En un mundo globalizado, cada vez mas las relaciones sexuales de pareja están siendo afectadas por la nueva revolución sexual, perdiendo el verdadero sentido de la relacion, el cual es el Amor.

1. Lic. Ingrid Castro Psicóloga Clínica y Master en Docencia e investigación Universitaria
Centro Médico Finlay. Tel: 22706273-87179095. Iccz01blen@gmail.com
“Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, Como sierva
amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo. Proverbios 5:
15-18.
Versículos de las sagradas escrituras que refiere el amor de pareja, principalmente
el que debe de permanecer en el matrimonio.
El tema de las relaciones sexuales en la sociedad con el pasar de los tiempos ha
venido desvirtuándose, en otras palabras ha venido careciendo de su esencia
maravillosa la cual es el Amor. La sociedad y en particular algunos medios de
comunicación están vendiendo una imagen de relación de pareja vinculada con el
tema de la sexualidad, relaciones sexuales que se salen de las normas sociales
establecidas naturalmente ya conocidas, que esto irá en dependencia del contexto
cultural en el que estamos. Algunas de los escenarios que el mercado promueve
son las siguientes:
- No necesitas ser mayor de edad para iniciar tu vida sexual activa. En
este sentido, los adolescentes cuando inician una relación de noviazgo, no
significa que pueden iniciar una vida sexual en su relación, ya que esto
requiere de cierto grado de madurez física y psicológica, sin embargo se
induce a los adolescentes al inicio de estas prácticas sin conocer el
significado emocional que posee, y más aún los riesgos que puede ocasionar
una conducta sexual irresponsable, (enfermedades veneras, embarazos no
deseados, inestabilidad emocional).
- El sexo y el amor son dos cosas distintas: algunos medios incitan a las
personas a las famosas relaciones aventureras, y la infidelidad por ende en
las cuales el único requisito es la atracción física entre ambos, con el objetivo
de tener una noche de placer, sin ningún compromiso. Las consecuencias
de estas acciones son divorcios, enfermedades, problemas de adicción entre
otros problemas emocionales.

2. Lic. Ingrid Castro Psicóloga Clínica y Master en Docencia e investigación Universitaria
Centro Médico Finlay. Tel: 22706273-87179095. Iccz01blen@gmail.com
- El sexo un objeto más de consumo: “El anhelado gran orgasmo”, hombres
y mujeres están excesivamente preocupados por este tema y el mercado
está sacando provecho de esto, abasteciendo los centros de compras de
libros, películas, tutoriales y objetos para el disfrute pleno de la relación
sexual. Esto se convierte en un problema cuando por lo general una de las
partes de la pareja requiere este tipo de estimulación y la otra no está de
acuerdo, originando conflicto entre, ellos convirtiéndose la relación íntima no
satisfactoria.
- Todas las conductas sexuales libremente entre adultos son válidas: La
promiscuidad, la pornografía, las orgías sexuales, y la prostitución en las
redes sociales son cada vez más frecuentes. (hombres y mujeres con una
vida normal, aparecen y desaparecen de Internet, donde la pornografía y/o
la prostitución son un mero episodio en sus vidas). Esta conducta cada vez
está tomando más fuerza en la sociedad, y es ahí donde menciono que las
relaciones sexuales de parejas están cada vez más desvirtuándose, todo en
nombre del placer y la satisfacción.
Cuando el proverbista refiere “sus caricias te satisfagan en todo tiempo” se
refiere exclusivamente a las de la esposa, una relación construida a base
de amor incondicional, buena comunicación, respeto y aceptación, no
requerirá de agentes externos que te refieran que hacer y cómo hacerlo. Si
algo no está funcionando en la relación de pareja hay que buscar ayuda
“profesional”. Algunas de estas prácticas que fomenta la sociedad, en lugar
de mejorar las relaciones de pareja, las empeora, ya que en la mayoría de
los casos si una de las partes accede lo hace por compromiso para no perder
la relación.
Lo que es “normal” desde el punto de vista sexual, en el matrimonio, va en
dependencia de la formación de valores e idiosincrasia de cada quien, lo
importante es que sea de mutuo acuerdo y sin lastimar física ni
psicológicamente a una de las partes.