Este documento resume la situación económica y política de Venezuela durante los últimos 15 años bajo el gobierno socialista. Ha habido una alta intervención estatal que ha restringido libertades y causado escasez, inflación y corrupción. La economía se ha deteriorado con una caída en la producción petrolera y las importaciones. El déficit fiscal es del 20% del PIB y la hiperinflación se ha desacelerado parcialmente. El futuro de Venezuela es incierto y se necesita un cambio de liderazgo y políticas para salir de la crisis.
Seguridad Ciudadana.pptx situación actual del país
Hacia donde va venezuela
1. Universidad Panamericana Del Puerto
Facultad De Ciencias Económicas Y Sociales
Cátedra Presupuesto I
HACIA DONDE VA VENEZUELA
Autora: Estrella Manosalva
Profesor: Luis Alfredo Gómez Rodríguez
Puerto Cabello, 26 Mayo 2020
2. INTRODUCCION
Durante los últimos quince años en Venezuela se adoptó un sistema político
con alto intervencionismo estatal en todos los ámbitos de la vida en sociedad,
que sus promotores denominaron “Socialismo del Siglo XXI”. El orden
institucional se tornó altamente discrecional para aplicar políticas populistas
clientelares, ejerciendo un poder casi hegemónico por el uso de la fuerza o la
amenaza del uso de la fuerza. Las libertades políticas, económica y civiles se
han visto cada vez más restringidas, dado que el régimen ha interpretado,
cambiado y acomodado la constitución y las leyes a los intereses del grupo
gobernante. Esto ha provocado abuso de poder político, corrupción rampante,
altos niveles de inseguridad ciudadana, escasez, inflación, restricción a los
derechos de asociación y expresión, entre otros.
Los crecientes precios del petróleo a lo largo del semestre no fueron capaces
de compensar la caída en las exportaciones de petróleo. Hacia finales de
abril, el crudo venezolano se negociaba a 68 dólares.
La caída en las exportaciones y el cierre de los mercados financieros
internacionales llevaron a una nueva disminución en las importaciones, las
cuales habían ascendido a solo 10,5 miles de millones de dólares en 2018,
representando una vertiginosa caída de 84% con respecto a los valores
alcanzados en 2012.
Para poder paliar la situación de grave deterioro de las cuentas externas, el
régimen de Maduro ha recurrido a la explotación del Arco Minero del
Orinoco, causando graves daños ecológicos en esta amplia zona ubicada al
sur del país.
3. “Cuanto más cambia algo, más se parece a lo mismo” la tendencia general de
la economía venezolana a deteriorar su capacidad productiva y los estándares
de vida de la mayoría de sus ciudadanos permaneció imperturbable.
Venezuela entró en 2020 en su séptimo año continuo de recesión, con una
industria petrolera inmersa en restricciones operativas y legales para extraer y
comercializar crudo. Por otro lado, la desaceleración de la hiperinflación y la
consolidación de un proceso de dolarización espontánea ocurren en un entorno
en que el sector privado, principalmente el sector comercial, da tenues señales
de dinamización en espacios en los que el Estado ha cedido terreno en medio
de un desordenado proceso de ajuste.
El déficit fiscal, que arrastra ya 14 años consecutivos, alcanzó 20% del PIB en
2018, y todo parecía indicar que se agravaría en el primer semestre de 2019,
ante la caída de la producción y consecuente disminución en el aporte fiscal
petrolero al Gobierno Central. Esta ha sido, tradicionalmente, una de las
fuentes más importantes de recursos para el fisco en Venezuela.
Las perspectivas económicas de Venezuela siguen siendo francamente
sombrías hasta tanto no se implemente un programa de estabilización
macroeconómica, se eliminen las regulaciones perniciosas y una serie de
controles que asfixian la actividad económica (a los movimientos de capitales,
de precios y de tasas de interés, entre otros), se prescinda del financiamiento
monetario del gasto fiscal (que se ha empleado para suplir la caída de los
ingresos fiscales petroleros y no petroleros), y se cuente con un cuantioso
financiamiento internacional (tanto de los organismos multilaterales como de
diversos entes privados).
El futuro de Venezuela resulta borroso y difícil de descifrar. Lo que sí parece
claro es que las políticas que se han llevado a cabo hasta ahora no servirán
para salir de la crisis. Hace falta cambiar el rumbo y, como ha pasado antes en
la Historia, para ello se necesita un nuevo liderazgo, que aporte credibilidad y
seguridad, y que dirija al país en una dirección muy distinta. Por ello, ante esta
situación de parálisis política y económica, muchos venezolanos han creído
4. que la única solución pasa por el derrocamiento de este Gobierno mediante un
golpe de Estado, promovido por fuerzas internas o internacionales.