1. ATENCION TEMPRANA
PRIMERA PARTE
RESUMEN
Cuando hablamos de atención temprana hacemos referencia a una serie de
medidas, tratamientos y programas dedicados a la primera infancia de niños y
niñas con trastornos del desarrollo o riesgo de padecerlos.
Según el Libro Blanco de la Atención temprana (2000), podría definirse como:
“Conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la
familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible
a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con
trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas
intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser
planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o
transdisciplinar.”
De la anterior definición debemos hacer parada en dos puntos, primero en el
ámbito de intervención “población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno”,
es decir, intervenir en atención temprana es un conjunto de medidas
(psicológicas, educativas y de apoyo) que permiten la integración de los niños/as
en su entorno, es la creación de contextos donde el o la menor pueda interactuar
con normalidad y en condiciones óptimas.
Y en segundo lugar, nos detenemos en “equipo de profesionales de orientación
interdisciplinar o transdisciplinar”. Esto quiere decir que el equipo de personas
profesionales que atiendan en atención temprana debe estar formado por
diferentes disciplinas del ámbito de la salud, la educación y la intervención social.
INTRODUCCIÓN
La Atención Temprana es un ámbito de trabajo relativamente reciente que ha
cobrado gran relevancia social y académica en los últimos años. De hecho, se
viene observando, por un lado, una creciente sensibilidad de la sociedad ante
las necesidades de los niños pequeños y sus familias; y por otro, una mayor
confianza de los profesionales en poder ofrecer respuesta a esta creciente
demanda social a partir del avance en el conocimiento en el campo de la
psicología, de la medicina, de la fisioterapia, etc.
Las primeras experiencias en nuestro país tuvieron lugar en la década de los
años setenta del siglo pasado, con la implementación de unos programas
llamados de “Estimulación Temprana” cuyo objetivo o finalidad fundamental era
el tratamiento, desde sus primeros días de vida, de los niños que padecían
alguna deficiencia física, psíquica o sensorial. Pero en la actualidad, hemos
2. pasado de un modelo de intervención única y exclusivamente centrado en el niño
a un modelo que tiene en cuenta al niño, a su familia y a los distintos contextos
en los que tiene lugar el desarrollo. Por lo tanto, desde esta perspectiva, se está
considerando la atención temprana no sólo como un servicio asistencial, sino
también como un servicio psicoeducativo.
De hecho, uno de los acontecimientos que supuso un paso adelante para la
consolidación de la atención temprana como área de trabajo fue la constitución
del Grupo de Atención Temprana (GAT). Con la formación de dicho grupo y con
sus publicaciones posteriores se establece que, en las intervenciones que
realicen los profesionales de este ámbito, se debe considerar la globalidad del
niño. Y desde este nuevo enfoque, la Atención Temprana se dirige a toda la
población infantil de 0 a 6 años, ya que es durante los primeros años de vida
cuando el desarrollo infantil está sujeto a diferentes interacciones con el medio
natural y social. Somos conscientes de que los niños y niñas reciben una
estimulación natural que suele ser suficiente para garantizarles un adecuado
desarrollo integral, pero no siempre se les proporcionan las experiencias
necesarias para su máximo desarrollo potencial. Es entonces, cuando la
Atención Temprana cobra su más amplia funcionalidad, convirtiéndose en una
técnica imprescindible.
OBJETIVOS
El objetivo general de la Atención Temprana consiste en ayudar al niño y a su
familia a encontrar nuevas formas de adaptación o compensación del déficit o de
sus dificultades, que le permitan conseguir en el ámbito cognitivo, una
estructuración coherente del mundo físico y alcanzar, en el aspecto emocional,
un desarrollo armónico de la personalidad.
El principal objetivo de la Atención Temprana es “que los niños que presentan
trastornos en su desarrollo o tienen riesgo de padecerlos, reciban, siguiendo un
modelo que considere los aspectos bio-psico-sociales, todo aquello que desde
la vertiente preventiva y asistencial pueda potenciar su capacidad de desarrollo
y de bienestar, posibilitando de la forma más completa su integración en el medio
familiar, escolar y social, así como su autonomía personal”. También, partiendo
de éste objetivo general se desglosan seis específicos que según este mismo
documento guían la práctica de la Atención Temprana:
1. Reducir los efectos de una deficiencia o déficit sobre el conjunto global del
desarrollo del niño.
2. Optimizar, en la medida de lo posible, el curso del desarrollo del niño.
3. Introducir los mecanismos necesarios de compensación, de eliminación de
barreras y adaptación a necesidades específicas
4. Evitar o reducir la aparición de efectos o déficits secundarios o asociados
producidos por un trastorno o situación de alto riesgo.
3. 5. Atender y cubrir las necesidades y demandas de la familia y el entorno en el
que vive el niño.
6. Considerar al niño como sujeto activo de la intervención
CARACTERÍSTICAS
Antes de iniciar la intervención hay que establecer una línea base de conductas
y habitualmente el punto base del procedimiento de las programaciones es el
desarrollo evolutivo global del niño. Los logros básicos alcanzados marcan el
inicio del programa y a partir de este punto se diseña la intervención.
No se parte de las discapacidades de forma aislada, se enmarcan dentro de las
posibilidades y potencialidades del niño con sus necesidades que deben ser
intervenidas con una estimulación específica
- Primeras sesiones: Se observa, se valoran las conductas específicas en esta
situación y para moldear el programa, para acercarlo a la realidad e intereses de
la programación.
- Secuencia principal:
Primer momento: Se eligen los puntos de partida, se incorporan y entrelazan
conductas y aprendidas como sustento de las que deben aparecer.
Segundo momento: Se eligen los materiales adecuados a las características
personales del niño y a su estilo cognitivo. Se parte de una conducta
determinada, se jerarquiza la ayuda que se le puede ofrecer y se valoran los
resultados en un corto período de aplicación mediante el análisis de las
respuestas añadiendo la puntuación obtenida y normalizada.
Último momento: se ajustan las tareas o actividades a realizar y se inicia la
intervención temprana.