Este documento resume un diplomado para maestros en servicio sobre la educación básica en el sistema educativo mexicano. Explica la historia y bases legales del sistema, así como su crisis actual debido a factores como el consumismo y falta de propósito. Argumenta que la escuela ha perdido su objetivo de formar conciencias críticas, lo que ha llevado a problemas como el fracaso escolar. Concluye que los maestros deben cumplir con los fines del estado para formar a los estudiantes con valores que permitan una sociedad más justa.
Formación de maestros en el sistema educativo mexicano
1. DIPLOMADO: PROGRAMA DE FORMACIÓN PEDAGÓGICA PARA MAESTROS
EN SERVICIO
SERVICIO
SEDE: E S C U E L A S E C U N D A R I A T É C N I C A # 2 2
MODULO: L A E D U C A C I Ó N B Á S I C A E N E L
SITEMA EDUCATIVO MEXICANO
COORDINADOR: J O S É M A N U E L G U E R R E R O
ALANÍS
INTEGRANTES:
BALDERAS TORRES YOLANDA
LOPEZ ALANIS NORA OLIVIA
RIVERA MARTÍNEZ EDGAR MARCIAL
R IV ERA ES CO BA R HÉ CT O R A Q UIL E S
2. PRESENTACIÓN
Como parte de las actividades del Programa Nacional de Desarrollo 2007-2012 la
Secretaría de Educación Pública, a partir del Programa Alianza por la Calidad de
la Educación convoca al diplomado: “PROGRAMA DE FORMACION
PEDAGÓGICA PARA MAESTROS EN SERVICIO” que tiene como primer modulo
“La Educación Básica en el sistema Educativo Mexicano”.
En este trabajo identificamos de forma histórica, filosófica, política y legal al
sistema educativo mexicano a fin de conocer las bases que dieron origen a la
forma con la que trabajamos día a día. Para ello analizamos una serie de
acontecimientos y documentos que nos dan herramientas con las que señalamos
la utilidad y la forma en que aplicamos los procesos educativos, la política
educativa y su problemática a fin de lograr identificar los preceptos que guían
nuestro trabajo logrando tener una actitud de cambio hacia la calidad, la
permanencia y el logro de los aprendizajes deseados.
3. CRISIS DE LA EDUCACIÓN
A través de la historia se ha buscado que la educación que recibe cada
persona le permita desarrollarse en sociedad con un proyecto de vida que sea
productivo, justo y feliz. Siendo nuestra Política Educativa los alcances y
limitaciones que tiene el gobierno para crear proyectos y ejecutarlos, resulta
paradójico que la escuela en su papel de formadora, ha perdido su objetivo ante
una sociedad sumida en el consumismo, en un sistema de producción basado en
el monopolio y el exterminio, y la pérdida del anhelo de superación de sus
integrantes. Es en este punto donde el proyecto educativo no se encuentra en las
condiciones para llevarse a cabo, cuando los integrantes (padres, alumnos,
profesores, instituciones) no tienen un propósito en común o simplemente ni tienen
uno con el cual guiar sus esfuerzos. Por lo antes mencionado la educación se
vuelve sólo un ideal filosófico y olvida que no produce máquinas u objetos, sino
conciencias y hace como la industria, produciendo cosas: individuos cosificados.
¿Qué desea el estado de los estudiantes? ¿Qué desean los estudiantes al
estar en una escuela? ¿Para qué sirve lo que se aprende? En la realidad los
conocimientos que se transmiten no llegan a ser para ellos un instrumento para
comprender y transformar su entorno de forma positiva, lo que ha hecho con el
paso del tiempo, que los contenidos sean incomprensibles y opacos resultando en
una sumisión a lo que sabe otro al respecto, menoscabando la capacidad de
reflexión de quien aprende. Un efecto acumulado de esta situación es el fracaso y
abandono escolar, una falta de interés por lo que se enseña y la poca utilidad en lo
que se aprende.
Por lo tanto, ¿Cuál es el sentido de que exista un profesor frente a un
grupo? No es fácil dar una respuesta cuando hay diferentes enfoques sobre lo que
se espera de un docente. Por un lado, tenemos un deber frente a una sociedad
cada vez más compleja, que enfrenta las adversidades de una modernidad
carente de un ideal elevado en la formación de un humano. Otro, es el que el
Estado nos confiere como servidores públicos, lo que significa estar sujetos a un
proyecto educativo y de vida que es de “todos” y que debe ser perpetuado
mientras las condiciones en que se desenvuelve “existan”; por último, la
conciencia misma de ser docente, donde toda la historia de vida le da la
personalidad al profesor y sus creencias respecto a su propio papel en el sistema.
4. El estado del posmodernismo, se nos presenta sin un proyecto de futuro, incapaz
de proponer nuevos a la sociedad, a los sujetos y a sí mismo, llevando a las
instituciones a entrar en contradicción entre ellas. La escuela tiene como objetivo
la recomposición social pero poco a poco lo ha dejado de ser, convirtiéndose en
algo sin sentido y de poca utilidad a los ojos de nuestros alumnos y sus padres.
CONCLUSIÓN
La unión de reglas ancestrales en conjunto de una visión actual de estado
dan forma al sistema educativo que nos toco trabajar a inicios del siglo XXI.
Contribuyendo estas reglas a facilitar o entorpecer nuestro trabajo.
Como Docentes, tenemos la responsabilidad de actuar en congruencia con
los fines del estado, procurando que la visión de nuestros alumnos sea una que
les permita ser proactivos y resistentes ante los embates de las contradicciones de
una sociedad descompuesta y claramente corrompida por un comportamiento
menos solidario, egoísta, materialista y de consumo. Estamos conscientes de que
el cumplimiento de nuestro deber está en constante peligro ante una gran
diversidad de creencias que no son las adecuadas para que las personas se
formen en los valores que el estado tiene como ideales, el ser una nación justa,
soberana y democrática.