Julian andres estrategias para la integración del modelo educativo adventista
1. PROYECTO PARA ELABORAR POSIBLES ESTRATEGIAS
PARA LA INTEGRACIÓN DE UN MODELO EDUCATIVO
PARA UNA ESCUELA ADVENTISTA.
PRESENTADO POR:
JULIÁN ANDRÉS FLÓREZ MURCIA
TERMINACIÓN PRIMER MÓDULO
DIPLOMADO
UNIVERSIDAD DE MONTEMORELOS
2017
2. PROPUESTA DE POSIBLES ESTRATEGIAS PARA LA INTEGRACIÓN DEL
MODELO EDUCATIVO PARA EL COLEGIO ADVENTISTA DE LEJANÍAS
META
1. Listado de elementos esenciales para modelos educativos adventistas:
Agentes educadores con vocación, capacitados y comprometidos para la obra de la educación
cristiana adventista.
Inserción y uso real del Libro Fundamento y texto guía. La Biblia.
Materias acordes al programa de educación adventista.
Enseñanza e implementación de artes prácticas y manuales.
Programas de proyección social a la comunidad.
2. Estrategias para la inserción de estos elementos no nuevos pero si olvidados:
En relación a quienes laboran en nuestras instituciones, hemos de comprender que no sólo es
necesario contar con personas capacitadas o profesionales sino también identificadas con
nuestra filosofía adventista de la educación. Para lograr los anhelos de Dios en la educación
debemos contar con la aprobación de Dios en referencia a quienes son contratados para
desempeñarse en esta labor redentora.
El uso de la biblia en nuestras instituciones como libro y fundamento guía es algo que no
trasciende más allá de la teoría. Aquí podríamos aplicar una fórmula y es que en la misma
proporción en que el docente integra la Santa Palabra de Dios a su vida personal y espiritual
en esa misma proporción hará uso de ella en sus clases.
Quiero hacer énfasis en este punto de manera especial y es, en el de la implementación de las
materias requeridas y presentadas, reveladas e inspiradas en el espíritu de profecía.
3. Cabe resaltar que hasta el momento se han venido presentando estas áreas en la mayoría de
nuestras instituciones aunque no dentro de un contexto real de redención. Se ha venido
enseñando muchas de estas materias sólo al ritmo y en cumplimiento de los estándares
impuestos por los diferentes departamentos de educación nacional.
Podemos dar cumplimiento a las exigencias de integración de las diferentes materias o áreas
requeridas con el mismo nombre sólo que con un enfoque diferente. Veamos:
En el área de lenguaje o castellano se nos ha indicado que debemos centrar nuestros esfuerzos
en enseñar de manera eficiente a cada alumno a hablar apropiadamente, escribir de manera
artística y leer de manera correcta. La percepción en referencia a este asunto suele variar en
múltiples nociones. No es igualmente importante para todos. Algunos defienden sus
posiciones contrarias, amparándose en los grandes avances tecnológicos, “los mismos
aparatos corrigen estas deficiencias”. Y entonces ¿permanecer firmes en cuanto a los anhelos
divinos para la educación exige al mismo tiempo quedar relegados a un sistema educativo
obsoleto?
Qué decir de las matemáticas. Que para muchos son un conjunto de números y fórmulas sin
sentido. Pero que maravilloso es si por medio de ellas enseñásemos a los jóvenes los
principios de una correcta mayordomía. Al desarrollo de mentes preparadas para los
desempeños en asuntos financieros y comerciales prácticos de la vida. Estamos enseñando
tantas teorías sobre los números que aún hasta nosotros mismos nos hemos identificado
alguna vez con la frase: “ni sé para qué me enseñaron eso, porque nunca lo usé”. Las
4. matemáticas deberían ser enseñadas de manera práctica en aquellos asuntos cotidianos de
nuestra vida.
Qué hablar de las ciencias sociales, de sus grandes logros si pudiésemos contextualizarlos
dentro del marco del origen del bien y del mal. Cómo a partir de la desobediencia del hombre
a Dios se inicia un conflicto entre lo bueno y lo malo y éste a su vez es el génesis de
innumerables sistemas de gobiernos políticos que se contrastan entre justicia y corrupción,
economías de pueblos diferentes que están sujetas a corrupción. Grandes personajes de la
historia que han servido a los propósitos divinos pero otras que se han tornado en
instrumentos del mal.
Que maravilloso si pudiésemos hacer de las ciencias naturales un área en el cual pudiésemos
mostrar el poder sin igual de Dios manifestado en cada creación. Pero con tristeza en muchas
de nuestras instituciones están plasmando falsas teorías de nuestros orígenes mientras otros
prefieren no hablar de ello o pasar la página del libro porque desconocen sobre estos temas
dejando enormes de incertidumbre que son aprovechadas por el enemigo para sembrar allí la
duda y la desconfianza hacia nuestro Dios.
Son pocos los colegios adventistas en nuestro país que han decidido mantener firme la
relación entre el alumno y la tierra (Agricultura), inspirada y ejemplificada por Dios mismo
en la vida de Adán y Eva. Tal vez por desconocimiento de los alcances positivos de esta
poderosa relación, hemos sacado de nuestros programas de formación esta tema tan
importante que de hecho es una de las formas más eficientes para construir o moldear un
carácter que se asemeje al de Dios. En este punto debemos tener cuidado porque muchos
padres que desconocen los alcances para bien en la formación de sus hijos se amparan bajo
5. leyes y normas del estado que van en contra de las labores en menores de edad. Pero
considero que si enfocamos bien el área de las Ciencias naturales podemos lograr la
implementación correcta de ésta práctica.
3. Reflexión personal de mi rol como líder educativo.
La educación adventista en nuestra institución dista bastante de proseguir sobre los logros
establecidos por otras instituciones adventistas en diferentes partes de nuestro planeta. Sin
embargo Dios dispone y presenta de manera clara las falencias que se han mantenido por
muchos años sin lograr dar cumplimiento fiel a los propósitos de Dios.
Es mi anhelo que la Institución en la cual Dios me ha designado pueda con su ayuda ser
redireccionada al plan original de la educación y a su propósito como lo es el de restaurar la
imagen de Dios en cada joven y señorita y contribuir en el perfeccionamiento del carácter,
elemento esencial y requisito para ser admitido en la universidad celestial.
Dejar de centrar tanto nuestros esfuerzos en formaciones teóricas que sólo cubren desafíos
intelectuales en medio de una sociedad degradada por el pecado para proyectarnos hacia
aquella formación que contribuye a asemejarnos más a Dios en santidad y que a su vez nos
eleva hacia las generaciones eternas.
Desde mi perspectiva existen actualmente en Colombia muchos requerimientos y exigencias
gubernamentales que desafían nuestros anhelos como líderes de hacer de las instituciones
adventistas, campos que estén alineados a los estamentos divinos. Muchos han dirigido sus
esfuerzos para que sus instituciones adventistas sean reconocidas y que cada año puedan
subir en el indicador del estatus académico. Pero muchas veces nos olvidamos de los
6. indicadores y referentes que Dios nos ha designado, preparar jóvenes para la eternidad,
grabar su imagen en sus mentes y corazones. Tal vez, si fuéramos pesados en la balanza
divina con seguridad seríamos hallados faltos. Avanzamos a pasos agigantados para que
los jóvenes egresados sean lo suficientemente competitivos en las diferentes ramas y
desempeños laborales, pero temo tener que decir que sólo unos pocos salen preparados para
sostener el desafío de mantenerse santos para Dios y para la eternidad, en medio de una
sociedad corrupta y oscurecida por el pecado.
Estas falencias seguirán presentándose en la medida que sigamos con nuestros programas de
siempre. Si levantásemos en alto la bandera que distingue claramente la educación adventista
veríamos erigirse en proporciones inimaginables los esfuerzos de satanás a través de
diferentes organizaciones para derrocar cada esfuerzo en pro de la voluntad de Dios. Sin
embargo, Dios nos presenta la promesa que “el que comenzó la obra en nosotros la
perfeccionará hasta el día de su venida” hemos pues de confiar y depositarnos por completo
en sus manos y unir nuestros esfuerzos a su mano todopoderosa para ver cumplida su
voluntad por encima de todo esfuerzo que se levante para contrarrestar su divina obra a través
de la educación.