Boletín Arenas de San Pedro febrero 2015

1. 1.- Sábado 14, a las 5 de la tarde: Asamblea en el Salón Parroquial.
- Saludo. Acogida. Oración.
- Lectura del Acta anterior.
- Informaciones.
- Tema Franciscano nº1. Libro de formación, Trienio 2014- 2017.
- Lectura y puesta en común del Ev. Marcos 1,40- 45.
-1ª Lect. Levítico 13, 1-2. 44-46.
-2ª Lect.1 Corintios 10,31-11, 1.
2.- Domingo 15 de febrero, a las 17,00 h. en la Iglesia
Carmelitas Descalzas, JUBILEO DE LA ORDEN
FRANCISCANA SEGLAR DE ARENAS DE SAN
PEDRO.
3.- Viernes 20, 18,00 h.: encuentro de formación en el Salón Parroquial.
Tema para el encuentro se entregará el sábado en la Asamblea.
4.- Miércoles 25, a las 18,30 h.: rezo de Vísperas en la Residencia.
5.- Lectura del libro de la Regla: LA FORMA DE VIDA, Capítulo II Pág 29-30,
nº 8, 9,10 y 11.
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MIERCOLES DE CENIZA, TIEMPO DE CONVERSIÓN
El Miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma;
tiempo especialmente penitencial, en el que manifestamos
nuestro deseo personal de conversión a Dios. Tiempo de
silencio interior. Tiempo de oración, de trato con el Señor.
Tiempo de ayuno, tiempo de limosna, saber compartir
cualidades, bienes, tiempo, vida...La auténtica caridad no
se limita a “dar” limosna, sino que nos exige “darnos” a nosotros mismos.
Febrero /2015 / nº 205 /
EVANGELIZAR
AL ESTILO DE SAN FRANCISCO
“Hasta ahora no hemos hecho todavía nada. Empecemos,
pues, a hacer algo- dijo Francisco al hermano Tancredo.
Pero ¿por donde empezar?; padre, dímelo- pregunto el hermano.
La cosa más urgente – dijo Francisco – es desear tener
Espíritu del Señor. Él solo puede hacernos buenos,
profundamente buenos, con una bondad que es una sola cosa
con
nuestro ser más profundo.
Se calló un instante y después volvió a decir:
- “El Señor nos ha enviado a evangelizar a los hombres, pero ¿has pensado ya lo que
es evangelizar a los hombres? Mira, evangelizar a un hombre es decirle: “Tú también
eres amado de Dios en el Señor Jesús.” Y no sólo decírselo, sino pensarlo realmente. Y
no sólo pensarlo, sino portarse con este hombre de tal manera que sienta y descubra
que hay en él algo de salvado, algo más grande y más noble de lo que él pensaba, y que
se despierte así a una nueva conciencia de sí. Eso es anunciarle la Buena Nueva y eso no
podemos hacerlo más que ofreciéndole nuestra amistad; una amistad real,
desinteresada, condescendiente, hecha de confianza y de estima profundas. Es preciso ir
hacia los hombres. La tarea es delicada. El mundo de los hombres es un inmenso
campo de lucha por la riqueza y el poder, y demasiados sufrimientos y atrocidades les
ocultan el rostro de Dios. Es preciso, sobre todo, que al ir hacia ellos no les
aparezcamos como una nueva especie de competidores. Debemos ser en medio de ellos,
testigos pacíficos del Todopoderoso, hombres sin avaricias y sin desprecios, capaces de
hacerse realmente sus amigos. Es nuestra amistad lo que ellos esperan, una amistad que
les haga sentir que son amados de Dios y salvados en Jesucristo.”
El sol había caído detrás de los montes y bruscamente había refrescado el aire, el
viento se había levantado y sacudía los árboles, era ya casi de noche y se oía subir de
todas partes el canto ininterrumpido de las cigarras.
(de E. Leclerc, Sabiduría de un pobre)
ACTIVIDADES EN FEBRERO

2. La redacción
EL PAPA EN ESTRASBURGO
MEMORIA DE LOS VALORES QUE GARANTIZAN UN FUTURO
DE ESPERANZA PARA EUROPA
“Unidad en la diversidad”. Así reza el lema de la Unión Europea. Reflexionando
sobre la riqueza de dicho lema, hace el Papa algunas afirmaciones de la mayor
importancia; y es de desear que no las olviden los responsables de seguir
construyendo una Europa que, fiel a sus raíces históricas, apueste decididamente por
el respeto, la justicia y la solidaridad entre todos los pueblos.
“Unidad no significa uniformidad”, comienza diciendo el Papa. Y aunque
parezca obvio, es bueno que lo recuerde, porque uno los peligros que acechan a al
mundo actual –y también a Europa- es, precisamente, el de una “globalización” que
barre las legítimas tradiciones culturales, sociales y religiosas en aras de no siempre
nobles intereses. “En realidad, toda auténtica unidad vive de la riqueza de la
diversidad que la compone: como una familia, que está más unida cuando
cada uno de sus miembros puede ser más plenamente él mismo sin temor.
En este sentido, considero que Europa es una familia de pueblos, que
podrán sentir cercanas las instituciones de la Unión si éstas saben conjugar
sabiamente el anhelado ideal de la unidad, con la diversidad propia de cada
uno, valorando todas las tradiciones; tomando conciencia de su historia y de
sus raíces; liberándose de tantas manipulaciones y fobias. Poner en el
centro la persona humana significa sobre todo dejar que muestre libremente
el propio rostro y la propia creatividad, sea en el ámbito particular que como
pueblo”
“Por otra parte, dice el Papa, añadiendo una idea importantísima, las
peculiaridades de cada uno constituyen una autentica riqueza en la media
en que se ponen al servicio de todos. Es preciso recordar siempre la
arquitectura propia de la Unión Europea, construida sobre los principios de
solidaridad y subsidiariedad, de modo que prevalezca la ayuda mutua y se
pueda caminar animados por la confianza recíproca”.
La idea de una sospechosa globalidad aparece de nuevo al hablar de la
democracia. “En esta dinámica de unidad-particularidad, se les plantea la
exigencia de hacerse cargo de mantener viva la democracia, la democracia
de los pueblos de Europa. No se nos oculta que una concepción
uniformadora de la globalidad daña la vitalidad del sistema democrático,
debilitando el contraste rico, fecundo y constructivo de las organizaciones y
de los partidos políticos entre sí”. “Mantener viva la realidad de las
democracias es un reto de este momento histórico, evitando que su fuerza
real –fuerza expresiva de los pueblos- sea desplazada ante las presiones de
intereses multinacionales no universales, que las hacen más debéis y las
transforman en sistemas uniformadores de poder financiero al servicio de
imperios desconocidos. Este es un reto que hoy la historia nos ofrece”
Establecidos los valores que caracterizan a la Unión Europea, el Papa
Francisco recuerda también las herramientas con las que seguir construyendo una
Europa viva y creadora de lazos de unión y cooperación entre todos los pueblos.
Como ha indicado anteriormente, es urgente reafirmar “la centralidad de la persona
humana”, para dar esperanza a Europa. “Se trata por eso de invertir en ella –la
persona- y en todos los ámbitos en los que sus talentos se forman y dan
fruto. El primer ámbito es seguramente el de la educación, a partir de la
familia, célula fundamental y elemento precioso de toda sociedad. La
familia unida, fértil e indisoluble trae consigo los elementos fundamentales
para dar esperanza al futuro. Sin esta solidez se acaba construyendo sobre
arena, con graves consecuencias sociales. En este momento en el que, tampoco
en nuestra Europa, están en alza los valores básicos de la familia, es muy mucho de
agradecer la claridad y decisión con que el Papa hace su defensa en el foro más
importante de la Unión Europea.
A la familia se unen las escuelas y universidades en la gran tarea educativa,
dice el Papa, que, además, añade una advertencia de suma importancia en el
panorama educativo de nuestras sociedades europeas; en ellas priva la comunicación
de conocimientos sobre la formación de la persona. En nuestro mundo competitivo se
corre el riesgo de apreciar más los logros científicos y técnicos que la humanización
de la vida; grave peligro éste, ya que son los valores humanos los que aseguran un
verdadero y enriquecedor desarrollo cultural y social de la humanidad. Terminamos
hoy con estas iluminadoras palabras: “La educación no puede limitarse a
ofrecer un conjunto de conocimientos técnicos, sino que debe favorecer un
proceso más completo de crecimiento de la persona en su totalidad. Los
jóvenes de hoy piden poder tener una formación adecuada y completa para
mirar el futuro con esperanza, y no con desilusión.
Hermano Vicente
EL PAPA FRANCISCO EN VIDEOCONFERENCIA
CON NIÑOS DESCAPACITADOS
El momento más divertido de la
Videoconferencia llegó desde España
con Alicia, una joven con Síndrome de
Down quien preguntó al Papa sobre sus
habilidades con la computadora. “Yo
soy un tronco con esa maquina, no sé

3. manejar el ordenador,¡qué vergüenza!”,
dijo riendo el Pontífice.