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MARTES 26 DE NOVIEMBRE DEL 2013
FERNANDO VIVAS

Tips para el primer ministro
Múdese. La cercanía de su despacho con los del presidente y su esposa no le conviene. No nos conviene. No
es bueno andar por la vida como un hijo manganzón que vive con sus viejos. Una PCM digna necesita local
propio, como antes lo tuvo. Mientras se quede en Palacio todas sus citas y movimientos estarán vigilados por
los agentes del mandatario y, en muchas ocasiones en las que este quiera hablar con usted, no se contentará
con el teléfono, sino con tenerlo presente y en posición firme. Relájese, múdese y concéntrese en su chamba.
Ya no podrá ir a Miraflores, pues se vendió la vieja casona Prado que albergó la PCM, pero podrá irse a un
distrito popular, y dará un mensaje inclusivo. La armonía entre PCM y la presidencia no se logra con la
incómoda cohabitación palaciega. Se trabaja en locales separados y se consuma en el Consejo de los
miércoles.
No chatee con la esposa del mandatario. Ni se le ocurra. Cuando ella le pida, sugiera o le induzca –la mirada
de Nadine comunica muchas cosas a la vez– ser parte de su grupo de WhatsApp o de su chat de Facebook,
dígale que usted ya está viejo para esas cosas, que es muy torpe para poner el dedo sobre el minúsculo
teclado virtual. Más de una fuente me ha contado que Heredia ha encontrado en estas aplicaciones una
manera muy efectiva de inquirir e injerir en temas de gobierno. Me han contado incluso que algunos ministros
se han expuesto, cuando no han respondido a algún mensaje, a que ella y su equipo se los hagan recordar.
Por eso, no contribuya a dejar huella de una intromisión indebida. Si usted, por razones de gobernabilidad, de
su sentido práctico o de su apuesta por algún bien mayor, decide compartir temas de su agenda con la
esposa del presidente, hágalo en una conversación informal no vinculante, que jamás dé la impresión de que
está despachando con ella.
Dialogue y no se canse de dialogar. Hizo bien en acercarse a saludar a los congresistas de oposición antes de
pedirles su voto de confianza. Luego le sacaron la chaveta, pero el gesto nos humanizó a todos. Al presidente
no le gusta mucho dialogar o no sabe hacerlo bien. Mejor para usted, pues lo hará por él e irá limando la
aspereza parlamentaria.
Hágase un buen regalo navideño. En lugar de un pavo, sacrifique dos. Como no se debe revelar el contenido
de los regalos, para no arruinar la sorpresa, no puedo decir los nombres. Pero usted sabe quiénes son. Paran
alborotando el gallinero y petardeando el diálogo. Son un ministro y un congresista cascarrabias.
Descentralice su papel descentralizador. Como buen ex presidente regional, recibirá a decenas de
delegaciones que reclaman atención a problemas y proyectos como los que usted alguna vez tuvo. Si atiende
a todos, no tendrá tiempo para nada más. Refuerce el equipo de descentralización y apóyese en ellos.
Tome por las astas el tema de la inseguridad. Diríjase con firmeza a los sabandijas y reparta culpa a toda la
sociedad, pues la tenemos. No será usted el zar antidelincuencia, pero sí puede ser quien lo nombre y quien
renueve el timorato discurso de la ‘percepción’.
Acompañe a Luis Castilla y a los ministros de la Producción. No se agote en ser el ministro del diálogo y el
bombero de incendios sociales y regionales, y sea un buen coordinador y gestor del crecimiento, pero más
importante que eso, pues lo antecede y sobrepasa: sea el primer ministro de la reforma del Estado y de la
educación.

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