1. Movilidad, planeación urbanística y calidad de vida.
Ciudades no aptas para personas con movilidad reducida
Por
LUISA FERNANDA VELEZ
SEMINARIO DE PROBLEMAS COLOMBIANOS
Docente Carlos Andrés Londoño
POLITECNICO COLOMBIANO JAIME ISAZA CADAVID
FACULTAD DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL
MEDELLIN
MAYO 2014
2. Movilidad, planeación urbanística y calidad de vida.
Ciudades no aptas para personas con movilidad reducida
En algún momento de la vida, muchos de nosotros, ya sea en la soledad de la
alcoba, o en reuniones con los amigos, hemos intentado imaginar cómo sería
nuestra vida en caso de sufrir algún tipo de discapacidad que nos redujera a
una silla de ruedas, y en ninguno de los escenarios imaginables nos sentimos
capaces de tener una vida normal, ya que un acontecimiento como este,
inmediatamente nos coloca en una posición desventajosa respecto de las
demás personas “normales”, llegándose a considerar por muchos, que serian
una carga para la familia y la sociedad.
Y es que justamente el agobio que sentimos con tan solo imaginar esta
situación, se debe en gran medida, a que vivimos en una sociedad donde se
presentan altos índices de discriminación, que no ofrece las mismas
oportunidades para la población que sufre alguna reducción en su movilidad
frente a la población que tiene todos los sentidos y órganos motrices en
correcto funcionamiento, para que se puedan movilizar y satisfacer las
diferentes demandas en bienes y servicios en igualdad de condiciones. Así,
que apenas tenemos en la mente nuestra imagen en una silla de ruedas,
inmediatamente nos preguntamos si podremos seguir estudiando, o si es
posible practicar algún deporte, o ir al cine, o hacer alguna diligencia personal
en un banco o notaria o hasta ir a misa, sitios que muchas veces no están
acondicionados para que las personas con movilidad reducida puedan acceder
sin necesitar de algún samaritano que lo cargue o ayude alzar la silla de
ruedas.
Ahora bien, lo que para nosotros resulta ser una abstracción mental que
termina con abrir los ojos, es una realidad de todos los días para el 7% de la
población en Colombia1
, cerca de tres millones de colombianos que tienen
algún tipo de discapacidad que les impide moverse con plena autonomía en
1
Datos de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2010
3. sus casas, barrios y toda la ciudad, teniendo que soportar múltiples barreras
físicas, urbanas, arquitectónicas, comunicativas y sociales que les impide
acceder a servicios y oportunidades básicas y ser verdaderamente incluidos en
la sociedad y ejercer la ciudadanía.
Y seguro que es bastante lo que puede llegarse a escribir sobre las peripecias
que a diario los discapacitados físicos deben hacer para subirse a un bus, o a
una acera, cosa que para cualquier persona es algo sencillo y hasta
insignificante, pero que para alguien con movilidad reducida es todo un
obstáculo difícil de superar. Por ahora, estas historias de vida serán
postergadas para fijar la atención en las disposiciones normativas que tienen
que ver con la planeación de la ciudad y la garantía de derechos
fundamentales en relación con la calidad de vida.
No obstante, la Constitución Política de 1991 determina que toda persona nace
libre e igual ante la ley y goza de los mismos derechos, libertades y
oportunidades, para los tres millones de personas con discapacidad en el país,
estas consignas no dejan de ser buenas intenciones, que son letra muerta
cuando a diario deben enfrentar las dificultades para movilizarse en una ciudad
que ha sido pensada y construida para personas sin ningún tipo de
discapacidad física.
El decreto 1538 DE 2005 define la Movilidad reducida como:
La restricción para desplazarse que presentan algunas personas debido a una
discapacidad o que sin ser discapacitadas presentan algún tipo de limitación en
su capacidad de relacionarse con el entorno al tener que acceder a un espacio
o moverse dentro del mismo, salvar desniveles, alcanzar objetos situados en
alturas normales.
Se dice que la movilidad de una persona puede estar reducida debido a
cualquier deficiencia física causada bien sea por la edad, por enfermedad o
accidente o por deficiencia mental, ya sea esta deficiencia permanente o
temporal, por tanto necesita de una atención especial y la adaptación a sus
necesidades de los servicios que se ponen a disposición de todos los usuarios.
En este sentido, supone que se deben tener espacios y construcciones
accesibles, tanto públicas como privadas, así como un servicio de transporte
4. público que permita una mayor inclusión de la población en situación de
discapacidad, exigiendo acciones tanto de los entes públicos como privados,
encaminadas a facilitar la movilidad y el acceso a bienes y servicios de todos
los ciudadanos sin ningún obstáculo.
En este materia, el Estado colombiano ha buscado que se garanticen las
condiciones de accesibilidad para la integración plena de los individuos a través
de promulgación de leyes a nivel nacional, como la Ley 12 de 1987 , que
dispone que los diseños y construcción de los edificios públicos y privados
faciliten el ingreso y tránsito de personas con movilidad reducida, así también la
Ley 361 de 1997, que establece los mecanismos de integración social de la
personas con limitación y la Ley 1287 de 2009 que complementa las
disposiciones anteriores.
Una mirada local del asunto, nos presenta que en la ciudad de Medellín cerca
del 8% de la población son personas con discapacidad2
y que la limitación para
moverse o caminar es una de las más prevalentes en este grupo poblacional.
Del informe presentado por la Personería de Medellín acerca de los derechos
humanos de la población en discapacidad del año 2013, con relación a las
barreras de la movilidad, señala que no todas las personas pueden disfrutar del
simple hecho de desplazarse, pues no hay un diseño universal de los espacios,
vías, medios de transporte o andenes, y que aun falta una planeación
adecuada y mas integral de la infraestructura y la movilidad en la ciudad.
La mayoría de dificultades que encuentran las personas con movilidad reducida
tiene que ver con el transporte público, que no cuenta con un diseño que
permita y garantice el desplazamiento desde la casa a sus lugares de trabajo,
estudio o para cumplir alguna cita médica o alguna diligencia en un banco. Si
bien en la ciudad El Metro de Medellín, como transporte masivo tiene dispuesto
su infraestructura para el acceso a las plataformas, esto no se encuentra en
todas las estaciones del sistema metro, además que para llegar a muchas de
2
Encuesta calidad de vida Medellín 2012 en:
http://www.medellin.gov.co/irj/go/km/docs/wpccontent/Sites/Subportal%20del%20Ciudadano/Planea
ci%C3%B3n%20Municipal/Secciones/Publicaciones/Documentos/Encuesta%20Calidad%20de%20Vida/E
CV2012/01%20Poblaci%C3%B3n%20ECV%202012.pdf
5. las estaciones debe ser a través de rutas alimentadoras, cuyos buses no están
adecuados para el acceso de personas en sillas de ruedas.
Por otro lado, con relación a las barreras de accesibilidad que impiden a las
personas desarrollar sus actividades diarias con mayor autonomía, se
encuentran las calles y vías, muchas de ellas con pendientes pronunciadas,
pocos andenes y rampas, cuando no es que están en mal estado haciéndoles
más difícil el desplazamiento.
En este sentido, la planeación urbanística debe contemplar la accesibilidad
urbana para las personas con movilidad reducida, y esto significa considerar
construcciones de andenes, rampas, barandas, bordillos, buses y
parqueaderos. Así mismo la accesibilidad arquitectónica debe considerar la
entrada a edificios, las dimensiones de las puertas, el ancho de los corredores,
ascensor exterior, teléfonos públicos a la altura de las personas que se
movilizan en sillas de ruedas, baños públicos, entre otros.
A pesar de la regulación en esta materia, existen al día de hoy muchas
dificultades en su aplicación, ya que no son exigibles a las curadurías y
departamentos de planeación municipal el cumplimiento de las disposiciones
normativas en esta materia al momento de otorgar licencias de construcción.
Como concluye la Personería de Medellín3
, para tener una ciudad incluyente y
accesible se requiere de voluntad política, presupuesto, reconocimiento de la
dignidad e igualdad de derechos para todas las personas. Y aunque la ciudad
de Medellín ha venido haciendo esfuerzos, los avances son lentos, de alcance
desigual e intermitentes.
Mas allá de esto, las barreras que encuentra este sector de la población no son
solo físicas, arquitectónicas y de urbanismo, sino también barreras sociales de
inclusión en materia de educación, seguridad social y empleo digno.
Según la organización mundial de la salud (OMS, 2011) las personas con
discapacidad tienen desenlaces negativos en varios niveles; déficit sanitarios,
fracaso académico, una menor participación económica y unas tasas de
pobreza más altas que las personas sin discapacidad.
3
Informe sobre derechos humanos en la ciudad 2013
6. Y es que cuando se trata de personas con movilidad reducida, se tiene la falsa
idea que son personas que tienen un “problema” y que por tanto tampoco
pueden desenvolverse en otros ámbitos de la vida, difícilmente encuentran un
empleo con remuneración justa, o acceso a educación superior y por tanto, la
calidad de vida de estas personas se ve disminuida respecto de las personas
“normales”.
Ahora bien, el problema de acceso para las personas con movilidad reducida
no se resuelve solo disponiendo de una silla de ruedas en notarias, bancos,
iglesias y centros educativos, sino que requiere de medidas arquitectónicas en
las construcciones y de la planeación urbanística que permitan el acceso sin
barreras a los ciudadanos a diferentes lugares donde estos puedan llevar sus
vidas con normalidad y sin traumatismos, que puedan ejercitar la ciudadanía y
gozar de sus derechos a la educación, salud, recreación, deporte etc.
Si fuéramos capaces de colocarnos por un momento en los zapatos de las
personas con movilidad reducida, quizá nuestras conductas y sentimientos no
serian de rechazo, indiferencia, burla o lástima, que deviene en marginación
de estos ciudadanos. Debemos crear las condiciones administrativas y sociales
para lograr la inclusión de este sector de la población, porque nunca se sabe
cuando aquello que nos perturba imaginar pueda llegar a ser realidad en
nuestras vidas o las de los familiares cercanos.
7. Referencias bibliográficas
Accesibilidad al medio físico y al transporte. Manual de referencia. En:
http://discapacidadcolombia.com/documentos/manualAccesibilidad.pdf
Informe sobre la situación de los derechos humanos en la ciudad de
Medellín 2013. Personería de Medellín. En:
http://www.personeriamedellin.gov.co/documentos/documentos/Informes
/Situacion_DDHH_2013/INFORME_DDHH_vigencia_2013.pdf
Una ciudad para todos. En:
file:///C:/Documents%20and%20Settings/juntas/Escritorio/upct_prueba1fi
nale%20(1).pdf