Época colonial: vestimenta, costumbres y juegos de la época
Practica de word1
1. Estábamos de excursión con mis amigos, cuando a lo lejos aparece un niño de unos ocho años que trae sobre sus hombres otro más pequeño, como de tres. Su rostro era ardiente, tostado como el de todos los campesinos del lugar. Más expresivo quizás al pasar a nuestro lado, pero incapaz de ocultar un cierto cansancio, producido sin duda por la distancia, lo difícil del camino y el peso del niño. Para dar calor humano y aliento al pobre niño, pregunté en tono de cariñosa cercanía:<br />-¿Qué, amigo, pesa mucho?<br />Y él con inefable expresión de cara y encogimiento de hombros, que encaraban gran carga de amor, de valor y de resignación, dice con fuerza y decisión:<br />-No pesa, es mi hermano.<br />El amor por el otro no deja que esa otra persona me pese. Pero no hablo aquí de cualquier amor. La palabra amor es una de las más llevadas y traídas. Tanto que ya se ha desgastado. A cualquier cosa hoy se le llama amor. Cuando el hombre o la mujer se ven arrastrados por sus instintos sexuales dicen: “Vamos a hacer el amor”, “Yo te amo”, le dice el novio a la muchacha, y al otro día anda con otra. Y cuando no, se reduce el amor a un sentimentalismo barato.<br />En griego amor se dice de tres formas, y cada una tiene su significación: eros, philìa, y ágape. Eros es el amor del hombre y la mujer. De ahí viene la palabra erótico. Es el amor que surge como fruto de la atracción de pareja. Philìa es el amor de amistad o familiar. El padre quiere al hijo y el hijo al padre con un amor filial. En este sentido el amor brota de unos lazos que obligan. Ágape, por el contrario, es el amor más sublime porque es el amor que se entrega al otro sin ningún tipo de interés. Es el amor propio de los cristianos, que termina convirtiéndose en caridad, misericordia y compasión.<br />Estas tres últimas palabras encierran una carga significativa enorme. Tanto caridad (car-idad) como misericordia (miseri - cor - dia) hacen referencia al corazón. Es querer con el corazón. Mientras que compasión hace referencia a la actitud de querer padecer con el otro (com - pasión). Como se puede ver la comprensión cristiana del amor va más allá de cualquier sentimentalismo. Hace referencia al centro mismo del ser humano. Su parte más sensible. Amar es meter al otro en mi corazón. Por eso el amor ágape es un amor universal (debo amar a todos sin discriminación); es un amor desinteresado (no busca ser recompensado, ama porque sí); y es un amor ilimitado (ama con gran generosidad).<br />Juan Eudes entendió lo duro que resulta esto para nosotros. Por eso dice que el corazón de Jesús se nos ha dado para amar de esa manera ya que con nuestro propio corazón sería imposible. También entendemos por qué Jesús sintetizó en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo todos los mandamientos de la tradición judía. Recordemos que para los israelitas había 613 mandamientos, de los cuales 365 eran negativos, es decir prohibían hacer algo; y 248 eran positivos. La cuestión es; dentro de tantos mandamientos ¿cuál es el más importante? San Agustín nos da la respuesta: <br />“AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS”<br />x=-b±b2-4ac2a*b2-b(-b)2<br />NombresTeléfonoCuidadLojaFannery098555646Augusta085478966Karina097854233<br />