linea de tiempo .evolución histórica de los derechos humanos
Policía apaleado en el Metro de Madrid
1. Madrid
El policía apaleado en el Metro de
Sol: «Llegan a golpearme con una
barra de hierro y no lo cuento»
El agente, fuera de servicio, les pilló robando. Los cuatro detenidos le quitaron
la porra y le apalearon hasta que se rompió.
Estación de Sol de la Línea 3 de Madrid donde ocurrió la paliza al Policía - MAYA
BALANYAC. HIDALGO- @carloshidalo_Madrid - 27/04/2016 a las 22:43:02h. - Act. a
las 08:10:19h.Guardado en: España Madrid - Temas: Metro Madrid , Policía Nacional
El agente D. M., de 36 años y con más de una década de experiencia, muy
dolorido aún, recuerda a la perfección la brutal paliza que sufrió el 17 de abril en
el Metro de Madridcuando regresaba a su casa, fuera de servicio. Una agresión
a manos de cuatro jóvenes, que probablemente habían consumido sustancias
psicotrópicas. Fueron detenidos, pero la juez, al no solicitar prisión preventiva la
Fiscalía, tuvo que dejarlos en libertad. Pese a la gravedad de los hechos,
más cuando la víctima es del Cuerpo Nacional de Policía, y de que todos
cuentan con antecedentes. Lleva ya diez días de baja y, al menos, le quedan
otros cinco más por delante.
El suceso se produjo a las siete y cuarto de la mañana, en la línea 3 del
suburbano. «Regresaba a mi casa y bajé al Metro de Sol. Cuando me metí en el
vagón, vi a un grupo de cuatro jóvenes y no me gustaron, porque iban
recorriendo todo el convoy, fijándose en la gente que iba dormida o bebida»,
explica el agente, destinado precisamente en la Brigada Móvil. Eran tres chicos
y una chica.
«En cuatro o cinco segundos se pusieron en torno a una joven que estaba
dormida, tapándola. Vi entonces cómo uno de ellos se metía un teléfono móvil,
2. con una funda rosa y un cable rizado, por debajo de su pantalón, por la parte de
detrás», narra D. M.
El policía llamó entonces a la sala del 091, comunicando lo ocurrido y para que
se alertara a los vigilantes de seguridad. Al llegar el tren a Lavapiés, los
delincuentes se apearon. D. M. les siguió. Se cambiaron de andén, para volver
a coger el Metro, en dirección opuesta. Subieron entonces a otro convoy.
«Cuando llegamos de nuevo a Sol, me identifiqué como policía y les hice bajar
al andén. Les dije que se identificaran, y se negaron -añade-. Entonces, le pedí
al que había robado el móvil que me lo diera». Pero sacó el suyo propio: «Este
teléfono es mío», respondió.
«¡Madero de mierda!»
Pese a que les mostró su placa, los jóvenes comenzaron a insultarle: «¡Déjanos
en paz, madero de mierda. ¡Tú no estás trabajando, déjanos en paz! Vas a
acabar mal». El policía intentó entonces pararles el paso y detenerlos, pero se
resistieron. Eran cuatro contra uno. D. M. sacó entonces su defensa extensible,
y se la arrebataron. Se encontraban entre la escalera y el rellano de la estación
de Sol.
Y comenzó la lluvia de golpes: «Me pegaron con la defensa y me protegí como
pude. Caí al suelo. Fueron dos minutos de puñetazos, patadas... Se iban
pasando la porra unos a otros, hasta que se rompió de los golpes que me
propinaron. Llega a ser una barra de hierro, y no lo cuento. «¡Te vamos a
matar» ¡Tú no eres policía, eres un puto maricón!», gritaban. Un viajero se
acercó a defenderme, pero el que había robado el móvil quiso pegarle, así que
me ayudó distrayéndolos. Y llegaron los vigilantes y mis compañeros, que los
detuvieron».
Los arrestados son Alfonso Carrero Fernández, de 22 años y con antecedentes
por un delito contra la salud pública; Javier Sainz-Ezquerra García (18), fichado
antes por lesiones; José Ortiz Abad (23), arrestado anteriormente por robo con
violencia, resistencia y desobediencia, y Talia González González (25), con
antecedentes por robo de vehículo. Ahora se les imputa por hurto, atentado a
agente de la autoridad y lesiones. Pero están en libertad. Su víctima, de baja.