Este documento describe los riesgos biológicos y socioambientales que pueden conducir a dificultades en el aprendizaje y la necesidad de prevención e intervención temprana. Señala que la atención integral temprana para niños de 0 a 3 años debe enfocarse en la evaluación del niño y la participación de la familia, mientras que de 3 a 6 años los programas educativos deben brindar entornos emocionalmente seguros y relaciones positivas con adultos. El objetivo final es desarrollar en cada niño un concepto sal
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En cada sociedad existen comunidades,
grupos de individuos, familias o individuos
que presentan más posibilidades que
otros, de sufrir en un futuro dificultades
del aprendizaje, se dice que son
individuos o colectivos especialmente
vulnerables.
RIESGO:
Probabilidad estadística de que en un futuro se produzca un
acontecimiento por lo general no deseado
Riesgo biológico: Son niños que han experimentado un fenómeno o
secuencia de acontecimientos desencadenantes de posibles
lesiones cerebrales con secuelas conductuales o neuroevolutivas
negativas a largo plazo. Se incluyen:
•los niños de bajo peso al nacer. (inferior a 2.000- 2.5000 gramos)
•los niños con asfixia perinatal
•Los niños que han sufrido infecciones del sistema nervioso central (meningitis,
encefalitis)
•Niños con hipoxia sostenida.
•Niños que han sufrido traumatismos cráneo-encefálicos
•Niños con problemas en el período neonatal..
3. Riesgo socio-ambiental: Se incluyen los niños que
proceden de ambientes socio-económicos muy
desfavorecidos, niños que viven en condiciones de
crianza totalmente inadecuadas para un desarrollo
integral normal. Hijos de familias que viven en la
pobreza, hijos de madres jóvenes, hijos de
madres deficientes, hijos de padres alcohólicos o
drogadictos.
La prevención en el ámbito de la población de los
Riesgos en la dificultad del aprendizaje, está
íntimamente relacionada con los programas que deben
desarrollarse para educar a esta sobre la Prevención e
Intervención Temprana, la cual está determinada por --
su carácter sistemático, secuencial y dinámico que comprende tanto la
evaluación del proceso en el niño como la del programa de estimulación,
aspecto importante a evaluar en las Unidades Operativas, con la finalidad de
determinar la efectividad de la intervención. En consecuencia, es prioritario
establecer los lineamientos que permitan el diseño de estrategias para la
evaluación de cada niño, la planificación individualizada de la intervención,
incluyendo el diseño de estrategias instruccionales para involucrar el núcleo
familiar y llevar a cabo la programación en el hogar.
4. La Prevención e Intervención Temprana (0 a 3 años)
Cuando se habla de atención integral temprana, es necesario
reflexionar acerca de algunas implicaciones. En términos generales,
atención integral significa incidir o tomar parte de un proceso para
modificar los resultados, considerando todos los factores y
condiciones. Mediante la aplicación de esta premisa se evidencia que
este proceso se encamina a incidir en el desarrollo del niño, pero
involucrando a los padres, a la familia y a la comunidad.
Las acciones preventivas deben abarcar una amplia variedad de formas y su planificación
debe estar sustentada en la premisa de que la mayor parte de las desventajas que
presentan los niños pueden y deben prevenirse.
La evidencia indica que la familia es el sistema más efectivo y económico para estimular
y sostener el desarrollo del niño. Además la implicación de la familia del niño como
participante activo, es indispensable para el éxito de cualquier programa de
intervención.
Atención Educativa Temprana (3 a 6 años)
Los niños deben crecer en ambientes apropiados desde el punto de vista emocional,
afectivo y social en los cuales docentes y padres ofrezcan relaciones seguras y
coherentes para desarrollar adultos que puedan enfrentar creativamente los problemas
de las sociedades a la cual pertenecen. El énfasis fundamental es el desarrollo en el niño
de un concepto saludable de sí mismo que a su vez depende de una interacción positiva
entre él y los adultos importantes en su vida.
5. Todos los niños pueden aprender, la diferencia está en el
ritmo y modo de aprendizaje. Las condiciones generales
para nutrir el desarrollo físico, emocional e intelectual
óptimamente en edades tempranas son similares tanto
para el niño con necesidades especiales como para aquel
cuyo curso de desarrollo está ocurriendo dentro de los
límites esperados.
En ninguna otra dimensión de la educación temprana se
evidencia la necesidad de atención integral temprana
como en la enseñanza de niños con necesidades educativas
especiales. La historia educativa para ellos se ha visto
marcada por la participación activa de los padres, por la
soledad y la heroica determinación de algunos
profesionales dedicados a proporcionar atención
educativa temprana a estos niños. Hoy en día se reconoce
la necesidad y el potencial existente en aquellos niños
cuyo desarrollo puede verse limitado como resultado de
una condición discapacitante, sin importar que esta tenga
que ver con el ambiente que lo rodea o se deba a una
condición inherente al niño como persona.
La incorporación progresiva de los niños con algún tipo de dificultad en su desarrollo a la
corriente regular exige una fuerte transformación de la escuela y del concepto de
educación que se ha venido manejando.
6. PREVENCION DE RIESGOS
EN EL AMBITO DE LA POBLACION
ATENCION INTEGRAL TEMPRANA
DE 0 A 3 AÑOS DE 3 A 6 AÑOS