IMPLICACIÓN DE LAS FAMILIAS. RELACIONES ESCUELA Y FAMILIA.
1. ¿Cómo comunicarnos
e implicar a la familia?
Familia y escuela no tienen más
opciones que colaborar juntos
para que el niño se desarrolle y
pueda tener calidad de vida.
Para que esta colaboración sea
efectiva en primer lugar, y una vez que se ha detectado y
diagnosticado el trastorno, va a ser fundamental el reconocimiento
y la propia aceptación por parte de la familia de que tienen una
hija o un hijo que necesita ayuda.
A partir de aquí se les proporcionará desde el entorno escolar y
el sanitario los diferentes recursos, tanto personales como
terapéuticos, a los que tienen y deben recurrir buscando
asesoramiento.
El siguiente paso en su implicación consistirá en el reparto de
tareas y responsabilidades para con el niño, entre cada uno de los
miembros del entorno familiar y que tengan responsabilidades en
la educación y asistencia del mismo.
La comunicación de la escuela con la familia será bidireccional y
en todo momento existirá un intercambio de información de
acontecimientos en ambos entornos. Estos contactos serán del
tipo de:
- Entrevistas personales con el tutor y con el profesorado en
contacto directo con el niño o la niña.
- Se establecerá el recurso de la “agenda escolar” para
poner en contacto diario y permanente a los padres y el
tutor. Además cuando fuera necesario, por ambas partes, la
comunicación de hechos relevantes se puede hacer
personalmente en las entradas o en las salidas del colegio.
- Reuniones con el equipo pedagógico del centro que orientará
a través de dinámicas familiares, estrategias y recursos
para que la convivencia en el entorno familiar sea la idónea
para el niño.
2. - Reuniones en las que contacten con la red de apoyo
específica formada por asociaciones, grupos de apoyo,
fundaciones, …
El compromiso de apoyo por
parte de la familia, los padres o tutores, debe de ser
incondicional hacia todos los profesionales que se relacionarán
con ellos y sus hijos (pediatras, maestros, orientadores…) y
también debe ser firme el compromiso de dedicar tiempo y
esfuerzo temporal en conocer aspectos relacionados con el
TDAH.
Los problemas aparecen cuando esta colaboración no es
conjunta por ambos padres debido a que hay una ruptura en sus
relaciones de pareja o porque se trata de familias
monoparentales o el niño o la niña están en acogida. Ante estas
situaciones más delicadas habrá que recurrir a protocolos de
actuación más adaptados e individualizados por profesionales en
la materia.
3. Entre el material recopilado en las redes he de destacar el
artículo “Familia, escuela y niños con TDAH. Relaciones
funcionales” escrito por Jesús Bernal Hernández (2008) que es
Terapeuta Familiar y Especialista en Pedagogía Terapéutica y en
el que se recoge diversos elementos funcionales en la relación
entre la escuela y la familia en casos de niños o niñas con TDAH y
que serían los siguientes:
- Compromiso incondicional entre ambos sistemas y sus
agentes.
- Manejo de las diferencias entre adultos, dejando al niño al
margen.
- Consideración positiva, recíproca, ante el niño y los demás.
- Si las diferencias son insalvables, tomar decisiones dejando
fuera al niño y preservando lo positivo del colegio y de la
familia.
- Conocer y confiar en los recursos generales y servicios
especiales que existen en el entorno. Si no existen en el
Centro reclamarlos a la administración, son un derecho.
- Centrarse en las tareas del ámbito familiar. No interferir
en las funciones propias del contexto escolar, no construir
en casa un “colegio paralelo”.
- Colaborar juntos con el fin de gestionar adecuadamente la
atención de los niños y niñas con TDAH.
- Fomentar actitudes colaboradoras y de respeto familia-
colegio, independientemente de lo que haga el otro sistema.
- Hacer explícitas las muestras de apoyo, es decir, que los
padres sean capaces de expresar el apoyo incondicional al
Centro mediante mensajes de agradecimiento, cartas, etc.
¿Cómo comunicarnos e implicar a la familia?
By: Julián Romo Vaquero (2014)