El documento discute la tradición de celebrar la Cena del Señor. Explica que los primeros cristianos celebraban la Cena del Señor los domingos, el primer día de la semana, en conmemoración de la resurrección de Jesús, y no los sábados. También analiza el significado de frases como "el día del Señor" y explica que se referían al domingo y no al día del juicio. Concluye que los cristianos primitivos celebraban especialmente la Cena del Señor los domingos para honrar a Jes
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El día de la celebración - Hechos 20.6, 7
1. la cena
del señor
Pasaje clave: Hechos 20.6, 7
El día
de la celebración
Desde los primeros días de la iglesia, el día
regular para que los cristianos celebraran la Cena
del Señor fue el domingo, también conocido como
«el primer día de la semana» (Hechos 20.7). Seguramente, al decir «partir el pan» en Hechos 20.7,
se quiere dar a entender nada más que la Cena del
Señor.1
«El primer día de la semana» no era el día de
reposo, sino el día después del mismo, como se
desprende de las declaraciones en los evangelios
(Mateo 28.1; Marcos 16.1, 2; Lucas 23.56; 24.1). Ni
la Biblia ni los documentos históricos afirman que
los cristianos observaran la Cena del Señor en el
día de reposo. Por el contrario, los primeros registros declaran que el domingo era el día en que los
cristianos se reunían para la Cena del Señor.
La celebración del día de reposo
Al día de reposo no se le asociaba con la muerte
y resurrección de Jesús, sino que fue el día entre
estos dos eventos. Los judíos guardaban el día de
reposo en memoria de cuando Dios liberó a Israel
de la esclavitud en Egipto (Deuteronomio 5.15).
Después de que salieron de Egipto, y no antes, Dios
les dio a conocer las leyes del día de reposo en el
monte de Sinaí. Nehemías relató este importante
evento en la historia de Israel, diciendo:
Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste
con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos,
leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos
buenos, y les ordenaste el día de reposo santo
para ti, y por mano de Moisés tu siervo les
prescribiste mandamientos, estatutos y la ley
(Nehemías 9.13, 14).
Varias verdades son evidentes en el pasaje anterior acerca del día de reposo, a saber: Fue dado
1
Willy Rordorf, Sunday (Domingo), trad. A. A. K. Graham
(Filadelfia: Westminster Press, 1968), 199.
a conocer por Moisés como un mandamiento para
Israel, los descendientes de Abraham, en el monte
de Sinaí (Nehemías 9.7, 8, 13, 14). Dios dijo por
medio de Moisés:
Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto,
y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano
fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová
tu Dios te ha mandado que guardes el día de
reposo (Deuteronomio 5.15).
Dios no adoró en el día de reposo ni requirió
que lo hiciera Israel. Él escogió el séptimo día para
que Israel reposara, porque Él reposó ese día (Éxodo
20.11). El día de reposo no era un día especial de
oración en honor a haber creado los cielos y la
tierra. El pueblo había de obedecer los siguientes
mandamientos del día de reposo:
• No habían de alejarse de su lugar (Éxodo
16.29b).
• Habían de guardar el día de reposo por sus
generaciones (Éxodo 31.12, 13, 16).
• Tenían que saber que este día era una señal
entre Dios e Israel (Éxodo 31.13).
• Debían mantener el día santo haciendo cesar las labores (Éxodo 31.14; Deuteronomio
5.12–15; Jeremías 17.24).
• No habían de profanarlo realizando labores
físicas durante el mismo (Éxodo 31.14;
35.2).
• Habían de darle muerte al que trabajara el
día de reposo (Éxodo 31.14, 15; 35.2).
• Tenían que aceptar el día de reposo como un
pacto perpetuo entre Dios e Israel (Éxodo
31.16).
• Habían de respetarlo como un día de descanso total (Éxodo 35.2).
• No habían de encender fuegos (Éxodo
35.3).
• El sumo sacerdote había de colocar doce
1
2. tortas de harina en dos filas sobre la mesa
de oro del santuario (Levítico 24.5–8).
• Los sacerdotes habían de hacer ofrendas de
flor de harina y de libación y sacrificar dos
corderos (Números 28.1–9).
• El pueblo había de recordar que Dios los
había liberado de la esclavitud de Egipto
(Deuteronomio 5.15).
• Las puertas de la ciudad habían de cerrarse
de manera que no pudiera realizarse ningún
comercio (Nehemías 13.19–21; Jeremías
17.24).
Ningún pasaje del Antiguo Testamento ni del
Nuevo Testamento afirma que algunos se reunieran
periódicamente en el día de reposo como día especial
de adoración o para celebrar la Cena del Señor. Por
el contrario, era el día conmemorativo especial de
Israel para descansar y recordar que por medio de Su
gran poder, Dios los había liberado de la esclavitud
de Egipto (Deuteronomio 5.15). Esta es la razón por
la que Dios no dio a conocer el día de reposo mediante Moisés, hasta después de haber salido Israel
de Egipto y llegaran al monte de Sinaí (Nehemías
9.13, 14). ¿Cómo podrían recordar ser liberados de
Egipto antes de haber sido liberados?
Debido a que la mayoría de los cristianos no
tienen antepasados israelitas, la liberación de
la esclavitud de Egipto no significa mucho para
nosotros. El día especial para los cristianos es el
domingo, el primer día de la semana. Es cuando
hemos de reunirnos y así recordar nuestra liberación del pecado y de nuestra entrada en la nueva
vida espiritual, mediante la muerte y resurrección de Jesús. En vista de que el pacto del día de
reposo dado por Dios incluía solamente a Israel
(Éxodo 31.13, 16), no debemos permitir que otros
nos juzguen en cuanto a la celebración del día de
reposo (Colosenses 2.16).
Después de considerar los escritos históricos,
Everett Ferguson llegó a la siguiente conclusión:
La evidencia para el día de adoración de los
primeros cristianos es clara e inequívoca. No
celebraron el séptimo día, el día de reposo, como
los judíos, sino que se reunían el primer día de la
semana, el día de la resurrección de Cristo. 2
La anterior es una observación válida cuando se
considera la información histórica. Desde los primeros días del cristianismo hasta el siglo tercero, y tal
vez tiempo después, la Cena del Señor se celebraba
2
Everett Ferguson, Early Christians Speak (Hablan los
cristianos primitivos), (Abilene, Tex.: Biblical Research Press,
1981), 70.
2
solamente el domingo, y no cualquier día ni todos
los días de la semana.
El primer día de la semana,
el día de Jesús
Se pueden extraer algunas conclusiones de las
enseñanzas del Nuevo Testamento sobre la práctica
de los primeros cristianos.
• Se reunían (Hechos 20.7; 1ª Corintios 11.18
y 20, 33, 34).
• Se congregaban en un día específico (Hebreos 10.25).
• Tenían un día especial conocido como «el
día del Señor» (Apocalipsis 1.10).
• Se reunían el primer día de la semana
(Hechos 20.7).
• Celebraban la Cena del Señor el primer día
de la semana (Hechos 20.7).
• Daban contribución el primer día de la semana (1ª Corintios 16.2).
El domingo, el primer día de la semana, era el
día especial del Señor para la celebración de la Cena
del Señor. Juan escribió: «Yo estaba en el Espíritu
en el día del Señor» (Apocalipsis 1.10a). Al igual
que otras expresiones, la frase «día del Señor» tiene
que entenderse con el significado que tuvo durante
el período de la historia cuando fue usado. Los
primeros escritores cristianos usaron la frase «día
del Señor» (thØ v kuriakhØ v hJ m e÷ r aˆ , te kuriake hemera)
para referirse al día de la resurrección triunfante de
Jesús. Fuera del Nuevo Testamento, se usa solamente
del domingo, el primer día de la semana.
La frase «del Señor», en este contexto, no es un
sustantivo posesivo, sino adjetivo, queriendo decir
un día en honor al Señor. Es el mismo adjetivo usado
en «cena del Señor» (1ª Corintios 11.20), 3 la cena en
honor al Señor. La traducción literal de Apocalipsis
1.10 es «el día imperial». Una nota al pie en un texto
interlineal hace referencia a 1ª Corintios 11.20 para
explicar la razón para tal traducción4: La expresión
«día del Señor» fue usada por la iglesia primitiva
para referirse al domingo como su día especial de
reunión.
Pese a que algunos han argumentado que esto no
es más que una denominación alternativa para
3
«Observe que kuriako÷ ß [kuriakos] es un adjetivo, para
el que no hay un equivalente exacto en español. Solamente
aparece otra en el N.T., Ap 1.10» (Alfred Marshall, The R.S.V.
Interlineal Greek-English New Testament [El Nuevo Testamento
interlineal de la R.S.V.] [Grand Rapids, Mich.: Zondervan
Publishing House, 1970], 687).
4
Ibíd., 957.
3. «el día del Señor», usada en varias ocasiones en
el [Antiguo Testamento] y [Nuevo Testamento]
para el día del juicio […], la mayoría de los
estudiosos concluyen que es una referencia al
domingo […] Se llega a tal conclusión por el
uso frecuente de «el día del Señor» presentes
en escritos cristianos primitivos no-canónicos
[…] para referirse al domingo.5
… la celebración especial del primer día de la
semana realizada por los cristianos se indica
en [1ª Corintios 16.2; Hechos 20.7]. [Apocalipsis 1.10] es la primera referencia en la que se
le conoce como el día del Señor, sin embargo,
la manera en la que el nombre se usa en este
pasaje indica que es una designación establecida
y, como tal, ocurre en los primeros escritores
post-apostólicos.6
La frase «día del Señor» de Apocalipsis 1.10 no
debe confundirse con la frase antiguotestamentaria
«día de Jehová».7 Tampoco debe confundirse con la
expresión neotestamentaria «día del Señor», la cual
se refiere al día del juicio o ira de Dios. 8
El punto de vista […] en cuanto a que [Juan]
se concibiera a sí mismo siendo transportado
al día del Juicio, se opone al significado dado
de manera uniforme al término día del Señor
que se encuentra en otros lugares, y está en
desacuerdo con el tema de la visión presentada
en ese pasaje.9
En el primer día de la semana (Hechos
20.7), que era «el día del Señor», el día imperial
(Apocalipsis 1.10), los cristianos se reunían para
«partir el pan» con el fin de recordar y honrar a
su Rey mediante la Cena «Imperial». Se usaron
por igual las frases «partir el pan» y «cena» para
referirse a una comida. La pregunta a responder es
esta: «¿La comida de quién?». Obviamente, al decir
«partir el pan», Lucas quiso decir la Cena del Señor,
como se le refiere Pablo en su carta a los Corintios
(1ª Corintios 11.20).
De acuerdo con el contexto y la gramática «el»
partimiento del pan (Hechos 2.42) es una práctica
específica asociada con las otras actividades de la
5
G. H. Waterman, «Lord’s Day», (El Día del Señor), The
Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible (La enciclopedia
ilustrada de la Biblia de Zondervan), ed. Merrill C. Tenney
(Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing House, 1975),
3:965.
6
Isbon T. Beckwith, The Apocalypse of John (El Apocalipsis
de Juan) (New York: Macmillan Co., 1919, reimp., Grand
Rapids, Mich.: Baker Book House, 1967), 435.
7
Vea Isaías 2.12; Jeremías 46.10; Lamentaciones 2.22;
Ezequiel 13.5; Joel 1.15; Amos 5.20; Abdías 15; Sofonías 1.8;
Malaquías 4.5.
8
Vea 1ª Corintios 1.8; 5.5; 2ª Corintios 1.14; 1ª Tesalonicenses 5.2; 2ª Pedro 3.10.
9
Beckwith, 3:435.
adoración, esto es, la enseñanza de los apóstoles,
la comunión y la oración. El artículo definido «el»
(tou, tou) habla de un partimiento de pan en especial, no de una comida ordinaria. No hay artículo
definido en Hechos 2.46, lo cual quiere decir que
en este pasaje, «partiendo el pan» no era la comida
especial del Señor, sino las comidas ordinarias que
se comían en las casas de los cristianos.
Los discípulos se reunieron el primer día de
la semana «para partir el pan», no para escuchar
a Pablo predicar (Hechos 20.7). Sin embargo, él
aprovechó la ocasión para predicarles. Había esperado siete días en Troas (Hechos 20.6), de lunes a
domingo, para poder reunirse con ellos. Tuvo que
haber comido las comidas ordinarias y visitado a
varios miembros antes de llegar este instante; sin
embargo, no se había «reunido» con ellos hasta el
domingo, el día de ellos para congregarse como
iglesia y celebrar la Cena del Señor.
La reunión en Troas no se llevó a cabo la noche
del sábado, como se indica en la NEB. En vista de
que Troas era una colonia romana, el pueblo habría
seguido el calendario romano. Con el calendario
judío, el domingo iniciaba al atardecer (6.00 p.m.).
De acuerdo al calendario romano, el domingo
comenzaba a la medianoche. De cualquier manera,
estos cristianos se reunieron el domingo, el primer
día de la semana.
Algunos que no entienden la terminología
judía acerca de los días de la semana han llegado
a la conclusión que los cristianos se reunían el
día de reposo (Hechos 20.7), ello debido a la frase
mia ton sabbaton, mia ton sabbaton, literalmente,
«uno del día de reposo». Los judíos hablaban de los
días de la semana en relación con el día de reposo.
El día de reposo era el séptimo día de la semana
(Éxodo 20.10; Deuteronomio 5.14), el último día
de la semana. Al día después del día de reposo
(domingo) se le llamó «uno del día de reposo». El
lunes era «dos del día de reposo». Jesús no resucitó
el día de reposo, sino el primer día de la semana
—el domingo «uno del día de reposo», es decir, el
día después del día de reposo (Mateo 28.1; Marcos
16.1, 2; Lucas 24.1, 2; Juan 20.1).
Esta secuencia de eventos confirma algunas
verdades importantes:
• Los discípulos de Troas se reunieron el
primer día de la semana para comer la Cena
del Señor.
• En un contexto religioso, la iglesia primitiva
usó «partir el pan» en el sentido de la Cena
del Señor.
• Se usaron reuniones religiosas especiales
3
4. con el fin de adorar.
• Los discípulos se reunieron el primer día de
la semana con un propósito específico, comer
la Cena del Señor. Pablo usó esta reunión
para predicarles a los discípulos.
• Pablo esperó en Troas siete días para que
la iglesia se reuniera, lo cual hicieron el
domingo para comer la Cena del Señor.
Los cristianos se reunían en este día especial,
«cada primer día de la semana» (1ª Corintios 16.2),
el domingo, para dar según habían prosperado y
para honrar a Jesús al participar de la Cena del
Señor. El propósito de su donación semanal era
para que, cuando Pablo llegara, las colecciones no
fueran necesarias. Esto se suma a la evidencia de
que el primer día de la semana era el día normal
de reunión de las iglesias.
Confirmación histórica
Los escritores post-apostólicos confirman el
hecho de que los cristianos se reunían el domingo,
el primer día de la semana, no en el día de reposo.
Ellen G. White (1827–1915), fundadora de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día, enseñó lo contrario. A
pesar de que la historia demuestra que los cristianos
se reunieron el primer día de la semana durante
casi tres siglos antes de Constantino (280–337 d. C.;
aprox.), White escribió que él fue el responsable de
hacer del domingo el día oficial de la iglesia para
reunirse.
En la primera parte del siglo cuarto, el emperador Constantino expidió un decreto que hacía
del domingo un día de fiesta pública en todo
el Imperio Romano […] sin embargo, mientras
que muchos cristianos piadosos fueron poco
a poco inducidos a considerar el domingo en
el sentido de poseer cierto carácter sagrado,
siguieron considerando el verdadero día de
reposo como el día santo del Señor y lo observa
ron, en obediencia al cuarto mandamiento. 10
La primera medida pública que impuso la celebración del domingo fue la ley promulgada por
Constantino [AD 321].11
Constantino no forzó la adoración al día domingo, ni cambió la reunión de los cristianos del
sábado a domingo. Sin embargo, lo que en efecto
hizo fue apartar el domingo —día en que los cristianos se reunían— para que ellos y otros grupos
religiosos pudieran tener el domingo como un día
10
Ellen G. White, The Great Controversy Between Christ and
Satan (La gran controversia entre Cristo y Satanás) (Mountain
View, Calif.: Pacific Press Publishing Assoc., 1888; reimp.,
1948), 53.
11
Ibíd., 574.
4
especial de adoración.
Fue tolerante con las diversas religiones del
imperio. La norma que Constantino elaboró con
Licinio en el año 313 d. C., conocida como el «Edicto
de Milán», permitió la libertad religiosa para todos.
Un historiador escribió:
La nueva política dejó de ser, como en el año
311, más que una tolerancia; ni hacía del cristianismo la religión del imperio. Proclamó libertad
absoluta de conciencia, colocó al cristianismo en
condiciones de plena igualdad legal a la par de
cualquier religión del mundo romano…12
Geoffrey W. Bromiley resumió la evidencia
histórica a favor de que los cristianos se reunían
el domingo y concluyó diciendo: «Es solamente
cuando se consideran esos pasajes en conjunto que
los mismos sugieren que los primeros cristianos se
reunían para adorar el primer día de la semana, el
día de la Resurrección».13 Examinemos nosotros algunos de los documentos históricos que nos ayudan
a comprender las prácticas de la iglesia primitiva.
Hacia finales del siglo primero, el oficial romano
conocido como Plinio el Joven (63–113 d. C.) escribió
acerca de las asambleas cristianas en una carta dirigida al emperador Trajano, diciendo:
… tenían la costumbre de reunirse en un día
determinado antes de salir el sol para cantar
sucesivamente un himno a Cristo, como si fuese
un dios, y obligarse bajo solemne juramento, no
a cualquier acción criminal, sino a nunca cometer
robo ni adulterio, a no faltar a lo prometido, a no
negarse a dar lo recibido en deposito; después
de lo cual, tenían la costumbre de separarse y
reunirse de nuevo para tomar el alimento, por
lo demás ordinario e inocente.14
La Historia de la Iglesia de Philip Schaff incluyó
una paráfrasis de una sección de esta carta, con
explicaciones añadidas entre paréntesis:
De acuerdo con esto, los cristianos se reunían en
un día señalado (domingo) a la salida del sol,
cantaban sucesivamente un canto a Cristo como
a Dios […] Después (por la tarde) se reunían
de nuevo, a comer comida ordinaria e inocente
(el ágape).15
12
Williston Walker, A History of the Christian Church
(Historia de la iglesia cristiana), 3ª ed., rev. Robert T. Handy
(New York: Charles Scribner’s Sons, 1970), 101.
13
Geoffrey W. Bromiley, «Lord’s Day» (El día del Señor)
The International Standard Bible Encyclopedia, rev. ed., ed.
Geoffrey W. Bromiley (Grand Rapids, Mich.: Wm. B.
Eerdmans Publishing Co., 1986), 3:159.
14
Plinio Cartas 10.96.
15
Philip Schaff, History of the Christian Church (Historia
de la iglesia cristiana), vol. 1 (New York: Charles Scribner
and Co., 1869), 382.
5. La carta de Plinio, una fuente secular, proporciona evidencia extra bíblica en cuanto a que los
cristianos se reunían en dos ocasiones en un día
especial señalado, una antes del amanecer y la otra
más tarde. El día no se especifica, pero la conclusión
usual es que celebraban la Cena del Señor temprano
en la mañana antes de irse a trabajar, lo cual no
habrían hecho el día de reposo en una comunidad
judía. Entonces, después de trabajar todo el día, se
reunían de nuevo para comer una cena ordinaria.
El «día señalado» de la asamblea no era el día de
reposo, sino el domingo, como también puede
confirmarse con la historia posterior.
La Didaché (literalmente, «Enseñanzas») es
un volumen no inspirado de instrucciones para
comunidades cristianas, escrito entre el año 90 y
150 d. C. Dice: «Y en el día propio del Señor reúnanse y partan el pan y den gracias…».16 Si bien
esta fuente habla del «día del Señor», no contrasta
el reunirse el domingo con la celebración del día
de reposo.
Ignacio (35–107 d. C.; aprox.), un líder de la
iglesia de Antioquía, discípulo de Juan el apóstol,
escribió:
domingo como un día de regocijo, porque era el
día de la resurrección de Jesús y, después, de Su
ascensión.
Justino Mártir (100–165 d. C.), el más antiguo
apologista cristiano significativo, hizo declaraciones
claras con las que contrasta la adoración del domingo
con la celebración del día de reposo:
Si, por lo tanto, aquellos que fueron instruidos en
el antiguo orden de cosas han llegado a poseer
una nueva esperanza, no guardando ya el día de
reposo, sino viviendo en la celebración del Día del
Señor, en el cual también nuestra vida ha surgido
de nuevo por medio de Él y de Su muerte. 17
Un registro apócrifo (no inspirado) de la actividad apostólica llamado Hechos de Pedro, escrito
alrededor del año 180 d. C., especifica que el día
de reposo fue abolido, diciendo:
Aquí nos encontramos con un claro contraste entre la celebración del primer día de la semana y la
observancia del día de reposo, sin embargo, no se
menciona la adoración de manera específica.
Escrito alrededor del año 130 d. C., la Epístola
de Bernabé dice:
Por último, Él les dice: Vuestras lunas nuevas y
vuestros días de reposo no los soporto. Mirad lo que
quiere decir: No me son aceptos vuestros días de
reposo de ahora, sino el que yo he hecho, aquél
en que, haciendo descansar todas las cosas, haré
el inicio de un día octavo, es decir, el principio
de otro mundo. Por eso, también nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por ser
día en que Jesús resucitó de entre los muertos y,
después de manifestado, subió a los cielos.18
El «octavo día», obviamente después del séptimo
día de la semana, sería el primer día de una nueva
semana. La declaración de Bernabé, incluso sin
la frase «día del Señor», identifica por lo tanto el
Didaché 14.1.
Ignacio Magnesios 9. (Énfasis nuestro.)
18
Bernabé Epístola 15.8, 9. (Énfasis nuestro.)
16
17
¿Hay algún otro asunto, amigos míos, por la que
se nos culpa, que esta, que no vivimos conforme
a la ley ni somos circuncidados en la carne como
sus antepasados lo fueron, ni observamos los
días de reposo como lo hacen ustedes? 19
Y en el día llamado domingo, todos los que viven
en ciudades o en las afueras se reúnen en un lugar
y leen las memorias de los apóstoles o los escritos
de los profetas, siempre y cuando el tiempo lo
permite […] Luego, todos nos levantamos juntos
y oramos, y, como hemos dicho antes, cuando
nuestra oración ha terminado, se traen el pan y
el vino y el agua […] y se distribuye a cada uno
[…] Pero el domingo es el día en el que todos
tenemos nuestra asamblea en común, porque
es el primer día en que Dios, habiendo hecho
surgir un cambio en la oscuridad y la materia,
hizo el mundo, y Jesucristo nuestro Salvador en
el mismo día resucitó de entre los muertos. 20
Pablo había debatido muchas veces con los
doctores de los judíos y los había refutado,
diciendo: Cristo, a quien sus padres echaron
mano, abolió sus días de reposo y ayunos y
días de fiesta y la circuncisión, y las doctrinas
de los hombres y el resto de las tradiciones que
en efecto abolió.21
El Tertuliano romano (160–220 d. C.), uno de
los más respetados y prolíficos escritores cristianos
de la antigüedad, señaló que el día de reposo ya no
era observado por los cristianos.
De parte de nosotros, para los que el día de
reposo les es ajeno…22
Se supone, por consiguiente, que en la medida
en que la abolición de la circuncisión carnal y de
la antigua ley demuestran haber sido consumados en sus momentos específicos, así también la
celebración del día de reposo demuestra haber
sido temporal.23
Justino Mártir Dialogo con Trifón 10.1
Justino Mártir 1ª Apología 67.3.
21
Hechos de Pedro 3.1.
22
Tertuliano Sobre la idolatría 14.6.
23
Tertuliano Una respuesta a los judíos 4.1.
19
20
5