están utilizando la hipnosis y la hipnoterapia para tratar el dolor y los trastornos físicos que tienen un componente psicológico. Estas técnicas pueden promover la relajación, haciendo por consiguiente que se reduzcan la ansiedad y la tensión. Por ejemplo, la hipnosis y la hipnoterapia pueden ayudar a las personas con cáncer que, además de dolor, tienen ansiedad o depresión.
·Las enfermedades mentales son desórdenes físicos que no dependen ni de la personalidad ni de la inteligencia del individuo, por eso requieren tratamiento profesional ya que no se pueden superar sólo con la "voluntad".
·Los desórdenes mentales tienen diferentes niveles de severidad. Aunque cualquier persona puede padecerlas, sólo el seis por ciento de la población padece una enfermedad mental; o sea, uno de cada diecisiete americanos sufre de enfermedades mentales serias. Por otra parte, se estima que una de cada cinco familias en los Estados Unidos se encuentra afectada por las enfermedades mentales.
·La Organización Mundial de la Salud reportó que cuatro de cada diez incapacitados en los Estados Unidos y en los otros países desarrollados padecen desórdenes mentales. Para el año 2020, la depresión será la causa principal en el mundo de la incapacidad entre mujeres y niños.
·Las enfermedades mentales generalmente atacan a personas en el apogeo de sus vidas, a menudo durante la adolescencia o durante los primeros años de la adultez. Todas las edades son susceptibles, pero los jóvenes y los ancianos son especialmente vulnerables.
·Sin el tratamiento adecuado, las consecuencias de las enfermedades mentales para el individuo y para la sociedad pueden ser graves. Entre éstas sobresalen la: incapacidad innecesaria, el desempleo, el abuso de sustancias, la falta de vivienda, el encarcelamiento o el suicidio. El costo económico, en los Estados Unidos, de las enfermedades mentales no tratadas es más de cien mil millones de dólares anuales.
·Hoy en día, los mejores tratamientos para las enfermedades mentales serias son altamente eficaces; entre el setenta y el noventa por ciento de los pacientes que reciben un tratamiento adecuado con medicamentos y ayuda psicosocial tienen una reducción significativa de los síntomas y, por consecuencia, una mejor calidad de vida.
·Con el tratamiento farmacológico y una amplia gama de servicios adaptados a sus necesidades, la mayor parte de la gente que vive con enfermedades mentales serias puede reducir grandemente el impacto de su enfermedad. Un concepto muy importante es adquirir maestría en el desarrollo de estrategias para manejar el proceso de la enfermedad.
·La identificación y el tratamiento temprano son de vital importancia.Un diagnóstico y tratamiento temprano logrará que la recuperación sea más rápida y que los daños sean menores.
·El estigma que la sociedad le brinda a las enfermedades mentales no permite creer que dichos desórdenes son una condición real y tratable. Se ha permitido que el estigma y un sentido injustificable de obstaculicen el tratamiento y la recuperación. Es hora de remover estas barreras.