Revista palabras para un mismo sueño

Maldigo saber leer
y el no saber escribir.
Con la pluma en el tintero
quiero y no puedo decir.

María Elena Walsh

TEJIENDO SUEÑOS
Entidades que realizan promoción
de lectura en la Comuna

Palabras para un mismo sueño

Introducción

Son muchas las instituciones que trabajan por la promoción y ani-
mación de la lectura en la comuna ocho, que le han abierto espa-
cios a niñas, niños, jóvenes y adultos para su encuentro con el libro,
con la hoja en blanco, y con la exploración de su propia creatividad,
sin embargo estas instituciones, muchas veces no son justamente
reconocidas, pues como se sabe, el acto de leer y escribir activa
sus dinámicas a nivel mental y espiritual, efectos que la sociedad
a veces no percibe. El lector y el escritor pueden vivir una batalla
campal, un naufragio, un duelo, un baile en el siglo XVIII; estar en
el país de las maravillas, o en el de Nunca Jamás batiéndose con
A

un pirata malvado, pero sigue allí, en su sillón o en el escritorio, con
el solo movimiento de sus ojos y manos, y en compañía del libro o
el papel.

De ahí que otro tipo de actividades como las recreo-deportivas y
las instituciones que las promueven, sean más visibles y sean con-
sideradas más activas, opacando el inmenso esfuerzo que hacen
las bibliotecas y corporaciones de la comuna por acercar a los habi-
tantes a la lectura, implementando todo tipo de estrategias, para
que ese acto sublime de leer no parezca aburrido y aislado. Es por
eso que muchas han optado por hacer de la lectura una feria, de
salir con los libros a las calles e invitar al transeúnte a un viaje ex-
traordinario a través del libro, otras visitan instituciones educativas,
hogares comunitarios, asilos, centros de salud, con el propósito de
que encuentren en el libro a un amigo consejero, que puede llegar
a decir exactamente lo que se necesita escuchar, en muchos mo-
mentos específicos de la vida.

a
Pero a pesar de todos estos esfuerzos, aún falta reconocer y ho-
menajear la labor tan bonita que realizan estas instituciones, por-
que ellas, que saben que los resultados no aparecen a corto plazo,
que es el tiempo quien los revela, siguen constantes en su traba-
jo de regalarle a todos los habitantes una herramienta poderosa,
que puede darles a sus vidas una visión distinta del mundo en el
que están y un criterio certero para emprender el camino de sus
destinos.

A continuación se presentan algunas de estas instituciones que
tanto han aportado a la calidad de vida de los habitantes de su
comunidad, a través de la inmensa confianza en el poder del libro
y la palabra.

14 Entidades que realizan promoción de lectura en la Comuna

Tal vez no sea un cuento de hadas pero esta
historia tiene algo de magia
Experiencia de promoción de lectura de la Corporación Cultural Diáfora

Astrid Elena Álvarez Ruiz 2

¿Qué hace que un grupo de jóvenes
inexpertos pero con muchos sueños,
se lance a la aventura de convencer
a toda una comuna, que en medio de
muchos de los padecimientos sociales
que atraviesa, una parte de la solución
está en los libros?

Tal vez parezca locura, pero en 2001 esos jóvenes que ahora ya no
lo son tanto, iniciaron un largo recorrido por la comuna 8, llevando
un mismo mensaje: leer y escribir. Instalados en las calles, en los
parques y en las canchas, con las miradas asombradas de quienes
pasaban y la curiosidad propia de niños y niñas, ofrecían historias
para escuchar, cuentos para ver, hojas en blanco para escribir; era
el Libro Correo, una de las primeras estrategias de promoción de
lectura que la Corporación Cultural Diáfora, recientemente consti-
tuida para ese entonces, implementó como un mecanismo para
acercar a la comunidad a los libros.

¡Quién diría que una actividad tan sencilla como ésta iba a provocar
tantas reacciones…! Las primeras de ellas fueron de desconfianza,
pues ya muchos pensaban que queríamos vender libros o pedir
algo a cambio, eso de la lectura gratuita, de que los libros se pu-
dieran tocar por fuera de una biblioteca era algo impensable, de
ahí que muchos de los niños que querían asistir al programa, lo mi-
raran desde la lejanía pues no los dejaban acercarse. Sin embargo,
el que persevera alcanza, y sin rendirse el libro correo volvía a los
mismos lugares que lo miraban con recelo, instalándose finalmente
en el corazón de los niños y de los adultos que tanta resistencia
opusieron.

Palabras para un mismo sueño 15

Las segundas reacciones a esta actividad fueron de gratitud, de
alegría, de voces sorprendidas de niños, que empezaban a cono-
cer a Willy el tímido de Anthony Browne, a Sapo de Max Velthuijs y
a una cantidad de personajes y libros, que sin duda nunca olvida-
rán. Esta nueva actitud de grandes y chicos fue como el final feliz
de un cuento, sin embargo todavía había que hacer algo más.

Además de las calles, había que llevar el mismo mensaje de leer,
escribir y disfrutar a otros espacios, esta vez fue la biblioteca.
Cuando esta aventura empezó, muchos pensaban que la biblioteca
era solo para hacer tareas; pensar que allí podía haber diversión
para el tiempo libre era un poco ridículo. Es así como la Corporación
Diáfora con su grupo de jóvenes aventureros y la complicidad de
los encargados de estos espacios, se tomaron estos templos del
conocimiento con su Hora del Cuento “Cuenta conmigo”.

La biblioteca de la Casa de la Cultura y el Deporte Las Estancias, y
la Biblioteca Una Luz Hacia el Futuro, fueron los lugares selecciona-
dos para la misión. Durante una hora cada semana, la magia de
las historias, la fantasía de los libros, los juegos a partir de ellos,
convencieron a todos de que en la biblioteca se puede leer, se
puede jugar, se puede viajar y gracias a las personas encargadas
de estos espacios aún ese mensaje pervive, y se renueva con más
ánimos y deseos.

Estas dos experiencias fueron las primeras del programa de pro-
moción de lectura de la Corporación Diáfora; los resultados no pu-
dieron ser mejores, lo que definitivamente reafirmó el deseo de
ese grupo de muchachos soñadores, de combatir muchas de las
dolencias de la comunidad con procesos de largo plazo, que ac-
tuaran en el espíritu de quienes participaran, y les dieran otra po-
sibilidad de mirar el mundo. Tal vez la violencia o la pobreza no
desaparecerían, pero la actitud para enfrentar estas dificultades
podría hacer la diferencia.


OTRAS TIERRAS POR EXPLORAR

Después de leer una buena historia el lector ya no es el mismo,
algo cambia en él, en su pensamiento, en su espíritu, de ahí enton-
ces que las acciones por promover la lectura no solo se reserven
a niños y jóvenes. ¿Por qué no explorar otros territorios, indagar
por esos otros sentidos que la lectura le puede aportar al ama de
casa, al abuelo, en fin, al ciudadano común? ¿Por qué no hacer
promoción de lectura para todo tipo de públicos? Pues es más que
lógico que si se quieren generar hábitos lectores en una comunidad
se debe cautivar al niño, pero también a su familia, a sus vecinos, a
sus maestros, la única forma de crear a un lector es construyéndole
un entorno lector.

A partir de esta reflexión la Corporación
Diáfora con su grupo de trabajo se plan-
teó un nuevo reto: ofrecer programas de
lectura a todos los habitantes de la comu-
na ocho sin importar su edad, una nueva
misión con un nivel más alto de dificultad,
que sería la que en definitiva, pondría a
rodar las letras por todos los rincones de
la comuna.

Y fue así como nuestro grupo de soñado-
res, protagonistas de esta historia, llega-
ron al Edén del Anciano, a ofrecer pala-
bras llenas de afectos, libros cargados de
memoria y poesía, letras incendiarias que
semana a semana construían una hogue-
ra, donde al calor de las historias, los ancianos de este hogar en-
contraron nuevos sentidos para sus vidas, un motivo para hablar,
recordar y sonreír. Nunca hubo reservas para trabajar con este tipo
de público, pues muchos pensarán que un grupo de adultos mayo-
res que están entre los 60 y 80 años, no necesitan ni les interesa
participar en actividades de promoción de lectura, sin embargo la
experiencia fue y sigue siendo tan gratificante que año a año se re-
pite, dejando una lección de vida palpitante en la Palabra y la Me-
moria que es como se llama este programa, y enseñando además
que para leer y disfrutar con la lectura y la palabra no hay límites.

Después de esta experiencia y con el convencimiento en el poder
del libro, estos muchachos ya promotores de lectura, llegaron don-
de el adolescente con textos cercanos a su realidad, afrontando la
indiferencia propia de muchos por el acto de leer, convenciéndoles

de asistir a un encuentro en donde nada se les exigiría, solo su es-
cucha, su atención y la disposición de trasladarse a otras regiones
imaginarias, a través de la voz de un lector y del fragmento de
un texto literario que los provocara a seguir leyendo. Carrasquilla,
Héctor Abad Faciolince, Andrés Caicedo, Gabriel García Márquez,

Q
Efraím Medina, Rafael Chaparro Madiedo, fueron los invitados al
Ágora, secciones de lectura en voz alta que antojaron a muchos
jóvenes a seguir leyendo los textos completos de estos autores
sin obligación, sin presiones, sólo provocados por la fuerza de la
literatura.

¡Niños, jóvenes, adultos; todos envueltos en las redes de la lectura!
Ahora el reto en definitiva era otro, el de dar a conocer estas expe-
riencias y mostrar cómo estas acciones aportan a la convivencia, a la
cultura, a la educación en fin a la calidad de vida de cada habitante
de la comuna ocho. A pesar de los resultados y la constancia en
el trabajo, este nuevo reto fue realmente difícil, durante dos años,
dentro de la comuna y fuera de ella, los promotores de la Corpo-
ración Diáfora cargados de evidencias y de razones, se dieron a la
tarea de convencer a cada líder comunitario de los beneficios que
estas acciones de promoción a la lectura le traían a la comunidad,
de convencer a las instituciones educativas de implementar nuevas
estrategias para propiciar un encuentro agradable entre sus alum-
nos y el libro, de convencer a la administración municipal de apoyar
iniciativas como esta.

Dos años vendiendo una idea mientras en el seno de cada grupo
con el que se trabajaba se tejían sueños, proyecciones del futu-
ro, esperanzas, soluciones para el presente, sonrisas, fantasías,
¿Cómo dejar en el anonimato una experiencia como ésta? ¿Cómo
no mostrarle a la comuna y a la ciudad entera lo que estaba pa-
sando en las bibliotecas, en las calles, en los parques, con la lec-
tura? En ese empeño y a pesar de las negativas de apoyo que
permitirían que más personas se beneficiaran de estos programas,
la Corporación Diáfora siguió surcando caminos, buscando asidero
para sus ideas hasta que el día llegó.

Tal vez algo de la magia de todos esos libros y personajes que se
trabajaron durante tres años provocó el milagro, o tal vez la tes-
tarudez y terquedad de los promotores de lectura fue la que logró
que el sueño se cumpliera, pero a partir de 2004 la mirada de mu-
chos se volcó en el proceso de promoción de lectura de la comuna
ocho. Primero, esta iniciativa contó con recursos de la Alcaldía de
Medellín a través de la Segunda Convocatoria de Proyectos Cultu-
rales de la Secretaria de Cultura Ciudadana, en 2005 el Ministerio


de Cultura aportó un pequeño recurso para el fortalecimiento de
las actividades del programa, y en el mismo año los líderes de la
comisión de cultura de la comuna ocho dentro del Programa de
Planeación y Presupuesto Participativo, reconocieron la importancia
del trabajo que la Corporación Diáfora venía realizando en el tema
de la promoción de la lectura, y le asignaron un recurso para seguir
adelantando estas acciones en muchos más espacios y con muchos
más grupos de la comuna. Este recurso y reconocimiento del traba-
jo se sigue asignando cada año.

Gracias al apoyo de estas instituciones y los líderes de la comuna,
tanto como a la perseverancia del grupo de trabajo de la corpo-
ración, que no descansa en su afán por llevar a cada rincón de la
comuna su mensaje inicial: leer, escribir, disfrutar, el programa de
promoción de lectura ha llegado a ser una experiencia muy sig-
nificativa en la ciudad, reconocida y admirada por
distintas instituciones, lo que ha generado que en los
últimos años la Alcaldía de Medellín y la Corporación
Diáfora celebren Convenios de Asociación con el único
fin de continuar en la labor de generar hábitos lecto-
res en la comuna y la ciudad.

EL PRESENTE

Hoy, después de 7 años de intenso pero maravilloso trabajo, los
jóvenes soñadores del inicio, ya no tan jóvenes pero igual de so-
ñadores, hacen parte de la coordinación general del Programa de
Promoción de Lectura de la Corporación Diáfora. Los programas
han crecido en número y cobertura, muchísimos espacios de la co-
muna han sido tomados por el libro, por los autores de literatura in-
fantil y juvenil, por un sinnúmero de personajes salidos de cuentos
y novelas, por la poesía y la tradición popular. En ferias literarias,
en exposiciones de autores en bibliotecas, en hogares comunita-
rios, en grupos de la tercera edad, leer ha sido toda una fiesta, se
han propiciado cientos de encuentros con el libro y la palabra que
han generado una verdadera conciencia de la importancia de leer
y escribir para la vida.

Además de niños, jóvenes y adultos, a esta experiencia se han
sumado los bebés desde su etapa de gestación con el programa
Nueve Lunas, un programa dirigido a las madres gestantes con
el propósito de estrechar aún más, ese lazo afectivo entre ellas y
su hijo a través de la poesía, del cuento y los arrullos, igualmente
los programas Sana que Sana y Te Leo han demostrado que los

bebés pueden disfrutar con las actividades de lectura tanto como
los grandes.

Una loca iniciativa del pasado, es ya hoy una de las experiencias
más significativas en promoción y animación a la lectura de la ciu-
dad, se pensaría entonces que esta historia termina ahí con su final
feliz, sin embargo todavía falta mucho camino por recorrer, muchos
espacios y corazones por impregnar del poder de la lectura, mucha
gente que convencer, muchas otras puertas que tocar, para que en
definitiva, la comuna ocho emane literatura, poesía, palabra con
sentido, y cree su propio destino con criterio y autonomía, todo ello
derivado lógicamente, de esa nueva mirada del mundo y de noso-
tros mismos, que nos regala el maravilloso acto de leer.

La suerte y la magia han acompañado este trabajo a lo largo de
los años y como poderes imperecederos esperamos sigan hacién-
dolo, pues la tenacidad de quienes hoy están trabajando en los
programas de promoción de lectura no desfallecerá y necesitará
mucho de ellas para llegar a los rincones más alejados de la comu-
na, donde el libro aún no se reconoce como uno de los más fieles y
maravillosos amigos del hombre.

2. Promotora de lectura de la Corporación Cultural Diáfora. Estudió Filosofía en la Universidad de Antioquia,
y actualmente realiza la Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana.


Biblioteca Familia Villatina:
Un Bibliocohete para viajar y leer

César Augusto Cano Corrales 3

Tres pisos bastan para hacer de una biblioteca un cohete espacial,
dispuesto a llevarnos a los mundos de la imaginación. El cohete no
es más que una biblioteca abierta y dispuesta a ser abordada por
juegos y lecturas, hacia parajes desconocidos donde todo o nada
puede ser posible. La lectura es la meta y es la posibilidad que
este acto sea nuestro propulsor al divertimento de la fantasía.

Pero como en todo viaje y para que la aventura tenga el resulta-
do esperado por los atrevidos exploradores, los tropiezos estarán
presentes desde el inicio, y a lo mejor no todos continúen los proce-
sos para llegar a la libertad de ser selectos filólogos del mundo bi-
bliográfico. Será la timidez o quizás el miedo; la vergüenza del qué
dirán pondrá el color de la piel de un pálido extraño, y entonces los
subgrupos sociales seguirán siendo regentes de la personalidad
de muchos, que aún no se han distinguido de los demás por las
cualidades y no por la prepotencia de lujos e imposiciones de la
moda y el comercio.

El viaje avanza y esa barrera de asteroides, meteoritos y rumo-
res de la envidia social, no son más que una afirmación positiva
de que somos lectores, aunque a muchos no les guste, y si no les
gusta será porque en sus corazones les queda la duda de haber
vivido una inimaginable Hora del Cuento, donde los gritos de te-
rror nos conducen por los pasadizos de castillos fantasmales hacia
cascadas de risas multicolor. Un cuento abierto y la posibilidad del
amor, tan cerca de lo que nosotros mismos sentimos. La barrera
se esfuma y es que todos son bienvenidos a estos viajes, donde
los parajes más sorprendentes son las ciudades empedradas por
títulos de libros, no nos es imposible hallar elefantes de cuadros de
colores, cerditas traviesas y monitos interesados por los grandes


legados de la humanidad, que son la escultura que nos representa
en canciones y pinturas, que también son las frases que nos hacen
ver más allá de lo que ya hemos visto, y conocemos toda la magni-
ficencia del planeta tierra y nos sorprendemos de conocer algo tan
cercano a nuestros pies, pero tan inmenso a la vez.

Dicen que son las órbitas de los ojos las que pesan con el deporte
del soñar; ahí es cuando dicen las malas lenguas que “leer da sue-
ño”, pero esta afirmación no es tan lejana al sentir que de verdad
soñar es mucho más fácil y posible cuando nos atrevemos a involu-
crarnos con un libro, sobre todo a identificarnos con los personajes
y las situaciones que vamos descubriendo con el recorrer de las pu-
pilas. Nuestra misión en este Bibliocohete de viaje, es ante todo las
ilusiones que habrá que dejar sembradas, como estrellas fugaces
que siguen un trayecto indescriptible.

Llega el primer valiente y pregunta si es posible leer. ¡Ah sorpresa!
En la biblioteca sí se puede leer. Entonces el primero abre, como
poseído, un libro lleno de imágenes y le parece tan bueno que se
acuesta en una alfombra parecida a la voladora de Aladino, y no
se sabe donde anda, pero son varios los cuentos que lo cautivan y
el tiempo ya no importa y sólo las posibilidades de libertad, dadas
por la imaginación, son lo que realmente importa. Llega la noche,
se marcha y cuando nace un nuevo día, este mismo lector se entre-
ga con fervor a otra tarde similar. Seguimos leyendo aunque somos
no más que dos, pasa un tiempo y es entonces que aparece otro
nuevo integrante de la tripulación, y mientras estos se conocen en-
tre anécdotas de sinopsis y pasajes emocionantes, un buscador de
niños perdidos visita las escuelas con Lecturas en el Aula de clase
y también Dulces Susurros en hogares infantiles, y es una fiesta,
una gritería es de leer y se comprueba una vez más eso de que
leer es fatal, el ejercicio perfecto para el desvelo y que solo los
libros logran hacer dormir a la gente. Menos mal es miedo, pues
si no fuera así, la estrellada de este bibliocohete hubiera sido el
estruendo abrupto de permanecer con los ojos cerrados y la mente
enjaulada.

Entonces el entusiasmo y la emotividad, conducen a los niños de
muchas escuelas a empezar poco a poco a recibir conocimientos y
experiencias. La mayoría llega atraída por el Cine Club Infantil y la
esperanza de volver a ver las aclamadas: Shrek y Toy Story, que
debutan junto a textos semejantes y atrayentes, pues de todos
modos, la tecnología y los medios audiovisuales son nuevos ele-
mentos que hay que aceptar como intermediarios a entretenciones
distintas, como las que en una biblioteca abundan, entre los talle-


res de creaciones artísticas o las introducciones a talleres literarios.
Todo poco a poco para tener nuestra nave espacial llena. Nuestro
trayecto va bien, y los tripulantes son la fuerza que tiene la aventu-
ra, pues cada uno tiene un mejor amigo a quien invitar, y así, poco
a poco todos vamos creyendo en la literatura, en los libros.

Ubicación de la biblioteca

Sucede que nuestro Bibliocohete
es un edificio de tres pisos, color
verde pastel, que lleva impre-
sas unas letras enormes que la
nombran: Biblioteca Familia. Está
ubicada en el Barrio Villatina de
la comuna 8, exactamente en la
Carrera 16 No 56-44. Para llegar
se toma un colectivo ruta 107 por
El Palo con La Playa o si está por
la Avenida San Juan y le queda
más fácil, apuntas el dedo y to-
mas un bus de Caicedo Ruta 095,
y entonces comienzas a subir
calles empinadas y estrechas, y
cuando veas desde la ventani-
lla la parroquia Nuestra Señora
de la Inmaculada Concepción de
Torcoroma, la Institución Educati-
va San Francisco, las tiendas, los
billares, los supermercados, La
Escuela de Música, es porque ya has llegado a la Zona por donde
la cultura tiene sus lugares. Como la loma es empinada, no esperes
que el bus te deje en toda la puerta, éste siempre llega al planito
donde está el teléfono rojo y las escaleras que parecen llevar al
cielo, pero si las subes te encuentras en La Torre, en la cancha de
fútbol y el inicio de trochas que conducen al Pan de Azúcar, uno
de los cerros tutelares de Medellín, desde donde se puede ver
además de las nubes, el techo de las casas de los barrios vecinos.
La ciudad se divisa no sólo desde la cima de estos cerros, sino
también desde el balcón del tercer piso de la biblioteca, o desde
cualquiera de las esquinas del sector, en donde son muy tranquilos
los programas de Biblioesquina que ofrecemos desde la biblioteca
como estrategia de promoción de lectura.


Tanta realidad puede ser un tropiezo

Es verdad, debemos tener “los pies en el suelo”, pero por estar
centrados en tierra no podemos olvidar que sobre nosotros, hay un
mar de cielo que se expande y se supera hacia el espacio exterior,
donde las estrellas guardan deseos y secretos. Es por eso la ana-
logía de nuestra biblioteca con un cohete espacial y, es que desde
acá, en nuestras varias actividades de promoción y animación de
lectura, atacamos un poco la dureza de la realidad con fantasía y
permitimos las posibilidades de soñar, reír y pasarla bien mientras
conocemos cosas que antes no sabíamos.

Acá en el barrio Villatina, como en muchos otros barrios de Mede-
llín, la exclusión es un fenómeno que permanece por todas partes,
y es ahí cuando nos encontramos de frente con un enemigo del pro-
greso intelectual, pues los subgrupos que se crean en todo lugar a
partir de un gusto en común o un estilo parecido, se encargan de
sesgar, rechazar o aceptar nuevas posibilidades de las personas,
tanto en su escogencia de gusto como el encuentro mismo consigo
mismo. Son varias las anécdotas que desde acá se pueden contar
pero las más significativas tienen su lugar desde el machismo, que
lastimosamente todavía existe, y la continuidad de la ignorancia
familiar que también se hereda y esperemos que no siga su pro-
pagación.

Una mañana tarde, mientras se realizaba una hora del cuento don-
de había niños y niñas reunidos en torno a un rato agradable de
historias entretenidas, luego de ofrecer el lugar de la lectura en voz
alta, uno de los niños se ofreció a continuar con la lectura, pero fue
ahí cuando el enemigo silencioso tomó voz y forma en uno de los
integrantes para decir: - No le da pena, no ves qué las que leen
son las mujeres, los hombres no leemos. ¿Entonces qué hacen los
hombres? -me pregunto yo- ¿será que la imagen de hombría que
muchos niños tienen, es la misma de la ignorancia? Menos mal
existe la promoción de lectura, pues por cada encuentro y activi-
dad, los imaginarios creados desde la ignorancia son combatidos,
y las nuevas posibilidades de ver el mundo son compartidas, po-
niendo en juicio las ideas erróneas.

Son muchos los que ahora han cambiado sus sesgos sociales por
temor a rechazos y aislamientos imaginarios por las amenazas de
la originalidad y aceptación personal de los gustos de la persona-
lidad. Ya al menos hay lectores en la zona, y estos mismos serán
los que se encarguen de animar a otros a ser parte del amor por
los libros y la lectura, pero otro monstruo silencioso ataca de frente


a quienes ya se habían atrevido, y lo peor es que este enemigo
es escurridizo y difícil de convertir. Sucede que otro día, uno de los
niños que ya era asiduo en los programas de la biblioteca dejó de
venir, y no lo habíamos vuelto a ver hasta que llegó junto con su
padre -y es bueno conocer el entorno familiar de un lector, pues a
veces los padres por ayudar están dañando-, entonces se acercó a
preguntar por las actividades que les sirvieran a sus hijos, para que
no perdieran tanto tiempo y aprendieran muchas cosas para que
no les fuera tan mal en la escuela. Se le mostró la programación
y se le exaltó la asistencia de su hijo; pero ni con felicitaciones se
salvó de decir frente a su hijo la afirmación terrible de: “Es que lo
que no me gusta es que se la pase perdiendo el tiempo con libros,
yo lo que quiero es que maneje bien el computador para que
aprenda muchas cosas”.

Son muchos los tropiezos, pero son muchos más
los triunfos que recibe una comunidad cuando
acepta nuevas propuestas y se acerca por primera
vez, aunque con timidez, a un espacio que lo da todo
a la hora de viajar leyendo, acariciando los libros con
la mirada.

Desde que la Biblioteca Pública Piloto tomó la administra-
ción, la Filial Familia se ha apostado por establecer procesos
lectores, de ahí la presencia de un promotor de lectura perma-
nente. Sin embargo durante el 2007 hubo tres promotores de
lectura que desertaron del cargo, imposibilitando la existencia de
procesos. Desde febrero de 2008 se iniciaron actividades con el fin
de tener en el barrio y la biblioteca lectores de todas las edades,
y gracias a la permanencia de una persona que esté sin falta para
velar por la continuidad de las actividades, permanece un interés
que se contagia.

Nuestras actividades de promoción y animación a la lectura

Hora del Cuento, Dulces susurros, Cine Club Infantil y Juvenil, Tertu-
lia Literaria y Cultural, Biblioesquina, Capacitación a Docentes, Ta-
ller de Escritura, Club de Lectores, Taller de lectura “Fragmentos”,
Servicio de Cajas Viajeras, Lecturas en el Aula de Clase, Atención
de grupos, Tertuliando con los Abuelos, Exposiciones, Espacios de
Convivencia en el Templo Comedor, Asesorías y Acompañamiento
personalizado con lectores iniciados, y siempre nuevas propuestas
que inicien y motiven a toda una comunidad a embarcarse en los
libros.


Reseña Histórica Biblioteca Familia
4

En 1994 se inicia la obra de construcción y dotación de una nueva
biblioteca público-escolar por parte de la empresa privada Produc-
tos Familia y la ONG Fundación Solidaria La Visitación, además del
apoyo del presbítero Emilio, quien promocionó la biblioteca y la
necesidad de trabajar socialmente por el barrio. A través de él
se vinculan a este proceso las Señoras Mercedes Piedrahíta Vélez
(artista antioqueña), Rocío Vélez de Piedrahíta (escritora antioque-
ña), Claudia Jaramillo de Mora, entre otros.

La biblioteca surge como respuesta a las pocas alternativas cultu-
rales y educativas, con el objetivo de fortalecer los procesos for-
mativos de la comunidad del barrio Villatina y sectores aledaños,
gracias al apoyo colectivo de habitantes y organizaciones sociales
de carácter local, nacional e internacional.

La antigua biblioteca creada por la comunidad y dirigida por la
parroquia, entregó las colecciones a la nueva biblioteca que fue
inaugurada el 25 de noviembre de 1995, y el 27 de enero de 1996
abrió las puertas al público, iniciando con los servicios de consulta
académica y prestación del servicio social del estudiantado, con un
total en el año de 4.200 visitantes. Las demandas en la unidad de
información por parte de los usuarios, obligaron a ampliar las insta-
laciones de la biblioteca, hecho que se llevó a cabo en 1998, dando
inicio al proyecto ludoteca. Se incrementaron los usuarios debido a
los servicios y programas ofrecidos por ésta, siempre de acuerdo a
las necesidades y peticiones de los mismos en las evaluaciones.

En el año 2005 la Fundación Solidaria La Visitación entra en crisis
presupuestal, por lo cual decide buscar alternativas de administra-
ción para la biblioteca, y es en el año 2007 donde se forma un con-
venio entre Productos Familia, Biblioteca Pública Piloto y Fundación
Solidaria la Visitación, quedando la administración a cargo de la Pi-
loto. Vale la pena resaltar que a partir de este mismo año comienza
nuevamente el fortalecimiento cultural, educativo y recreativo.

3. Promotor de lectura, Biblioteca Pública Piloto, Filial Familia Villatina. Estudiante de lengua de señas de la Asociación de Sordomudos de Antioquia.

4. Luz Amparo Durango, bibliotecóloga Filial Familia Villatina, Biblioteca Pública Piloto.


Biblioteca Parroquial Nadino,
el poder del conocimiento en tus manos
Freddy Macias
Cristian Restrepo

Diego Martinez

5
Martha Dolly Franco Marulanda
Pbro. Jaime Avelino Bravo V.6

En un lugar lleno de historias, tensiones, vida, ilusiones, esfuerzos,
magia y muerte toma forma un sueño de los y las habitantes de los
barrios La Sierra, Villa Turbay y Villa Lilliam, una biblioteca. La rea-
lización de este sueño inició el 10 de octubre de 2005 gracias a la
comunidad de los Padres Josefinos, que a esa fecha llevaban tres
años en la Parroquia Santa María de La Sierra a Saúl Franco de la
Corporación Centro Misionero por la Vida y al entusiasmo y espíritu
solidario de otras personas que donan su trabajo, conocimiento,
tiempo y/o libros para que la comunidad se acerque a otros mun-
dos, para construir diariamente un espacio lleno de historias entre
las historias, aventuras, personajes mágicos, alegría y diversión
para chicos y grandes.

La Biblioteca fue fruto de un proyecto realizado por nuestro párroco,
Jaime Bravo, en el seminario de animación y promoción a la lectura
que año tras año dicta Comfenalco, los primeros acercamientos a
la promoción a la lectura se dieron leyendo cuentos a los niños y
niñas en la misa de diez y media, los domingos. El primer apoyo
se recibió de la Fundación Éxito a través del mismo Comfenalco.
Igualmente, se recibieron importantes donaciones para el funciona-
miento de la biblioteca, de ISA, la Fundación Unámonos, y Expertos
en Mercadeo – EXEM.

Por ese entusiasmo, compromiso y necesidad de la población na-
cen programas como Biblioteca al aula, La hora del cuento, Libros
de película, Cine foro, Tertulias literarias, Especial de Halloween y
Especial de Navidad; que permiten educar el corazón y la imagina-
ción para tener una mente abierta a Dios y al mundo, a todo lo que
nos encontramos en la realidad, como lo hizo el fundador (San Leo-
nardo Murialdo) de la comunidad de los Padres Josefinos en Italia


con los niños y jóvenes en el colegio de los artesanitos, en donde
él era el amigo, el hermano y el padre que ellos no tenían, por ser
huérfanos y pobres. Inspirados en las enseñanzas de este santo,
bautizamos este sueño: “BIBLIOTECA PARROQUIAL NADINO”, ya
que nuestro afecto hacia él nos autoriza para nombrarlo como lo
hacía su madre NADINO, el diminutivo de Leonardo.

Es así como atendemos a niños, niñas, jóvenes y a sus familias
teniendo muy presente las cinco cualidades del amor de Dios: per-
sonal, infinito, misericordioso, actual y gratuito, para tener mejores
experiencias de vida que contar y escribir, para que algún día estén
en un libro como alguno de esos que hemos tenido el placer de es-
cudriñar, todas las veces que desee y que en ocasiones no aguanto
la tentación y me lo llevo para mi casa y la escuela en donde se los
enseño a mis compañeros–as y los dejo con las ganas de tener.

Quienes hemos donado nuestro tiempo para atender y ayudar a
encontrar el conocimiento, la aventura, la diversión y la esperanza
en esta biblioteca podemos hablar de la satisfacción, generada
hace tres años y la actual, en nuestro corazón, ya que unido a este
espacio hemos contado con otros que aúnan esfuerzos para que el
poder del conocimiento esté en nuestras manos, como lo afirma su
eslogan y lo podamos utilizar para transformar la realidad y gene-
rar procesos de inclusión, escolarización, dignificación, diversión e
identidad personal, familiar, grupal y cultural.

Del plan de fomento
a la lectura
Abril de 2008


La biblioteca ha sido atendida siempre por jóvenes voluntarios y vo-
luntarias, que han sentido en sus vidas la importancia de viajar por
el universo de la lectura, la escritura, el dibujo y las manualidades,
de recibir la visita de personajes reales e irreales, de personajes de
nuestra ciudad y país, que han conocido los pasos dados para me-
jorar cada día y no dejar habitando este conocimiento en las estan-
terías, sino que los llevamos a lugares en donde no hay biblioteca
pero sí niñas, niños y jóvenes ávidos de experiencias maravillosas
e inimaginables para ellos, quienes nos reciben con el rostro lleno
de asombro y duda pero que nos despiden con el rostro desbor-
dante de alegría, agradecimiento, esperanza, ilusión y ganas de
conocer mucho, mucho más. Las palabras para despedirnos son:
“muchas gracias, regáleme este libro, ¿cuándo vuelven?”. Todas
estas experiencias nos llenan de energía para continuar caminando
por estos caminos, que parecen que nos llevan al cielo en donde
encontramos las cualidades del amor de Dios que nos comparten
los Padres Josefinos en sus dichos y hechos.

La Biblioteca ha sido punto de apoyo para la realización de talleres
de escritura del programa de víctimas del conflicto armado en la
edición del libro “Jamás olvidaré tu nombre” y “El cielo no me aban-
dona”, como también para la ejecución del proyecto “Corazón” de
la Fundación Universitaria Luis Amigó, talleres de Comfama y de la
Corporación Cultural Diáfora.

5. Promotora de lectura Biblioteca Parroquial Nadino. Estudiante de 9º semestre de Licenciatura en Hu-
manidades y Lengua Castellana de la Universidad de Antioquia.

6. Párroco de Santa María de La Sierra. Licenciado en Ciencias de la Educación.


Biblioteca Una Luz hacia el Futuro,
Un espacio que ha sobrevivido al tiempo y sigue creciendo
7
Lady Yurany Monsalve García

La biblioteca Una Luz hacia el Futuro está ubicada en el Barrio
Las Estancias, en el sector de los Rieles, y es la biblioteca popu-
lar más grande de la comuna 8. El espacio fue fundado el 15 de
enero de 1995, y era administrado por las Damas de la Caridad,
quienes lo utilizaban como centro de capacitación gratuita para
toda la comunidad, y solo una pequeña parte como biblioteca.
Más tarde, en el año 2001 y debido a problemas económicos
y de salud de las damas, la Sociedad San Vicente de Paúl se
encarga de su administración, y desde entonces se utiliza como
biblioteca popular únicamente.

En su empeño por mejorar la calidad en el servicio, ingresa en el
año 2003 a la Red de Bibliotecas Populares de Antioquia, REBI-
POA, un espacio que cuenta con más de 20 bibliotecas popula-
res asociadas y en el que ésta ha tenido la oportunidad de dar-
se a conocer en la ciudad, capacitarse en temas variados como
selección de material bibliográfico, gestión, atención al usuario,
entre otros, y conseguir importantes donaciones para ampliar el
material bibliográfico con el que cuenta en la actualidad.


La experiencia en promoción de lectura empezó en el año 2004,
cuando la Corporación Cultural Diáfora inició la Hora del Cuento
“Cuenta Conmigo”, con grupos pequeños de niños interesados
en participar en una actividad diferente de las tareas escolares.
El programa tuvo desde el principio excelentes resultados que se
comprobaron en la ejecución continua del mismo. Más tarde, y por
iniciativa propia, se dio inicio a las “Tertulias Literarias”, un espa-
cio dedicado a público de todas las edades con el propósito de
compartir textos de la literatura universal a través del diálogo y la
reflexión.

Cabe anotar que gracias al Proyecto de Promoción de Lectura que
se ha ejecutado en la comuna con recursos del Programa de Pla-
neación y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín, se
han realizado desde el 2005, programas como la Hora del Cuento,
las Tertulias Literarias, Talleres de Lectura y Escritura, y otros de
gran acogida entre los usuarios. Sin temor a equivocarnos, pode-
mos decir que en el tema de promoción de lectura, la biblioteca ha
evolucionado, y en este momento cuenta con un grupo excelente de
niños entre los 6 y 11 años que se reúnen los días sábados, para

participar en la Hora del Cuento. Además, el programa de Tertulias
Literarias se sigue ejecutando con mucho éxito el último sábado de
cada mes. Ambas actividades las realiza actualmente la encargada
del espacio desde hace 7 años, Doña Luz Dary González, una mu-
jer con bastante empuje, dedicación y amor por lo que hace.

En la actualidad, la biblioteca es punto de referencia obligado para
cientos de estudiantes, en especial, de las Instituciones Educativas
Tulio Botero Salazar y Vida Para Todos, quienes asisten con fre-
cuencia a realizar consultas, tareas, servicio de alfabetización y a
disfrutar de la lectura, en un espacio que cuenta con varios salones,
una salita infantil y además una bodega de libros que pertenece
a Rebipoa.


La Biblioteca Una luz hacia el futuro, hace honor a su nombre por-
que está en constante renovación, tiene nueva ideas, y además, es
un espacio con buen prestigio, no solo por los servicios que presta,
sino porque además, es lugar de encuentro para distintos grupos
que asisten allí a capacitarse constantemente.

Las bibliotecas populares han sido definidas como espacios de ca-
rácter social, articuladas a otros procesos de comunidad en donde
el bibliotecario es quien coordina y ofrece servicios gratuitos a sus
beneficiarios. Es en esa dinámica, diferente de otras bibliotecas
como las públicas o las escolares, que Una Luz Hacia el Futuro ha
logrado sobrevivir en el tiempo, debido al liderazgo y la lucha cons-
tante por mantener un espacio que sigue atrayendo a personas de
todas las edades.

En una comunidad, las bibliotecas son espacios de referencia, como
lo son las iglesias y las escuelas, y definitivamente, ésta lo será
por mucho tiempo, porque tanto ella, como la comuna 8, tienen
bastante futuro.

7. Estudiante de 6º semestre de Licenciatura en Lenguas Extranjeras de la Universidad de Antioquia.
Promotora de Lectura y Directora de la Corporación Cultural Diáfora.


Biblioteca Pan de Azúcar,
guardiana de la palabra

8
Bibiana Álvarez Ruiz

Una pequeña reseña

La Biblioteca Pan de Azúcar, está ubicada en el barrio Trece de
Noviembre de la comuna 8, zona Centro oriental de la ciudad de
Medellín. Su inicio fue en el año de 1995, con el que se buscaba
aportar al desarrollo comunitario donde está inserta, fue así como
se instaló en el Centro Integral Comunitario Trece de Noviembre, de
la Fundación Solidaridad por Colombia, la cual ha desarrollado dife-
rentes labores sociales en el territorio nacional desde el año 1979,
y ha tenido presencia en esta zona desde el año 1983.

La biblioteca cuenta con una colección de 7.000 libros; sus usuarios
están carnetizados, y presta programas y servicios que contribuyen
al desarrollo académico de los habitantes del sector.

amas
Sus progr

Sus servicios
Cuento
Hora del es
s Escritor
Pequeño or Referencia
ect eca
Festival L la Bibliot Consulta en
migos de la sala
Club de A la Biblioteca Circulación y
de préstamo
Semana Alfabetizaci
al Barrio ón
Biblioteca Servicio de
información
Cine Club e usuarios local
nd
Educació


Una experiencia de trabajo en Pan de Azúcar

La poeta, novelista, cantante, compositora, guionista de teatro,
cine y televisión, María Elena Walsh, figura esencial de la literatura
argentina llegó para quedarse en un lugar repleto de libros, coji-
nes, sillitas y mesas; la Biblioteca Pan de Azúcar, un sitio propicio
para que niños y niñas de los barrios Trece de Noviembre, Enciso,
Los Mangos y El Pinal, pudieran conocer durante tres días continuos
la historia de esta maravillosa escritora y su bibliografía a través
de juegos de palabras, poemas, canciones, cuentos y retahílas,
casi todas locas y disparatadas, pero que por unas cuantas horas,
tres para ser más exactos, transportaron a este numeroso grupo
a un lugar divertido y original en que escribir y leer fue todo un
chiste.

Desde el primer taller, las mañanas y las tardes de la Biblioteca
Pan de azúcar, tuvieron niños y niñas que antes de ir al colegio o
después de clases, se iban corriendo derechito por el camino que
los conducía a esta linda casa; tan cálida y agradable como su
bibliotecaria Virginia, y llegando mucho antes de la hora acorda-
da exploraban y tocaban con los ojos todo lo que los promotores
estaban preparando, para que entre libros, lápices, marcadores,
tijeras, mirellas y hojas en blanco conocieran los personajes más
entrañables y las historias más ilógicas creadas por María Elena
Walsh.

Juntas las mesas, listas las sillas, preparado el material, uno a uno
iban llegando y se iban sentando, eran tantos niños y tantas niñas,
que la hoja de asistencia se estaba quedando corta en renglones,
para escribir sus nombres y los materiales también se iban ago-
tando en un santiamén, pero pese a la incomodidad de ser tantos,
los oídos se aquietaban al escuchar una de las tantas historias
de María Elena, y las voces solo se dejaban oír cuando sin querer
queriendo y al unísono, lanzaban una jocosa carcajada, o cuando
levantaban la mano para participar en una pregunta de inferencia
o predicción que el promotor les lanzaba.

Gracias a la sonoridad de canciones tan bellas como “Había una vez
una vaca en la quebrada de Huma huaca que a pesar de que ya
era abuela un día quería ir a la escuela.” O poemas como” La bru-
ja, la bruja se quedó encerrada en una burbuja. La bruja, la boba,
con escoba y todo, con todo y escoba” se podía proponer -sin nin-
gún riesgo de fracasar- preguntas fantásticas que surgen de este
tipo de literatura ¿Qué harías tú si a tu escuela llega una vaca con
deseos de estudiar, y decide sentarse en tu pupitre? ¿Cómo podría


salir la bruja de esa burbuja? ¿De qué material estará hecha
esta singular burbuja que ni siquiera la bruja puede explotar?
¿Qué harías tú con una burbuja de éstas? Y sus respuestas a
veces iguales o más disparatadas que las de la misma escritora
contaban entre líneas fáciles de descifrar sus propias ilusiones,
sus hábitos y sus contextos.

Después de la producción de increíbles y sustanciales ejercicios
de escritura, pasábamos a una de las actividades que más les
gustan a los niños, crear, no sólo a través de la palabra escrita,
hablada o contada, sino la re- creación de las historias, a partir
de cualquier trozo de cartulina y papel. La invitación de re-inven-
tar en el primer taller, giró entonces alrededor de idear las gafas
de la vaca estudiosa, quien “Se puso unos zapatos rojos, guan-
tes de tul y un par de anteojos.” Para presentarse a la escuela,
unas gafas míralo todo con las cuales pudieran ver más allá de
las paredes de la biblioteca.

En el segundo taller con la mona Jacinta que “Se peina, se pei-
na, y quiere ser reina. Mas la pobre mona no tiene corona”, y el
mundo al revés “en el que nada el pájaro y vuela el pez”, los ni-
ños y niñas contribuyeron a través de la escritura y la ilustración,
a la existencia de ese mundo al revés, en el que por algún motivo
a veces quisiéramos habitar, y también al que tantas otras veces
se parece a nuestra desagradable realidad. Ese mismo día entre
cintas y lentejuelas, le hicieron su corona a la mona para que no
se quedara sin corona.

El tercer y último taller recogió en un clásico pero divertido juego:
Alcance la estrella, todo lo leído y escuchado sobre la escritora
María Elena Walsh. Una certera herramienta que permitió inda-
gar entre los niños y niñas lo que aprendieron en los talleres
sobre una mujer que sabe cómo llegar a los más pequeños y
cautivarlos.


En este taller elaboraron un disparatado diccionario, en el que
debían definir algunas de las palabras más locas inventadas por
María Elena, y no les quedó difícil, pues quien lee la historia de
una rata llamada Ofelia “que amaneció flotando en el agua con
la barriguita para arriba porque quiso mirarse la trompa rosada
o porque estaba muy enamorada”, o lee que “Una gaviota bizca
y con cara de preocupación viene planeando, mira buscando el
desayuno para su pichón. Pronto aterriza porque divisa un bicho
gordo como un salchichón. Dice que rico y abriendo el pico pesca al
perrito como a un camarón”, tiene elementos suficientes para este
tipo de creación.

Fue muy gratificante contemplar a niños y niñas entre
los ocho y trece años entusiasmados diseñando las ga-
fas de la vaca estudiosa, la corona de la mona Jacinta
o inventando significados para el diccionario de María
Elena Walsh. Una vez más la lectura por placer pudo
encontrarse con un grupo de niños, para demostrar que
la palabra escrita puede movilizar conocimientos, ideas
divergentes y aprendizaje, si está ligada al gusto y la
creación.

8. Promotora de lectura de la Corporación Cultural Diáfora y Comfenalco. Estudiante de 6º semestre
de Licenciatura en Humanidades Lengua Castellana de la Universidad de Antioquia.


“En esta calle, señores,
todo el mundo mire bien,
que aquí pasan muchas
cosas
pero muy pocas se ven.
Pasan muchísimas cosas,
nadie me dirá que no.
Pasa muchísima gente.
Pasan todos, menos yo.
Que enseguidita me siento
para contarles un cuento.”

María Elena Walsh

AL CALOR DE LAS PALABRAS

Experiencias significativas de promoción
de lectura en la comuna 8


Introducción

Todas las actividades de promoción de lectura que se adelantan en
la comuna a través de distintas instituciones, merecerían un capítu-
lo completo en esta publicación, porque cada una es tan distinta, y
significativa en sí misma, que faltarían incluso palabras para des-
cribirlas. Cada encuentro de una niña o niño, de un joven o abuelo,
de un bebé o una madre gestante con la palabra escrita, con la
poesía, el cuento y la oralidad es tan mágico y está tan lleno de
detalles gratificantes, que valdrían la pena comunicarlos al mundo
entero, sin embargo y como muchas de las cosas maravillosas de
la vida, se quedarán en la intimidad, en la complicidad de quienes
fueron partícipes de eso digno de contar, porque tal vez eso tan
significativo para unos no lo sea para otros.

En este capítulo se presentarán sólo cuatro experiencias exitosas
que se tuvieron en este año, con la ejecución del Convenio de Aso-
ciación al Plan de Lectura de Medellín, pues aunque todas merece-
rían ser mencionadas, éstas se destacan por la particularidad de
sus públicos: bebés, ancianos y madres gestantes.

El propósito de trabajar con estos grupos tan especiales, no era
otro sino el de corroborar que cualquier momento de la vida de un
ser humano, es un buen momento para encontrarse con el libro, y
con la literatura, que leer no es un acto sólo reservado a quien ya
decodifica un código y le necesita como instrumento laboral.

Estos programas de lectura dirigidos a estos públicos tan especia-
les, llegaron al corazón de cada participante con canciones, imáge-
nes, textos, que generaron un ambiente de afectividad sin igual,
bebés desde los once meses hasta los seis años, madres con dife-
rentes semanas de gestación y abuelos con muchos abriles cum-
plidos, se entregaron sin reservas a las historias que de una u otra
forma tenían que ver mucho con ellos mismos, cedieron sin reservas
a la conversación, a la risa, a la memoria, a la fantasía y en cada
sesión construyeron un sueño posible de alcanzar.

38 Experiencias significativas de promoción de lectura en la Comuna 8
Entidades que realizan promoción de lectura en la Comuna

Los bebés de la Ocho sí leen

9
Orlanda María Agudelo Mejía

Hoy en día se habla mucho de la lectura,
de su importancia y de las ventajas que ella
le proporciona a quienes la practican: que
si el Plan Nacional de Lectura, que si se ha
creado una cantidad de bibliotecas nuevas
en Medellín, que capacitaciones, que talle-
res, que concursos, etc., etc. Pero nosotros,
los ciudadanos y ciudadanas de a pie, los
que nos levantamos todos los días a tra-
bajar (o a buscar empleo), o a estudiar, o
a hacer mil cosas, ¿nos damos cuenta de
esos eventos o nos relacionamos de alguna
manera con ellos? Para unos cuantos hom-
bres y mujeres de Medellín, que por una u
otra razón estamos al tanto del quehacer
de las bibliotecas y de otras organizaciones
culturales, es común enterarnos de diversos
planes y proyectos, y aunque nunca hemos participado directa-
mente en las encuestas sobre niveles de lectura en Colombia, sí
conocemos un montón de personas que visitan las bibliotecas y se
benefician de los programas de lectura que ofrecen las entidades
públicas y privadas: muchas de esas personas ni siquiera están en
edad escolar.

Uno de esos programas, encaminados exclusivamente al mejo-
ramiento de la calidad de vida de la ciudadanía, es el programa
“Sana que Sana”. Se trata de una serie de talleres de animación
a la lectura dirigida a niñas y niños desde la gestación hasta los
24 meses de edad. Con estos talleres se busca generar en las fa-
milias e instituciones educativas el ambiente propicio para un buen
comienzo en la población que está creciendo. Para el desarrollo
de esta propuesta en la comuna 8, la Alcaldía Municipal estable-
ció un convenio con la Corporación Diáfora, en el cual se acordó la
realización de diez talleres de lectura con bebés del Hogar Martha
Cecilia, que es administrado por Bienestar Familiar y está ubicado
en el sector de Villatina. Este Hogar atiende a cerca de 150 niñas


y niños de esta comuna, apoyado en la labor de Diana Zárate, su
directora, y un grupo de diez personas aproximadamente, entre
profesionales y asistentes, quienes brindan acompañamiento pe-
dagógico, psicológico y recreativo, además de una dieta alimen-
taria adecuada, que facilite el desarrollo de destrezas propias de
la primera infancia. Estos talleres se orientaron específicamente al
grupo de Cuna, que agrupa a 14 bebés entre doce y veinticuatro
meses.

Algunas personas se preguntarán
“¿por qué hacer actividades de
lectura con bebés si aún no saben
leer?” Afortunadamente, gran
parte de las mamás y papás de
Medellín han comprobado con sus
hijos los beneficios de lo que se
conoce como “Estimulación tem-
prana”; por eso están “pilas” con
todo lo que se relacione con el de-
sarrollo temprano de habilidades
en niñas y niños, listos a participar
de clubes de lectura o jornadas
recreativas y de capacitación que
fortalezcan su labor educativa.
Parte de esos procesos de esti-
mulación temprana la constituyen las actividades que fomentan la
lectura incluso antes de que el bebé nazca.

El proceso de lectura, que inicia desde el vientre materno, se desa-
rrolla en los bebés a partir de la percepción (de sonidos, colores,
formas y situaciones); aquí son de vital importancia las voces del
grupo familiar que llegan al oído del bebé (primer órgano que se
desarrolla), especialmente las de mamá y papá, con la lectura de
cuentos o de otros textos, con canciones, arrullos, nanas y conver-
saciones familiares. Todas estas acciones van preparando al bebé
para que aprenda, por un lado, el idioma materno, el idioma de
su entorno; por otro lado, aprenderá las normas, los valores, lo
bueno y lo malo de la sociedad en la que está creciendo. Por eso
se dice que “el 50% del aprendizaje intelectual y afectivo de un ser
humano se da entre el período de gestación y los primeros cuatro
10
años de vida”.

Cualquiera que haya estado cerca de un bebé puede comprobar
que, aunque no hable, y por pequeño o pequeña que sea, él o ella
manifiesta un gran número de respuestas o reacciones a sensa-


ciones diversas; algunas de ellas evidencian miedo, alegría, sor-
presa, tristeza, y son el resultado de emociones que el cerebro
infantil va procesando y clasificando a partir de su experiencia,
para entender y manejar el entorno en que se mueve. Es aquí
donde adquiere importancia vital la estimulación que las y los
adultos brindamos mientras la niña o niño va creciendo: en la
medida en que se le hable más y con mayor claridad, se le cante,
se le lea -y se le permita expresarse-, ella o él acumulará más
experiencias y estará más predispuesto para aprender, partici-
par y actuar de manera autónoma.

Adicionalmente, cada uno de los momentos que bebé y adulto
comparten en torno a la palabra hablada, contada, leída o can-
tada, establecen o afianzan lazos afectivos que sin duda unen,
dan seguridad y felicidad al grupo familiar. Es así como las accio-
nes desarrolladas desde distintas entidades no sólo se dirigen
a la infancia: con el fomento de la lectura, las organizaciones
educativas y culturales, están en la búsqueda y construcción de
espacios que garanticen bienestar a toda la comunidad. Por esto
podemos decir que cada una de las actividades de fortalecimien-
to del proceso lector va más allá del niño o niña que participa:
con estas actividades se benefician su familia, su barrio, su ciu-
dad; pero también llevan consigo la invitación para que cada una
de las personas cercanas a él o ella se involucre de forma activa
en el movimiento cultural de su comunidad, en la amplia (aunque
nunca suficiente) oferta cultural de la ciudad.


11
la lectura
para que niñas y niños disfruten de
ciones
Algunas recomenda tre
la comunicación en
hable aún, esto permite
bebé aunque no mo escuchar y ha
blar.
* Converse con su de habilidades co
desarrollo
ambos y facilita el e, los
rmita que los toqu
en distintos luga res de su casa, pe as médicas, etc.
* Deje libros a su alcance ro a dond e vayan: visitas, cit
ellos; llévele un lib
mue rda, y juegue con álbumes
tos de su entorno,
a encontrar elemen
enes donde pued
* Muéstrele imág lo que ve en ellas.
, y háblele sobre
de fotos, revistas esté entretenido
en
ción a la lectura cuando
bé a prestarle aten
* No obligue a su be
.
otras actividades escoger sus prop
ios
s con su bebé y permítale rvicio de
ente las biblioteca hagan uso del se
* Visite frecuentem mo ho ras del cuento y
en actividades co
libros. Participen ce.
e en ellas se ofre
prés tamo de libros qu hijo para
nos amigos de su
dive rtido. Invite a algu
ura un momento
* Haga de la lect
os de la lectura.
que disfruten junt ternet o los videoj
ue-
televi sión, el cine, la In
tir la lectura con la en con la lectura
y el libro.
* No ponga a compe que estos propon
ular los temas
gos. Trate de vinc

9. Antropóloga Universidad de Antioquia. Promotora de lectura Comfenalco.
10. Peralta, Victoria. Una pedagogía de las oportunidades. Santiago. Ed. Andrés Bello. 2002.
11. Selección tomada de Hernández Carvajal, Juan Pablo. Animación y Promoción de la Lectura:
consideraciones y propuestas. Comfenalco Antioquia, 2004.


Nueve lunas para lunas nuevas

Bibiana Álvarez Ruiz

La vida intrauterina de un bebé transcurre entre líquidos y oscuri-
dad, entre latidos del corazón y el vaivén de la sangre, entre el rui-
do de la respiración y las pausas del oxígeno. Allí en ese pequeño
y placentero paraíso se acostumbra a recibir las sensaciones, las
notas, los ritmos que percibe de ese ser en el que habita y en el
que es huésped, presiente, acoge y se alimenta de la alegría, el
llanto, la tranquilidad, la desolación,
la incertidumbre, el hambre, la abun-
dancia, el miedo, la esperanza y la
desesperanza que día a día vive su
madre.

Con el corazón como música de fon-
do, el bebé busca entre sonidos y
sensaciones la tonalidad de ese ser
que lo acompañará durante gran
parte de su vida, el ritmo femenino
que le dirá cuándo y por qué hacer
o no hacer las cosas a medida que
empiece a crecer, que le procurará
bienestar y seguridad cuando nazca,
quiere escuchar la voz de su madre
por encima de los latidos del cora-
zón, superpuesta al recorrido de su
sangre, quiere inscribirse en las palabras de la mujer que le dio
el primer aliento de vida, desea conocer el poder sanador de sus
palabras.

Numerosas investigaciones han demostrado que desde el cuarto
mes de gestación, el bebé en formación adquiere entre otros mila-
gros la capacidad auditiva, y puede percibir y leer el mundo que lo
habita y lo rodea, logra escuchar la información sonora provenien-
te del mundo interno y externo. En este maravilloso momento, la
madre puede ser ese primer libro que le cuente a ese bebé cómo
es allá afuera, a qué sabe y qué colores tiene, pero pese a este
gran descubrimiento, son muchas las mujeres que dejan pasar las


nueve lunas de su embarazo en blanco y no escriben en la piel de
sus hijos alguna frase, que les permita descifrar esos ruidos que a
veces lo irritan, esos gritos que a veces lo perturban, esa risa que
a veces le hace cosquillas, ese silencio que a veces lo asusta y esas
voces que siempre lo calman.

La Corporación Cultural Diáfora preocupada por el silencio afectivo
de algunas madres gestantes, y convencida de la importancia que
cobra el acompañamiento que debe hacer la madre y la familia,
desde la palabra al bebé en formación; a través del programa
Nueve lunas invitó a más de 35 madres gestantes de la comuna 8
que asisten a los controles prenatales en los centros de salud de Vi-
llatina y Sol de Oriente, a encontrarse con sus bebés en formación
al calor de las voz de sus palabras, en un espacio que tenía como
pretexto la elaboración de objetos de espera, para contarles entre
cintas, hojas, tijeras, canciones, arrullos, nanas y lecturas en voz
alta la importancia de leerle, cantarle y hablarle a ese pequeño ser
que espera su voz enredada en ritmos, ternuras y mimos.

Se realizaron diez sesiones en las que tímidamente, madres ges-
tantes o maternas como son llamadas en los centros de salud, en-
tre los 14 y 41 años de vida, escuchaban y veían entre risas, son-
rojos y vergüenzas, a una mujer que le hablaba y le cantaba -con
instrumentos musicales en mano- a sus barrigas, mientras estas
saltaban y se movían de susto y de gusto.

Algunas madres empezaron a sentirse en el lugar equivocado,
cuando un trío de locas leía con entonación y las llevaban por algu-
nos momentos a otros mundos, quizás muy parecidos a los suyos,
a través de la lectura de poemas, trabalenguas, retahílas, cuentos
y canciones, pero también empezaron a entender entre argumen-
tos y experiencias, que no era ninguna locura hablarle o escribirle a
ese ser en formación que habitaba en sus vientres, al escuchar que
así como ese trozo de su misma carne necesitaba alimento para


crecer, vitaminas y medicamentos para sostener su salud, también
necesitaba de su voz para no sentirse solo en un mundo lleno de
ruidos, oscuridad y silencios al que quizás no pidió venir, que tam-
bién demandaba afecto y palabras tranquilas, de una mujer que
a veces olvidaba su existencia y se sumergía en la tristeza y la
desesperación.

Este espacio permitió la reflexión de que más que un nido lleno de
lujos, sus bebés querían un ambiente y una madre mentalmente
sana, cercana, que les cantara, hablara, escribiera y leyera con se-
guridad, con amor, para que cuando nacieran pudieran encontrarla
y diferenciarla del resto de las voces, gracias a ese vínculo que creó
con él desde la palabra, y que mitigara sus miedos y la inseguridad
de estar afuera en el mundo.

Finalmente sesión tras
sesión de tres maternas
pasamos a seis y de seis
a nueve, diez y once, y la
timidez rompió muchos de
sus miedos, permitiendo
un encuentro más cercano
y confiado con la palabra.
Entre primerizas, las más
experimentadas, la lectura,
el arte manual, la tradición
oral y el tiempo, logramos
tejer unas puntadas segu-
ras sobre lo que pueden
hacer por el bienestar pro-
pio y de sus hijos.

Cada encuentro giró en tor-
no a dos momentos igual
de importantes; leer y te-
jer. Cuando el reloj daba la
hora de la cita, iban apa-
reciendo las madres y sus pequeñas barrigas, muchas, acompa-
ñadas de sus otros hijos, otras con sus madres, hermanas y varias
de ellas solas, pero cada una con una timidez que comprendíamos,
con una sonrisa que sólo descifraba y descubría quien también es
madre. Buscaban entre canciones, cuentos, palabras, tijeras, hojas,
lápices y colbón, un espacio para escucharse, para descansar de
la rutina que a veces otorgan los oficios y las carencias físicas y
espirituales de la casa.


Este fue un espacio creado para que mamá y bebé pudieran ha-
blar, reconocerse a través de pausas, palabras y silencios, pero si-
lencios cargados de significado, de arte, de deseos y tranquilidad,
después de un saludo cálido a través del “Cómo esta mi bebé cómo
esta”, mientras acariciaban suavemente sus barrigas con alguna
crema o aceite, acompasadas por un xilófono, después de una lec-
tura en voz alta cálida, suave y pausada que nada les exigía pero
que mucho les regalaba.

Choco encuentra una mamá de Keiko Kasza de la Editorial Norma,
Bebé a bordo de Kes Gray de la Editorial Serres, Ramona la mona
de Aitana Carrasco del Fondo de Cultura Económica y el libro Siem-
pre te querré de Debi Gliori de la Editorial Timun Mas, el cancionero
Sana que sana de María del Sol Peralta de la Editorial Alfaguara, El
libro de los cerdos de Anthony Browne, entre muchos otros, fueron
detonantes que permitieron reflexionar en torno a la palabra ma-
dre y la palabra amor, sobre todo lo que traen tras de sí, en torno
a la manera como estas van envueltas y todo lo que demanda de
nuestro ser.

Y luego, entre la música y materiales con olor a bebé recién nacido,
empezaban a tejer no sólo un objeto de espera, iniciaba el tejido
más íntimo y delicado, el que se teje cuando mamá y bebé quieren
hablar. En esos centros de salud reinó por algunos momentos, el
ruido más especial, el diálogo entre una madre a veces cansada y
dudosa y un ser en formación que quería entender tanto barullo,
un silencio manual que combinaba colores, agujas, trozos de pa-
pel, delicadas cintas y abundante algodón, y así entre rítmicas me-
lodías, primerizas y experimentadas se aconsejaban el color que
mejor combinaba en sus creaciones, regalaban una que otra expe-
riencia sobre los ritos, mitos y cuidados que debían tener como ma-
dres y mujeres antes de alumbrar, el espacio se prestaba para el
diálogo cercano y sincero entre pares, entre mujeres que también
por instantes se sumergían en la voz pensativa y callada.


El tiempo que era largo en el reloj, no alcanzaba para terminar
un objeto que requería toda la curiosa y minuciosa atención, esta
vez eran regalos hechos y creados por sus propias manos; diarios,
móviles, cojines y cenefas no tenían nada que envidiarle a los gran-
des almacenes de la ciudad, estos tenían un valor especial; fueron
hechos por las mismas manos que en cuestión de meses recibirán
a sus bebés para darles todo el cariño que tienen guardado para
ellos.

Finalmente volvíamos a la pausa, cargadas de regalos, conocimien-
tos y experiencias y a través de una suave canción nos despedía-
mos de sus barrigas y las invitábamos de nuevo a leer, cantar y
hablar en ese otro espacio tibio e íntimo que es el hogar.

“Adiós, adiós, granito de arroz, hasta mañana y que te cuide Dios”


Fuego en la Memoria

12
Diana Arango

La narración oral es una de las actividades primigenias del hom-
bre, ya que desde la antigüedad éste sintió la necesidad de
comunicarse y expresar sus ideas, sentimientos, emociones y
concepciones sobre el mundo, a través de la palabra; y es a
partir de ésta, que hoy en día podemos conocer las historias del
pasado, historias que aún nos emocionan, nos enseñan a valorar
el entorno y especialmente nos despiertan muchísimo placer por
su riqueza ancestral.

Por lo tanto, al tener la posibilidad de descubrir todo ese tesoro
histórico, y explorarlo desde las raíces de nuestros antepasados,
se establece un vínculo comunicativo, entre el pasado y el pre-
sente, y especialmente construimos cultura social. Y estos fueron
algunos de los principales objetivos que se trazaron al ejecutar el
programa de Palabra y Memoria con los abuelos de la Comuna
8.

Inicialmente recurrimos a la lectura y narración de cuentos sobre
sus vivencias personales, tales como “Abuelos” de Chema Heras,
y “Abuela de arriba y abuela de abajo” de Tomie dePaola, con
los cuales pudimos recordar temas
como las relaciones sentimentales de
años atrás, las visitas y paseos de
los novios y todos esos bonitos de-
talles llenos de romanticismo, amor
y nostalgia, de ese contacto con el
otro. Posteriormente se entrelazó un
tejido literario bastante enriquecedor
tanto para los abuelos participantes
como para los promotores, ya que se
recordaron tradiciones y costumbres
y se mezclaron manifestaciones ar-
tísticas, como la pintura y la música,
en las cuales se pudieron resaltar va-
lores como la alegría, el compañeris-
mo, la tolerancia y el respeto.


Además se produjo un acercamiento afectivo e intelectual con
los libros, ya que al ubicar a la lectura como el eje central de las
actividades desarrolladas, se estableció un interés por ésta y se
dio un aprendizaje bastante significativo, que se evidenció en la
buena asistencia, la activa participación, y la actitud positiva de
los abuelos participantes.

Una de las experiencias más enriquecedoras fue “Una Tarde de
Navidad” con el grupo Encuentro de Luces en el barrio de Villati-
na, donde recordamos todas aquellas costumbres navideñas de
los pueblos antioqueños y de Medellín, partiendo de la lectura
de un cuento que nos condujo al pasado y nos permitió soñar de
nuevo con la llegada del Niño Jesús, y compartir el valor de la es-
peranza. En torno a esta actividad surgieron recetas deliciosas,
canciones folclóricas, mitos, villancicos y trovas sobre el pesebre
por parte de los abuelos, quienes extrañan un poco la unión y
el entusiasmo que se producía en el pasado al recibir el mes de
diciembre con múltiples preparativos y comilonas; en su voz se
percibía la nostalgia -por terminar el programa-, pero también
expresaron mucha alegría porque iban a celebrar la navidad con
sus nietos y familiares.

12. Normalista Superior de Copacabana. Estudiante de 6º semestre de Licenciatura en Lenguas Extranjeras
de la Universidad de Antioquia. Promotora de lectura de la Corporación Cultural Diáfora.


Del tiempo de vivir

13
Verónica Gómez Arboleda

“El tiempo de leer como el tiempo de amar dilatan el tiempo de vivir”

D. Pennac-

La senectud es una etapa donde se recogen los frutos de la vida,
muchos ignoran y son indiferentes ante la realidad de que algún
día van a ser ancianos, y a su vez se vanaglorian de su juventud.
Tal vez sería más sano para el ser humano recibir con plenitud
esta edad dorada. Con el programa de promoción de lectura
“Palabra y Memoria” se buscó llegar a los abuelos y ancianos,
de una manera sensata y significativa, para que a través de la
palabra y la conversación se rescatara la sabiduría y el goce, del
compartir espontáneo y sin censura.

Los abuelos del Edén del Anciano, esperaban con ansia cada
ocho días en la tarde, la llegada de los promotores, para recibir-
los con una sonrisa llena de gratitud y cariño. Detrás de sus arru-
gas y canas se reflejaba la felicidad por tener un espacio donde
ellos eran los protagonistas. La actividad daba comienzo cuando
se disponían y tomaban la vocería, para relatar qué les había
sucedido durante la semana, algunos escuchaban y otros se
despojaban de sus acontecimientos cotidianos, más tarde se co-
menzaba con la lectura de los libros, donde tomaban la palabra
para intervenir y expresar sus opiniones puramente personales,
muchos de los libros que se leían les evocaban experiencias ya
vividas, y les removían pequeños fragmentos de su pasado, por
lo tanto era casi imposible que en frecuentes ocasiones, ellos no
realizaran un paralelo entre la época pasada y la actual... con
nostalgia, añoro y felicidad.

Se tenía la costumbre de que después del momento de lectura,
se realizaba una dinámica y un juego en torno a la misma, a pe-
sar de que éste momento era algo limitante ya que los abuelos
tenían dificultades concernientes a la visión, la motricidad y la
escritura; no obstante la voluntad y disposición era la clave para
el éxito del cometido.


“Palabra y Memoria” fue acogido por los abuelos como un en-
cuentro que hacía parte de sus vidas, ellos se apropiaron de él,
de tal forma que sus voces se alzaron para compartir su sabi-
duría y conocimiento, el cual sólo se adquiere con la experiencia
que dan los años. Entre risas, tertulia y camaradería, quedaron
los recuerdos de antaño, una experiencia de mutuo aprendizaje
y gratitud, que no sería tan intensa, si las personas de la tercera
edad tuvieran el lugar y la atención que se merecen. A pesar de
que el programa cumplió su ciclo, cada vez que se pasa por el
lugar de encuentro, los abuelos del Edén del Anciano están allí,
voleando las manos a los promotores que pasan por el lugar,
pues queda un sentimiento de regocijo latente, y una sincera
reflexión y cuestionamiento por parte de las personas que llevan
a cabo los procesos de promoción de lectura, que cada vez más
valoran y se dan cuenta de su importante rol, y así mismo, se
espera la toma de conciencia de esta magnífica labor por parte
de la comunidad y demás entes involucrados.

13. Promotora de lectura de la Corporación Cultural Diáfora. Estudiante de Psicología de la Universidad San Buenaventura.

Te Leo,
una experiencia con buen sabor y muchos frutos

Lady Yurany Monsalve García

Si retrocediéramos el tiempo unos siglos atrás, nos daríamos
cuenta de la poca importancia que tenían los niños para la hu-
manidad; algunos libros y estudios nos cuentan cómo estos eran
considerados “pequeños adultos”, es decir que no existían acti-
vidades, programas, juegos, ni mucho menos prendas de vestir
que los diferenciaran de las personas mayores. Y ni qué decir del
tema de los libros, los cuales eran escritos con el único fin de que
los leyeran los adultos.


Afortunadamente las cosas han cambiado y por eso ahora más
que nunca, los mayores nos sorprendemos de los inmensos avan-
ces que tienen los niños en temas relacionados con los procesos
cognitivos, los cuales demuestran la importancia de la estimulación
en la edad temprana. Es normal entonces, escuchar de los adultos
frases tales como: “Los niños de hoy en día son muy inteligentes”,
“ahora saben más los niños que los papás”, o “ya hubiera uno
querido saber tanto como ellos”, entre otras que son cada vez más
comunes.

Pues bien, la razón por la cual los niños de ahora son más “inte-
ligentes” que los de antes, está relacionada con los numerosos
estudios realizados por profesionales en pedagogía, psicología,
sociología, y otras áreas afines, que demuestran la importancia
que tiene la estimulación a temprana edad, ya que ésta permite
la socialización del niño con el entorno donde se desenvuelve, el
desarrollo de procesos cognitivos relacionados con la memoria, la
atención, la percepción, la imaginación, el lenguaje y, la posibilidad
de aprender conductas y normas necesarias para la integración
social.

Pero, qué relación tiene toda esta teoría con el programa Te Leo,
¿Qué es? ¿En qué consiste? ¿A quién está dirigido? ¿Qué etapas
ha tenido el programa? ¿Qué resultados se han logrado? ¿Por qué
es importante?

Comencemos por el principio; su origen. El programa Te Leo nació
hace dos años en la Corporación Cultural Diáfora, como una pro-
puesta encaminada a promover la lectura inicial en los hogares
comunitarios con los pequeños, quienes pasan casi 7 horas diarias
en compañía de las madres comunitarias. Son ellas quienes con su
amor, dedicación y con recursos bastante precarios son testigos de
las etapas de evolución de los menores.

En nuestra comuna existen más de 100 Hogares que albergan
cada uno a 13 niños de edades comprendidas entre los 6 meses
hasta los 6 años, es decir que más de 1.300 niños pasan cada año
por estos lugares y por lo tanto la intervención que se pueda dar
desde las distintas organizaciones que promuevan la educación, es
fundamental.

Teniendo como base la información suministrada sobre los hogares,
la corporación decidió en el 2006, realizar el programa en sectores
como Santa Lucía, Las Estancias, Villatina, San Antonio y Llanaditas.
Esta intervención se realizó dentro del Proyecto de Promoción de


Lectura, realizado ese año en convenio con la Secretaría de Cultura
Ciudadana con recursos del Programa de Planeación y Presupuesto
Participativo. El propósito inicial era compartir la lectura de cuentos
con los niños, realizar un trabajo de socialización del tema, y permi-
tir la manipulación del material didáctico.

El trabajo a primera vista parecía sencillo; pocos niños para traba-
jar, lo que permitía una intervención más personalizada, buena dis-
posición y deseo de aprender por parte de las madres, flexibilidad
en los horarios para realizar el programa, todo parecía adecuado,
pero nos encontramos con algunas características particulares con
las que no contábamos: Los niños que hacían parte del hogar te-
nían edades diferentes; desde los 6 meses hasta los seis años, el
nivel de formación era bastante desigual, pocos hogares realizaban
actividades de promoción de lectura, no habían libros alrededor y
mucho menos gestión para la consecución del material o asesorías
relacionadas con el tema.

La tarea entonces se centró en la aplicación de nuevas estrategias,
que pudieran superar en gran parte las falencias con las que nos
habíamos encontrado, fue así como para la segunda intervención
(después de finalizado el contrato) se planearon actividades que
pudieran integrar las diferentes edades, se brindaron asesorías
personalizadas a las madres en estrategias de promoción de lectu-
ra, se consiguió material didáctico y música que llamara el interés
de los pequeños, todo esto con el único propósito de hacer del
programa una experiencia placentera en cada una de las visitas.

A la fecha, podemos decir que el programa ha pasado por varias
etapas; lo que en un principio se pensó como una actividad para
vincular a unos pocos, cuenta hoy con más de 30 hogares que han
sido partícipes del programa, el cual se realiza a lo largo del año en
varios hogares con el trabajo -en ocasiones voluntario- de algunos
promotores y auxiliares de lectura. Este año, por primera vez, las
promotoras de la corporación capacitaron a tres Asociaciones de
Madres Comunitarias para que sean ellas quienes promuevan el
programa en sus hogares, pero quizás lo más importante de todo
esto es el vínculo afectivo que se ha establecido entre madres,
promotoras y público infantil, quienes han encontrado en la lectura
un espacio agradable y de gran significado.

Te Leo, es una idea que nació de un programa realizado por
Comfenalco en otras comunas, y que se materializó en ésta desde
la Corporación Cultural Diáfora, gracias al apoyo de los Hogares
Comunitarios. Cabe señalar que ellos no han sido los únicos benefi-


ciados pues, también hemos acompañado el proceso en algunos
Hogares Infantiles (que cuentan con más recursos y formación),
pero es allí en el espacio pequeño de los hogares donde se hace
necesario intervenir de manera constante pues son pocas las
instituciones que vuelcan su mirada a este tipo de espacios, en
donde la necesidad de intervención es primordial.

Todavía quedan muchos sueños por cumplir, espacios por inter-
venir, niños por contagiar, libros por compartir y muchas historias
que contar. Quizás nosotros, desde la corporación hemos sido
testigos a medias de todas las ventajas que ha traído la lectu-
ra a la vida de estos pequeños y a sus hogares, a las madres
comunitarias y a la comunidad en general. Los resultados no se
ven de un momento a otro, lo que si sabemos es que hay po-
cas cosas que se recuerdan de la infancia, y las inolvidables son
aquellas en las que el vínculo afectivo siempre estuvo presente,
tal como ocurre cada vez que se realiza el programa Te Leo.

Sin duda alguna los niños de hoy en día están más estimulados,
debido a la cantidad de información que reciben del medio, son
muchos los programas que se realizan actualmente en la ciudad
para desarrollar las inteligencias desde los primeros años de
vida. El programa Te Leo, consciente de esa necesidad le apues-
ta a la lectura como una estrategia clave para acercar a los niños
al mundo, desde una perspectiva a veces fantástica, a veces
real, pero sobretodo muy cercana al corazón de cada uno.


“Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez,
que los gatos no hacen miau y dicen yes,
porque estudian mucho inglés.
Vamos a ver como es
el Reino del Revés”

María Elena Walsh

UN MUNDO PARA CREAR

Producción literaria de los participantes en
las actividades de promoción de lectura

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