¿Qué autoridad tiene el cristiano para celebrar
la Cena del Señor cada primer día de la semana?
¿Es esta Cena una tradición de hombres o un mandamiento
de Dios?
1. la cena
del señor
Pasaje clave: Mateo 28.18
La autoridad para la
Cena del Señor
¿Qué autoridad tiene el cristiano para celebrar
la Cena del Señor cada primer día de la semana?
¿Es esta Cena una tradición de hombres o un mandamiento de Dios?
Jesús, nuestro Rey, el que reina
En la era cristiana, Jesús tiene toda autoridad
en el cielo y la tierra (Mateo 28.18). Todo fue puesto
bajo Él cuando ascendió a la diestra del trono de
Dios. Leemos:
… resucitándole [Dios a Cristo] de los muertos y
sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
sobre todo principado y autoridad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no
sólo en este siglo, sino también en el venidero;
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio
por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la
cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo
lo llena en todo (Efesios 1.20–23).
Él cumplió la profecía de Daniel, quien profetizó
un poco más de quinientos años antes acerca de Su
ascensión y exaltación para reinar sobre las naciones
(Daniel 7.13, 14).
Cuando Jesús ascendió, comenzó Su reinado
en el trono de David, el cual ahora es Su trono. Su
oficio es el de profeta, sacerdote y rey.1 Zacarías
profetizó que Jesús sería un sacerdote en Su trono,
es decir, sacerdote y rey al mismo tiempo (Zacarías
6.13). No podía servir como sacerdote en la tierra
(Hebreos 8.4); Su reinado como rey y sacerdote es
celestial, no terrenal. Ahora, reina a la diestra de
Dios.2 Está sobre todos los gobernantes y autoridades, porque todo ha sido puesto bajo Sus pies
1
En cuanto a las funciones de Jesús como profeta, sacerdote y rey, vea Hechos 3.22, 23; Hebreos 3.1; 4.14; 6.20; 8.1;
Isaías 9.6, 7; Lucas 1.32, 33; Juan 18.37; 1ª Timoteo 6.13–16;
Apocalipsis 3.21; 17.14; 19.16.
2
Vea Hechos 2.33; 5.31; Romanos 8.34; Colosenses 3.1;
Hebreos 1.3; 8.1; 12.2; 1ª Pedro 3.22.
(1ª Corintios 15.27).
Jesús, el autor y fundador
del cristianismo
La salvación fue primeramente anunciada
por Jesús (Hebreos 2.3). Él es el autor (Hebreos
2.10b; 12.2) de toda la fe y las prácticas cristianas. Si Él ha enseñado una práctica, debe ser
observada, pero si no, no debe ser practicada. Él
dio los mandamientos que recibió del Padre (Juan
12.49, 50) a los apóstoles de Sus propios labios (Juan
17.8, 14) y más adelante, después de ascender a los
cielos, por medio del Espíritu Santo (Juan 14.26;
16.7–14).
Los mandamientos de Jesús, tal como se encuentran en los escritos de los apóstoles y los profetas del
Nuevo Testamento, son Palabra de Dios. En vista
de que Dios nos ha hablado por medio de Jesús
en estos postreros días (Hebreos 1.1, 2), hemos de
escucharle. Los que no le escuchen sufrirán destrucción de entre las naciones.
Jesús es el fundador de Su iglesia y el único
fundamento sobre la cual está edificada. Esta ha de
sometérsele (Efesios 5.24) como su única «cabeza»
(Colosenses 1.18) y «dador de la ley» (Santiago 4.12).
Todas las personas serán juzgadas por Él (Juan 5.22;
2ª Corintios 5.10; Hechos 17.31).
Jesús, nuestra fuente
de instrucción
En la obediencia a Jesús y el sometimiento a Su
autoridad se incluyen ciertos principios. Cuando
no son respetados, Jesús no es respetado por quién
es y lo que es.
1) Sus seguidores han de observar todos Sus
mandamientos y no ir más allá de lo que está escrito (Mateo 28.20; 1ª Corintios 4.6; 2ª Juan 9; vea
Santiago 1.22).
2) Mediante el Espíritu Santo, Él nos ha revelado
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