Este documento resume los principios estratégicos del arte de la guerra de Sun Tzu y cómo pueden aplicarse al taekwondo. Algunos puntos clave incluyen: 1) Es importante estudiar y planear tácticas en lugar de dejar las cosas al azar; 2) Se deben dominar cinco factores como el tiempo, el terreno, el mando y la doctrina; 3) Es ventajoso ocupar el área de competencia primero para estar descansado.
Presentación de la edición 12º Revista "Voley" 2024
El Arte de la Guerra en el Taekwondo
1. EL ARTE DE LA GUERRA EN EL TAEKWONDO
Dr. Héctor G. Ramos Rodríguez*
C.N. 2° Dan en Taekwondo
LFT. Gabriel Ramos Salgado*
C.N. 3° Dan en Taekwondo
C.N. 1° Dan en Haedong Kumdo
*Taekwondo-Escuela Marcial y Deportiva
El presente documento es una adaptación de los conceptos contenidos en el tratado “El
Arte de la Guerra”, escrito por el General Sun Tzu hace más de dos mil quinientos años,
estableciendo las reglas y estrategias que se deben conocer para llegar al triunfo, las
cuales continúan vigentes a través del tiempo. La sustitución de términos se hace
necesaria debido a las características innatas de la disciplina en cuestión. El enfoque de
este ensayo es producto de la experiencia de los autores, después de practicar
Taekwondo por más de treinta y 21 años, respectivamente. Asimismo, influyen de
manera importante las observaciones realizadas como parte del equipo médico de Moo
Duk Kwan en torneos nacionales, regionales y locales, entre otros; así como los niveles
cursados en el SICCED. Por ende, es factible que algunos lectores no estén totalmente
de acuerdo con el contenido, sin embargo, la verdadera intención de esta inquietud es
motivar la difusión del conocimiento y la transmisión de la experiencia entre los
practicantes (Taekwondoines) y los seguidores de este maravilloso arte marcial-deporte
a través de los diferentes medios de comunicación, hablada o escrita (revistas, folletos,
internet, cursos, seminarios, etc.).
Si bien, el mensaje de los conceptos vertidos se dirige principalmente a los entrenadores
(los generales para Sun Tzu), también los Taekwondoines de grados avanzados deberán
comprenderlos, toda vez que en ocasiones y debido a las dimensiones de las
competencias el apoyo entre compañeros se vuelve indispensable. Es decir, que la
educación y el adiestramiento deben ser integrales.
1) Deben comprender que actuar o dejar de actuar no está sujeto a un capricho, sino
que es fruto de una seria meditación; por lo mismo no se pueden dejar las cosas
al azar, ni dejarse guiar por augurios. El viento no trae las respuestas. Entonces,
hay que estudiar, hay que elaborar tácticas y cada paso que se dé, debe de ser
2. profundamente meditado. En realidad, significa escoger la manera más ventajosa
de avanzar y vencer.
2) Existen cinco factores que deben ser dominados: Influencia moral. Esto
significa que el equipo debe estar en armonía con sus dirigentes. Un equipo
oprimido y sin motivación no saldrá a “morir por la camiseta”. Tiempo. Es
importante tomar en cuenta el clima, ya que hay que interactuar con las fuerzas
naturales y saber que no es lo mismo combatir durante un invierno crudo, que
durante la primavera. Terreno. Conocer las características y propiedades del
terreno, si es resbaloso, antiderrapante, duro, suave, etc. Mando. Desarrollar el
don de mando o dirección; su sinceridad y sensatez; su coraje y honestidad.
Debe ser un líder. Doctrina. Debe existir una organización, un control. Nadie
puede lograr un triunfo si no tiene la lealtad y obediencia de sus discípulos. Sabe
cuando castigar y cuándo premiar. Sabe cuando hay que retirarse y cuándo hay
que seguir adelante y, tal vez lo más importante, conoce a sus Taekwondoines.
Se debe poseer un sentido de pertenencia sólido.
3) Aquel que ocupa el área de competencia primero y espera al oponente, está
descansado, mientras que el que llega tarde y se precipita al combate, estará
fatigado y encontrará la derrota.
4) Es de suma importancia conocer al contrincante. Saber se sus flaquezas y saber
cuáles son sus fortalezas. Nunca avanzar a ciegas, sino hacerlo con pleno
conocimiento.
Es de necesidad absoluta examinar las acciones de los equipos contrarios ya que
sobre ellas está basado el triunfo y la derrota, así como el camino que conduce a
la eficiencia y la supremacía. Entonces se podrá tener la capacidad de comparar
y establecer la situación, tomando en cuenta los siguientes elementos: El
Camino. Significa que el equipo y sus dirigentes habrán de perseguir un mismo
ideal, alcanzar una meta conjunta y, sin temor, compartir el triunfo y la derrota.
Los medios apropiados para dirigir son la humanidad y la justicia. Cuando el
equipo confíe en su entrenador estará dispuesto a correr el riesgo e incluso a
“morir por la camiseta”. El Tiempo. Son las estaciones del año y habrá que
tomar en cuenta las posibles consecuencias del frío del invierno y el extenuante
calor del verano. Entonces, planearás una estrategia provechosa para obtener el
óptimo rendimiento de tu equipo. El Terreno. Se analizará de acuerdo con sus
dimensiones y características, considerando el grado de dificultad para
3. desplazarse sobre él y para saber cuál es la seguridad que podrá brindarte, lo que
determinará las ventajas y desventajas para ejecutar las técnicas adecuadas. La
Autoridad. Es el conjunto de características esenciales que distinguen a un
entrenador experto: humanidad, inteligencia, rectitud, rigor y valentía. En ellas
se encierra la capacidad de estructurar planes y la iniciativa de cambiarlos en
determinado momento para obtener ventajas de la situación, que el líder hable
francamente respecto a las retribuciones o sanciones (no deben ser excesivos)
que el equipo habrá de recibir de acuerdo al planteamiento inicial, el
establecimiento de una estricta disciplina y su cumplimiento y adaptarse con
decisión a las oportunidades que se presenten para aprovecharlas en el momento
preciso, y lograr el triunfo. El Sistema. Es la organización y la logística. Se
refiere al reclutamiento más conveniente y provechoso del equipo de
competencia y al reconocimiento de grados de autoridad. Es el movimiento del
equipo, su transporte y su distribución en el lugar de competencia.
Los entrenadores que conozcan estos cinco factores tendrán el triunfo, y aquellos
que los ignoran conocerán la derrota.
5) Cuando un entrenador se apegue a las ventajas que le brinde una estrategia, pero
tenga la flexibilidad de cambiarlas de acuerdo con la situación, alcanzará el éxito.
6) Las acciones de combate implican engaño; si eres hábil, finge inhabilidad; si
eres fuerte, finge debilidad. Si planeas un ataque cercano aparenta que irás lejos,
y cuando planees un ataque lejano finge que lo harás cerca. Atrae al oponente,
organiza un desorden y entonces atácalo. Enaltece la gallardía de tu enemigo
aparentando inferioridad, altera sus nervios y quítale fuerza, cuando esté
descansado procura fatigarlo, divídelo cuando esté unido y atrácalo cuando él no
te espere.
7) Quién haga planes para obtener la victoria es quien tendrá más posibilidades de
lograrla y el que de antemano siente la incapacidad de ganar es quién no ha
planeado una estrategia adecuada. Habrá de considerarse la cantidad de
posibilidades; mientras más existan, más probabilidades de triunfo y por
consecuencia, conforme la planeación sea menor, existirán menos posibilidades
de lograr la victoria.
8) Cuando estés librando un combate y vayas ganado, permanecer ahí por mucho
tiempo propiciará el desgaste, penderás el ánimo y la fuerza. Una intervención
inteligente nunca es prolongada. Un ataque puede llevarse a cabo sin talento,
4. pero es imprescindible que se efectúe con velocidad y contundencia. Lo esencial
del combate es el triunfo y no las intervenciones demasiado prolongadas.
Persistir no es benéfico, pues el competidor se parece al fuego que cuando no es
apagado, se consume a sí mismo.
9) Aquellos que no tienen la capacidad de comprender los riesgos que enfrentan
sus competidores, son, de la misma forma, incapaces de comprender las
estrategias ventajosas. Quienes dominan el arte del combate no requieren
realizar esfuerzos mayúsculos, por tanto, la estrategia que planeen incluirá llevar
consigo todo lo necesario para permanecer en el área de contienda, hasta
alcanzar la victoria.
10) Es de suma importancia atacar la estrategia del contrincante y bloquear sus
posibles alternativas. Los combates son situaciones peligrosas y si no puedes
coartar los planes enemigos o desintegrar sus posibilidades, es mejor que estés
preparado para enfrentarlo y luchar por la victoria.
11) No es prudente combatir cuando se está presionado o cuando el coraje está
presente. Un ataque resulta desastroso cuando el competidor es incapaz de
superar su impaciencia.
12) Cuando cuentes con diez veces más de las fuerzas del oponente, rodéalo. Si tus
fuerzas son cinco veces más, atrácalo. Si tienes esta fuerza incítalo para que
acuda al frente, entonces lo sorprendes con un ataque eficaz. Y si tu enemigo es
dos veces superior, divídelo; usa artimañas de distracción con el fin de
confundirlo. Cuando tus fuerzas sean iguales, entonces lucha; sólo saldrás
adelante si tienes la convicción de triunfar. Pero si tus fuerzas son inferiores,
aléjate; existe la probabilidad de que posteriormente obtendrás ventaja, mientras
tanto tranquilízate y planea la lucha por la victoria.
13) Quién está confuso está imposibilitado para encarar, al contrario. Algunas de las
circunstancias que predicen quién saldrá victorioso son: a) aquél que sepa
cuando puede y no puede pelear, b) aquél que sepa usar las fuerzas grandes y
pequeñas, c) aquél que en su equipo mantenga la unidad, d) aquél que
permanezca a la expectativa de un contrincante que no lo es, e) aquél que tenga
un entrenador que no se amedrente ante la intervención de otros, entre otras. Por
tanto, los puntos que conducen a la victoria son: I) Conocer a tu enemigo y
conocerte a ti mismo te ayudará a no estar en peligro, aún si luchas cien
combates, II) Cuando no conoces al enemigo, pero te conoces a ti mismo, tienes
5. las mismas posibilidades de triunfar o perder y III) Si desconoces a tu enemigo
tanto como a ti mismo, ten la seguridad de que para ti cada combate será un
peligro.
14) En la antigüedad, los guerreros expertos primero se hacían invencibles a sí
mismos y después esperaban expectantes a que sus enemigos (en el Taekwondo
no existen) se hicieran vulnerables. El ser invencible depende de uno mismo, la
vulnerabilidad sólo depende del oponente. Aquellos que puedan hacerse
invencibles serán expertos en el combate, pero no podrán asegurar la
vulnerabilidad del enemigo. Por tanto, tú puedes saber cómo ganar, aunque haya
probabilidades de que no puedas hacerlo. La defensa dependerá de la
invencibilidad y la probabilidad del ataque.
15) Cuando tus fuerzas sean insuficientes defenderás y cuando sean suficientes
atacarás. La victoria presentida por un competidor sin experiencia no es una gran
maestría. En la antigüedad, para los expertos del combate era sencilla la
conquista de un enemigo fácilmente conquistable. Por tanto, sus victorias no le
daban fama ni un título de valiente. Quién logra la victoria sin cometer errores
conquista a un enemigo ya vencido.
16) Cuando se planea y aplica la estrategia no se toma en cuenta ninguna medida
imposible de realizar. Es por esto por lo que un competidor hábil se inclinará por
la actitud de no poder ser vencido y aprovechará todas las oportunidades para
vencer a su oponente. Los guerreros expertos se apegan al Tao (el camino de la
humanidad y la justicia) y a las leyes (incluir el juego limpio) para planear
estrategias de victoria.
17) Dirigir a un equipo numeroso requerirá de la misma capacidad que se necesitará
para dirigir un grupo pequeño. Todo está en función de saber organizarse.
18) Para atacar usa la fuerza normal, y la extraordinaria para ganar. Los expertos en
el arte del combate tienen la capacidad de usar tantos recursos de fuerzas
extraordinarias como infinitas son las estrellas, son inagotables como las olas del
mar, ya que cuando terminan comienzan nuevamente. Caen y se vuelven a
levantar, sus ciclos son como los de la noche y el día y son periódicas como las
estaciones del año. Sólo existen cinco notas musicales, pero las melodías son
infinitas; cinco son los colores primarios, pero sus combinaciones son
inagotables.
6. 19) Cuando el halcón ataca a su presa lo hace sincrónicamente, regula sus
movimientos y arremete contra su presa en el momento exacto en que debe
golpear. Por eso el experto en combate usará el impulso para atacar con
precisión. Su potencia es la de una ballesta tensada y su sincronía es como la de
un arma al dispararse. La agitación y el fragor de una contienda pueden ser
confusas, pero no desordenadas. La confusión aparente es la consecuencia del
orden; la debilidad, de la fuerza; la cobardía, del valor. De la organización
depende el orden o el desorden; de las circunstancias la valentía o la cobardía y
de las disposiciones, la debilidad o la fuerza.
20) En el arte del combate las reglas se determinan de acuerdo con las circunstancias.
Los expertos capaces de manejar al oponente crearán situaciones de engaño;
tirarán su señuelo, le darán seguridad y posteriormente atacarán. El entrenador
que sea hábil perseguirá la victoria adaptándose a la situación, pero no la exigirá
a sus competidores. El experto seleccionará a sus competidores y aprovechará la
situación.
21) Ninguna condición humana debe ser desperdiciada: el valiente, pelea; el
precavido, defiende; el sensato, aconseja. Cada quién ejecuta lo que mejor sabe
hacer. Quien tenga controlada la situación sacará el mejor provecho de sus
alumnos. Los equipos que sean bien conducidos en una competencia serán como
las piedras que ruedan camino abajo desde lo alto de una montaña.
22) Los expertos en el arte del combate atraerán al enemigo y no permitirán ser
llevados por él al espacio de riesgo. Quién tenga la entereza de atraer a su
oponente tendrá la capacidad de aprovecharse de su flaqueza. Incita al contrario
a la flaqueza; fatígalo y mantenlo confundido para que pierda su entereza;
sorpréndelo y luego atrácalo cuando menos te espere. Cuando tengas que
recorrer grandes distancias en busca del contrario, aprende a desplazarte para
que tu paso sea ligero y descansado. Si la defensa del enemigo no fuera estricta
atacarás por el lugar menos protegido y defenderás las áreas que el adversario no
ataque para que él no sepa por donde atacar. El experto parecerá invisible,
silencioso y ocultará su estrategia para no ser descubierto y se convertirá en
dueño de la situación; avanzará sin encontrar resistencia para aprovecharse de la
flaqueza del contrario y luego se retirará victorioso.
23) Atacarás la parte débil de tu enemigo, llegarás tan rápido como el viento y
desaparecerás como el relámpago para que no pueda alcanzarte. Entonces,
7. cuando entres en contienda y tu enemigo esté protegido tras las trincheras le será
imposible no luchar si lo atacas en el lugar donde él necesariamente acudirá al
rescate, y si decidieras no darle batalla, entonces le darás una pista falsa; te
defenderás trazando una línea en el terreno que quieres conservar para no ser
atacado, evitando así que él vaya a donde desea ir. De acuerdo con la forma del
adversario elaborarás planes para alcanzar la victoria, pero estos planes no
deberán ser conocidos por los demás porque ellos no comprenderán la manera en
que se elabora la victoria, sólo podrán ver su apariencia exterior. El combate y la
victoria no podrán ser repetitivos ya que continuamente se adaptarán a su propia
forma. La dificultad que exista en la contienda será lograr que la ruta más difícil
sea la más directa y que la adversidad se transforme en ventaja.
24) Cualquier estrategia de combate se manejará por medio del engaño, se activará
por la motivación de la recompensa, se creará dispersando y concentrando
fuerzas (habilidades) para obtener ventajas. Éstas se dividirán y después se
volverán a combinar para crear confusión en el contrario y entonces observarás
claramente su comportamiento y sus reacciones. En esta forma conocerás contra
quién te estás enfrentando. Cuando estés en contienda sé tan veloz como el
viento; en tu marcha, lento como el bosque; en el ataque, voraz como el fuego;
en la inmovilidad, firme como las montañas. Serás impenetrable como las nubes
y tus movimientos tendrán la fuerza del rayo. Cuando decidas vencer al
adversario optimizarás tus habilidades; cuando te apoderes del triunfo
compartirás tu alegría.
25) Un libro de cuestiones militares dice: “En el transcurso de una batalla
(contienda) es muy difícil escuchar las palabras que se dicen, por eso se usan los
tambores y campañas; el problema de la visión se resuelve con las banderas y
los estandartes”. El entrenador y el competidor estarán atentos a estas señales
para mantenerse unidos y concentrados.
26) La energía de la mañana es aguda, decae durante el día y por la noche se retira,
por tanto, los expertos evitan al adversario cuando es agudo y lo atacan cuando
decae. Este es el control del factor mental. El control del factor físico es esperar
al contrario que llega de lejos exhausto y hambriento. Si el enemigo finge
retirada antes de que su energía se haya agotado no lo persigas porque
seguramente te está tendiendo una trampa.
8. 27) Las decisiones de un entrenador inteligente abarcan el beneficio y el riesgo.
Cuando tome una decisión benéfica la acción se prolongará y cuando se calcula
el riesgo se resolverán los problemas conforme se vayan presentando. Por tanto,
el riesgo retiene al enemigo, la acción lo conserva atento y el beneficio lo incita
a combatir.
28) Los entrenadores que presenten las siguientes características serán peligrosos y
nefastos. Los imprudentes están dispuestos a perder, los cobardes pueden ser
amedrentados, los iracundos pueden ser engañados, los piadosos pueden ser
burlados y los deshonestos arriesgar a sus competidores. Si los adversarios se
muestran irritados significa que su fuerza se ha debilitado y están desesperados.
Cuando los competidores murmuran en pequeños grupos y su comportamiento
es indisciplinado, significa que el entrenador perdió su respeto y confianza.
Cuando se aplican castigos a los practicantes antes de lograr que sean leales
éstos serán indisciplinados y desobedientes; y si no obedecen no serán buenos
competidores. Entonces, es mejor que tus órdenes los apliques con cortesía y les
inculques el fervor guerrero. Para que un equipo sea disciplinado y obediente
habrás de instruirlo mediante órdenes determinantes y eficientes.
29) En el combate ser superior en fuerzas no es garantía, lo que importa es actuar sin
violencia innecesaria. Basta con valorar la situación del enemigo y consolidar tu
poder para vencerlo. Lo más importante es llevar a cabo las estimaciones
pertinentes y tratar de conseguir la ventaja. Aquél que carece de estrategia y
subestima a su adversario terminará inevitablemente siendo el perdedor.
30) Un equipo fuerte se revelará ante un entrenador débil, pero cuando el entrenador
es fuerte y los practicantes débiles, el equipo se desmoronará. Cuando el
entrenador es débil y no hace valer su autoridad, los grados superiores son
indisciplinados y violentos, los principiantes no tienen solidez y el equipo sufra
un colapso al enfrentarse al adversario, lo hará imposibilitado para el combate y
no acatarán sus órdenes. Los entrenadores derrotados son aquellos que carecen
de capacidad analítica y reclutan competidores sin conocer su preparación y
entrenamiento. El principio general que se debe tener en cuenta para someter al
adversario es que cuando entres en terreno hostil, tu equipo se mantenga unido.
Cuando el contrario te ofrezca alguna oportunidad aprovéchala de inmediato.
Primero entérate de lo que anda buscando y anticípate a él para obtenerlo El
dogma del combate es observar lo que tu enemigo haga para que con base en sus
9. movimientos tomes decisiones en la contienda. Por tanto, al principio
compórtate tímido como una doncella para que el enemigo confiado abra sus
puertas y muévete tan rápido como una liebre para dominarlo.
En conclusión, el combate libre o Kyorugi puede considerarse como el enfoque
integral del Taekwondo, modalidad que engloba las actividades física y mental
donde dos rivales se enfrentan cara a cara empleando técnicas defensivas y
ofensivas, siguiendo normas y pautas establecidas. Como en el eslogan olímpico:
“más rápido, más alto, más fuerte”, en esta disciplina la competencia es una
invitación a la superación integral del ser humano. La competición es una manera
más de desarrollar el potencial del cuerpo. Además, tiene como objetivos mejorar
los aspectos físicos, técnicos y estratégicos, así como desarrollar el sentido de la
humildad y la deportividad (juego limpio o fair play), proporcionando al competidor
la capacidad de adaptarse al entorno con sus cambios y variaciones.
REFERENCIAS
1. Sun Tzu. El Arte de la Guerra. México: Editorial Época, 2000.
2. Kyong ML. Taekwondo Dinámico. España: Editorial Hispano-Europea, 2000.